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NUEVAS PROVOCACIONES ESTÁN EN CURSO Y NUEVAMENTE LAS DERROTAREMOS. MIGUEL DÍAZ-CANEL BERMÚDEZ

Discurso pronunciado por Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de la República de Cuba, en la clausura del VI Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en su IX Legislatura, en el Palacio de Convenciones, el 17 de diciembre de 2020, “Año 62 de la Revolución”. (Versiones Taquigráficas – Presidencia de la República)

Foto: Estudios Revolución

MIGUEL DÍAZ-CANEL BERMÚDEZ


Queridos General de Ejército Raúl Castro Ruz y compañeros de la Generación Histórica;

Compañero Esteban Lazo, Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular y Presidente del Consejo de Estado;

Diputadas y diputados;

Compatriotas:

Se honra Cuba al contar en un día como hoy, cuando se cumplen seis años de su regreso a la patria, con el compañero Gerardo Hernández Nordelo como miembro de nuestro Consejo de Estado (Aplausos).

Hace un año, desde esta misma tribuna dijimos: ¡nos tiraron a matar y estamos vivos!  Suponíamos entonces que nada podría ser peor que aquella escalada de medidas de endurecimiento del bloqueo imperialista y de ataque a las fuentes de suministros energéticos, a las brigadas médicas y a cualquier posibilidad de financiamiento.

Hasta que llegó el 2020, un año duro y desafiante como pocos a causa de la desconcertante pandemia de la COVID-19 que cerró de golpe y durante meses las puertas a la economía y a la vida misma.

Todo fue peor, porque su impacto es universal y alcanzó momentos insoportables, con el oportunista recrudecimiento del bloqueo estadounidense, prueba definitiva de la profunda maldad de nuestros adversarios.

Ellos insistieron en matarnos; pero nosotros insistimos en vivir y vencer.  Cuba Viva saltó por encima de sus propias posibilidades.

Es el destino de este pueblo: crecerse con los desafíos.  Está en los genes de la nación cubana, forjada en la resistencia y la rebeldía de los esclavos que se negaron a serlo y en la voluntad de los emigrantes cargados de sueños; está en la herencia de los líderes independentistas que quemaron sus riquezas en el fuego de la Revolución; en las madres de sus hijos nacidos en medio del combate, y en la fuerte identidad del criollo que maduró en los largos años en que la patria solo fue libre en la manigua.  Está en las sucesivas generaciones que dejaron sangre y simiente en desiguales combates en calles y en serranías hasta la victoria.

No hay modo de explicar la existencia de la Revolución, su triunfo y su sobrevivencia frente a despiadados acosos y dolorosos abandonos, sin esas esencias que todos los días nos ponen frente a una historia que ya acumula tantas heroínas y héroes por habitante que se hace difícil contarlos.  

Pero el ejemplo contagia.  En estos meses de pandemia, hemos sido testigos de hazañas cotidianas en personas de todas las edades y oficios, mujeres y hombres, jóvenes y ancianos.  Hasta los niños lo han sido, al transformarse en ejemplares educadores de sus padres en cuanto al uso del nasobuco, el lavado de las manos o el distanciamiento físico, los tres pilares de la responsabilidad individual en esta batalla de todos.

Quiero decir hoy aquí que cada hora de estos meses de enfrentamiento a la COVID-19 fue de crecimiento y aprendizaje. Hubo jornadas tensas, agotadoras, pero jamás nos acompañó el desánimo, gracias especialmente al pueblo.

No es posible el desánimo cuando se tiene enfrente el heroísmo, no de una persona o de un grupo, sino de una nación entera.  Y ese heroísmo nos hala constantemente, nos inspira a dar más, a hacer más, a sentir vergüenza cuando el cuerpo nos pide un descanso.

Soportando carencias de todo tipo, colas desgastantes y una renuncia temporal a fiestas y abrazos, las cubanas y los cubanos aceptamos los más duros retos en el año 2020.

El nuevo coronavirus es un gigantesco desafío en medio de la crisis impuesta por el bloqueo.  Pero lo asumimos sin miedo. Hemos tenido menos medicinas, menos comida, menos transporte…, pero también menos contagios, menos enfermos y menos fallecidos.  Eso solo se explica porque hemos tenido más voluntad política, más solidaridad, y más justicia social. Más socialismo.

En la Ciencia y la Medicina se implantaron récords en cuanto a la entrega y el sacrificio personales y colectivos, que permitieron que el país se colocara muy pronto entre los que han logrado controlar la pandemia.

Para ilustrarlo con la rotundidad de las cifras: el país acumula 1 294 052 muestras realizadas, con 9 771 casos positivos, de los cuales, lamentablemente, han fallecido 137 personas, para una tasa de letalidad del 1,40, por debajo de la tasa mundial de 2,25,  y también por debajo de la tasa de la región de las Américas de 2,54.

Somos de los pocos países del mundo que no han registrado muertes por COVID-19 de embarazadas, niños, ni personal sanitario.

Cerca del 90 % de todos los contagiados se han recuperado gracias a los robustos protocolos que se perfeccionan continuamente.  Las salas de terapia intensiva no han colapsado.  Y paralelamente con la atención médica, los profesionales de la Salud trabajan en más de 800 investigaciones, que han generado cientos de publicaciones científicas.  Más de una docena de biofármacos cubanos se emplean en los tratamientos, mientras se ensayan cuatro candidatos vacunales y ya se lograron prototipos de tres modelos de ventiladores pulmonares, de cuya producción se ocupará la industria nacional.

Como la historia, con sus siglos de lucha y resistencia, la obra educacional y el modelo de desarrollo humano que la Revolución escogió para sus hijos, nos pusieron, en el enfrentamiento a la pandemia, por delante de países de similar o superior desarrollo.

El talento natural del pueblo y aquella sentencia premonitoria de Fidel de que nos convertiríamos en un país de hombres —y mujeres— de Ciencia, pero muy especialmente su idea llevada a la práctica en la voluntad política de invertir en áreas tan novedosas y casi exclusivas del primer mundo, como la ingeniería genética y la biotecnología, las neurociencias y la producción de medicamentos, nos han permitido colocarnos a la vanguardia de los estudios sobre la pandemia y los protocolos de atención y seguimientos a los contagiados.

Un principio humanista, inseparable de la Revolución: la vida humana como bien supremo de la sociedad está en la base de la estrategia nacional de enfrentamiento a la epidemia en Cuba y en otros 39 países, hasta donde han llegado en estos meses unos 3 000 profesionales cubanos, agrupados en 53 brigadas del Contingente Henry Reeve.

El acoso, la persecución, la difamación y las groseras presiones del actual Gobierno de los Estados Unidos contra otros países por recibir o simplemente solicitar apoyo del prestigioso Contingente, no tiene precedentes.

Pero su obra ya caló tan hondo en las naciones que la reciben, que de su agradecimiento brotó la propuesta para el Nobel de la Paz al Contingente Henry Reeve, una candidatura que honra profundamente a un proyecto de Fidel en este mundo gobernado por los egoísmos y las reglas del mercado.  Se reconoce así la consagración de nuestros trabajadores de la Salud a salvar vidas en las más difíciles condiciones y en los sitios más remotos, a donde nunca llegará ni una limosna de sus perseguidores.

Sin ceder al exceso de optimismo, siempre peligroso por cuanto desmovilizaría las acciones que deben mantenerse en el tiempo, vamos pasando todas las pruebas de la pandemia gracias al pueblo y al empuje preciso de la Ciencia, un poderoso motor de tracción múltiple, si me perdonan la analogía.

Porque hay que decir que los aportes de la inteligencia colectiva no se reducen al área vital de la Medicina y los servicios de Salud Pública.  Agradecemos que algunas de las mentes más brillantes de nuestro país permanecieran atentas y aportando, desde las plataformas digitales, con agudeza crítica, a los análisis científicos que, también desde la economía y las ciencias sociales e históricas, deberán dotar a la nación de un cuerpo teórico indispensable a este momento preñado de urgencias.

Nunca es poco ni banal lo que se aporta desde el conocimiento y el compromiso con el destino de la nación.  Es una señal que distingue a los muchos cubanos que acompañan a la Revolución en todos sus desvelos y quieren ayudar a la conquista de la prosperidad pendiente.  Y a los que hoy cumplimos el deber de gobernar nos ayuda a rectificar mientras caminamos, algo de lo que jamás nos avergonzaremos ni renegaremos.  Entendemos que estudiar, aprender y tomar decisiones, desde los saberes colectivos, conduce siempre por caminos más seguros y más justos.

Compatriotas:

En el año 2020 enfrentamos condiciones excepcionales en la economía.  Cualquier adjetivo resultaría insuficiente para calificar la atroz combinación de bloqueo reforzado y pandemia sobre la economía y la sociedad.

Hablamos de efectos acumulados de la persecución financiera y el cerco a cualquier fuente de ingresos en divisas,  que se refuerzan de forma oportunista en medio de la pandemia y la contracción económica universal que provoca, con la consecuente interrupción de la actividad turística, una de las principales fuentes  de ingresos del país; la contracción de las importaciones; la disminución de la actividad productiva y de servicios, tanto en el sector estatal como en el no estatal y los gastos de salud adicionales a los previstos en el plan, junto al incremento de los financiamientos desde el Presupuesto del Estado, entre otros.

Al diseñar el Plan de la Economía para el año 2020, habíamos previsto, aun en condiciones de fuertes restricciones, alcanzar un crecimiento en el orden del 1 %. Como ha sucedido prácticamente en todas las regiones y países, la COVID-19 nos obligó a modificar todas las previsiones.

El hecho es que no habrá crecimiento. Como se ha informado aquí, se decrecerá alrededor de un 11 %.

Cae la economía, pero no se detiene.  Hemos aprobado la Estrategia Económico-Social y el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el año 2030 y se concluyeron los estudios para la implementación del ordenamiento monetario, que se iniciará el próximo 1ro. de enero.

En medio del peor escenario se han concluido importantes inversiones en los principales programas de desarrollo, incluyendo el de la vivienda, con 47 400 inmuebles terminados; el turismo, con 2 000 nuevas habitaciones; la primera bioeléctrica en operaciones en el país, e inversiones en el sector hidráulico y la producción de alimentos, entre otros.

Simultáneamente, se aprobaron 29 proyectos de Inversión Extranjera, por 2 455 millones de dólares, 5 de ellos en la Zona Especial de Desarrollo Mariel, importante y estratégico enclave económico del país, donde operan empresas de 21 países y de 11 multinacionales.  Allí se han aprobado 55 negocios, con un monto de inversión comprometido que supera los 3 000 millones de dólares, generándose 11 763 nuevos empleos.

Si bien en el escenario en el que se elabora el Plan de la Economía para el año 2021, prevalece la incertidumbre asociada a la evolución de la pandemia y sus graves impactos en la economía mundial, el próximo año se espera un proceso gradual de recuperación, con un crecimiento entre un 6 % y un 7 %, lo que demandará un trabajo intenso de todos los actores económicos.

Alcanzar este objetivo exige de nosotros mantener el control de la COVID-19, en función de no enfrentar retrocesos en la apertura que ya hemos iniciado en el turismo y en la actividad productiva en general.

El país continuará trabajando en su desarrollo. El plan de inversiones se incrementa un 22 % respecto al año 2020; concentrándose el 60 % de los recursos en los sectores priorizados: producción de alimentos; medicamentos; defensa; turismo; fuentes renovables de energía; programa de la vivienda y las fábricas de producción de cemento y acero.

A pesar de la contracción que nos deja este año, no renunciamos a alcanzar el crecimiento proyectado para la segunda etapa del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social, comprendida en el período del 2022 al 2026.

Para ello, es preciso continuar avanzando con mayor celeridad y prioridades claras en la implementación de la Estrategia Económico-Social, y mantener bajo control la inflación, evitando que se exprese por encima de los niveles proyectados en el ordenamiento monetario;  incentivar  la generación de nuevos empleos, fundamentalmente en la actividad productiva, para lo cual es imprescindible el impulso al desarrollo local, priorizando el turismo, en respaldo a su recuperación gradual y con énfasis en los suministros para la circulación mercantil minorista en moneda nacional, sobre todo de productos de amplia demanda.

Se priorizará, igualmente, el impulso a las inversiones en la Zona Especial de Desarrollo Mariel y el incremento de las ventas de las entidades nacionales a la Zona por encima de lo proyectado en el Plan, y la participación de la industria nacional como proveedor de las ventas minoristas y mayoristas en divisas.

