TRES POEMAS DE FAYAD JAMIS*

CON TANTOS PALOS QUE TE DIO LA VIDA
Con tantos palos que te dio la vida
y aún sigues dándole a la vida sueños.
Eres un loco que jamás se cansa
de abrir ventanas y sembrar luceros.
Con tantos palos que te dio la noche
tanta crueldad y frío y tanto miedo
eres un loco de mirada triste
que sólo sabe amar con todo el pecho.
Construir papalotes y poemas
y otras patrañas que se lleva el viento.
Eres un loco de mirada triste
que siente cómo nace un mundo nuevo.
Con tantos palos que te dio la vida
y aún no te cansas de decir: te quiero.
POR ESTA LIBERTAD
Por esta libertad de canción bajo la lluvia
habrá que darlo todo
Por esta libertad de estar estrechamente atados
a la firme y dulce entraña del pueblo
habrá que darlo todo
Por esta libertad de girasol abierto en el alba de fábricas
encendidas y escuelas iluminadas
y de esta tierra que cruje y niño que despierta
habrá que darlo todo
No hay alternativa sino la libertad
No hay más camino que la libertad
No hay otra patria que la libertad
No habrá más poema sin la violenta música de la libertad
Por esta libertad que es el terror
de los que siempre la violaron
en nombre de fastuosas miserias
Por esta libertad que es la noche de los opresores
y el alba definitiva de todo el pueblo ya invencible.
Por esta libertad que alumbra las pupilas hundidas
los pies descalzos
los techos agujereados
y los ojos de los niños que deambulan en el polvo
Por esta libertad que es el imperio de la juventud
Por esta libertad
bella como la vida
habrá que darlo todo
si fuere necesario
hasta la sombra
y nunca será suficiente.
ABRÍ LA VERJA DE HIERRO
Abrí la verja de hierro,
Sentí como chirriaba, tropecé en algún tronco
y miré una ventana encendida, pero la madrugada
devoraba las hojas y tú no estabas allí diciéndome
que el mundo está roto y oxidado. Entré,
subí en silencio las escaleras, abrí otra puerta,
me quité el saco, me senté, me dije estoy sudando,
comencé a golpear mi pobre máquina de hablar,
de roncar y de morir (tú dormías, tú duermes, tú no sabes
cuánto te amo), me quité la corbata y la camisa,
me puse el alma nueva que me hiciste esta tarde,
seguí tecleando y maldiciendo, amándote y mordiéndome
los puños. Y de pronto llegaron hasta mí otras voces:
iban cantando cosas imposibles y bellas, iban
encendiendo
la mañana, recordaban besos que se pudrieron en el río,
labios que destruyó la ausencia.
Y yo no quise decir nada
más: no quiero hablar, acaso en el chirrido
de la verja rompí cruelmente el aire de tu sueño.
Qué importa entrar o salir o desnacer.
Me quito los zapatos
y los lanzo ciego, amorosamente, contra el mundo.
*Fayad Jamís (1930-1988). Poeta, pintor, diseñador, periodista y traductor cubano. Nació en Zacatecas, México, en 1930, y murió en La Habana en 1988.
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POR ESTA LIBERTAD
ROQUE DALTON
Mientras escribo siento hasta en los huesos
la serenidad de mis palabras
ellas viven con la misma recia serenidad
que hay en el centro de la Revolución
En estos versos encontramos nosotros la clave de la actitud que Fayad Jamís muestra en su libro Por esta Libertad, que significa una variación bastante drástica en su anterior línea poética, iniciada en Los párpados y el polvo y afirmada en Los Puentes.
En Por esta Libertad Jamís se ha acercado a la Revolución con humildad y sencillez y ha recogido sus elementos de trascendencia poética en una forma abnegada y serena
Los personajes de su libro son los personajes sencillos y grandiosos de la Revolución: el combatiente que lee un libro de John Reed, los albañiles, los carpinteros, los naranjeros, los muertos que hoy todo lo presiden con su silencio. Pero también los bandidos, los que conspiraron contra la esperanza. Y las cosas que habitan el mundo poético de este libro también son las cosas de la Revolución: los barcos, las casas nuevas, las escuelas, los tractores, los campos de arroz, las fábricas y los fusiles.
Por esta libertad es, que nosotros sepamos, el primer libro de poesía dedicado íntegramente a la Revolución Cubana como hecho cotidiano, y en ese sentido, puede señalársele como uno de los primeros resultados –ya orgánico y sistematizado, del afán de los poetas cubanos por interpretar la Revolución. Este hecho de por sí es sumamente importante, porque implica, ni más ni menos, el enfrentamiento por parte de los poetas cubanos del problema estético más importante que les presentará la vida.
Fayad Jamís ha dado un paso en este sentido y por ello su libro es, en múltiples sentidos, un aporte a la poesía revolucionara de Cuba y, por lo tanto, a la Revolución Cubana.
Por esta libertad está dividido en dos partes, de las cuales la primera es la más acabada, la que en forma más precisa, y con la serenidad de la nueva expresión de Jamís, nos muestra la Revolución en sus significados mínimos y grandiosos. Hay expresión de la Revolución y expresión concreta de la decisión del pueblo cubano de defender sus conquistas logradas a sangre y fuego.Por esta libertad / bella como la vida / habrá que darlo todo / si fuere necesario / hasta la sombra / y nunca será suficiente –manifiesta Fayad Jamís en recogimiento de esa decisión popular.
En un lenguaje asequible, Fayad Jamís va recorriendo objetos, conquistas, documentos, lugares, símbolos, momentos de una vida nueva, consignas, la realidad, en fin, de la Revolución.
En el hermoso poema “La Vida”, que es a la vez “la justificación teórico-poética” del libro –y valga la pedantería del calificativo–, Fayad Jamís dice:
Pero ahora mientras tú me escuchas la primavera estalla
y mi poema no tiene lilas ni venas adormecidas
sino el cercano rumor de la realidad.
Yo mismo me muevo y trabajo y remuevo
cosas viejas e inútiles y siento
cómo respiran mis hermanos de lucha
y mientras fumo nace este poema
y mientras crece mi poema
canta en mi patria la primavera.
Querías que sólo hablara mi silencio
y ahora mis huesos gritan y mi voz no está sola
y te digo que la noche es hermosa en la ventana
y más hermosa en el sudor de los que luchan
en el taller o en la trinchera
en este instante en que una estrella de alas blancas
perfora la oscuridad del mundo
Pues aunque esperes que de mi poema
la sombra de una lila caiga en la tarde
sólo verás caer el polvo y en mis versos
florecerá con todos sus fuegos la vida
Hay sobre todo en el libro de Jamás –ejemplar actitud del creador revolucionario– un confrontamiento constante del oscuro pasado con el presente edificador y hermoso. Los poemas “Consignas”, “Las Respuestas”, “Luz ya sin sombras”, “Atrás”, etc., son característicos en este sentido.
El poema de los cuatro muertos que dicen no tener nombre y a los cuales un coro bautiza con el nombre del pueblo, es, para nuestro gusto, la nota más alta del libro en cuanto a emoción y calidad formal.
Fayad Jamís ha iniciado un camino que en el futuro dará al pueblo de Cuba una alta voz para expresar en forma más profunda su Revolución. El mismo Fayad u otros poetas de la generación que hoy en Cuba tienen la palabra, realizarán esa gran labor.
Tomado de: Casa de las Américas, nn. 13-14, julio-octubre de 1962, pp. 61-63.
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