Diles que vengan que esta ciudad me mata,
Que nací allá y ahora me habla el silencio,
Que aquí la bruma es honda y el sol demora un siglo.
Diles que estoy tan solo que nadie me conoce;
Cuéntales que envejezco y que nada me asombra.
Hazles saber que lloro mientras tiendo la mano.
Diles que estoy en Lebu, donde se acaba el mundo;
Que aquí la gente es noble y me arropa y me cuida,
Pero que vivo lejos y he olvidado quién soy.
Foto: Claudia González Machado
Un comentario en “DIÁLOGO SORDO CON UN GATO SIN NOMBRE”