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LA MEMORIA (TAMBIÉN) ES UN CAMPO DE BATALLA SIMBÓLICA. FERNANDO BUEN ABAD DOMÍNGUEZ

Memorándum sobre los olvidos funcionales

FERNANDO BUEN ABAD DOMÍNGUEZ

buen abad 1Entre los planes de toda dominación, económico-cultural, ocupa un lugar de privilegio la usurpación simbólica incluso en los campos de la identidad y de la memoria. Nunca será fácil someter a un pueblo que tenga “fresco” en su recuerdo, el bagaje histórico de las luchas con sus derrotas y sus victorias. No es que sólo de recuerdos viva la especie humana y tampoco que los archivos mnemotécnicos, por sí solos, salven a los pueblos de las tragedias opresoras. Pero es seguro que las batallas en los campos simbólicos de la memoria son decisivos no sólo por la cantidad sino por su calidad movilizante y su oportunidad coyuntural. Es urgente re-politizar a la memoria.

También es preciso emancipar a la memoria de todas las emboscadas ideológicas que pretenden reducirla a sólo “archivo muerto”, “ocioso” y “estorboso”, capricho de la imaginación “solipsista”. No es suficiente la “memoria activa” si no es, específicamente, memoria crítica y descolonizadora. Recordar por recordar comporta el peligro de las nostalgia boba. Recordar es una parte de la producción de sentido donde entran en juego todas las formas de la memoria que no sólo es repertorio de “retratos mentales” quietos. La memoria opera en toda la red de los sentidos, objetivos y subjetivos. Umberto Eco, en algunos temas desmemoriado, entendía que uno recuerda rostros, aromas, fechas, frases, gestos, afectos, texturas… pero, por más que se las ingenien para que así parezca, ninguna memoria es puramente individual. El recuerdo expresa al conjunto de las relaciones sociales y en ellas los modos y los medios de la producción económica e ideológica.

Nada tiene la memoria de “enciclopédica” per se, no es un plan armado por coleccionistas organizadores de saberes. Es mucho más parecida a un “collage” (no caprichoso) que cobra sentido sólo en el sentido de la dialéctica social desde el epicentro de esas contradicciones internas que la convierten en “cultura de masas”, “comics”, letras de canciones, mitos cinematográficos, éxitos de propaganda, obsesiones de educación religiosa… a fuerza de emociones que dan adherencia a los fanatismos. Tales contradicciones internas son la presión sanguínea de un cierto metabolismo ideológico, siempre con pronóstico reservado, según la trama en que se activan o manipulan los recuerdos. Sólo con luchas emancipadoras a conciencia, se recupera la memoria crítica de sí y del contexto, porque sin cuerpo político, sin poder social emancipador, pensamientos y recuerdos se quedan en la infancia o la adolescencia de tipo museísticos y contemplativos. Ésta es quizás la parte más revolucionaria de una semiótica emancipadora de la memoria, donde las fuerzas del recuerdo se vuelven movilizadores y marcan la vida simbólica de los pueblos que, al final, se revitaliza en clave abolicionista contra toda manipulación, usurpación o degeneración de la memoria.

A la burguesía le gusta jugar con la memoria para homenajearse a sí misma, convirtiéndose en añoranza profunda que se nos inserta como “recuerdo del futuro” inexistente. Inventaron “épocas de oro” para inocularnos ensoñaciones e ilusionismos nostálgicos, para hacernos sentir que perdimos esa “tierra prometida” que nunca tuvimos. Nos hacen sentir tristeza y ansias para rescatar, compulsivamente, la época en que todo fue “prospero”, abundante y feliz… con una especie de memoria taxi que nos lleva hacia lo que nunca existió pero que está ahí, motorizado por películas, cancioneros, museos y baratijas ideológicas de moda. Si “todo tiempo pasado fue mejor” estamos fritos. Lo peor no ha “pasado”, lo “mejor” no ha existido (más que para unos cuantos) y la memoria es, en manos de la ideología dominante, mercancía del capricho hegemónico. La realidad de los seres humanos simplemente empeora: más hambrunas, más desempleo, más inflación, más pobreza… menos futuro bajo el capitalismo. ¿Alguien lo recuerda?

Un lugar específico (no exento de necesidad crítica y autocrítica) ocupa el estudio científico de las patologías de la memoria. El repertorio es muy amplio, y con excepciones, estudiado bajo muchas limitaciones, voluntarias e involuntarias. No será aquí donde se pueda profundizar con solvencia esa revisión. Lo que sucede en el campo de las “enfermedades de la memoria” contiene desorientación, dudas y cuestionamientos que debemos elaborar y profundizar como contribución teórica en un área tan sensible que, más de una vez, ha sido estancia de los peores experimentos en la guerra psicológica orquestada por el imperio. Recordemos Hiroshima y Nagasaqui y la manipulación “clásica” sobre cuánto de nosotros es “propio” y cuánto producto de la manipulación simbólica fabricado por la cultura dominante aunque, a veces, lo “olvidemos”. Algunos sueñan con que el único sentido de nuestras vidas opere como respuesta a una suma de “recuerdos” inducidos por cierta capacidad de compra. Memoria del consumismo fabricada en laboratorios de semiótica burguesa.

Dicen algunos que la memoria es un “género de ficción”. Eso supondría que hay un “autor”, demiurgo de memorias al antojo de las circunstancias o las conveniencias. Como los publicistas. Pero eso sería cierto en una definición del individualismo que ignorara el peso de la Historia sobre la memoria con los lenguajes, las arquitecturas, los modos de producción y las relaciones de producción. Al otro lado del conflicto, en el campo de Batalla que, también, es la Memoria, está el bastión del amor (única fuerza capaz de reconciliarnos con nosotros mismos decía Breton) y todas sus expresiones. En el amor no mercantil, que genera tantas memorias, está la fuente de lo mejor de nosotros mismos, la base de toda idea de futuro, la clave de un humanismo de lo concreto y de nuevo género. Algo que está muy presente en nuestras vidas, que lucha contra las tinieblas ideológicas (falsa consciencia) imperantes. Principio fundamental y programa de lucha emancipador para recuperar a la memoria y ponerla a salvo de nuestro propio olvido.

Mucho cuidado. En memoria de “grandes luchas” y “grandes luchadores” se han cometido equivocaciones inmensas. Bajo la cualidad aparente del “homenaje” memorioso a personas o eventos, puede habitar una no poco tendenciosa usurpación simbólica que termine desplazando a los hechos concretos y los convierta en despojos anecdóticos para condimentar discursos ampulosos o charlas en cocteles diplomáticos. Un día, por fin, las fuerzas de la epistemología y la pedagogía comprometidas con la multidisciplina y la política emancipadoras, resarcirán el papel de la memoria en la construcción del sujeto social crítico hoy cercenado de los modelos educativos. Harán lugar a una Semiótica para la Emancipación inserta, también, en la revolución de las consciencias. Y eso es urgente, no lo olvidemos.

 

 

¿QUÉ PASÓ EN BOLIVIA? APUNTES SOBRE GUERRA SIMBÓLICA. JOSÉ NEGRÓN VALERA

JOSÉ NEGRÓN VALERA

José Negrón Valera«La gente no vota por realidades sino por expectativas»… es una ley del márquetin electoral. Usualmente se les paga muy bien a los consultores solo para decir esa frase en conferencias. Lo dramático es que tienen razón. Aunque casi nunca explican el por qué ocurre esto.