En ese contexto, será preciso mejorar el déficit fiscal proyectado, a partir de una mayor eficiencia del gasto público y del aumento de los ingresos del Presupuesto del Estado.                     

Con el inicio del ordenamiento monetario, el año 2021 será decisivo en la recuperación gradual de la economía, en tanto logremos crear condiciones más favorables para el desarrollo del sector productivo nacional.

Esas prioridades conectan con algunos avances logrados durante este año difícil, como los programas de desarrollo territorial, la gestión de la ciencia y la innovación, las redes de laboratorios de biología molecular, las nuevas facultades otorgadas al sistema empresarial, el programa para el avance de la mujer, la política de comercialización de productos agropecuarios, la creación de parques tecnológicos y sociedades mercantiles de interfaz entre universidades y empresas.

La conducción de la economía se ha diseñado bajo el principio de asegurar, como objetivos esenciales, el acceso a los alimentos, combustibles, fertilizantes y plaguicidas, medicamentos, satisfacer las demandas de la defensa, así como la prioridad en la obtención de los financiamientos para la industria nacional, haciendo efectivo el propósito de no importar lo que podamos producir eficientemente en el país.

El principio ha sido introducir modificaciones para lograr mayor flexibilidad, objetividad e innovación en la respuesta a los problemas y la búsqueda de soluciones.

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INTERVENCIÓN DE MIGUEL DÍAZ-CANEL BERMÚDEZ, PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DE CUBA, EN EL DEBATE GENERAL DEL 75 PERÍODO ORDINARIO DE SESIONES DE LA ASAMBLEA GENERAL DE NACIONES UNIDAS.

MIGUEL DÍAZ-CANEL BERMÚDEZ

Señor Secretario General;

Señor Presidente:

Una epidemia global ha cambiado drásticamente la vida cotidiana, de un día para otro se contagian millones y mueren miles de personas cuya esperanza de vida era superior gracias al desarrollo.  Sistemas hospitalarios de alto nivel de prestaciones han colapsado, y las estructuras de salud de países pobres sufren de su incapacidad crónica.  Drásticas cuarentenas convierten en virtuales páramos a las ciudades más populosas.  La vida social no existe fuera de las redes digitales; teatros, discotecas, galerías e incluso escuelas son clausurados o redimensionados.

Nuestras fronteras se han cerrado; nuestras economías se contraen; nuestras reservas se agotan.

La vida sufre un radical rediseño de costumbres ancestrales y la incertidumbre desplaza a la certeza; hasta los mejores amigos se desconocen bajo las mascarillas que nos salvan del contagio.  Todo cambia.

Tanto como la solución a la pandemia, urge ya la democratización de esta indispensable organización para que responda de manera efectiva a las necesidades y aspiraciones de todos los pueblos.

El anhelado derecho de la humanidad a vivir en paz y seguridad, con justicia y libertad, base de la unión de las naciones, es constantemente amenazado.  

Más de 1,9 billones de dólares se dilapidan hoy en una insensata carrera armamentista, sustentada en la política agresiva y guerrerista del imperio, cuyo máximo exponente es el actual Gobierno de Estados Unidos, responsable del 38 % del gasto militar global.  Hablamos de un régimen marcadamente agresivo y moralmente corrupto, que desprecia y ataca al multilateralismo, emplea el chantaje financiero en su relación con las agencias del sistema de las Naciones Unidas y con una prepotencia nunca antes vista se retira de la Organización Mundial de la Salud, de la Unesco y del Consejo de Derechos Humanos.

Paradójicamente, el país que aloja la sede de la ONU también se aparta de tratados internacionales fundamentales como el Acuerdo de París sobre Cambio Climático, repudia el consensuado Acuerdo nuclear con Irán, impulsa guerras comerciales, pone fin a su compromiso con instrumentos internacionales de control en la esfera del desarme, militariza el ciberespacio, multiplica la coerción y las sanciones unilaterales contra aquellos que no se pliegan a sus designios, y patrocina el derrocamiento por la fuerza de gobiernos soberanos mediante métodos de guerra no convencionales.

En esa línea de comportamiento, divorciado de los viejos principios de la coexistencia pacífica y del respeto al derecho ajeno a la autodeterminación como garante de la paz, el Gobierno presidido por Donald Trump además manipula con fines subversivos la cooperación en el ámbito de la democracia y los derechos humanos, mientras en su propio territorio proliferan prácticamente sin control las expresiones de odio, racismo, brutalidad policial y las irregularidades del sistema electoral y el derecho al voto de los ciudadanos.

¡Urge reformar las Naciones Unidas!  Esta poderosa organización que emergió del millonario costo de vidas de dos guerras mundiales y como resultado de la comprensión universal de la importancia del diálogo, la negociación, la cooperación y la legalidad internacional no puede demorar más su actualización y su democratización.  El mundo actual necesita tanto de la ONU como aquel en el cual nació.

Algo muy especial y profundo ha fallado cuando se asiste de modo cotidiano y permanente a la violación de los principios de la Carta de la ONU y cuando es cada vez más frecuente el uso o la amenaza del uso de la fuerza en las relaciones internacionales.  

No hay modo de sostener por más tiempo como algo natural e inamovible un orden internacional desigual, injusto y antidemocrático, que antepone el egoísmo a la solidaridad y los intereses mezquinos de una minoría poderosa, a las legítimas aspiraciones de millones de personas.

A pesar de las insatisfacciones y la demanda de transformación que junto a otros Estados y a millones de ciudadanos del mundo pedimos a las Naciones Unidas, la Revolución Cubana defenderá siempre la existencia del organismo al que debemos el poco pero imprescindible multilateralismo que sobrevive a la prepotencia imperial.

Más de una vez, ante este mismo foro, Cuba ha reiterado su voluntad de cooperar con la democratización de la ONU y con la defensa de la cooperación internacional que solo ella puede salvar.

Como dijo el Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba, General de Ejército Raúl Castro Ruz: “Podrá contar siempre la comunidad internacional con la sincera voz de Cuba frente a la injusticia, la desigualdad, el subdesarrollo, la discriminación y la manipulación; y por el establecimiento de un orden internacional más justo y equitativo, en cuyo centro se ubique, realmente, el ser humano, su dignidad y bienestar.”

Señor Presidente:

Retomando la gravedad del momento actual que muchos atribuyen únicamente a la pandemia de la COVID-19, considero fundamental advertir que su impacto rebasa con creces el ámbito sanitario.  Por sus nefastas secuelas, la impresionante cantidad de muertes, el daño a la economía mundial y el deterioro de los niveles de desarrollo social, la expansión de la epidemia en los últimos meses angustia y desespera a líderes y ciudadanos de prácticamente todas las naciones; pero la crisis multidimensional que ha desatado demuestra claramente el profundo error de las políticas deshumanizadas impuestas a ultranza por la dictadura del mercado.  

Hoy somos dolorosos testigos del desastre al que ha conducido al mundo el sistema irracional e insostenible de producción y consumo del capitalismo.  Décadas de un injusto orden internacional y de aplicación de un crudo y desenfrenado neoliberalismo que ha agravado las desigualdades y sacrificado el derecho al desarrollo de los pueblos.

A diferencia del excluyente neoliberalismo que separa y desecha a millones de seres humanos condenándolos a sobrevivir con las sobras del banquete del 1 % más rico, el virus de la COVID-19 no discrimina entre unos y otros, pero sus devastadores impactos económicos y sociales serán letales entre los más vulnerables, los de menos ingresos, lo mismo en el mundo subdesarrollado que en los bolsones de pobreza de las grandes urbes industrializadas.

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SI HUBIÉRAMOS GLOBALIZADO LA SOLIDARIDAD COMO SE GLOBALIZÓ EL MERCADO, LA HISTORIA SERÍA OTRA. MIGUEL DÍAZ-CANEL BERMÚDEZ

Palabras del Presidente de la República de Cuba durante la Cumbre virtual “Unidos contra la COVID-19”, convocada por Azerbaiyán en su condición de presidente pro tempore del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL)
Cuando se repasan los hechos que han puesto en vilo a la humanidad en los últimos cuatro meses, es indispensable mencionar los costosos errores de las políticas neoliberales, que llevaron a la reducción de la gestión y las capacidades de los Estados, a excesivas privatizaciones y al olvido de las mayorías. Esta pandemia ha demostrado la fragilidad de un mundo fracturado y excluyente.  Ni los más afortunados y poderosos podrían sobrevivir en ausencia de quienes con su trabajo crean y sostienen las riquezas. Las múltiples crisis que está generando avizoran demoledores y perdurables efectos para la economía y todas las esferas de la sociedad.

MDC NO ALINEADOS
Foto: Estudios Revolución

MIGUEL DÍAZ-CANEL BERMÚDEZ

Excelencias:

Estimado Presidente Ilham Aliyev;

Distinguidos Jefes de Estado y de Gobierno;

Agradezco a Azerbaiyán, Presidente del Movimiento de Países No Alineados, por convocar esta reunión para intercambiar sobre los esfuerzos urgentes y necesarios que nos permitan enfrentar la COVID-19.

Aprovecho la ocasión para felicitar a Uganda, que asumirá la Presidencia del Movimiento a partir del año 2022.  Al asegurarle todo el apoyo de Cuba, le deseamos éxitos en su gestión.

Debo denunciar, por su gravedad, el ataque terrorista con fusil de asalto y más de 30 impactos de bala sufrido por nuestra Embajada en Washington el pasado 30 de abril y reclamar al Gobierno de Estados Unidos una investigación exhaustiva y rápida, sanciones severas y las medidas y garantías de seguridad de nuestras misiones diplomáticas en su territorio, tal como está obligado por la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961.

Excelencias:

El Movimiento de Países No Alineados ha demostrado su pertinencia en la actual situación.  Así lo corroboran los comunicados adoptados en apoyo a la Organización Mundial de la Salud y sobre la COVID-19, en los que se promueven la unidad global, la solidaridad y la cooperación internacional; llaman a apartar las diferencias políticas y a eliminar las medidas coercitivas unilaterales que violan el Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas y limitan la capacidad de los Estados para enfrentar eficazmente la pandemia.

Reconocemos el papel de la Presidencia azerí del Movimiento de Países No Alineados en la materialización de estas iniciativas.

La COVID-19 ha demostrado ser un reto global.  No distingue fronteras, ideologías o niveles de desarrollo.  De ahí que la respuesta también debe ser global y mancomunada, superando las diferencias políticas.

No es posible predecir con exactitud la dimensión de sus consecuencias.  La alta cifra de infectados y las cuantiosas pérdidas humanas muestran su devastador impacto en un mundo cada vez más interconectado que, sin embargo, no ha sido capaz de enaltecer esta interconexión de manera solidaria y hoy paga el precio de su incapacidad para corregir los graves desequilibrios sociales. Digámoslo con honestidad: si hubiéramos globalizado la solidaridad como se globalizó el mercado, la historia sería otra.

Falta solidaridad y cooperación.  Esos son valores que no pueden ser sustituidos por la búsqueda de las ganancias, motivación exclusiva de quienes, rindiendo culto al mercado, se olvidan del valor de la vida humana.

Cuando se repasan los hechos que han puesto en vilo a la humanidad en los últimos cuatro meses, es indispensable mencionar los costosos errores de las políticas neoliberales, que llevaron a la reducción de la gestión y las capacidades de los Estados, a excesivas privatizaciones y al olvido de las mayorías.

Esta pandemia ha demostrado la fragilidad de un mundo fracturado y excluyente.  Ni los más afortunados y poderosos podrían sobrevivir en ausencia de quienes con su trabajo crean y sostienen las riquezas.

Las múltiples crisis que está generando avizoran demoledores y perdurables efectos para la economía y todas las esferas de la sociedad.

La pandemia agudiza los acuciantes problemas de un planeta plagado de profundas desigualdades, en el que 600 millones de personas viven en extrema pobreza y donde casi la mitad de la población no tiene acceso a servicios básicos de salud, en cuya gestión se impone el mercado por encima del noble propósito de salvar vidas.

Mientras, el gasto militar global supera los 1,9 millones de millones de dólares, de los cuales más del 38 %, 732 000 millones, corresponden en el año 2020 a los Estados Unidos de Norteamérica.

Comparto el siguiente pensamiento del Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz: “…en vez de invertir tanto en el desarrollo de armas cada vez más sofisticadas, los que tienen los recursos para ello debieran promover las investigaciones médicas y poner al servicio de la humanidad los frutos de la ciencia, creando instrumentos de salud y de vida y no de muerte”.

