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ASÍ GOBIERNA EL MUNDO WASHINGTON. EVE OTTENBERG

Reseña del libro Washington Bullets de Vijay Prashad

EVE OTTENBERG

Hasta el momento la política exterior de Joe Biden no difiere radicalmente de la de Trump. De hecho, su primera medida –reconocer al supuesto presidente no electo de Venezuela, Juan Guaidó– ha sido tan penosa como cualquiera de las adoptadas por Trump. Suscita el espectro de los golpes de Estado, asesinatos y cambios de régimen promovidos por la CIA y de las revoluciones de color orquestadas por Washington, que dos de los cargos nombrados para política exterior, Victoria Nuland y Samantha Power, acogieron entusiastas en el pasado. Está claro que estos golpes promovidos por EE.UU. son la antítesis de la democracia y su resultado completamente previsible es la destrucción de países enteros; pero así ha sido como EE.UU. ha ejercido su poder en el mundo (principalmente en el Sur global) desde, al menos, el inicio del siglo XX.

Vijay Prashad documenta este ignominioso historial de Estados Unidos en su nuevo libro Washington Bullets, cuya retahíla de depredaciones de la CIA es capaz de provocar la más absoluta desesperación: oportunidades perdidas; la historia humana desbaratada; dirigentes honestos eliminados por ser honestos; héroes asesinados; proyectos para mejorar la vida de millones de personas hechos añicos. El panorama global que describe es absolutamente desconsolador. Este libro describe el modo en que Washington gobierna el mundo, trata del poder en bruto y de lo inmoral, sangriento y criminal de dicho poder. Como explica Evo Morales en su introducción, Estados Unidos ha justificado sus asesinatos, sus golpes de Estado y sus masacres a cuenta de “la lucha contra el comunismo, luego de la lucha contra el narcotráfico y ahora de la lucha contra el terrorismo”. ¿Cuál será la siguiente lucha que emprenderá?”. Sin duda, algo relacionado con la Competencia entre las Grandes Potencias, algo innecesario y nuclear.

Una lista abreviada de los golpes de Estado y asesinatos contra diversos socialistas y demócratas incluye el derrocamiento del primer ministro iraní Mohammad Mosaddeq en 1953, el del presidente de Guatemala Jacobo Arbenz en 1954 –por atreverse a amenazar los intereses de una compañía, la United Fruit, de la que eran accionistas funcionarios del Departamento de Estado– ; la destitución y posterior ejecución del primer ministro del Congo, Patrice Lumumba en 1961; la destitución del primer ministro iraquí Abdul Karim Qásim en 1963; la destitución del presidente Joao Goulart en Brasil y del presidente Sukarno en Indonesia en 1965; el derrocamiento del presidente Juan José Torres en Bolivia en 1971; y el derrocamiento y asesinato del presidente Salvador Allende en Chile en 1973 entre otros violentos y brutales cambios de régimen.

También se incluyen los asesinatos de líderes de izquierda como Mehdi Ben Barka de Marruecos en 1965, del Che Guevara en Bolivia en 1967 y del presidente Thomas Sankara en Burkina Faso en 1987; y eso sin contar la secuencia de golpes de Estado instigados por EE.UU. en América Central y América del Sur en la primera parte del siglo XX. Mucho más tarde, hacia finales del siglo, llegó el derrocamiento de gobiernos socialistas en [el país de] Granada y en Haití, el secuestro del autócrata de Panamá Manuel Noriega, la invasión de Iraq y la disolución de su gobierno, la destrucción de Libia, la invasión de Afganistán y así sucesivamente. Esto es tan solo una muestra de los crímenes de Estados Unidos, y específicamente de la CIA, contra gobiernos y pueblos extranjeros.