Bolivia lo vuelve a confirmar

Durante la presidencia de Evo Morales Bolivia logró reducir la pobreza a la mitad. Fue el país que más creció en Latinoamérica en los últimos años, logró una redistribución de la pobreza y el respeto a las identidades locales de poblaciones históricamente excluidas. No le sirvió de nada. ¿Por qué? Porque se subestima el poder del imaginario colectivo.

Con Chávez ocurrió algo similar. Nunca antes en Venezuela se vivió tal nivel de bienestar como el que se alcanzó en el periodo entre 2006 y 2012. Miles de venezolanos, la mayoría de ellos opositores a la revolución bolivariana, viajaron por el mundo con dólares preferenciales producto de la bonanza petrolera de esos años.

Mejoraron su posición económica, adquiriendo viviendas y automóviles, producto de las políticas de créditos sociales y del enorme poder adquisitivo del bolívar. Aun así, nunca cambiaron su opinión adversa al presidente venezolano.

¿Qué pasó? Por qué las realidades de bienestar concreto, real, vivido, no permiten a las personas cambiar sus percepciones. Por qué, por ejemplo, son capaces de seguir atadas al discurso ‘antisocialismo’, aun cuando tiene en sus manos pruebas concretas de la eficacia de dicho sistema.

La clave está en lo inmaterial

En la novela Reyes y dinosaurios se describe la manera en que se diseñan los programas de ingeniería social disfrazados de programas gubernamentales, tendencias filosóficas y movimientos artísticos. En un fragmento de dicha obra uno de los agentes encargados de pensar cómo los símbolos pueden ser usados para derrocar Gobiernos comenta sus hallazgos:

«Había dado con el entendimiento cierto sobre la dimensión omnipresente del poder. Aquel cuya imposición no es visible. Aquel que actúa sin la figura del represor, sino a través de su sospecha, por intermedio de la intuición, de lo que sobrevendrá. (…) Usa el miedo para cohesionar su legión, pero no a través del miedo a perder, sino a dejar de-ser-eso-que-se-les-ha-prometido. Perfeccionó e hizo herramienta útil la muy patrocinada necesidad de pertenecer a la élite. La gente gusta de estar en grupos, pero no en cualquier grupo, sino en aquel que es más manada que el resto, aquel que come el pasto verde mientras los otros se conforman con la sal y la melaza. Hizo suyo el mito colonial, la segregación de las castas y los linajes, institucionalizó la subordinación e hizo del eurocentrismo su núcleo, su meca a la cual voltean y doblan sus rodillas el resto de ansiosos aspirantes. Los que desean adorar, los que temen no embarcarse en el tren que los conducirá hacia otra clase de existencia, los que temen que el mundo siga su marcha y los deje atrás. (…) Crea una élite, un estamento que obedece y que olvida su pasado, su origen, el vientre materno, los juegos triviales; les borra el rastro de vuelta y los convierte en esclavos, en los edulcorados y muy eunucos ciudadanos del mundo, donde no hay patria y el arraigo avergüenza, donde la tradición huele a derrota y los ancestros saben a metal, a oxidado metal, a pesados grilletes».

Los dos símbolos más potentes que se utilizaron para modelar las sociedades latinoamericanas fueron el discurso religioso y el mito del progreso. Perder «eso-que-se-les-ha-prometido» se concreta, literalmente, en el miedo a no alcanzar el American Way of Life, de la maquinaria propagandística, pero también a evitar la castradora culpa del ‘pecado original’ católico.

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CHERNÓBIL. JULIO MARTÍNEZ MOLINA


CHERNÓBIL 1

JULIO MARTÍNEZ MOLINA

julio-martinez-molinaDurante el siglo XX tres hechos trágicos fundamentales vinculados al factor nuclear estremecieron al planeta. De los dos primeros, el responsable directo fue el gobierno de los Estados Unidos, cuyo presidente, Harry S. Truman, ordenó lanzar los bombardeos atómicos sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki el 6 y el 9 de agosto de 1945, respectivamente.

Más de 120 mil personas muertas -de una población de 450 mil-, además de otras 70 mil heridas y la destrucción instantánea de la ciudad casi en su totalidad provocó la bomba en Hiroshima. En Nagasaki asesinó a  50 mil inocentes -de una población de 195 mil habitantes- y causó más de 30 mil heridos. A dichas víctimas precisa sumarse las derivadas, a lo largo de años y décadas posteriores, de los efectos de la radiación nuclear.

El bombardeo atómico contra civiles en ambas urbes niponas constituye el genocidio más atroz, bárbaro e injustificado de la historia de la humanidad. Estados Unidos guarda la deshonra indeleble de ser el único país del mundo en haber empleado el poder nuclear contra una población civil.

El tercer hecho aludido en el primer párrafo, sin parangón con los dos anteriores en razón del carácter alevoso y taimado de aquellos, es el accidente en el reactor RBMK # 4 de la planta de Chernóbil, Ucrania, el 26 de abril de 1986, originado por el error humano; no por razones intencionales. Dos motivos básicos concatenados viabilizaron la explosión: el primero, de relieve mayúsculo, tanto la desidia y falta de profesionalidad de la dirección al mando de los controles aquella fatídica madrugada, como de los directivos centrales de la propia planta; y el segundo, la inobservancia en el diseño de ese tipo de reactores de todos los requisitos establecidos para instalaciones similares a lo largo del resto del mundo, fundamentalmente la carencia de un edificio de contención.

De acuerdo con los datos oficiales conclusivos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) de Naciones Unidas, hubo 31 muertes directas por el accidente, a las que se sumaron otras 4 mil como consecuencia del suceso. Decenas de miles de personas sufrieron efectos, a distinto grado. Entre 1990 y 2011, Cuba atendió a 26 mil 114 víctimas (el 84 por ciento de estas niños ucranianos, bielorrusos y rusos), en diferentes áreas médicas. De 1998 a 2011 una brigada de doctores cubanos atendió aproximadamente a seis mil personas, cada año, en la ciudad de Evpatoria, Crimea. Dicho programa de asistencia médica integral masiva y gratuita, respuesta solidaria de nuestro país a solicitudes de organizaciones sociales de la Unión Soviética, fue silenciado por los grandes consorcios mediáticos corporativos encargados de escribir la historia que le conviene a los ejes de poder.

Es algo que también suelen hacer los emporios audiovisuales, los cuales hallan su camino todavía más abierto cuando en los propios países donde se suscitan los hechos no se toman las iniciativas para emprender la realización de materiales que reflejen sus circunstancias de la forma objetiva. Así, se comprende mejor el surgimiento de una miniserie como Chernóbil (Chernobyl, 2019), coproducción entre la cadena norteamericana HBO y la británica Sky, propiedad del ultrarreaccionario magnate australiano de las comunicaciones Rupert Murdoch.