Aboguemos, junto al Secretario General de las Naciones Unidas, por el fin de las guerras, incluidas las no convencionales, para salvaguardar el derecho a la paz.

Rechazamos las recientes y graves amenazas militares del Gobierno de Estados Unidos contra la hermana República Bolivariana de Venezuela.

Reafirmamos nuestra solidaridad con el pueblo y el Gobierno de Nicaragua, y rechazamos las medidas que atentan contra su derecho al bienestar, la seguridad y la paz.

Los intentos de reimponer el pasado neocolonial a Nuestra América, declarando públicamente la vigencia de la Doctrina Monroe, contravienen la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz.

En este complejo escenario, Estados Unidos ataca el multilateralismo y descalifica injustamente el papel de las organizaciones internacionales, en particular a la Organización Mundial de la Salud. Seguir leyendo SI HUBIÉRAMOS GLOBALIZADO LA SOLIDARIDAD COMO SE GLOBALIZÓ EL MERCADO, LA HISTORIA SERÍA OTRA. MIGUEL DÍAZ-CANEL BERMÚDEZ

«NO NOS ARRANCARÁN NI UNA SOLA CONCESIÓN». BRUNO RODRÍGUEZ PARRILLA

Intervención del ministro de Relaciones Exteriores de la República de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, en el debate del 74 Período de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Fuente: CUBADEBATE / CUBAMINREX

 

 

«¡QUÉ MILAGRO DE PAÍS, EN QUÉ GRAN PUEBLO NOS HEMOS CONVERTIDO!» MIGUEL DÍAZ-CANEL BERMÚDEZ

Discurso pronunciado por el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba, en la clausura del IX Congreso de la Uneac, en el Palacio de Convenciones

DÍAZ-CANEL 2

MIGUEL DÍAZ-CANEL BERMÚDEZ

Queridos escritores, artistas, creadores;

Compañeras y compañeros de la Presidencia;

Ministros y viceministros presentes:

Ante todo, reciban el cálido saludo del General de Ejército, del cual soy portador.

Ha concluido su IX Congreso.  No digo estos días de análisis y debate en el Palacio de Convenciones, sino los largos meses de intercambios y aportes desde las bases.  ¡Cuánta inteligencia y talento, cuánto se aprende de ustedes!

Es un proceso que hemos seguido de cerca en frecuentes encuentros con la Comisión Organizadora, tratando de aproximar, en lo posible, soluciones a las insatisfacciones más generalizadas, y confirmando, una vez más, el valor de ir a lo profundo del extraordinario caudal creativo del pueblo cubano. Allí siempre nos espera la verdad.

Permítanme sentirme uno más de ustedes: en la insatisfacción y también en el compromiso, soy un apasionado del arte y de la cultura en sus más diversas expresiones, sea de Cuba o universal.

Los temas que aquí se han tratado suelen ser pan de cada día en nuestra familia y entre amigos. Por las profesiones de mis tres hijos y de mi esposa, la cultura está de manera casi permanente en nuestras vidas.  Por imperiosa necesidad del espíritu, no sabríamos vivir sin acceso a las artes.

La emoción más profunda, junto con la gloria patria, nos la provoca constantemente el contacto con la creación artística. Personalmente no puedo separar el sentido de plenitud, incluso de felicidad, de un disfrute estético determinado.  Y si es cultura cubana, el goce se multiplica.

Lo que quiero decirles es que durante estos meses, estos días, estas horas, más de una vez nos hemos sentido entre ustedes, compartiendo lo que expresan y comprometidos con lo que hacen.

Y por lo que dicen y lo que hacen, sé que muchos de ustedes, alguna vez, pueden haberse sentido en nuestro lugar, desafiados a dar continuidad a un proceso histórico único, de un impacto y alcance universal y de un liderazgo solo comparable a la grandeza de la Revolución misma, hecho cultural superior que transformó desde la raíz a una nación pequeña y atrasada en una indiscutible potencia mundial, no por sus recursos materiales, sino por sus recursos humanos y sentimentales.

Nosotros cuando miramos al mundo y repasamos la historia podemos decir: ¡Qué milagro de país, en qué gran pueblo nos hemos convertido! Es lo que nos ocurre cuando asistimos a una función de ballet o danza, a conciertos de música, lo mismo en un gran teatro que en uno de nuestros barrios; a obras teatrales, a estrenos de cine, a ferias del libro, de artesanías, a galerías, a descargas de rumba o a escuelas de arte.

Un país bloqueado durante seis décadas, perseguido con saña y alevosía hasta en la gestión de medicamentos infantiles, acribillado mediáticamente por los medios más influyentes del planeta, no se ha conformado con resistir y sobrevivir. Como ya dije una vez: “Somos una Revolución que puede presumir de haber sido contada y cantada, desde sus orígenes, con el talento y la originalidad de sus artistas y creadores, intérpretes genuinos de la sabia popular y también de las insatisfacciones y esperanzas del alma cubana.

“Y así seguirá siendo. Intelectuales, artistas, periodistas, creadores, nos acompañarán siempre en el empeño de que este archipiélago que la Revolución puso en el mapa político del mundo siga siendo reconocido también por su singular modo de pelear cantando, bailando, riendo y venciendo”.

Quizás aún no hemos aprendido, y en algunos casos hemos desaprendido, a contar esa maravilla, pero nadie puede ya quitarnos el orgullo de ser una nación para respetar, gracias a una Revolución que siempre ha puesto al ser humano en el centro.

Es algo que nuestra generación les debe a los fundadores en primer lugar, desde Céspedes a Martí. A los creadores que continuaron sus luchas y fundamentalmente a Fidel, el indiscutible intelectual y guía de la generación histórica que, junto con la entrega de la tierra y las fábricas a los que la trabajaban, alfabetizó al pueblo, universalizó la enseñanza, creó poderosas instituciones culturales y en los momentos más difíciles nos enseñó que “la cultura es lo primero que hay que salvar”.

¿Por qué insistía Fidel en esa idea, que repitió tantas veces? Ustedes lo saben seguramente, pero no está de más recordarlo. Porque “no hay proa que taje una nube de ideas”, diría Martí.

Y Fidel supo advertir el riesgo de perder nuestra mayor fortaleza: la unidad, la identidad, la cultura, con la avalancha colonizadora que avanzaba en los tiempos de la globalización, con el acceso masivo a las nuevas tecnologías, promovido por los mercaderes modernos, no para enriquecer sino para empobrecer la capacidad crítica y el pensamiento liberador.

Consciente de que esas tecnologías de acelerado desarrollo serían una poderosa arma de educación y multiplicación del conocimiento a la que la Revolución no podía renunciar ni acceder tardíamente, Fidel creó la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI) y paralelamente alertó a la sociedad cubana sobre la importancia de salvar la cultura.

Así como antes, en aquellas reuniones de la Biblioteca Nacional que dieron lugar a sus Palabras a los intelectuales y muy poco tiempo después a la creación de la Uneac, Fidel acudía a la vanguardia intelectual y artística para enfrentar desafíos que solo podía advertir un iluminado, como Barnet lo definió alguna vez.

Si hace 60 años fue vencido el intento de fracturar la unión visceral entre aquella vanguardia y su Revolución, es decir, ella misma y su pueblo, más tarde y muchas veces a lo largo de los años el adversario se empeñaría inútilmente en ello. En el cruce de siglos, la batalla alcanzaría cotas mayores golpeando a las fuerzas progresistas en la región y en el mundo.

Movimientos como la Red en Defensa de la Humanidad y proyectos culturales que florecieron por todo el país demostraron la extraordinaria fuerza de la vanguardia para alimentar y sostener la espiritualidad de la nación.

De la Uneac fundada por Nicolás Guillén y otras cubanas y cubanos universales emergió un compromiso para siempre con el destino de la cultura nacional, que se ha afirmado en estos días. Y es tremendo ver la continuidad de esa obra en una organización dirigida hasta hoy por uno de los más jóvenes delegados a aquella cita de hace 58 años:  el poeta, ensayista, etnólogo, intelectual, en suma, Miguel Barnet.

Aquí se ha hablado varias veces de las Palabras a los intelectuales. No concibo a un artista, a un intelectual, a un creador cubano que no conozca aquel discurso que marcó la política cultural en Revolución. No me imagino a ningún dirigente político, a ningún funcionario o dirigente de la Cultura, que prescinda de sus definiciones de principio para llevar adelante sus responsabilidades.

Pero siempre me ha preocupado que de aquellas palabras se extraigan un par de frases y se enarbolen como consigna. Nuestro deber es leerlo conscientes de que, siendo un documento para todos los tiempos, por los principios que establece para la política cultural, también exige una interpretación contextualizada.

Claramente Fidel planteó un punto de partida: la relación entre Revolución, la vanguardia intelectual y artística y el pueblo. Entonces, todos no tenían tan claro como Fidel lo que los artistas e intelectuales irían comprendiendo en el desarrollo de su obra: que la Revolución eran ellos, eran sus obras y era el pueblo.

Por eso resulta reduccionista limitarse a citar su frase fundamental: “Dentro de la Revolución todo, contra la Revolución nada”, soslayando que Revolución es más que Estado, más que Partido, más que Gobierno, porque Revolución somos todos los que la hacemos posible en vida y en obra.

Y también sería contradictorio con la originalidad y fuerza de ese texto, pretender que norme de forma única e inamovible la política cultural de la Revolución. Eso sería cortarle las alas a su vuelo fundador y a su espíritu de convocatoria.

Hoy tenemos el deber de traer sus conceptos a nuestros días y defender su indiscutible vigencia, evaluando el momento que vivimos, los nuevos escenarios, las plataformas neocolonizadoras y banalizadoras que tratan de imponernos y las necesidades, pero también las posibilidades que con los años y los avances tecnológicos se han abierto.

Hay que hacer lecturas nuevas y enriquecedoras de aquellas palabras. Hacer crecer y fortalecer la política cultural, que no se ha escrito más allá de Palabras… y darle el contenido que los tiempos actuales nos están exigiendo.

Ustedes han hecho bastante. Como hemos apreciado, han trabajado y avanzado mejor allí donde más coordinados han actuado con otras fuerzas intelectuales, como las que crean desde las universidades y otros centros de investigación de las ciencias sociales y humanísticas.

Evidentemente, hay más y mejores resultados donde la creación se apoya en nuevos soportes tecnológicos que facilitan el trabajo.  Seguir leyendo «¡QUÉ MILAGRO DE PAÍS, EN QUÉ GRAN PUEBLO NOS HEMOS CONVERTIDO!» MIGUEL DÍAZ-CANEL BERMÚDEZ

ASOCIACIÓN DE ESTADOS DEL CARIBE, «ESA FUERZA QUE SÓLO SOSTIENE LA UNIÓN»

Foto: Estudios Revolución

MIGUEL DÍAZ-CANEL BERMÚDEZ

Compañero Comandante Daniel Ortega Saavedra, Presidente de la hermana República de Nicaragua y del VIII Encuentro de la Asociación de Estados del Caribe;

Compañera Rosario Murillo, Vicepresidenta de la República de Nicaragua;

Distinguidos Jefes de Estado y Gobierno y Jefes de Delegaciones;

Excma. Señora Embajadora June Soomer, Secretaria General de la Asociación;

Estimados delegados e invitados:

Nuestro Poeta Nacional, Nicolás Guillén, voz singular entre las grandes voces de esta región, dedicó al mar que nos une un poema breve con el que me gustaría saludarlos. Se titula El Caribe y dice:

En el acuario del Gran Zoo,
nada el Caribe.
Este animal
marítimo y enigmático
tiene una cresta de cristal,
el lomo azul, la cola verde,
vientre de compacto coral,
grises aletas de ciclón.
En el acuario, esta inscripción:
«Cuidado: muerde».

De la “cresta de cristal” que hace frágil a nuestro Caribe nos hablan estos versos de Guillén. Y también de la fiera que nos habita. Fragilidad y fiereza nos distinguen. Fragilidad y fiereza nos unen. Y en la unión, ya lo sabemos, está  nuestra fuerza.

De esa fuerza que solo sostiene la unión, ha nacido la muy oportuna Declaración de Managua que adoptará este Encuentro, con el título:  “Uniendo esfuerzos en el Caribe para enfrentar el cambio climático”, un tema que ha generado preocupaciones crecientes en las últimas décadas.

Como nos advirtió hace casi 30 años, en la Cumbre de la Tierra celebrada en Río de Janeiro, en 1992, el Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz: “Una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre”.