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LA DERROTA DE LA IGNORANCIA. FÉLIX POBLACIÓN

camps, capa, guerra civil española

FÉLIX POBLACIÓN

félix poblaciónEl lector recordará quizá la noticia por lo fortuito de las circunstancias que la estamparon en los periódicos. Un memorioso ciudadano residente en Barcelona se reencontró con su imagen de adolescente en una de las 3.000 fotografías inéditas de Robert Capa que sobre la Guerra de España se descubrieron en México en enero de 2008. Solo tenía Xavier Camps 15 años cuando se encaramó a la carlinga de un avión alemán abatido en los Jardinets de Gràcia. Le acompañan en la foto sus amigos de aquel mes de enero de 1939, cuando la capital catalana vivía los dramáticos estertores del conflicto.

Xavier Camps

El rescate de esa imagen perdida en la que se identificó su protagonista me recordó la imposibilidad de rememoración que tuvieron los abuelos y padres republicanos durante el franquismo. Entonces solo cabía la versión única del bando vencedor y con esa falsa perspectiva histórica crecieron y fueron adoctrinadas varias generaciones de españoles, hasta que, con la agonía de la dictadura primero y durante la transición democrática después, pudimos elegir otras interpretaciones, unas más objetivas que otras, que permitieron un mayor y mejor conocimiento del conflicto, así como de la Segunda República y el régimen de Franco.

Es sabido que la llamada Guerra Civil española configura uno de los episodios que más bibliografía ha reportado como materia de estudio de cuantos se han sucedido a lo largo de la Historia. En los últimos años, además de una permanente continuidad en la elaboración de libros por parte de nuevos y meritorios autores, hemos asistido en nuestro país a una floración de seudo-historiadores revisionistas, apegados a una derecha mediática revanchista, que pretenden rescatar y hacer valer las razones del Movimiento Nacional para auspiciar el Golpe de Estado fascista que acabó con la Segunda República, llegando al punto de sostener como la más delirante impostura que aquel periodo histórico fue justo y necesario para desembocar en la actual monarquía constitucional y democrática.

Sin embargo, por profusa y creciente que sea la bibliografía en torno a nuestros años treinta del pasado siglo, su calado didáctico efectivo en nuestros planes de enseñanza es precario, con todo lo que implica eso de inconsciencia e irresponsabilidad, pues al pasar por alto ese pasado se corre más riesgo de que sus trágicas y traumáticas consecuencias puedan repetirse en el futuro. Es muy revelador en sentido contrario lo que comentaba en un artículo el escritor Jordi Soler a propósito de una gira por los liceos franceses para hablar de alguna de sus novelas sobre el exilio republicano en México. En lugar de un desconocimiento distante por parte de los escolares, propio del que se da en el país que fue escenario del conflicto, a Soler le sorprendieron el avisado discernimiento e interés de los alumnos, fruto sin duda de la dedicación que sus profesores han concedido a un hecho histórico clave para el entendimiento histórico del siglo XX en Europa. Seguir leyendo LA DERROTA DE LA IGNORANCIA. FÉLIX POBLACIÓN

HASTA UN 40% DE LOS 224 MILLONES DE LIBROS EDITADOS EN ESPAÑA SE DEVUELVE

PAULA CORROTO

 

Los miles de ejemplares sin vender del último Diccionario de la RAE, publicado en 2014 por Espasa, revelan los problemas de un sector que publica 86.000 títulos al año

Interior de una nave de la distribuidora editorial Antonio Machado, en Boadilla del Monte
Interior de una nave de la distribuidora editorial Antonio Machado, en Boadilla del Monte (Madrid). CARLOS ROSILLO

Es habitual en España que las librerías no dispongan de ejemplares editados apenas unos meses antes. Esos títulos han vuelto al almacén para ser destruidos, saldados o, en menor medida, guardados, si el editor lo decide. Según el último dato oficial del gremio de editores, de 2016, el 29,4% de los ejemplares impresos para las librerías vuelven al almacén, un dato que libreros, editores y distribuidores, elevan hasta casi un 40%. Es decir, de 100 ejemplares se venden 60 como promedio.