CHERNÓBIL 3

A resultas, sobre la serie basada en el libro Voces de Chernóbil, escrito por la periodista y escritora bielorrusa Svetlana Alexievich, Premio Nobel de Literatura conocida por su postura adversa a la Unión Soviética y su lapidario axioma “el comunismo es el opio de los intelectuales”, gravitan dos signos contradictorios: la calidad técnica y narrativa marca de fábrica del sello estadounidense y la decisión irrenunciable -del primero al quinto episodios, pero sobre todo en los dos últimos- de introducir una tesis política y contribuir a la satanización de todo cuanto se relacione con el universo socio-político-económico soviético, contextualizado ello dentro de la actual y muy poderosa tendencia del audiovisual occidental hacia la demonización rusa. No sería fútil recordar aquí que, desde el imaginario forjado por los materiales de las casas productoras de Occidente situadas en la misma línea de pensamiento instaurada por los poderes hegemónicos, Rusia representa la continuación directa de la Unión Soviética; no importan las sustanciales diferencias entre ambos modelos.

De tal, los notables valores de producción de Chernóbil tienden a languidecer ante su imperiosa necesidad de mensaje, expresada en un irrefrenable ataque a la URSS en todos los costados (dirigencia, ética -ese dirigente partidista del episodio 2 que humilla y se burla de la científica, en cuyo pleno rostro apura un trago por “los obreros del mundo”; ese villano de manual, puro cartón, al frente de la KGB; esos burócratas y redomados mentirosos del Kremlin-, explotación de estereotipos -zafiedad y alcoholismo de los rusos-, honestidad política -la matriz fundamental injertada por la serie es que la Unión Soviética vivió en su totalidad a base de mentiras, algo muy curioso proveniente de un material facturado en los Estados Unidos, imperio consolidado a base del sofisma y cuyo equipo directivo actual es el culmen de la falsía-; estructuras de poder…), lo cual le quita hierro a la pieza, al demeritarla por su proclividad a la inducción.

Resulta pueril que en una obra que en diferentes apartados exude redondez artística, en el capítulo 4 ubique a la KGB en posición de decidir el mismísimo camino nuclear de la Unión Soviética; si bien esto no resulte nada gratuito, en tanto ha sido resorte esencial de la propaganda occidental anti socialista la impugnación de los aparatos de seguridad e inteligencia de los países de Europa del Este y su calificación como sistemas diabólicos, sanguinarios y hasta supraestatales, aunque en realidad ninguno se comparó ni de lejos con otros como los norteamericanos e israelí, por citar dos ejemplos. Seguir leyendo CHERNÓBIL. JULIO MARTÍNEZ MOLINA

«CAPITÁN AMÉRICA, MI FUTURO DEPENDE DE TI» Por ABEL PRIETO

capitán américa

ABEL PRIETO

ABEL 2El ministro de Cultura venezolano, Ernesto Villegas, ha estado llamando la atención sobre el empleo por la oposición antichavista de símbolos yanquis en marchas y manifestaciones. La bandera de EE. UU., efigies del Tío Sam, réplicas de la Estatua de la Libertad y hasta personajes de la industria del entretenimiento han desfilado para protestar contra el gobierno legítimo del Presidente Maduro, apoyar a Guaidó y hacerles el juego a los yanquis.

El propio Bolton comparó cínicamente la operación contra Venezuela con el estrangulamiento letal que practica el personaje de La guerra de las galaxias Darth Vader, para liquidar a sus adversarios.

Villegas circuló una foto muy impactante: un opositor de apariencia humilde marcha con su hijo sobre los hombros. El niño, de unos 6 o 7 años, va disfrazado de «Capitán América», un superhéroe yanqui muy popular. El manifestante lleva además un cartel rústico que reza: «Capitán América, mi futuro depende de ti.»

El personaje del Capitán América nació en un antiguo cómic de la época de la II Guerra Mundial y se enfrentaba por entonces a malvados del Eje Roma-Berlín-Tokio. Representaba obviamente a los EE. UU. y llevaba los colores de la bandera en el traje y el escudo.  Renació luego en series y películas y tuvo otros enemigos, aunque sin perder la apariencia patriotera de su indumentaria.

El patético llamado del manifestante antichavista puede brotar de la ingenuidad, de la frecuente confusión entre realidad y ficción que se da en consumidores hipnotizados de subproductos hollywoodenses o del impulso terrible de reclamar metafóricamente la intervención militar de EE. UU. en su país. ¿Quién sabe?

¿Actuó este manifestante tan fascinado por el Capitán América por su propia voluntad? ¿O tuvo algún patrocinador? ¿Alguien que pagó el disfraz del niño y los contrató (al padre y al niño) para participar en la marcha?

De todos modos, el mensaje del cartel «Capitán América, mi futuro depende de ti» nos produce inquietud, zozobra, lástima, repugnancia. Y es que revela el efecto tan hondo y devastador de la maquinaria de dominación cultural sobre la subjetividad de la gente. Si ese hombre de pueblo (digamos que es eso: un hombre de pueblo) decidió hacer un doble llamado al Capitán América, por vía del disfraz de su hijo y del cartel, es un ejemplo digno de estudio.

Se ha dicho que uno de los triunfos más notables de la manipulación reaccionaria a través de los medios tradicionales y los más novedosos es precisamente la gestación del «pobre de derecha».

Una exótica criatura que vota contra sí misma, contra su familia, contra su clase, contra sus propios intereses. A la hora de definirse políticamente, lo hace por sus opresores, por aquellos que la explotan y desprecian, por los que han explotado y despreciado a sus antecesores generación tras generación.

No se trata lamentablemente de una criatura tan rara y exótica. Ha habido triunfos electorales de la ultraderecha en nuestra región gracias al voto de sectores populares. Se ha traicionado la llamada «democracia», es cierto, y ha habido fraudes, trucos, «falsas noticias», difamación reiterada de otros candidatos, todo tipo de trampas. Pero, aunque nos duela, hay que reconocer que el mensaje engañoso de la ultraderecha ha sido escuchado entre las víctimas más sufridas del sistema.  Seguir leyendo «CAPITÁN AMÉRICA, MI FUTURO DEPENDE DE TI» Por ABEL PRIETO

EL ARTE DE LA GUERRA: CÓMO FABRICAR AL ENEMIGO. RAÚL ANTONIO CAPOTE

La popular serie Masha y el Oso cuenta con más de cuatro millones de suscriptores en su canal en inglés de YouTube y supera los 17 millones en su versión rusa.

En los días de la Guerra Fría, las truculentas historias sobre la Unión Soviética que se narraban en los populares comics estadounidenses, en las películas de Hollywood o en las series de televisión, hacían temblar a la gente. La construcción simbólica negativa del comunismo, hecha por los grandes medios de comunicación capitalistas, condicionaron la manera de pensar de amplias capas de la población mundial.

Cada vez que se necesitaba manipular a los tranquilos burgueses de Europa o de Estados Unidos, se les atemorizaba con el grito «vienen los rusos».

A más de 30 años de finalizada la Guerra Fría, en este siglo XXI de reacomodo de las potencias, de lucha por los mercados, de desequilibrio mundial, la vieja tradición de amenazar, como en los cuentos infantiles, con el grito de que viene el lobo, vuelve a ponerse de moda contra Rusia, China, Venezuela, Nicaragua y Cuba. Otros entran y salen, quedan en suspenso por un tiempo o son satanizados sin piedad cuando el poder global del capitalismo necesita un enemigo.