El Caribe lo sabe bien porque sufre con frecuencia sus impactos. Seguramente por eso, desde su II Cumbre, en Santo Domingo, en 1999, la Asociación de Estados del Caribe incluyó entre sus líneas de trabajo la concertación y cooperación en cuanto al cambio climático y la reducción del riesgo de desastres.

Las causas del cambio climático han sido claramente identificadas por la comunidad científica y reconocidas por prácticamente todos los gobiernos.

Pero, ni los esfuerzos desplegados ni los compromisos internacionales en materia medioambiental resultan suficientes para detener el alarmante aumento de la temperatura global y para estabilizarla en el entorno de 1.5 ºC, como es el reclamo de los países en desarrollo.

Los más desarrollados, principales responsables de la situación insostenible de hoy, deben honrar el compromiso de aportar 100 000 millones de dólares anuales como mínimo en apoyo a las acciones de los países en desarrollo.

Debe prevalecer el compromiso global para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero con base en el principio de las responsabilidades comunes, pero diferenciadas, y un marco de cooperación internacional que asegure los recursos y la transferencia de tecnologías necesaria a los países en desarrollo.

Se precisa la modificación de los patrones de producción y consumo que nos han impuesto, y la promoción de un orden económico internacional justo, democrático y equitativo para enfrentar el cambio climático y alcanzar el desarrollo sostenible.

Señor Presidente:

Cada uno de nosotros entiende de qué se está hablando. La intensidad y persistencia de fenómenos naturales de diversa índole en el Gran Caribe, nos castiga constantemente con los efectos adversos del cambio climático, en particular a los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo.

Vivir entre ciclones ha condicionado nuestras vidas; ha modificado nuestras geografías y dinamizado nuestras migraciones.  Y también nos ha educado en la necesidad de estudiar más los fenómenos que nos acechan y trabajar por revertir sus daños. La Revolución Cubana tuvo que aprender muy pronto y muy duramente esas lecciones, desde el ciclón Flora, que en 1963 dejó bajo las aguas a la antigua provincia de Oriente y sepultó a más de mil personas.

La historia más reciente nos dice que en los peores momentos nos ha salvado actuar unidos. Creemos firmemente que solo nuestra unidad y cooperación mancomunada nos permitirán enfrentar los peligros y afectaciones de los eventos meteorológicos y asumir la recuperación posterior. Seguir leyendo ASOCIACIÓN DE ESTADOS DEL CARIBE, «ESA FUERZA QUE SÓLO SOSTIENE LA UNIÓN»

A 60 AÑOS DEL TRIUNFO PODEMOS AFIRMAR QUE ESTAMOS CURADOS DE ESPANTO, NO NOS INTIMIDAN EL LENGUAJE DE FUERZA NI LAS AMENAZAS. RAÚL CASTRO RUZ

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RAÚL CASTRO RUZ

Discurso del Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba, General de Ejército Raúl Castro Ruz, en el Acto Central con motivo del  60 aniversario del triunfo de la Revolución Cubana, celebrado en Santiago de Cuba el 1ro. de enero de 2019, Año 61 de la Revolución

Santiagueras y santiagueros;
Compatriotas de toda Cuba:

Nos reunimos hoy para celebrar el aniversario 60 del triunfo revolucionario del Primero de Enero, y lo hacemos nuevamente en Santiago de Cuba, cuna de la Revolución, aquí en el cementerio de Santa Ifigenia, donde se veneran los restos inmortales de muchos de los mejores hijos de la nación, muy cerca de las tumbas del Héroe Nacional, del Padre y la Madre de la Patria y del Comandante en Jefe de la Revolución Cubana.

No vengo a aquí a hablar a título personal, lo hago en nombre de los heroicos sacrificios de nuestro pueblo y de los miles de combatientes que ofrendaron su vida a lo largo de más de 150 años de lucha.

Parece increíble que el destino nos haya reservado el privilegio de poder dirigirnos a nuestros compatriotas un día como hoy, al conmemorar seis décadas del triunfo, ocasión en que, bajo el mando de Fidel, por primera vez el pueblo cubano alcanzó el poder político y los mambises sí pudieron entrar victoriosos a Santiago de Cuba, coincidentemente 60 años después de que se instaurara el dominio absoluto del imperialismo norteamericano sobre Cuba.

Hace pocos meses, en La Demajagua, nos reunimos para recordar el aniversario 150 del inicio de las guerras por la independencia de Cuba, el 10 de Octubre de 1868, fecha que marca el comienzo de nuestra Revolución, que sobrevivió momentos de amargura y desunión, como el Pacto del Zanjón, y episodios luminosos como el protagonizado por Antonio Maceo en la Protesta de Baraguá.

La Revolución revivió, en 1895, gracias al genio y la capacidad de Martí para aglutinar a los mejores y más experimentados jefes de la contienda de los 10 años y preparar la «guerra necesaria» contra el colonialismo español.

Cuando el ejército colonial estaba prácticamente derrotado, con escasa moral combativa, asediado por los mambises en casi toda la isla y mermado por las enfermedades tropicales, que, en 1897, por solo citar un ejemplo, provocaron 201 000 bajas entre sus efectivos; la victoria fue usurpada con la intervención norteamericana y la ocupación militar del país, lo que dio paso a un largo período de opresión y gobiernos corruptos y serviles a sus designios hegemónicos.

Ni siquiera en esas difíciles circunstancias se apagó la llama redentora del pueblo cubano, puesta de manifiesto en figuras de la talla de Baliño, Mella, Villena, Guiteras y Jesús Menéndez, entre muchos otros que no se resignaron a vivir en afrenta y oprobio sumidos.

Tampoco la Generación del Centenario, que bajo el liderazgo de Fidel asaltó los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes el 26 de Julio de 1953, estaba dispuesta a tolerar, a 100 años del natalicio de Martí, los crímenes y abusos de una tiranía sangrienta totalmente subordinada a los intereses de los Estados Unidos.

Sobrevinieron entonces momentos de profundo dolor y tristeza luego del revés y el vil asesinato de muchos de los combatientes revolucionarios participantes en esas acciones, denunciado virilmente por Fidel en su histórico alegato «La historia me absolverá», que se convirtió en el programa de la Revolución.  A pocos metros de aquí yacen los restos de los caídos aquel 26 de julio y de otros mártires de la gesta insurreccional, incluidos también los valientes jóvenes santiagueros de la lucha clandestina y los hijos de esta ciudad que cayeron en las gloriosas misiones internacionalistas.

En los duros años de presidio y vejaciones no desfalleció el fervor y el compromiso de reiniciar la lucha, creció el prestigio y la autoridad del líder revolucionario para sumar nuevas fuerzas contra la dictadura.

El exilio en México no conoció el descanso; sirvió para preparar la próxima y decisiva etapa de batallar que nos trajo en el yate Granma a las Coloradas el 2 de diciembre de 1956.  La demora en arribar a costas cubanas, debido a la azarosa navegación, no permitió la sincronización prevista con el Alzamiento de Santiago de Cuba, el 30 de noviembre, organizado por el audaz y valeroso joven dirigente del Movimiento 26 de Julio, Frank País García, quien todavía no había cumplido los 22 años, edad que tenía cuando fue brutalmente asesinado por los esbirros de la tiranía el 30 de julio de 1957.

Tampoco el desastre de Alegría de Pío, que casi aniquiló a los expedicionarios, pudo extinguir el optimismo y la fe de Fidel en la victoria, convicciones que lo llevaron a exclamar el 18 de diciembre cuando nos reencontramos, con apenas siete fusiles: ¡Ahora sí ganamos la guerra!

Desde Santiago de Cuba, como resultado de los infatigables esfuerzos del movimiento clandestino dirigido por Frank País, recibimos en la Sierra Maestra el primer refuerzo de jóvenes combatientes, armas y municiones, que significó un aporte crucial a la capacidad combativa del naciente Ejército Rebelde.

Prosiguieron meses de incesantes combates, primero en la Sierra Maestra y luego la lucha se extendió a otras regiones con la apertura de nuevos frentes y columnas, y con la derrota de la gran ofensiva de las tropas batistianas contra el Primer Frente dirigido por Fidel, que marcó el inicio de la contraofensiva estratégica y el viraje radical de la guerra que condujo a la derrota del régimen y la toma del poder revolucionario.

Ya el 8 de enero de 1959, a su llegada a La Habana, el Jefe de la Revolución expresaba, (cito): «La tiranía ha sido derrocada, la alegría es inmensa y sin embargo queda mucho por hacer todavía.  No nos engañamos creyendo que en lo adelante todo será fácil, quizás en lo adelante todo sea más difícil». (Fin de la cita).

Las premonitorias palabras de Fidel no tardaron en hacerse realidad.  Se iniciaba una etapa de luchas que estremeció los cimientos de la sociedad cubana.  El 17 de mayo, a escasos cuatro meses y medio del triunfo, en la Comandancia de la Plata, en el corazón de la Sierra Maestra, se promulgó la primera Ley de Reforma Agraria en cumplimiento del Programa del Moncada, hecho que afectó a los poderosos intereses económicos de los monopolios norteamericanos y la burguesía criolla, que redoblaron las conspiraciones contra el proceso revolucionario.

La naciente Revolución se vio sometida a todo tipo de agresiones y amenazas, como el accionar de bandas armadas y financiadas por el Gobierno norteamericano, los planes de atentado contra Fidel y otros dirigentes, el asesinato de jóvenes alfabetizadores, muchos de ellos todavía adolescentes; el sabotaje y el terrorismo en todo el país con el terrible saldo de 3 478 muertos y 2 099 incapacitados; el bloqueo económico, comercial y financiero y otras acciones políticas y diplomáticas con el fin de aislarnos; las campañas de mentiras para denigrar a la Revolución y a sus líderes; la invasión mercenaria por Playa Girón en abril de 1961; la Crisis de Octubre en 1962 cuando en Estados Unidos se preparaba la invasión militar a Cuba y una interminable lista de hechos hostiles contra nuestra patria.

Nadie puede negar que la Revolución que nacía aquel Primero de Enero no ha tenido, a lo largo de 60 años, un minuto de sosiego, ya vamos por 12  administraciones norteamericanas que no han cejado en el empeño de forzar un cambio de régimen en Cuba utilizando una u otra vía, con mayor o menor agresividad. Seguir leyendo A 60 AÑOS DEL TRIUNFO PODEMOS AFIRMAR QUE ESTAMOS CURADOS DE ESPANTO, NO NOS INTIMIDAN EL LENGUAJE DE FUERZA NI LAS AMENAZAS. RAÚL CASTRO RUZ

DÍAZ-CANEL: «VAMOS A SALIR ADELANTE Y VAMOS A SEGUIR VENCIENDO»

Discurso pronunciado por Miguel M. Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en la clausura del Segundo Período Ordinario de Sesiones de la IX Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en el Palacio de Convenciones, el 22 de diciembre de 2018, “Año 60 de la Revolución”

DÍAZ-CANEL, ANPP
Foto: Estudios Revolución

Querido General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido;
Compañeros Machado y Lazo;
Diputadas y diputados;
Compatriotas:

Nuestras primeras palabras en el Día del Educador para felicitar y reconocer a los maestros cubanos, quienes nos dedican, más que sus horas, el sentido de sus vidas.

El 2018 casi termina y volvemos a reunirnos para el tradicional abrazo y la evaluación de un período crucial en la historia de la Revolución Cubana.

El que hoy despedimos quedará en nuestra memoria nacional como el año en que una nueva generación, de manera gradual y paulatina, en clara expresión de continuidad, comenzó a asumir tareas principales de dirección, con la suerte de mantener la guía de la Generación Histórica, en particular del General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba.

Durante los meses transcurridos desde las sesiones de la Asamblea en abril, hemos contado con esa guía ante los más duros e inesperados desafíos y encontrado en su confianza y en la dirección colectiva los recursos fundamentales para llegar hoy aquí a rendirles cuenta, comprometidos con la solución de los problemas que más preocupan al pueblo, que son los que absorben cada minuto de nuestros días y cada partícula de nuestras energías.

Haciendo un balance de esfuerzos y resultados, debo hablar, en primer lugar, de la profunda satisfacción que nos deja la discusión popular de la nueva Constitución que hoy se aprueba.

Con ese debate, no solo hemos enriquecido nuestra cultura política, el sentido de pertenencia a una nación y el futuro del país. Nos hemos acercado más a las preocupaciones y demandas de nuestra gente, objetivo fundamental de la Revolución del que siempre han intentado distraernos los adversarios, empeñados en fracturar y dividir a la sociedad cubana, conscientes de que la unidad es su más cara fortaleza.

