Si WhatsApp quiere contribuir con la democracia, que entregue los metadatos de la elección

NINA FIDELES Y MAYARA PAIXAO
“El debate electoral en Brasil fue anulado, nadie discutió nada, es una situación atípica que va a dar mucho trabajo para deconstruir”. La frase es del sociólogo Sérgio Amadeu, en respuesta al papel de las redes sociales en las elecciones de 2018 en Brasil.
Amadeu, profesor de la Universidade Federal do ABC, Doctor en Ciencias Política por la Universidad de Sao Paulo y defensor del software libre, estuvo en los estudios de Brasil de Fato, para participar en el programa No Jardim da Política.
En la entrevista, el científico social analiza el papel de las redes sociales, en especial de WhatsApp, en las elecciones de este año, y lo compara con el proceso electoral que llevó a Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos en 2016. Amadeo habla sobre las características de las organizaciones de derecha y la influencia internacional que han adquirido recientemente.
Sobre el papel de WhatsApp en la política brasileña actual, el autor del libro digital Tudo Sobre Tod@s: redes digitais, privacidade e venda de dados pessoais, dijo: “Si el WhatsApp quiere contribuir a una democracia efectiva, que entregue los metadatos de los dos meses en que se produjeron esas elecciones”.
A continuación, la entrevista en su totalidad.
¿Cómo evalúa el uso de WhatsApp en las elecciones y qué maneras hay de contener los “fake news”?
Lo que sucedió en Brasil fue un proceso de deconstrucción de los parámetros de la realidad. Esto ya había ocurrido en la elección de Donald Trump, en Estados Unidos. Un grupo nuevo de la extrema derecha norteamericana considera que el capitalismo no se desarrolla correctamente porque existe un predominio en todo el mundo de lo que ellos llaman “marxismo cultural”. Ellos se colocan en posición de lucha contra el sistema y, obviamente, lo que usan para ello no es razonable ni históricamente sostenible, entonces se proponen destruir el debate y trabajar con dogmas. Lo hicieron en una parte de los Estados Unidos, en la elección de Trump, y funcionó.
En Brasil, lo que ocurrió fue que durante el proceso del golpe se destruyeron los parámetros de la realidad. Es obvio que los políticos son complicados, y que el PT es un partido que tiene gente que se vinculó con la corrupción. Ahora, transformar al PT en el partido más corrupto de Brasil, es perder la noción de la realidad. Con sólo mirar cualquier indicador, se logra apreciar que la corrupción es estructural en la elite brasileña y está en el poder judicial, además de ser alimentada, principalmente, por partidos de derecha. El PT se resistió mucho contra la corrupción y eso se puede demostrar.
Quien ayudó en ese proceso fue O Globo, el núcleo duro del tucanato (apelativo a los miembros del PSDB), (Rodrigo) Janot. Ellos no percibieron la nueva derecha que se aprovechaba de eso mejor que ellos. WhatsApp entró en los grupos con técnicas de big data dirigida a personas específicas con un cierto sesgo. Este preconcepto fue amplificado y la gente empezó a recibir información con “caritas bonitas”, pero los textos eran hechos por profesionales que inoculaban quirúrgicamente el odio gracias a los datos comprados en el exterior.
Si el WhatsApp quiere contribuir con la democracia, que entregue los metadatos de los dos meses en que se produjeron esas elecciones. No quiero saber lo que la gente ha hablado y cuál es el contenido de los mensajes, sólo quiero ver los datos disparados desde el exterior. No los entregan porque están protegiendo a esos grupos que asaltaron y contaminaron las elecciones en Brasil, y eso, la gente lo necesita saber. No estoy diciendo que no hay fascismo en Brasil, que no existen grupos de extrema derecha, que no exista un antipetismo. Pero eso se catapultó con una ola que nunca se vio venir. El debate electoral fue anulado, nadie discutió nada, e hicieron esa acción. Es una situación atípica que va a dar mucho trabajo deconstruir.
¿Fue preparado el camino y Bolsonaro se aprovechó de eso?
Él tomó la hegemonía. El núcleo duro del golpe no incluía a Bolsonaro. Bolsonaro es un sujeto execrable que no era tomado en serio, pero él movilizó el fascismo en Brasil. Esta derecha estadounidense conocida como alt-right o derecha alternativa, tiene un proyecto de poder mundial para radicalizar el neoliberalismo y, desde el punto de vista político, es la Dark Enlightment, una Ilustración hacia la oscuridad. Quiere destruir los parámetros de la razón.
Estos chicos tienen un proyecto de hegemonía, y usan ese término incluso. El libro Kill All Normies (Muerte a los normies: Las guerras culturales en internet que han dado lugar al ascenso de Trump y la alt-right), de la investigadora estadounidense Angela Nagel, estudia la forma en que funciona la derecha alt-right.
No es una disputa donde aparece un político desaliñado y devoto de los datos falsos, condenado a perder votos. La realidad tiene que ser destruida desde el punto de vista simbólico para que ese político, sea el que sea, tenga oportunidad en el debate. Para destruir los derechos que se alcanzaron en Brasil, tienen que convencer a las personas de que lo que tienen es malo. Cuando no se puede convencer, entonces el camino es subvertir los hechos con mentiras, “kit gay” (como llama Bolsonaro al proyecto “ escuelas sin homofobia”) y persecución.
¿Por qué Sergio Moro, que no era del grupo del Bolsonaro, se convirtió en un converso? Porque él se adecuó. Él es una correa de transmisión que sirve para destruir la economía nacional. Ahora va a perseguir a los sindicatos y a las universidades, que son los centros que van a ofrecer resistencia a esa política de desmontaje del país. Seguir leyendo SERGIO AMADEU: “BOLSONARIO DESTRUYÓ LOS PARÁMETROS DE LA REALIDAD EN BRASIL”