La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, en noviembre de 2017 acusó a Rusia y a China de «campaña sostenida de espionaje cibernético», incluida la intromisión en las elecciones. May también acusó a la Federación Rusa de publicar noticias falsas e imágenes fotográficas trucadas para «sembrar discordia» en Occidente y «minar» las instituciones democráticas.

Un informe de Morten Bay, de la Universidad del Sur de California, señala que detrás del fracaso de la nueva entrega de La guerra de las galaxias, Los últimos Jedi, está el Kremlin y los «trols rusos», con sus comentarios negativos sobre la cinta, lo que según ellos la hizo perder rating.

El diario británico The Times ha recabado la opinión de una serie de académicos y críticos que aseguran que la popular serie de dibujos animados Masha y el Oso es una herramienta de propaganda del Kremlin para influir en los niños británicos, según un artículo firmado por Mark Bridge. En opinión de Priit Khybemyagi, de la Universidad de Tallin, Estonia, el Oso pretende «cambiar la imagen de Rusia en la mente de los niños». «Es parte de la maquinaria de propaganda del país», opina Anthony Glees, de la Universidad de Buckingham, Reino Unido.

La popular serie cuenta con más de cuatro millones de suscriptores en su canal en inglés de YouTube y supera los 17 millones en su versión rusa. Además, cuenta con un total de más de 40 000 millones de visitas en sus 13 canales –en distintas lenguas– dentro de la plataforma de videos.

El diario The New York Times publicó un extenso artículo en el que se afirmaba que los servicios de inteligencia de China y de Rusia escuchan las conversaciones que mantiene Donald Trump a través de sus teléfonos personales.

El Washington Post publicó a finales de diciembre una información falsa sobre un presunto hackeo por parte de hackers rusos de la central eléctrica del estado de Vermont, una noticia que luego se apresuró a desmentir.

Otra fake news apunta: «El FBI ha determinado que desde el número 55 de la calle Savushkina, en un moderno centro de negocios de San Petersburgo, Kaverzina, un oscuro grupo de conspiradores, dirigían desde 2014 la gran máquina de las fake news, la punta de lanza de la injerencia electoral rusa que investiga el fiscal especial, Robert Mueller, el cual emprendió una guerra de información destinada a generar desconfianza hacia los candidatos y el sistema democrático».

Entre las mentiras digitales también se suma esta: «Se calcula que 126 millones de estadounidenses vieron en Facebook contenidos diseñados por Rusia para manipularlos (…). Asomarse a los más de 80 000 posts que los rusos colocaron en la red social para sembrar discordia y echar una mano a Trump es apasionante. Seguir leyendo EL ARTE DE LA GUERRA: CÓMO FABRICAR AL ENEMIGO. RAÚL ANTONIO CAPOTE

LA BATALLA COMUNICACIONAL (3): CONOCER EL PODER DEL ENEMIGO Y LA FUERZA PROPIA. PEDRO SANTANDER MOLINA

Una cosa está clara: la contienda es desigual. Esa premisa hay que asumirla, analizarla y desarrollar nuestras tácticas
Ilustración: Aldo Cruces

pedro santander 4En esta batalla una cosa está clara: la contienda es desigual. Esa premisa hay que asumirla, analizarla, y en dicho marco estudiar y desarrollar nuestras tácticas.

Podemos conceptualizar esta desigual contienda como una asimetría estructural que en términos de fuerza hace que las posiciones al interior del campo comunicacional sean materialmente más favorables para los defensores del capital y del imperialismo que para nosotros. Como suele ocurrir, gracias a colusiones, cartelización y beneficios estatales se ha configurado una estructura concentrada y coordinada en sus diversas dimensiones, es decir, en lo digital, en lo analógico, en los medios tradicionales, en los electrónicos, etc.

Por ejemplo, Google, Amazon, FaceBook, Appel (GAFA), junto a Oath, Microsoft y Disney predominan en el entorno digital; son “los gigantes de la web”. En el ámbito informativo, Disney, Time Warner, News Corp, General Electric, Viacom y CBS controlan el 90% de los flujos noticiosos, y Hollywood el 90% de la industria cultural.

Ilustración: Belén Trincado/ Cinco Días

Esa es la condición material objetiva de la batalla comunicacional que es, como sabemos, parte de la batalla cultural. Pero no sería ésta, ni por lejos, la primera vez que las fuerzas revolucionarias enfrentamos escenarios a priori desventajosos. Por el contrario, ya Marx y Lenin lo vivieron, y en difíciles condiciones ambos desarrollaron una potente actividad mediático-comunicacional, centrada, sobre todo, en la creación de diarios y en una intensa producción de columnas, crónicas y editoriales que interpretaban la realidad y guiaban la acción. Ambos dirigentes, a pesar de las duras condiciones materiales que enfrentaban (relegación, cárcel, exilio, persecución, pobreza, etc.) nunca dudaron de la importancia de esta batalla.

Lenin la consideró “una forma superior de agitación”. Lo mismo Gramsci quien ejerció a partir de 1910 activamente el periodismo; hasta antes de ser apresado por el fascismo escribió cerca de 1.700 artículos. También en América Latina, a principios del siglo 20 y bajo condiciones igualmente desvantajosas, no cesaron en su actividad periodística ni Carlos Mariátegui ni Luis Emilio Recabarren. Este último, entre detención, persecución y pobreza, fundó más de 15 periódicos a lo largo de Chile, convencido de que la clase obrera necesita de sus propios órganos de difusión para afrontar el combate político.

No es ésta la primera vez que libramos la batalla comunicacional bajo condiciones asimétricas.

Como vemos, no es ésta la primera vez que libramos la batalla comunicacional bajo condiciones asimétricas. Por el contrario, podemos observar una continuidad en la lucha de 500 años que llevamos protagonizando desde que el español pisara esta tierra. En el Virreinato de Perú, por ejemplo, los más estrictos castigos, incluyendo azote y pena de muerte, estaban contemplados para los indios que tuvieran caballos, armas o…. que supieran leer o escribir (como lo sabía Tupac Amaru).

¿Qué implica esta asimetría estructural para nuestra lucha comunicacional?

En primer lugar, hay que entender que no podemos librar la batalla como si las condiciones fueran simétricas. Suena obvio, pero a menudo parece no serlo si observamos ciertas costumbres y rutinas en las iniciativas mediático-comunicacionales que se llevan a cabo desde nuestras filas. Considerar en serio las condiciones materiales en las cuales se libra la batalla implica evitar acciones repetitivas que podrían tener más sentido si la cancha fuese pareja.

Una de ellas es la estrategia del “reflejo — contrario”. Durante las dos décadas en que muchos países de nuestro continente fueron gobernados por fuerzas progresistas, estos gobiernos fueron (y son) duramente atacados en el plano comunicacional. En ese marco, hemos podido ver que se gastan grandes cantidades de energías y recursos en negar que somos y hacemos lo que los medios hegemónicos dicen que somos y hacemos. Es decir, si los medios hegemónicos dicen que “somos y hacemos X”, lo común suele ser que se reaccione desde nuestro campo contestando y demostrando que “no somos ni hacemos X”.