Me gustaría decir que ha sido un año de impulso al gobierno electrónico y por una mayor eficiencia en la gestión económica, pero se trata solo del primer escalón en una tarea de demandas infinitas que hacia el 2019 deberán comenzar a dar sus primeros frutos.

Y es preciso decir que también tuvimos pruebas realmente duras, como las inundaciones que asolaron las provincias centrales y la caída de un avión que dejó un doloroso saldo de 112 muertes y una sola sobreviviente, quien en días recientes ha enviado un hermoso mensaje de agradecimiento a sus compatriotas y en especial al equipo médico que la mantuvo con vida.

Cumplida la triste tarea de revivir la peor noticia de este año para Cuba, retomo la más estimulante.

Esta sesión de la Asamblea Nacional concluye con una decisión trascendente para la vida de la nación: la aprobación de la nueva Constitución de la República que en febrero será sometida a Referendo.

Llegamos a ella después de un amplio proceso de consulta popular donde los ciudadanos, residentes dentro o fuera del país, tuvieron la oportunidad de expresar libremente sus consideraciones sobre el contenido del proyecto, el cual comprendía, entre otros aspectos relevantes, los fundamentos políticos y económicos, los derechos y los deberes y la estructura del Estado.

Todas y cada una de las intervenciones fueron debidamente valoradas y originaron cambios en cerca de un 60% de los artículos del Proyecto, lo que permitió enriquecer su contenido.

El análisis popular puso de manifiesto la voluntad de perfeccionar la Constitución, pero fue mucho más allá porque aportó importantes elementos a tener en cuenta en el amplio ejercicio legislativo que debemos emprender para respaldar con las leyes necesarias el cumplimiento de los preceptos constitucionales. Seguir leyendo DÍAZ-CANEL: «VAMOS A SALIR ADELANTE Y VAMOS A SEGUIR VENCIENDO»

DÍAZ-CANEL: «NO NEGOCIAREMOS NUESTROS PRINCIPIOS NI ACEPTAREMOS CONDICIONAMIENTOS»

Discurso íntegro del Presidente cubano en el debate del 73 Período de Sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas

Señor Presidente:

Imposible estar aquí, hablar desde este podio en nombre de Cuba y no evocar momentos históricos de la Asamblea General que lo son también de nuestra memoria más entrañable: Fidel Castro, Ernesto Guevara, Raúl Castro Ruz y el canciller de la dignidad, Raúl Roa, por sólo citar los más trascendentes, trajeron hasta aquí, no sólo la voz de nuestro pueblo, sino la de otros pueblos latinoamericanos y caribeños, africanos, asiáticos, no alineados, con los que hemos compartido más de medio siglo de batalla por un orden internacional justo, que aún está lejos de alcanzarse.

Es absurdo, pero coherente con la irracionalidad de un mundo en el que el 0,7% más rico de la población puede apropiarse del 46% de toda la riqueza, mientras el 70% más pobre sólo accede al 2,7% de la misma; 3 460 millones de seres humanos sobreviven en la pobreza; 821 millones padecen hambre; 758 millones son analfabetos y 844 millones carecen de servicios básicos de agua potable, cifras todas, por cierto, que elaboran y manejan habitualmente los organismos globales, pero que al parecer aún no alcanzan a movilizar suficientemente la conciencia de la llamada comunidad internacional.

Señor Presidente:

Esas realidades señora Presidenta, no son fruto del socialismo, como el Presidente de los Estados Unidos afirmó ayer en esta sala. Son consecuencia del capitalismo, especialmente del imperialismo y el neoliberalismo; del egoísmo y la exclusión que acompaña a este sistema, y de un paradigma económico, político, social y cultural que privilegia la acumulación de riqueza en pocas manos a costa de la explotación y miseria de las grandes mayorías.

El capitalismo afianzó el colonialismo. Con él nació el fascismo, el terrorismo y el apartheid, se extendieron las guerras y conflictos, los quebrantamientos de la soberanía y la libre determinación de los pueblos; la represión de los trabajadores, las minorías, los refugiados y los migrantes. Es opuesto a la solidaridad y a la participación democrática. Los patrones de producción y consumo que le caracterizan promueven el saqueo, el militarismo, amenazan a la paz; generan violaciones de los derechos humanos y constituyen el mayor peligro para el equilibrio ecológico del planeta y la sobrevivencia de los seres humanos.

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«ACTOS MÁS QUE PALABRAS; COOPERACIÓN, NO INTERVENCIÓN». MIGUEL DÍAZ-CANEL EN CUMBRE DE PAZ

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El Presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, durante su intervención en la Cumbre de Paz “Nelson Mandela” en la sede de la Asamblea General de Naciones Unidas, 24 de septiembre de 2018. Foto: @CubaMINREX

MIGUEL DÍAZ-CANEL BERMÚDEZ

Señora Presidenta de la Asamblea General:

Cuánto nos alegra y reconforta que la Asamblea General de las Naciones Unidas se reúna en una Cumbre por la Paz y que esa Cumbre lleve el nombre de Nelson Mandela.

Hace menos de 30 años, el entrañable Madiba era un preso político en las cárceles del apartheid, confinado de por vida, a causa de su noble lucha por la justicia y la igualdad entre todos los hombres y mujeres de Sudáfrica, donde una minoría blanca sometía a la mayoría negra al escarnio de la segregación.

No olvidamos que durante los oscuros años del apartheid y aún mucho tiempo después de ser elegido presidente, a Mandela y a los más brillantes y honestos luchadores africanos, los mantuvieron en listas de presuntos terroristas.

Cuba se honra al recordar que compartió sus luchas, en la primera línea de combate, junto con sus hermanos africanos de Angola y de Namibia. Nunca olvidaremos Cuito Cuanavale.

Y no hubo mayor reconocimiento que el abrazo del Mandela libre a nuestro líder histórico, Fidel Castro Ruz, en territorio cubano.

Pretendo que nuestro tributo a Mandela no sea solo al primer presidente negro de Sudáfrica y al Premio Nobel de la Paz, sino que pensemos también en el rebelde que se vio obligado a luchar contra la injusticia cuando le cerraron los caminos pacíficos; al preso político, al defensor de los derechos humanos y de los derechos de su pueblo, y al político que cambió la historia.

Nos complace que al recordar a Mandela se reconoce la heroica lucha del pueblo sudafricano en contra del oprobioso régimen del apartheid, conducida bajo el liderazgo del Congreso Nacional Africano y la contribución de muchos líderes y combatientes que dedicaron su vida a la causa de la libertad de África.

El Primer Secretario de nuestro Partido, General de Ejército Raúl Castro Ruz, calificó a Mandela como “un profeta de la unidad, la reconciliación y la paz”. Por su parte, el Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, lo definió como ejemplo de “hombre absolutamente íntegro (…), inconmoviblemente firme, valiente, heroico, sereno, inteligente, capaz…” Así mismo recuerda el pueblo cubano a Nelson Mandela.

Señora Presidenta:

Alarman los recientes anuncios del aumento del gasto militar que lanzará al mundo una nueva carrera armamentista, en detrimento de los ingentes recursos que se necesitan para construir un mundo de paz.

No puede haber desarrollo sin paz y estabilidad, ni paz y estabilidad sin desarrollo. No puede haber paz y seguridad para pueblos con altos niveles de pobreza, con hambre crónica y malnutrición, insalubridad y escaso acceso al agua potable, analfabetismo, altos índices de mortalidad infantil, muertes por enfermedades prevenibles y baja esperanza de vida.  Seguir leyendo «ACTOS MÁS QUE PALABRAS; COOPERACIÓN, NO INTERVENCIÓN». MIGUEL DÍAZ-CANEL EN CUMBRE DE PAZ

RAÚL CASTRO: LA HISTORIA HA DEMOSTRADO QUE ¡SÍ SE PUDO, SÍ SE PUEDE Y SIEMPRE SE PODRÁ!

Discurso pronunciado por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, en el acto central por el Aniversario 65 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos M. de Céspedes, en la Ciudad Escolar 26 de Julio, Santiago de Cuba, el 26 de julio del 2018. «Año 60 de la Revolución».

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Santiagueras y santiagueros;

Compatriotas:

Como les anticipé en diciembre del pasado año, hoy pronunciaré las palabras centrales del acto nacional por el aniversario 65 del ataque a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.

Ninguno de los que tuvimos el privilegio de participar en estas acciones, bajo el mando de Fidel, podíamos entonces soñar que estaríamos vivos un día como hoy, con un país libre, independiente y soberano, una Revolución socialista en el poder y un pueblo unido presto a defender la obra realizada, fruto del sacrificio y la sangre de varias generaciones de cubanos.

No solo por su historia celebramos este aniversario 65 en Santiago de Cuba, sino también para reconocer el trabajo que desarrolla la provincia en beneficio del pueblo.

Bajo la dirección del compañero Lázaro Expósito Canto, primer secretario del Comité Provincial del Partido (Aplausos), en estrecho vínculo con el gobierno que encabeza la vicepresidenta del Consejo de Estado Beatriz Johnson Urrutia (Aplausos), se ha desplegado un trabajo integral en varios frentes de la economía, que han permitido incrementar la oferta de bienes y servicios a la población con calidad y precios asequibles.

Se avanza sostenidamente en el programa de la vivienda con el empleo de diferentes tecnologías e iniciativas en el uso de materiales locales de la construcción, prosiguen a buen ritmo inversiones priorizadas de importancia nacional como la terminal portuaria multipropósito y la base de almacenes de San Luis.

Se trabaja además en la creación de condiciones para incrementar las exportaciones de frutas, ron, langosta y productos de la acuicultura.

Se reordena la actividad comercial a partir de proyectos de desarrollo local, que otorgan una mayor autonomía a los municipios en la gestión y satisfacción de las demandas de la población aprovechando los recursos propios, lo que se traduce en superiores aportes al presupuesto y garantiza sostener lo alcanzado y seguir invirtiendo en el desarrollo.

Es palpable el entusiasmo de los santiagueros y de toda la provincia; sin embargo, resta mucho por hacer en la esfera productiva y de los servicios, para generar con eficiencia la riqueza y proseguir elevando la calidad de vida del pueblo y hacer realidad el propósito de que Santiago de Cuba sea una ciudad cada día más bella, higiénica, ordenada y disciplinada, digna de custodiar los restos inmortales de muchos de los mejores hijos de la nación cubana, entre quienes sobresalen el Héroe Nacional, el Padre y la Madre de la patria y el líder histórico de la Revolución Cubana (Aplausos).

En los próximos meses conmemoraremos importantes acontecimientos históricos, entre ellos, el 150 aniversario del inicio de las luchas por la independencia de la patria el 10 de Octubre de 1868, y el 60 aniversario del triunfo de la Revolución, el Primero de Enero de 1959, ocasión en que los mambises sí entraron victoriosos a Santiago para quedarse definitivamente al lado de su pueblo.

Hace apenas cuatro días la Asamblea Nacional aprobó el Proyecto de Constitución de la República, el cual será objeto de una amplia consulta popular en los próximos meses y, con las opiniones y propuestas emanadas de ese proceso democrático, nuevamente será analizado en el Parlamento para elaborar el texto definitivo que se someterá a referendo, mediante el voto directo y secreto de cada ciudadano, para su aprobación y posterior proclamación.  Seguir leyendo RAÚL CASTRO: LA HISTORIA HA DEMOSTRADO QUE ¡SÍ SE PUDO, SÍ SE PUEDE Y SIEMPRE SE PODRÁ!

DISCURSO DE MIGUEL DÍAZ-CANEL EN LA CLAUSURA DEL X CONGRESO DE LA UNIÓN DE PERIODISTAS DE CUBA

Miguel Mario Díaz Canel
El pressidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez. Foto: Endrys Correa Vaillant

Bueno, para empezar a cumplir los mandatos del Congreso y apoyar a Ronquillo y a la nueva dirección, antes de diciembre estoy en Twitter.

Compañeros de la dirección del Partido, del Estado y el Gobierno aquí presentes;

Estimados Premios Nacionales de Periodismo;

Queridos periodistas:

  Después de nuestros más recientes recorridos por varias provincias y de las jornadas de este Congreso, escenarios ambos que nos permiten compartir experiencias y meditaciones con la prensa nacional de un modo más cercano, he comprendido mejor por qué Fidel les pidió una vez que lo consideraran uno de ustedes.

  Los periodistas cubanos tienen el mérito indiscutible de haber sostenido la voz de la nación en las circunstancias y las horas más adversas, con admirable lealtad, elevado sentido de responsabilidad, talento, inteligencia y contagioso entusiasmo que genera siempre interesantes propuestas.