Un caso reciente que revela el desajuste en el funcionamiento del sector ha sido el del Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (RAE). En su última edición en papel, la de 2014, Espasa puso en el mercado 50.000 ejemplares. La consultora GFK, que ofrece a sus socios cifras confidenciales que engloban el 90% de los puntos de venta incluida Amazon, señala que solo se ha vendido en total unos 18.000 volúmenes. Las cifras de CEGAL, el gremio de libreros, son más escuetas: 6.682 ejemplares vendidos en 700 librerías independientes más La Casa del Libro y los Vips. “Un 60% es una cifra altísima de devoluciones. Seguramente en la editorial hicieron un cálculo muy malo, el 30% de devolución es un dato alto y este supera esa media. Los libros que van y vienen tienen un coste. Los libros tienen que moverse lo menos posible”, asegura Juancho Pons, presidente del gremio de libreros. En España, se editaron 224 millones de libros de 86.000 títulos —entre ellos, unas 30.000 novedades—, según los datos oficiales de 2016 de la federación de editores.

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DE «LA RESPONSABILIDAD DE LOS INTELECTUALES», UN TEMPRANO INTERCAMBIO DE CARTAS ENTRE GEORGE STEINER Y NOAM CHOMSKY

GEORGE STEINER / NOAM CHOMSKY

Querido profesor Chomsky:

Le escribo para expresar mi admiración por su lúcido y atractivo ensayo en el New York Review of Books. Ese texto significará mucho para todos los que comparten su preocupación y para muchos que ahora empiezan a ver lo vital que ésta es para nuestra sobrevivencia como comunidad Humana.

Pero le escribo también para preguntarle cuál será su próximo párrafo. Las  falsedades que nos rodean requieren exposición. Pero ¿después qué? Usted dice correctamente que todos somos responsables; usted vislumbra correctamente que nuestra situación futura puede no ser mejor que la del consentidor intelectual bajo el nazismo. Pero qué acción solicita o incluso sugiere usted. ¿Anunciará Noam Chomsky que no enseñará más en el MIT ni en ningún otro lugar del país mientras continúen la tortura y el napalm? ¿Emigrará por un tiempo Noam Chomsky a, digamos, Churchill Collage, Cambridge, donde estaríamos, puedo decirlo, orgullosos y dichosos de recibirlo? ¿Ayudará a sus alumnos a escapar a Canadá o México (como ayudó Jeanson a sus alumnos a abandonar Francia durante la crisis argelina)? ¿Renunciará incluso a una universidad muy implicada en este tipo de «estudios estratégicos» que él tan correctamente desprecia? El intelectual es responsable. ¿Qué debe hacer pues?

No pregunto esto como pie a una discusión, sino con gran perplejidad personal. Tal vez estamos en una trampa muy compleja. El Gobierno y el Congreso actuales parecen representar los puntos de vista debidamente expresados de una mayoría de nuestros conciudadanos. Estamos comprometidos con todos los derechos y el poder de esa expresión. Ni un congresista ha sido electo sobre una base realmente antibélica. Sentimos con angustia que nuestras opiniones son mejores, que debe oírse a una élite de conciencia y visión. Pero cómo y en qué forma políticamente activa. Si no podemos actuar políticamente, o tan sólo levemente, ¿entonces qué podemos hacer de modo personal, ahora, en nuestras vidas profesionales y privadas? ¿Cómo podemos ayudar a subvertir la fea, inhumana coexistencia de una brillante cultura intelectual y artística con una política simultánea hacia Viet Nam que muchos de nosotros encontramos frustrante y abominable?

¿No se detiene su ensayo casi en el punto en que debería empezar?