Esta desgastante dinámica es,en general, bastante inútil, poco eficaz y perversa ya que nos relega a ser la cara anversa de la agenda dominante. Ocurre entonces que todos, amigos y enemigos, hablan de “X”, los unos afirmando, los otros negando. De este modo, la matriz impuesta por el adversario se convierte y se consolida como centro referencial único. Seguir leyendo LA BATALLA COMUNICACIONAL (3): CONOCER EL PODER DEL ENEMIGO Y LA FUERZA PROPIA. PEDRO SANTANDER MOLINA

EL SILENCIO COMO MANIPULACIÓN. ROSA MIRIAM ELIZALDE

Los medios tradicionales silenciaron escandalosamente la agenda del Presidente Miguel Díaz-Canel en Estados Unidos, pero las redes sociales son otra historia
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El Presidente Miguel Díaz Canel y Robert de Niro, en Nueva York. Foto: Estudios Revolución

ROSA MIRIAM ELIZALDE

ROSA MIRIAM 2Lectores y espectadores, partidos políticos, movimientos de distinta índole, servicios secretos, hackers, periodistas y animadores centrales de internet (Twitter, Facebook, YouTube, Google, Instagram, etc.) conforman un amplísimo mercado de la manipulación. No lo dice la “propaganda comunista”, sino científicos de prestigiosas universidades y centros independientes de Europa y Estados Unidos, que han probado hasta el cansancio que los medios informativos han sido secuestrados para amplificar los mensajes estereotipados y que usan las mismas técnicas que las empresas de mercadotecnia.

Apelan a la Economía de la Atención, un concepto cada vez más popular en la política y que parte del hecho indiscutible de que se ha producido un cambio muy significativo en la forma en la que consumimos información. En el pasado, cuando esta era escasa, los humanos competíamos por las noticias disponibles. Ahora son las informaciones quienes compiten por la atención humana.

Se ha articulado un sistema económico basado en la pormenorizada vigilancia de cada clic. Un estudio reciente del Reuters Institute for the Study of Journalism de la Universidad de Oxford llegaba a la conclusión de que más de la mitad de la ciudadanía se informa ya a través de redes sociales. Y de esa mitad, más del 50% no recuerda correctamente las fuentes de la información. En otras palabras, pierden relevancia y autoridad las fuentes al tiempo que se aplanan las jerarquías.

‘I Saw the News on Facebook’: Brand Attribution when Accessing News from Distributed Environments |…
We find that less than half could remember the name of the news brand for a particular story when coming from search…reutersinstitute.politics.ox.ac.uk

En la esfera pública ultra-rápida y con más información que nunca -que no mejor informada-, para muchos una noticia pescada al vuelo en una red social tiene la misma legitimidad que el trabajo serio de una investigación periodística rigurosa.

Al mismo tiempo, los llamados medios tradicionales tratan de adaptarse a esa lógica y un ejército de espectros vela a diario en Internet por la defensa de un territorio sembrado de intereses económicos. El 45 por ciento de la publicidad en Estados Unidos es ya digital. El último informe sobre tendencias globales del mercado publicitario MAGNA prevé que los ingresos publicitarios netos de los dueños de medios crecerán un 6,4% y alcanzará 551 000 millones de dólares en 2018. Este es el mayor crecimiento desde 2010.

Cualquier analista medianamente serio en Estados Unidos reconoce que la crisis de la política tiene que ver, entre otros factores, con no poder hacer visibles a los ciudadanos los temas y discursos de la sociedad. Los cronistas de falacias, los community managers de las redes, los perfiles automáticos que generan burbujas narrativas creadas con la intención de instalar un embuste son los nuevos zares de las noticias.

Eso explica por qué Presidentes de 130 naciones desembarcan en Nueva York y muy pocos en el país se enteran. “Naciones Unidas es irrelevante en Estados Unidos”, comenta David Brooks, veterano corresponsal del diario mexicano La Jornada, en Nueva York. En el actual debate de la Asamblea General no existieron ni América Latina, ni África, ni Asia, ni siquiera Europa. Solo interesan algo los proclamados enemigos, aquellos candidatos a ser bombardeados en los próximos días: Irán, por ejemplo, porque la pirotecnia de la guerra sí vende. Importa Rusia por el tema electoral. China, porque es el otro superpoder en pugna. Eso explica por qué nadie le preguntó nada o casi nada de temas multilaterales a Donald Trump, quien ofreció en la ONU su quinta conferencia de prensa y una de las más extensas desde que llegó a la Casa Blanca.

“Cada vez hay menos corresponsales permanentes en las Naciones Unidas. Pasas por las salas de prensa y no hay nadie. Entre los recortes de los medios, está la ONU, que lo puedes ver por Internet”, añade David.  Seguir leyendo EL SILENCIO COMO MANIPULACIÓN. ROSA MIRIAM ELIZALDE

VENEZUELA: SUMISIÓN, GUERRA Y PERIODISMO DE ENCUBRIMIENTO. MARCOS ROITMAN ROSENMANN

Aunque publicado en agosto-septiembre de 2017 en La Jornada, Le Monde Diplomatique y otros medios de izquierda, este artículo del sociólogo, ensayista y profesor chileno Marcos Roitman Rosemann conserva plena vigencia en sus postulados esenciales. La guerra mediática contra el proceso bolivariano no sólo ha continuado, sino que se ha acentuado y ha adquirido matices cada vez más injerencistas y absolutos. En el contexto del debate general acerca de este fenómeno, invito a su relectura. 
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Informar no es tarea fácil. El periodismo de guerra es, tal vez, el más complejo. Inmerso en una batalla sicológica, está destinado a crear una opinión pública sumisa, acorde con los objetivos militares. Hoy, se ha decidido que Venezuela es un objetivo militar estratégico para Occidente. Una guerra entre el bien y el mal. Democracia versus dictadura. En esta guerra todo vale. Hasta el Vaticano se ha decantado. La Iglesia se siente amenazada y decide apoyar a los responsables de la violencia callejera, pero comprometidos con Dios, la familia y la moral católica. El papa Francisco se quita la careta, se decanta por la oposición, que ha quemado, baleado a trabajadores, mujeres y niños. Lo mismo hizo la Iglesia en Chile con el gobierno de Salvador Allende, en 1973. Apoyó el golpe. Luego vendrían las lágrimas y los arrepentimientos. Era tarde. Miles de ciudadanos habían sido detenidos, torturados y asesinados. El argumento es siempre el mismo: la fe está en peligro y la amenaza a los católicos.
El periodismo y los medios de información pertenecientes al establishment de los distintos países del bloque occidental han tomado una decisión: retrotraer a Venezuela a los tiempos del neoliberalismo, la economía de mercado y el pacto interoligárquico. Sin excepción, desde esta trinchera fundamentalista, alteran hechos, crean acontecimientos y fomentan el odio hacia el pueblo venezolano contrario a dichas posiciones y que sólo quiere vivir en paz. La última elección a la Asamblea Nacional Constituyente lo demuestra, pero la declaran ilegal y un fraude de ley. No aportan argumentos, salvo violencia, el sabotaje y la sedición golpista.
Mientras unos ejercen el derecho a voto y reclaman participar, otros queman urnas, ponen barricadas y lanzan cocteles Molotov contras las fuerzas armadas y la policía ¡Vaya dictadura más extraña! La oposición campa a sus anchas, desconoce el Poder Ejecutivo, amenaza a sus adversarios, los quema, impide ejercer derechos, usa la fuerza, manda a sus militantes a destruir edificios públicos, sabotear las elecciones y poner barricadas, vanagloriándose de este comportamiento. El mundo al revés. Tal vez por ese motivo sus representantes son admiradores de Francisco Franco, Augusto Pinochet y se sienten cómodos con el discurso neonazi y fascista. Para los incrédulos, sólo dos frases. Lilian Tintori, abanderada del antichavismo y compañera sentimental de Leopoldo López, declaró: Los opositores venezolanos es normal que vitoreen a Francisco Franco. Si viviera, nos apoyaría, como Rajoy. Y el ex alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, detenido por sedición y llamar al golpe de Estado, dijo sin complejo alguno: Augusto Pinochet era una demócrata al servicio de su pueblo