  No se esperaba y no se espera menos de quienes se enorgullecen de pertenecer a un gremio ennoblecido desde sus orígenes por intelectuales de la talla de José Martí, Fidel Castro y los más brillantes líderes de la Revolución, desde 1868 hasta nuestros días.

  Hoy, tras largos y fatigosos años bajo el asedio simultáneo de las más severas carencias materiales y las inaceptables  incomprensiones de algunas de nuestras propias fuentes, es legítimo reconocer que la mayoría de ustedes ha tenido que batallar muy duro para ejercer con dignidad un oficio que demanda, no solo talento y esfuerzo, también ideales muy elevados para rechazar, en medio de grandes sacrificios económicos, las ofertas de pagos relativamente “generosos” que la lucrativa industria de las campañas contra Cuba, oportunista y cínicamente, pone a disposición de quienes tienen un precio o creen ingenuamente en el falso discurso libertario de los apologistas del mercado.

  Podríamos decir que nunca fue tan retador y desafiante el panorama mediático, pero seríamos injustos con la historia de una Revolución que no ha conocido tregua en su arduo empeño de conquistar toda la justicia y que, desde el primer día, como lo recuerda la frase de Fidel que ha presidido el Congreso, entendió el papel central del periodismo en la defensa de la fortaleza sitiada.

  ¿Cómo imaginar sin la numerosa prensa clandestina y guerrillera o  sin Radio Rebelde el rápido avance del Ejército Rebelde? ¿Qué habría sido de la recién nacida Revolución sin la brillante “Operación Verdad”? ¿Acaso la guerra mediática que robó el nombre del Apóstol, trasmitiendo desde un avión, no fue vencida con tecnologías y nuevos proyectos periodísticos que revolucionaron la radio y la televisión en su momento y  hoy todavía?

  Gracias a la comprensión de que su verdad necesita del periodismo, Cuba pudo construir un sistema de medios públicos cuya principal fortaleza son ustedes, los periodistas, más eficaces mientras más auténticos, originales y creativos al contar a la nación y al mundo la verdad que “los necesita”.

  Lo que podemos decir ahora es que si bien la revolución de las TIC, la era de Internet y la tiranía de las empresas que se dedican al negocio de las comunicaciones, nos plantean desafíos cada vez más fuertes en nuestra condición de economía subdesarrollada, el país no se ha sometido a las reglas de su adversario ni ha cedido soberanía en nombre de la veloz modernidad.

  Y que, por más que lluevan intentos de devolvernos al pasado de sensacionalismo y prensa privada bajo máscaras nuevas, ni los medios públicos cubanos ni sus periodistas están en venta.

  No acuso injustamente. Apunto a la abierta guerra que se nos hace desde medios que, bajo el paraguas de mejores tiempos en las siempre frágiles relaciones con el vecino poderoso que nos desprecia, han ido escalando en el ataque a lo que nos une —el Partido— y lo que nos defiende —nuestra prensa—, descalificando continuamente a ambos y tratando de fracturar y separar lo que viene de una misma raíz y crece en un mismo tronco.

  Aludiendo al tipo de misión que esos medios intentan cumplir con sorprendente articulación que desmiente su supuesta libertad, M. H. Lagarde, ha dibujado con ironía pero sin eufemismos, la nueva clase de líderes que se nos vende, desde esos espacios.  Recomiendo la lectura completa de “Los nuevos revolucionarios” de quienes Lagarde afirma:

  “…Los nuevos revolucionarios juran y perjuran que no son asalariados del pensamiento oficial, pero aceptan becas en universidades de Estados Unidos o reciben cursos de periodismo en Holanda, donde seguro les enseñan a defender el socialismo en Cuba.  Debemos presuponer que tales cursos y becas son gratuitos.

  “Los nuevos revolucionarios llaman a la desobediencia cuando más hace falta la unión. Para ellos, expertos también en política, nada tienen que ver con Cuba la persecución ‘judicial’ de los líderes de izquierda en América Latina, los intentos de golpes blandos e invasiones en Venezuela y Nicaragua.

  “Los nuevos revolucionarios son democráticos y respetuosos de las opiniones contrarias, por eso quienes no compartan sus posiciones son: sumisos, corderos, obedientes, mediocres, talibanes, khmers rojos, estalinistas, oficialistas y represores.

  “La principal misión, por tanto, de los nuevos revolucionarios es la de dividir algo que sin dudas, a veces, consiguen.”

  Es apenas un poco más largo el texto de Lagarde, pero bastan estas ideas, por cuanto definen el más urgente desafío de esta época en esta parte del mundo.

  Sé que los documentos teóricos y los debates del Congreso, sin desconocer, olvidar o desestimar las urgencias internas, que a la postre también resultan estratégicas, han apuntado a la centralidad de esa batalla que jamás cesará, entre la lógica del capital, egoísta y excluyente, y nuestra lógica socialista y martiana, fidelista, solidaria y generosa.

  Porque, aunque nos vendan otra versión de los hechos, la testaruda realidad está demasiado a la vista, pasando dolorosa factura a los que creyeron que el lobo era oveja.

  Se es o no se es, desde los tiempos de Shakespeare.  Seguir leyendo DISCURSO DE MIGUEL DÍAZ-CANEL EN LA CLAUSURA DEL X CONGRESO DE LA UNIÓN DE PERIODISTAS DE CUBA

NUESTRA REGIÓN DEBE UNIRSE EN TODA SU DIVERSIDAD. MIGUEL DÍAZ-CANEL BERMÚDEZ

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Discurso pronunciado por Miguel M. Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba, ante la Asamblea Nacional Constituyente de la República Bolivariana de Venezuela, en ocasión de su visita oficial a ese país. Caracas, 30 de mayo de 2018, «Año 60 de la Revolución»

Compañera Delcy Rodríguez, presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente de la República Bolivariana de Venezuela;

Compañero Tareck El Aissami, vicepresidente ejecutivo de la República Bolivariana de Venezuela;

Distinguidos invitados;

Querido pueblo venezolano;

Compatriotas cubanos:

Es un honor para mí dirigirme a los miembros de la Asamblea Nacional Constituyente, y les expreso, en nombre de Cuba, nuestro respeto y más profunda admiración (Aplausos).

Traigo un fuerte abrazo del General de Ejército Raúl Castro Ruz (Aplausos), quien ha expresado su admiración por la victoria popular alcanzada y que fue contundente el pasado domingo 20 de mayo (Aplausos). Y es esa, precisamente, la razón de esta visita nuestra a la hermana Venezuela.

Nosotros sentimos, en lo personal, mucho apoyo —y así se lo expresamos al presidente Maduro— cuando, solo a dos días de haberse desarrollado la Asamblea Nacional del Poder Popular en nuestro país y cuando pasamos a ocupar la responsabilidad con la que hoy representamos al pueblo cubano, llegó enseguida el calor solidario de Venezuela, de su pueblo, de la Revolución Bolivariana, y Maduro con una comitiva de personalidades del gobierno venezolano visitó nuestro país, el primero que visitaba nuestro país después de esa Asamblea (Aplausos). Y eso lo vimos y lo apreciamos como una enorme muestra de apoyo, de solidaridad, de hermandad y de amistad.

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BRUNO RODRÍGUEZ: LA GARANTÍA PARA EL EJERCICIO DE LOS DERECHOS HUMANOS ES UNA OBLIGACIÓN PRIORITARIA DEL ESTADO CUBANO

Intervención del ministro de Relaciones Exteriores Bruno Rodríguez Parrilla en la presentación del informe nacional de Cuba al tercer ciclo del Examen Periódico Universal (EPU) del Consejo de Derechos Humanos (CDH)

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Señor Presidente:

Una vez más Cuba concurre al Examen Periódico Universal para ratificar su firme compromiso con las garantías para el ejercicio de los derechos humanos.

El informe nacional que presentamos es resultado de un proceso amplio y participativo de consultas que involucró a numerosas instituciones gubernamentales y organizaciones de la sociedad civil, y de la implementación de las recomendaciones aceptadas en el segundo examen, el 79% del total formulado entonces.

Señor Presidente:

Desde la ocupación militar de los Estados Unidos que cercenó nuestra independencia, con gobiernos impuestos por éste, el 45% de los niños no iba a la escuela, el 85% de las personas carecía de agua corriente, los campesinos vivían en la miseria sin ser dueños de la tierra que trabajaban, los inmigrantes eran brutalmente explotados.

No había en Cuba derechos para los obreros y campesinos, eran frecuentes las ejecuciones extrajudiciales, las desapariciones forzadas y los actos de tortura. Era cruel la discriminación por el color de la piel, había un alto nivel de pobreza y las niñas y mujeres eran aún más excluidas. La dignidad de los cubanos era mancillada y la cultura nacional agredida.

La Revolución cubana, liderada por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, transformó esa realidad y continúa empeñada en elevar cada vez más la calidad de vida, el bienestar y la justicia social para todo nuestro pueblo, materializando todos los derechos humanos.

Esa voluntad de proteger la dignidad humana, proveer igualdad de oportunidades, y “conquistar toda la justicia”, ha sido invariable e inquebrantable hasta hoy.

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LA UNIDAD ES NUESTRA MÁS VALIOSA FORTALEZA. MIGUEL DÍAZ-CANEL BERMÚDEZ

Discurso pronunciado por el compañero Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba, en la Sesión Constitutiva de la IX Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en el Palacio de Convenciones.

Miguel Díaz-Canel Bermúdez

Compañero diputado General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba,

Compatriotas:

Vengo a hablar en nombre de todos los cubanos y las cubanas que hoy iniciamos un nuevo mandato al servicio de una nación cuya historia enorgullece, no sólo a los nacidos en esta tierra, sino a millones de hijos de América y del mundo que la aman y respetan como propia.

Lo hago con toda la responsabilidad que un acto de esta naturaleza entraña y con la conciencia de que no estamos inaugurando una legislatura más.

Decía Martí que: “las palabras pomposas son innecesarias para hablar de los hombres sublimes”. Y de eso se trata ahora, cuando cumplo, con honor y emoción, el mandato de nuestro pueblo de dedicar el primer pensamiento a la generación histórica que, con ejemplar consagración y humildad nos acompaña en esta hora de apremiante desafío en que Cuba espera de nosotros que seamos como ellos, capaces de librar victoriosamente todos los combates que nos esperan.

La presencia de Raúl, Machado, Ramiro, Guillermo y otros Héroes de la República, como diputados de la legislatura que hoy toma posesión, no se debe al homenaje, más que merecido, por la obra hecha.  El General de Ejército y Primer Secretario del Partido fue el candidato con más votos en las elecciones generales, como también están entre los más y mejor votados el Segundo Secretario y los Comandantes de la Revolución, también ellos Héroes del Trabajo de la República de Cuba.

Ellos ennoblecen esta sala y nos dan la oportunidad, al abrazarlos, de abrazar la historia viva.

Más de medio siglo de calumnias y de convites oscuros a la ruptura generacional y al desaliento frente a las dificultades, no han podido derribar las columnas del templo de nuestra fe: la Revolución de Fidel y de la Generación del Centenario de Martí, transita por su año 60 con la dignidad de sus fundadores, intacta y engrandecida por haber sabido hacer en cada momento lo que cada momento demandaba.

Con la constitución de la IX Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular culmina el proceso electoral revolucionario que en los  últimos meses ha protagonizado el pueblo cubano, reafirmando su carácter eminentemente democrático y, al mismo tiempo, consciente de su elevada significación histórica.

El pueblo, ejerciendo su derecho ciudadano, ha propuesto, nominado y elegido a sus representantes en las diferentes instancias de gobierno atendiendo a su identificación con ellos, al mérito y a la capacidad de representar comunidades, sectores sociales, intereses colectivos, sin que mediaran campañas publicitarias sometidas al poder del dinero, sin politiquería ni fraude, corrupción o demagogia.

La elección ha sido fruto de los anhelos colectivos sin que ninguno de los elegidos haya aspirado en lo personal a ello. Los ciudadanos han distinguido a personas humildes, trabajadoras y modestas como sus genuinos representantes.

Se trata de una elección que emerge desde el pueblo, el que a la vez controlará su gestión, participando así en la toma de decisiones y en la implementación de las políticas aprobadas. Y aunque lo hemos hecho muchas veces en los últimos 40 años, podemos afirmar que este proceso de elecciones que concluye hoy ha devenido contundente victoria de la unidad del pueblo cubano y expresión de compromiso en la defensa de la obra revolucionaria en momentos de incertidumbre para la mayoría de los habitantes del planeta, cuyas voluntades no cuentan a la hora de aplicar políticas que reducen sus derechos y cercenan sus conquistas.