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COLONIALISMO 2.0 EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE: ¿QUÉ HACER?* ROSA MIRIAM ELIZALDE

COLONIALISMO 2.0
De los cien sitios de Internet más populares en la región, solo 21 corresponden a contenido local y, por tanto, se transfiere riqueza a Estados Unidos. Foto: www.123rf.com

ROSA MIRIAM ELIZALDE 

ROSA MIRIAM 2Muy tempranamente, el antropólogo brasileño Darcy Ribeiro alertó que, de la mano de una tecnología revolucionaria, «hay una verdadera colonización en curso. Norteamérica está cumpliendo su papel con enorme eficacia en el sentido de buscar complementariedades que nos harán dependientes permanentemente de ellos»

Desde que internet se convirtió en el sistema nervioso central de la economía, la investigación, la información y la política, las fronteras estadounidenses extendieron sus límites a toda la geografía planetaria. Solo Estados Unidos y sus empresas son soberanos, no existe Estado-nación que pueda remodelar la red por sí solo ni frenar el colonialismo 2.0, aun cuando ejecute normativas locales de protección antimonopólicas e impecables políticas de sostenibilidad en el orden social, ecológico, económico y tecnológico. Todavía menos puede construir una alternativa viable desconectado de la llamada «sociedad informacional».

Muy tempranamente, el antropólogo brasileño Darcy Ribeiro alertó que, de la mano de una tecnología revolucionaria, «hay una verdadera colonización en curso. Norteamérica está cumpliendo su papel con enorme eficacia en el sentido de buscar complementariedades que nos harán dependientes permanentemente de ellos». Y añadió: «Viendo esta nueva civilización y todas sus amenazas, tengo temor de que otra vez seamos pueblos que no cuajen, pueblos que a pesar de todas sus potencialidades se queden como pueblos de segunda».

Tal escenario está encadenado con un programa para América Latina y el Caribe de control de los contenidos y de los entornos de participación de la ciudadanía que se ha ejecutado con total impunidad, sin que la izquierda le haya prestado la más mínima atención. En el 2011, el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de EE. UU. aprobó lo que en algunos círculos académicos se conoce como operación de «conectividad efectiva»: plan declarado en un documento público del Congreso estadounidense para «expandir» los nuevos medios sociales en el continente, enfocados en la promoción de los intereses norteamericanos en la región.

El documento explica cuál es el interés en las llamadas redes sociales del continente: «Con más del 50 % de la población del mundo menor de 30 años de edad, los nuevos medios sociales y las tecnologías asociadas, que son tan populares dentro de este grupo demográfico, seguirán revolucionando las comunicaciones en el futuro. Los medios sociales y los incentivos tecnológicos en América Latina sobre la base de las realidades políticas, económicas y sociales serán cruciales para el éxito de los esfuerzos gubernamentales de EE. UU. en la región».

Resume también la visita de una comisión de expertos a varios países de América Latina para conocer in situ las políticas y financiamientos en esta área y concluye con recomendaciones específicas para cada uno de nuestros países, que implican «aumentar la conectividad y reducir al mínimo los riesgos críticos para EE. UU.», gobierno líder en la inversión de infraestructura. «El número de usuarios de los medios sociales se incrementa exponencialmente y como la novedad se convierte en la norma, las posibilidades de influir en el discurso político y la política en el futuro están ahí», señala.

¿Qué hay detrás de este modelo de «conectividad efectiva» para América Latina? La visión instrumental del ser humano, susceptible a ser dominado por las tecnologías digitales; la certeza de que en ningún caso las llamadas plataformas sociales son un servicio neutral que explotan un servicio genérico; se fundan en cimientos tecnológicos e ideológicos y son sistemas institucionalizados y automatizados que inevitablemente diseñan y manipulan las conexiones.  Seguir leyendo COLONIALISMO 2.0 EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE: ¿QUÉ HACER?* ROSA MIRIAM ELIZALDE

CUBA, PUERTO RICO Y FILIPINAS: LA GUERRA ESPLÉNDIDA DEL IMPERIO. RAÚL ANTONIO CAPOTE

La primera operación de guerra cultural del mundo moderno, se llevó a cabo contra Puerto Rico, Filipinas y de manera especial contra Cuba en 1897. Era necesario crear el clima apropiado en Estados Unidos para apoyar una posible guerra contra España y allanar el camino a la ocupación militar y la anexión de las posesiones españolas en el Caribe y el Pacífico.

Con ese propósito, en 1897, Theodore Roosevelt, Henry Cabot Lodge, Alfred T. Mahan1, John Hay2, Whitelaw Reid, Albert Beveridge, Nicholas Murray
Butler y Josiah Strong3, voceros e ideólogos ilustrados del Partido de la Guerra, se reunieron varias veces en la Universidad de Columbia con representantes de la prensa.

Los encuentros fueron organizados y dirigidos por Henry Brooks Adams, doctrinario activo del darwinismo social, nieto del ideólogo de la fruta madura. Ese grupo fue bautizado por John Hay como «la pandilla simpática». Su pensamiento era una rara mezcla de fundamentalismo y ciencia; de romanticismo y pragmatismo, de idealismo y cálculo capitalista; de discurso democrático, deseos de construir una aristocracia del dinero y de adhesión a la causa de la superioridad racial.

CARICATURA 1

Para lograr la construcción del ícono de la «Gran Madre América», generosa protectora de pueblos inferiores y escarnecer al decadente Imperio español, la «pandilla simpática» convocó, entre otros, a los directores del Minneapolis Journal, Denver Times, Chicago Tribune, Minneapolis Tribune, New York Journal y New York World.

William Randolph Hearst, magnate de la prensa estadounidense, envió a Cuba a su mejor dibujante, Frederic Remington y a uno de sus mejores
periodistas, Richard Harding Davis, para preparar a la opinión pública estadounidense ante la futura intervención y posterior ocupación de la Isla.

Ambos personajes mataban el tiempo en La Habana, entre bares y cantinas. Un día Remington escribió a Hearst «Todo está tranquilo, no habrá guerra», a lo cual Hearst le respondió con otro telegrama que se hizo célebre: «Por favor, usted haga los dibujos, yo proporcionaré la guerra».

Joseph Pulitzer, conocido por su competencia con Hearst, sus crónicas amarillas y los premios periodísticos que llevan su nombre, confesó que su intención, al contribuir con la guerra, era aumentar la venta y circulación de sus diarios.4

La  competencia  que  se  vivió  entre el Journal y el  World fue dura, llegándose a publicar hasta 40 ediciones  diferentes  de  ambos  periódicos  en  un  mismo  día. Hearst trasladó todo su diario a Cuba para trabajar desde la isla junto a un auténtico «batallón» de reporteros.

La manipulación, la mentira, la falta de rigor, la tendenciosidad, estuvieron presentes todo el tiempo en los reportajes que llegaban desde la «zona de guerra», léase hoteles y bares de las grandes ciudades.

Francis H. Nichols publicaba el 29 de julio de 1899 un artículo en Outlook titulado «Cuban Character», donde pretendía denigrar a los cubanos: «Han sustituido la adoración a Dios, por el amor a una cosa abstracta a la que ellos llaman patria, patria es el objeto de la adoración y el fanatismo de los cubanos. Puede decirse que es la única cosa en la que realmente creen. Políticamente los cubanos son como dementes lúcidos».

Cualquier información favorable a los independentistas era anulada de inmediato. Cuatro palabras: vagos, vengativos, ladrones y cobardes, aparecían constantemente en los textos y eran representadas en caricaturas.

Se hicieron miles de caricaturas de guerra. El papel que jugó el humor gráfico se recoge en el libro Cartoons of the War of 1898 (Belford, Middlebrook and Co., Chicago, 1898).5

Siguiendo orientaciones de la «pandilla simpática», periodistas pagados y agentes de los Pickerton, enviaban abundante información a Estados Unidos, lo que permitía a los chicos simpáticos elaborar informes al gobierno sobre el «modo de pensar» de los habitantes de la Isla, que servían de base a la prensa para escribir sobre la «realidad» en Cuba.

Las crónicas de viaje, caricaturas, historias que trataban de presentar la imagen de pueblos inferiores, incivilizados, circulaban y abarrotaban los periódicos. Por otro lado, la imagen del país del Norte como nación benefactora por derecho y designio divino, encargada de proteger a los «pueblos inmaduros», se hizo recurrente en los principales diarios de la época.

Conocemos en qué terminó la ayuda «fraternal» de Estados Unidos en Filipinas, no solo aplastaron en el campo militar a los nacionalistas que resistieron la intervención, los filipinos fueron «reeducados» –al decir de los ocupantes– política y lingüísticamente.

La Conferencia de París de diciembre de 1898 se realizó a espaldas de los independentistas. España abandonó sus «demandas» sobre Cuba, mientras que Filipinas, Guam y Puerto Rico fueron oficialmente cedidas a Estados Unidos. Se les arrebataba así la independencia por la que habían peleado durante largos años.

Estados Unidos, a través del poder militar y económico, el control del sistema educativo, de las instituciones religiosas y de los medios de comunicación, consolidó el dominio de los nuevos territorios.

John Hay escribió a Theodore Roosevelt que habían librado contra España «una espléndida guerra».  Por su parte, sobre las consecuencias internas de la guerra, Mark Twain declaró: «no se puede tener un imperio afuera y una república en casa».6  Seguir leyendo CUBA, PUERTO RICO Y FILIPINAS: LA GUERRA ESPLÉNDIDA DEL IMPERIO. RAÚL ANTONIO CAPOTE

SUPERHÉROES, SUPERPODERES Y SUPEREQUIVOCACIONES. MAURICIO ESCUELA

Los superhéroes representan la fuerza oculta de una sociedad, ese ser que puede invocarse en cualquier momento y que está no solo por encima de todo lo humano sino que imparte justicia más allá de las fallidas estructuras legales

MAURICIO ESCUELA 
En el escenario de desigualdad extrema, aparece el héroe con traje de Batman y Superman. Autor: Juventud Rebelde Publicado: 10/02/2018 | 10:25 pm
Un joven anónimo y debilucho que trabaja en un puesto de poca categoría se ve de pronto en medio de una situación extrema, dice la palabra ¡Shazam!, y se transforma en el todopoderoso Capitán Marvel. El mágico vocablo integra las iniciales de numerosos héroes mitológicos y dioses del pasado occidental: S por la sabiduría de Salomón, H a causa de la fuerza de Hércules, A que representa al griego Atlas y su potencia universal, Z de Zeus, M de Mercurio (Hermes), quien simboliza la agilidad. Muchos niños de varias generaciones se encerraron en sus cuartos para decir ese ¡Shazam!, sin que nada extraordinario sucediera ya que se trata de un mito más.
Los superhéroes representan eso mismo, la fuerza oculta de una sociedad, ese ser que puede invocarse en cualquier momento y que está no solo por encima de todo lo humano sino que imparte justicia más allá de las fallidas estructuras legales. A lo largo de toda la saga de Batman, el casi nulo inspector Gordon se limita a iluminar el cielo con un reflector para que aparezca el hombre-murciélago a enmendar lo que escapa de la política, de la sociedad, del Estado de Derecho. De esta manera se envía un fuerte mensaje encubierto en aventuras y empatías: no hay ley, solo el mercado, y lo único que puede salvarte es una figura mitológica que salga de la nada, del anonimato. Ese milagro capitalista en medio del caos responde al clima de la década en que surgen los cómics: la del 1930, la de la Gran Depresión en  Estados Unidos. El héroe aparece en ese escenario de desigualdad extrema, proviene del planeta Krypton, cayó del cielo y está hecho de acero.

Si en la Alemania de la crisis de entreguerras floreció un expresionismo pesimista, repleto de figuras irreconocibles y que apelaban al pasado mitológico germánico (vampiros, monstruos, sombras de la noche, brujos), en Estados Unidos hubo que crear el universo mitológico a partir del ideario de una potencia librecambista y de reciente creación, cuyos mejores escritores quizá estaban por nacer. En la era de la desmitificación y la crisis de la credulidad, se apeló al nuevo púlpito: los medios de comunicación y la fuerza de la imagen. También se prefijaron los blancos más vulnerables, los niños y los adolescentes, hombres que mañana podrían hacer la peligrosa revolución si no se les enseña que Superman impartirá tarde o temprano la justicia que ellos no ven por ninguna parte.  Seguir leyendo SUPERHÉROES, SUPERPODERES Y SUPEREQUIVOCACIONES. MAURICIO ESCUELA

LAS PELÍCULAS MÁS (MENOS) ESPERADAS (POR MÍ) EN 2018

En Twitter, alguien comentaba hace unas horas que estas serían las películas más esperadas de 2018, y preguntaba a sus seguidores cuáles aguardaban con mayor ansiedad. Definitivamente soy un tipo raro –rarísimo, diría yo, a juzgar por lo que han convertido el gusto cinematográfico–: ninguno de estos títulos me deslumbra a priori. Prefiero esperar alguna respuesta alentadora de los dioses menores que van quedándole al cine y de quienes, desde la resistencia cultural, realizan heroicamente una buena película, así nazca condenada a ser invisible por obra y gracia de los dueños de casi todo el mundo. Toca, en fin, seguir luchando; no hay otra opción para el arte.