A esa confianza que el pueblo nos entrega con su voto, hay un solo modo de corresponder: actuando, creando y trabajando sin descanso, por responder a sus demandas y necesidades, en vínculo permanente y estrecho con nuestra gente humilde, generosa y noble.

Si alguien quisiera ver a Cuba en un conjunto de ciudadanos, por su composición etaria, racial, de género y ocupación, bastaría con que mire y estudie la integración de nuestra Asamblea y la representación de mujeres, negros y mestizos, jóvenes y personas de la tercera edad que ocupan cargos decisorios en las instancias superiores del gobierno, casi en la misma proporción en que las estadísticas definen a la nación.

Lo más importante no es, sin embargo, cuánto nos parecemos al país que somos. Lo que no podemos olvidar ni un segundo, a partir de este instante, es el compromiso que adquirimos con el pueblo y con el futuro. Todos los diputados, la dirección de la Asamblea, los miembros de los Consejos de Estado y de Ministros, tenemos nuestra primera razón de ser en la vinculación sistemática con la población, lo que nos obliga a profundizar en el análisis de los problemas que atañen a la sociedad en su conjunto y a la vida cotidiana de cubanas y cubanos, propiciando el debate amplio y sincero sobre ellos y alentando todas las maneras posibles de solucionar o atenuar su impacto con la participación de los involucrados, sea porque los aquejan o porque tienen la posibilidad de resolverlos.  Seguir leyendo LA UNIDAD ES NUESTRA MÁS VALIOSA FORTALEZA. MIGUEL DÍAZ-CANEL BERMÚDEZ

LA MISIÓN DE CONTINUAR LA CONSTRUCCIÓN DEL SOCIALISMO. RAÚL CASTRO RUZ

Nos embarga la legítima felicidad y serena confianza de ver con nuestros propios ojos la transferencia a las nuevas generaciones de la misión de continuar la construcción del socialismo

Discurso del General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, en la clausura de la Sesión Constitutiva de la IX Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en el Palacio de Convenciones, el 19 de abril de 2018

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General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba. FotoEstudios Revolución

Compañeras y compañeros:

Deseo, en primer lugar, agradecer el encargo de que pronuncie las palabras finales de esta emotiva Sesión Constitutiva de la IX Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, que se efectúa precisamente hoy, cuando se cumple el aniversario 57 de la victoria alcanzada en Playa Girón, bajo el mando del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, sobre la invasión mercenaria organizada, financiada y desembarcada por el gobierno de los Estados Unidos.

Este hecho histórico reviste mayor relevancia por ser la primera vez que los combatientes del Ejército Rebelde, policías y milicianos lucharon defendiendo las banderas del socialismo, proclamado por Fidel el 16 de abril de 1961 en la despedida del duelo de las víctimas de los bombardeos a las bases aéreas.

Como es conocido, en la última Sesión Ordinaria de la VIII Legislatura, la Asamblea Nacional aprobó extender el mandato de los diputados del Parlamento cubano y de los delegados de las Asambleas Provinciales, a causa de las graves afectaciones ocasionadas por el huracán Irma, cuyo impacto directo sobre casi todo el territorio nacional determinó la necesidad de ajustar el cronograma del proceso electoral, el que concluimos hoy y que ha contado con una masiva participación ciudadana, en una muestra más de respaldo a la Revolución y nuestra democracia socialista.

Es oportuno reconocer el trabajo desarrollado por las comisiones electorales y de candidaturas a todas las instancias, así como el conjunto de instituciones que colaboraron para el buen desempeño de las elecciones.

El 6to. Congreso del Partido, efectuado en abril de 2011, aprobó la propuesta de limitar a un máximo de dos períodos consecutivos de cinco años el desempeño de los cargos políticos y estatales fundamentales.  En igual sentido se pronunció el 7mo. Congreso hace dos años, y aunque esta limitación no ha sido todavía introducida en la Constitución, cuestión que esperamos sea establecida en el marco de su reforma, desde que asumí mi segundo mandato como Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, el 24 de febrero de 2013, expresé que este sería el último, lo cual ratifiqué el pasado diciembre cuando, desde aquí mismo, afirmé que a partir de hoy Cuba tendría un nuevo Presidente.

No era necesario esperar a realizar una reforma constitucional para cumplir la palabra empeñada y actuar en consecuencia, más importante aún era dejar el ejemplo.

La Asamblea Nacional del Poder Popular eligió al compañero Miguel Díaz-Canel Bermúdez como Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros.  Al propio tiempo, también resultó electo el compañero Salvador Valdés Mesa Primer Vicepresidente del Consejo de Estado y posteriormente la Asamblea Nacional aprobó su designación como Primer Vicepresidente del Consejo de Ministros.

El Compañero Díaz-Canel acumula una trayectoria laboral de casi 35 años.  Tras alcanzar el título de ingeniero electrónico en la Universidad Central de Las Villas, trabajó en esa profesión.  Cumplió el servicio militar en unidades coheteriles antiaéreas de las FAR, luego de lo cual fue profesor en la Facultad de Ingeniería Eléctrica del propio centro universitario, donde se le propuso como cuadro profesional de la Unión de Jóvenes Comunistas, ascendiendo paulatinamente en cargos de dirección de esta organización, hasta su promoción al trabajo profesional en el Partido.

A partir de julio de 1994, al tercer o cuarto año del Período Especial, cuando estaba en su máximo apogeo la etapa  más aguda del Período Especial, fue Primer Secretario del Comité Provincial de Villa Clara durante nueve años y desempeñó igual responsabilidad en la provincia de Holguín durante otros seis, en ambos casos con resultados satisfactorios.

Y no fue casualidad después de los nueve años en Villa Clara, que fueron bastantes, porque él nació allí y conocía su antigua provincia, incluyendo en este caso a Cienfuegos y a Sancti Spíritus, es que planificadamente se le envió a Holguín, una de las provincias grandes en habitantes y extensión territorial, como parte de su preparación, igual que intentamos hacer con cerca de una docena de jóvenes, la mayoría de los cuales llegaron al Buró Político, pero no logramos materializar su preparación, y fue el único sobreviviente —diría yo un poco exageradamente— de ese grupo (Aplausos), que no les critico sus deficiencias, sino que hablando con el compañero Machado le decía que nosotros somos los que tenemos que criticarnos por no haber organizado mejor la preparación y la maduración de esos otros compañeros para que ocuparan altas responsabilidades en el Partido y en el Gobierno.

Si en 15 años solo estuvo en dos provincias como dirigente máximo del Partido, sin contar los años que dirigió la juventud, en su propia provincia, yo le decía también al compañero Machado que en 15 años pudo haber pasado, a razón de unos tres años, por lo menos, por cinco provincias del país, para que las conociera más profundamente.  No estoy criticando a Machado, ya yo lo critico demasiado (Aplausos). ¡Y ahora como le caigo encima directamente, que se prepare! (Risas). Pero quiero decir con esto que hay que prestarle más atención todavía a la preparación de los cuadros, para que cuando lleguen a ocupar otras posiciones superiores tengan un dominio mayor; pero su elección ahora no es casualidad, se previó, dentro de un conjunto, que el mejor, según nuestra modesta opinión y del Partido, ha sido el compañero Díaz-Canel (Aplausos), y que no dudamos que por las virtudes, por su experiencia y por la dedicación al trabajo que ha desarrollado, tendrá éxito absoluto en la tarea que le ha encomendado nuestro órgano supremo del poder del Estado (Aplausos).Es miembro del Comité Central del Partido desde 1991, y fue promovido al Buró Político hace 15 años. Cumplió misión internacionalista en la República de Nicaragua y se graduó del Colegio de Defensa Nacional.

En el año 2009 se le designó Ministro de Educación Superior y en el 2012 Vicepresidente del Consejo de Ministros para la atención de los organismos vinculados a la educación, la ciencia, el deporte y la cultura.

Hace cinco años resultó elegido Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros —y desde ese instante, ya un grupo de compañeros del Buró Político teníamos la absoluta certeza de que habíamos dado en el clavo y de que esa era la solución, que hoy se está materializando en esta importantísima reunión—, cargos, estos últimos que mencioné y, sobre todo, el de Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, que ha simultaneado con la atención de la esfera ideológica del Comité Central del Partido.  Tampoco es casualidad, un tema tan importante como ese tenía que pasar por las manos del que hoy es Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, y cuando yo falte —a lo que más adelante me referiré, que continúo como Primer Secretario hasta el año 2021—, pueda asumir esa condición de Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros y Primer Secretario del Partido Comunista (Aplausos). Y se ha planificado así, manteniendo en la próxima proposición de la Asamblea, que se analizará igualmente con el Consejo de Ministros, en la sesión de julio, donde se propondrá también la Comisión de Diputados que se encargará de la redacción y de presentar a esta Asamblea el Proyecto de Nueva Constitución, que después será necesario discutirla con la población y sacarla a un referendo.

Adelanto que en la próxima Constitución, donde no hay cambio de nuestro objetivo estratégico, en el trabajo del Partido, se mantendrá y nuestro pueblo lo apoyará indudablemente, como ya hizo hace decenas de años, en 1976, con una enorme cantidad de votos, el 98%. Y en esa ocasión ya podrán unirse nuevamente estos dos cargos, como decía, que son fundamentales, que el Primer Secretario del Partido y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros tenga en sus manos todo el poder y la influencia a ejercer, aunque exista, pudiera ser, un Primer Ministro que atienda el gobierno. Con lo cual ya demuestro que hemos estado discutiendo bastante la formulación que se presentará a través de esa Comisión de la que hablé, que se propondrá a ustedes en el mes de julio.

Sus dos mandatos debe cumplirlos, que los vamos a establecer en la Constitución, de cinco años cada uno.  El Congreso del Partido mantendrá sus fechas.  Yo fui elegido en el 7mo. Congreso del Partido hasta el año 2021, tengo ya 87 años que cumpliré el 3 de junio —no lo digo para que me manden algún obsequio, yo sé que está difícil conseguir un regalo aquí, aunque sea modesto— (Aplausos). Conseguir un regalo aquí, aunque sea modesto, es más difícil que encontrar petróleo (Risas), es decir que no me envíen nada.

Cuando él cumpla sus dos mandatos, si trabaja bien, y así lo aprueban el Comité Central de nuestro Partido y el órgano supremo del poder del Estado, que es esta Asamblea de la que formamos parte, él debe mantenerse. Lo mismo que estamos haciendo ahora, él tiene que mantenerlo con su sustituto.  Terminando sus 10 años de Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, los tres que le quedan, hasta el Congreso, se queda como Primer Secretario para viabilizar el tránsito seguro y ahorrándonos aprendizajes del sustituto, hasta que se retire a atender a los nietos que ya tendrá —si es que no tiene alguno todavía—, ¿ya tienes nietos? Bueno, pues a los bisnietos, como yo, que tengo tres y viene uno por el camino (Risas). Eso es lo que pensamos.  Seguir leyendo LA MISIÓN DE CONTINUAR LA CONSTRUCCIÓN DEL SOCIALISMO. RAÚL CASTRO RUZ

TODOS CONOCEMOS LO QUE VALE LA UNIDAD. ERNESTO CHE GUEVARA

(Discurso a las milicias en Cabañas, Pinar del Río, 22 de enero de 1961. Publicado en Che Guevara, Proyecto editorial de Ocean Sur y el Centro de Estudios Che Guevara)

CUBA NO ACEPTARÁ AMENAZAS NI CHANTAJE DEL GOBIERNO DE LOS EE.UU. BRUNO RODRÍGUEZ PARRILLA

Discurso pronunciado por Bruno Rodríguez Parrilla, ministro de Relaciones Exteriores de la República de Cuba, en la sesión plenaria de la VIII Cumbre de las Américas, Lima, Perú, el 14 de abril de 2018, “Año 60 de la Revolución”

 

Bruno Rodríguez Parrilla
Bruno Rodríguez Parrilla, ministro de Relaciones Exteriores de la República de Cuba. 

 BRUNO RODRÍGUEZ PARRILLA / JUVENTUD REBELDE

Excelentísimo Señor Martín Vizcarra Cornejo, Presidente de la República del Perú;

Excelentísimos Señores Jefes de Estado y Gobierno:

Rindo homenaje al pueblo del Perú, al que nos unen entrañables lazos desde las guerras de independencia y en el esfuerzo común en salud o ante desastres naturales.