LAS PELÍCULAS MÁS ESPERADAS DE 2018

ANATOMÍA IDEOLÓGICA DE DISNEY. FERNANDO BUEN ABAD DOMÍNGUEZ

Fases superiores de la ofensiva alienante

FERNANDO BUEN ABAD DOMÍNGUEZ

Hace rato que Disney se consolidó como una de nuestras más grandes derrotas ideológicas en la política, la ética y la estética. Como con otras muchas mercancías hiperventiladas publicitariamente, un “público” masivo y mundial decidió sepultar toda razón critica frente al discurso Disney y le cedió territorios nodales haciéndolo carne de sus ilusiones y de sus afectos. Los hijos como primeras víctimas. Hasta los más recalcitrantes socialdemócratas visten a sus niñas de princesitas. Y hay que oír las, no poco irresponsables, justificaciones.   

Hoy el imperio Disney ha dado pasos enormes en su aventura monopolizadora del reino mediático global. Anuncia la prensa monopólica, también, (como si fuese un logro moral) la compra que Disney hace de un porcentaje de acciones a la empresa Fox: “La compra por parte de Disney de la división de entretenimiento de Fox por US$52.400 millones vaticina un sacudón en el mundo del consumo digital y audiovisual.” Pero no todo es dinero para estos “hombres de negocios”. Ya lo decían Ariel Dorfman y Armand Mattelart (1972) históricos analistas de Disney.

En el epicentro del problema que esto implica para la humanidad, no sólo esta el protagonismo descontrolado del imperio económico anglosajón-israelí sobre los medios de comunicación y cultura planetarios; no sólo está el peligro de la uniformación de los gustos y de los consumos; no sólo está la cancelación de la diversidad y de la libertad de expresión de los pueblos… está el colonialismo de la mentalidad belicista empeñado en convencernos de aceptar la industria de las guerras como un hecho natural y darwiniano ante cual sólo nos queda resignarnos, consumir y aplaudirles.

Y para que lo aceptemos mansamente, es decir consumidoramente, ellos cuentan con sus noticieros, sus películas, sus series televisivas, sus héroes, sus dibujos animados y sus valores mercantiles farandulizados. Y también cuentan con las fiestas, los disfraces, la música, las canciones y la navidad. Han infiltrado la propaganda sus bastiones ideológicos con personajes emblemáticos hasta en las cunas de los bebes. Dominación amplísima de los territorios simbólicos. “Esta adquisición que antes habría sido impensable promete transformar Hollywood y Silicon Valley. Es el contraataque más grande de una compañía de medios tradicional en contra de los gigantes tecnológicos que se han metido de forma agresiva en el negocio del entretenimiento», señaló en un análisis el diario The New York Times…Ahora Disney tiene suficiente músculo para convertirse en un verdadero competidor de Netflix, Apple, Amazon, Google y Facebook en el mundo de acelerado crecimiento del video en línea.[1]  Seguir leyendo ANATOMÍA IDEOLÓGICA DE DISNEY. FERNANDO BUEN ABAD DOMÍNGUEZ

«COCO», EL NEOCOLONIALISMO DISNEY. ANDY ROBINSON

Pixar ha logrado que llorar como se lloró en las proyecciones de Bambi sea elogiado por los que antes denunciaban el imperialismo cultural
ANDY ROBINSON* / CTXT

<p>Fotograma de la película de Disney 'Coco'.</p>

Fotograma de la película de Disney ‘Coco’.

Este momento de tensión  entre EE.UU y México es muy desconcertante para USA Inc. Porque para las grandes corporaciones estadounidenses (y otra multinacionales), México tiene un valor incalculable a la hora de diseñar sus campañas de marketing. Y, por supuesto, a la hora de diseñar sus producciones cinematográficas. México es «auténtico» y tiene alma. Para un buen creativo corporativo con MBA, especializado en la extracción de valor intangible, quedan enormes yacimientos de cultura popular en México que, increíblemente, aún no han sido convertidos en mercancía.

Es más, en México, con su historia tan cruel, su cultura todavía no mercantilizada se ve estrechamente identificado con la última barrera de protección, la familia, otro elemento de valor inestimable para los creativos del marketing e imagineering precisamente porque se percibe como un santuario del mercado, lo último que se vendería y que se corrompería. México tiene todo lo que le faltaba a McDonalds cuanto intentó sin éxito hacer aquella campaña de  “Say it with love”. Para decirlo con amor y alma, hace falta algo mucho  más potente que un Big Mac regalado al cliente para que llame a su madre o novia y que le diga ante el público: «Te quiero». Hace falta algo menos obviamente transaccional para así esconder la fría cotización bursátil que motiva cada decisión corporativa necesaria para su expansión imparable e insaciable. Y ¿qué mejor para penetrar hasta la zona más protegida de la cultura que hacer una ofrenda del Día de los Muertos?

La semana del 2 de noviembre podían verse ofrendas en cada uno de los centros comerciales de la Ciudad de México: calaveras de azúcar o chocolate, tamales de maíz, papel picado de colores chillones, panes de muerto, flores anaranjadas cempasúchil ya fotos del difunto, quizá, el fundador de la franquicia. México primero regaló a Frida Kahlo, una revolucionaria reconvertida en un logotipo de moda global. Más tarde, la calavera, un icono de moda auténticamente étnica. ¿Qué mejor que un esqueleto para combatir las acusaciones de superficialidad y narcisismo que suelen hacerse a la moda?  Seguir leyendo «COCO», EL NEOCOLONIALISMO DISNEY. ANDY ROBINSON

ALGUNOS SIGNOS DE LA DECADENCIA. RAÚL LÓPEZ GUÉDES

RAÚL LÓPEZ GUÉDES / MISIÓN VERDAD

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Portada de «Terrorismo mediático», de Carlos Fazio

El miedo es el enemigo más poderoso de la razón. Cuando el miedo desplaza a la razón, el resultado suele ser odio y divisiones irracionales.
Al Gore, senador norteamericano

En 1760, aproximadamente, el escritor irlandés Edmund Burke escribió: «Ninguna pasión despoja con tanta eficacia a la mente de todos sus poderes de actuar y razonar como el miedo». Como vemos, tanto Gore en los tiempos que corren como Burke hace casi 260 años, coinciden en las funestas consecuencias de ese «sentimiento de inquietud» cuando dejamos que se apodere de nosotros.

Esto forma parte importante del juego de las empresas de comunicación, cuando manipulan con el propósito de controlar -consiguiéndolo no pocas veces- la mente de sus incautos usuarios.

En Venezuela, podemos observar a una clase media constantemente bombardeada -y en consecuencia aterrorizada- por los mensajes apocalípticos emitidos sin descanso por canales dirigidos por maleantes, o diarios y emisoras conducidos por personajes de la misma catadura, para sólo referirme a los de más poder de penetración.

Ahora, ¿por qué este sector es tan sensible a la manipulación mediática? Son muchas las razones, pero sólo me limitaré a señalar dos que son, a mi juicio, de las más importantes: ¡El egoísmo y la ignorancia!

Pero los medios de comunicación no están solos en esta campaña destinada a producir temor entre los ciudadanos. No. Seguir leyendo ALGUNOS SIGNOS DE LA DECADENCIA. RAÚL LÓPEZ GUÉDES