Sabemos que el pueblo peruano repudia las provocaciones contra la delegación cubana de los últimos días.

Expreso solidaridad y condolencias a la República del Ecuador, extensivas a familiares de los periodistas asesinados.

El cambio profundo en las relaciones hemisféricas que reclamó el presidente Raúl Castro Ruz en la pasada Cumbre, sencillamente, no ha ocurrido.

Nuestra América, martiana y bolivariana, conjunto de naciones, del Río Bravo a la Patagonia, unidas por un destino común en la búsqueda de su segunda y definitiva independencia, sigue siendo saqueada, intervenida y vilipendiada por el imperialismo norteamericano que invoca la Doctrina Monroe para ejercer dominación y hegemonía sobre nuestros pueblos.

Es una historia de guerras de conquista, despojo de territorios, invasiones y ocupaciones militares, golpes de Estado e imposición de sanguinarias dictaduras que asesinaron, desaparecieron y torturaron en nombre de la democracia y la libertad.  Una larga historia de rapaz expoliación de nuestros recursos.

Hoy existe el peligro del retorno al uso de la fuerza, la imposición indiscriminada de medidas coercitivas unilaterales, incluso, de golpes militares cruentos.

No debe subestimarse la gravedad de la declaración, arbitraria e injusta, de la República Bolivariana de Venezuela, cuna de la independencia latinoamericana y segunda reserva de hidrocarburos, como una amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional de la superpotencia.

La exclusión del presidente Nicolás Maduro Moros de esta Cumbre es una afrenta a todos los pueblos de Nuestra América y un retroceso histórico impuesto por el actual gobierno de los Estados Unidos.

Como voz de la hermana y heroica Venezuela, estamos aquí para defender su libre determinación y para reiterar la invariable solidaridad de Cuba con la unión cívico-militar bolivariana y chavista del pueblo venezolano, encabezada por su Presidente constitucional. Deseamos éxitos a la próxima elección presidencial en Venezuela.

A nombre de Cuba, invoco la Proclama de la América Latina y el Caribe como Zona de Paz, firmada por los Jefes de Estado y Gobierno en 2014.

No olvido tampoco la ausencia de Puerto Rico.

Recuerdo que las Malvinas son argentinas.

Hace pocas horas el gobierno de la República de Cuba condenó enérgicamente el ataque perpetrado por los Estados Unidos y algunos de sus aliados de la OTAN contra la República Árabe Siria.  Esta acción unilateral, ilegal, sin evidencias ni conclusiones de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, cuyo equipo busca pruebas en el terreno, constituye una flagrante violación de los principios del Derecho Internacional y de la Carta de las Naciones Unidas, que agudizará el conflicto en ese país y en la región.

Cuba rechaza firmemente el empleo de armas químicas y otras de exterminio en masa por cualquier actor y en cualquier circunstancia.

Nuestra América, con sus culturas e historia, el amplio territorio, la población y sus enormes recursos, puede desarrollarse y contribuir al equilibrio del mundo; pero es la región con la más desigual distribución de la riqueza del planeta.

El 10% más rico amasa el 71% de la riqueza y, en dos años, el 1% de la población tendrá más que el 99% restante.  Carecen los pueblos de acceso equitativo a la educación, la salud, el empleo, el saneamiento, la electricidad y el agua potable.

Solo avanzaremos mediante la integración regional y el desarrollo de la unidad dentro de la diversidad que condujo a la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

Los hechos recientes demuestran que la OEA y especialmente su Secretario General son meros instrumentos de los Estados Unidos.

Ahora, el objetivo es restablecer la dominación imperialista, destruir las soberanías nacionales con intervenciones no convencionales, derribar a los gobiernos populares, revertir las conquistas sociales y reinstaurar, a escala continental, el neoliberalismo salvaje.  Para ello se utiliza la lucha contra la corrupción como un arma  política; los fiscales y jueces actúan como “partidos políticos”, y se impide a los electores votar por candidatos con fuerte apoyo popular, como es el caso del Presidente, preso político, Luiz Inácio “Lula” da Silva, cuya libertad demandamos.

Se oculta aquí que la corrupción prevalece entre gobernantes, parlamentarios y políticos conservadores y en los sistemas electorales, en los bancos del Norte, donde ocurre el lavado de activos financieros, incluso, provenientes del narcotráfico; en las transnacionales que sobornan, en las leyes y modelos políticos corruptos, por naturaleza, al basarse en el dinero, en los “intereses especiales” corporativos.

Se manipula a las personas a partir de la propiedad privada monopólica sobre los medios de comunicación y las plataformas tecnológicas.

En las campañas electorales no hay límites éticos, se promueve el odio, la división, el egoísmo, la calumnia, el racismo, la xenofobia y la mentira; proliferan tendencias neofascistas y se prometen muros, militarización de fronteras, deportaciones masivas, incluso de niños nacidos en el propio territorio norteño.

En el hemisferio aumentan las violaciones masivas, flagrantes y sistemáticas de los derechos humanos civiles y políticos, y económicos, sociales y culturales de cientos de millones de seres humanos que no hablan ni asisten a estas cumbres.

¿De qué democracia y valores se habla aquí?, ¿de los del presidente Lincoln o del “sueño” de Martin Luther King, que enaltecerían al pueblo estadounidense, al que nos unen vínculos indisolubles?, ¿o de los de Cutting, los que  provocaron la guerra con México y la extirpación de su territorio, o de los del supuesto “antisistema” extremista conservador que gobierna hoy en los Estados Unidos de América?

Cuba no aceptará amenazas ni chantaje del gobierno de los Estados Unidos. No desea la confrontación, pero no negociará nada de sus asuntos internos, ni cederá un milímetro en sus principios.  En defensa de la independencia, la Revolución y el socialismo el pueblo cubano ha derramado su sangre, asumido extraordinarios sacrificios y los mayores riesgos.

Los progresos alcanzados en los últimos años en las relaciones bilaterales, basados en la absoluta igualdad soberana y en el respeto mutuo, que ahora se revierten, mostraron resultados tangibles y que la convivencia civilizada, dentro de las profundas diferencias entre los gobiernos, es posible y beneficiosa para ambos, y para todos en el hemisferio.

El bloqueo y la persecución financiera se endurecen, provocan privaciones a nuestro pueblo y violan los derechos humanos, pero crece también el aislamiento del gobierno estadounidense en todo el mundo, en la propia sociedad estadounidense y en la emigración cubana, respecto a esa política genocida, obsoleta y fracasada.

Aumenta igual la repulsa internacional a la ocupación de nuestro territorio en Guantánamo por la Base Naval y el Centro de detención y tortura enclavado en ella.

Sufre total descrédito el pretexto para reducir el personal de las Embajadas y afectar el derecho a viajar de los cubanos y de los estadounidenses.

El próximo 19 de abril, en el año 150 de nuestras luchas de independencia, con la constitución de una nueva Asamblea Nacional del Poder Popular culminarán las elecciones generales. Las cubanas y cubanos, especialmente los más jóvenes, estrechamente unidos al Partido, que es el Partido de la Nación, fundado por Martí y por Fidel; junto a Raúl, conmemoraremos firmes, seguros y optimistas la victoria contra la agresión mercenaria de Playa Girón.

Muchas gracias.

(Versiones Taquigráficas – Consejo de Estado)

PARA QUE LA PATRIA SIGA SIENDO LIBRE. RAÚL CASTRO RUZ

Discurso pronunciado por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en la ceremonia de condecoración efectuada en el Capitolio, el 24 de febrero de 2018, “Año 60 de la Revolución”. (Versiones Taquigráficas - Consejo de Estado)

General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros
General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros. FotoEstudios Revolución.

Compañeras y compañeros:

Conmemoramos hoy, 24 de febrero, el  aniversario 123 del reinicio de la Guerra de Independencia convocada por José Martí.

El profundo significado de esta fecha marcó el punto de madurez y cristalización del proyecto elaborado por Martí, quien para conducirlo y hacerlo realidad fundó el Partido Revolucionario Cubano.

Cuando todo parecía perdido, su capacidad de hallar una alternativa y sobreponerse ante cualquier revés, lo llevó a convocar al pueblo a un esfuerzo definitivo: la guerra que creyó necesaria cuando la consideró inevitable.  En todo momento apeló a la unidad nacional, articulando las mejores tradiciones del pasado, sin omitir a ninguno de los que estuvieron dispuestos al sacrificio y a dar la vida por la causa superior.

Un mes después, el 25 de marzo de 1895, en Montecristi, República Dominicana, Martí suscribió con el Mayor General Máximo Gómez el Manifiesto que estableció el alcance y los propósitos de la lucha.  Juntos partieron hacia Cuba para sumarse al empeño libertador, desembarcando por Playitas de Cajobabo el 11 de abril.  Pocos días antes lo había hecho el Mayor General Antonio Maceo por Duaba.

Como señalara Fidel al conmemorarse un siglo de la Guerra de los Diez Años, “Martí recogió las banderas de Céspedes, de Agramonte y de los héroes que cayeron en aquella lucha y llevó las ideas revolucionarias de Cuba en aquel período a su más alta expresión”.

Ninguna mejor ocasión que esta para otorgar el título honorífico de Héroe del Trabajo de la República de Cuba, como justo reconocimiento a la obra de una vida entera consagrada a la Revolución, a tres valiosos compañeros que ya atesoran la honrosa condición de Héroes de la República de Cuba. Me refiero a José Ramón Machado Ventura y a los comandantes de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez y Guillermo García Frías.

De Machado Ventura podría destacar que inició sus actividades contra la tiranía cuando estudiaba Medicina en la Universidad de La Habana. Hace 65 años participó en la primera Marcha de las Antorchas, en enero de 1953.

En 1957 se unió al Ejército Rebelde en la Sierra Maestra, participó en varios combates como médico y guerrillero. Fue fundador del II Frente; allí organizó y dirigió el Departamento de Sanidad Militar hasta el final de la lucha, donde fue herido en acciones combativas. Desarrolló una amplia red de hospitales y dispensarios de campaña que prestaron servicio no solo a los combatientes, sino también, y fundamentalmente, a la población de la zona, que en muchos lugares veían por primera vez un médico en persona.

Al triunfar la Revolución fue nombrado jefe de los Servicios Médicos de La Habana y de las FAR y luego Ministro de Salud Pública.

Es fundador del Partido Comunista de Cuba y en 1975 fue elegido miembro de su Buró Político. Fue Primer Secretario del Partido en varias provincias.

Desde el 2011 se desempeña como Segundo Secretario del Comité Central. Es Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros.  Seguir leyendo PARA QUE LA PATRIA SIGA SIENDO LIBRE. RAÚL CASTRO RUZ

«AQUÍ ESTAMOS Y ESTAREMOS, LIBRES, SOBERANOS E INDEPENDIENTES»: RAÚL CASTRO RUZ

RAÚL CASTRO
Foto: Estudios Revolución

Discurso pronunciado por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en la clausura del X Período Ordinario de Sesiones de la VIII Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en el Palacio de Convenciones, el 21 de diciembre de 2017, «Año 59 de la Revolución». (Versiones Taquigráficas-Consejo de Estado)

Compañeras y compañeros:

Me corresponde realizar las conclusiones del último Período Ordinario de Sesiones de la VIII Legislatura de la Asamblea Nacional. En esta oportunidad abordaré varias temáticas del acontecer nacional e internacional.

Entre los días 8 y 10 de septiembre el país fue azotado por el huracán Irma, calificado como el evento meteorológico más poderoso y violento de la historia del Atlántico, que impactó, en mayor o menor medida, a 12 provincias con fuertes vientos, lluvias intensas y severas inundaciones costeras.

A pesar de las ingentes acciones acometidas para salvaguardar a la población, que abarcó la protección de más de un millón 800 mil personas, tuvimos que lamentar la pérdida de 10 compatriotas. Más de 179 mil viviendas resultaron afectadas y se produjeron significativos daños en las infraestructuras, edificaciones del sistema nacional de salud, centros docentes, la agricultura, industria azucarera, instalaciones turísticas y en las comunicaciones. Por vez primera se produjo la interrupción del sistema eléctrico nacional en todo el país.

En resumen, los daños ocasionados por el huracán Irma fueron cuantificados en 13 mil millones 185 mil pesos, cifra calculada a partir de la paridad del peso con el dólar norteamericano.  Seguir leyendo «AQUÍ ESTAMOS Y ESTAREMOS, LIBRES, SOBERANOS E INDEPENDIENTES»: RAÚL CASTRO RUZ