GEORGE STEINER
Programa Schweitzer de Humanidades
Universidad de Nueva York
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Querido Señor Steiner:

Muchas gracias por su carta. No sólo aprecio lo que dijo, sino que también estoy de acuerdo sin reservas esenciales con la crítica que hace. Creo que la cuestión crucial, no contestada en el artículo, es qué debe decirse en el próximo párrafo. He pensado mucho en esto, sin haber llegado a conclusiones satisfactorias. He probado varias cosas —hostigar a congresistas, hacer antesalas en Washington, dar conferencias en forums locales, trabajar con grupos estudiantiles en los preparativos de protestas públicas, manifestaciones, teach-ins, etc.—, en todas las formas adoptadas también por otros muchos. El único aspecto en el que he avanzado algo más, personalmente, es la negativa a pagar la mitad de mis impuestos el año pasado, y éste. Creo que hay que negarse a participar en cualquier actividad que ayude a la agresión norteamericana —rechazo a los impuestos y al reclutamiento, al trabajo que pueda ser usado por las agencias del militarismo y la represión, todos me parecen esenciales. No puedo sugerir una fórmula general. Las decisiones detalladas tienen que ser objeto del juicio y la conciencia personales. Me siento incómodo sugiriendo públicamente el rechazo al reclutamiento, ya que es una proposición bastante mezquina de alguien de mi edad. Pero creo que negarse a pagar los impuestos es un gesto importante, porque simboliza una negativa a hacer una contribución voluntaria a la maquinaria bélica y también porque indica una disposición, que creo debe ser indicada, a tomar medidas ilegales para oponerse a un gobierno indecente. He pensado bastante en las sugerencias específicas que usted hace, abandonar el país o renunciar al MIT, que está asociado, más que ninguna otra universidad, a las actividades del departamento de «defensa». Uno de mis colegas, Patrick Wal, abandona el país y el MIT en gran parte por las razones que usted expone, y creo que como inglés está completamente justificado que lo haga.

Tal vez esto sea una racionalización, pero mi conclusión es que, por el momento, no es impropio que un intelectual norteamericano antibelicista se quede aquí y se oponga al gobierno, de un modo tan explícito como pueda, dentro del país y de las universidades que han aceptado en gran escala la complicidad en la guerra y en la represión. De este modo, empleo gran parte de mi tiempo en un curso que, entre otras cosas, trata directamente de asuntos similares a los del artículo en el NYK, y específicamente de las responsabilidades de los científicos y de la intelectualidad en una situación como la de hoy. Me parece particularmente crucial tratar esas cuestiones dentro del estudiantado del MIT, por su potencial influencia y su papel en las decisiones. No me hago ilusiones especiales sobre el éxito que pueda obtenerse en esto, pero en lo que yo puedo ver, las acciones más significativas son las actividades educacionales de este tipo y la negativa personal a participar de algún modo en la implementación de las actividades bélicas del gobierno. Creo que el poco impacto que alguien como yo pudiera tener se perdería de abandonar el país. En lo referente al MIT, creo que su participación en el esfuerzo bélico es trágica e indefendible. Creo que hay que resistirse a esta subversión de la universidad por todos los medios posibles. Los muchos estudiantes y profesores dedicados a esta tarea están llenando una importante responsabilidad, no importa cuál sea la esperanza de éxito.

Estoy muy consciente de que los límites posibles de protesta no han sido alcanzados. Después de todo, hace treinta años les era posible a muchos hombres unirse a brigadas internacionales para luchar contra el ejército de su propio país. Podría pensarse aún en otras acciones realizables —digamos, ir a Viet Nam del Norte como rehén contra futuros bombardeos—. No creo que esto sea ridículo en absoluto. Quizás sea la ausencia de valor y convicción lo que impide que yo y otros hagamos cosas de este tipo. Espero que quede claro que no tomo una actitud autosuficiente sobre todo esto. Fui bastante sincero en el artículo al referirme a la página de la historia en que encontramos nuestro sitio adecuado, los que permanecimos silenciosos y apáticos mientras se desarrollaba esta catástrofe y los que seguimos, hoy, mirando hacia otra parte y limitando nuestra protesta.

NOAM CHOMSKY
Cambridge, Massachusetts

Tomado de The Responsibility of Intellectuals, Noam Chomsky, 1967.
Traducción: Jorge Promio.

LA FERIA, LOS LIBROS, LOS LECTORES. GRAZIELLA POGOLOTTI

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GRAZIELLA POGOLOTTI

Cada año, la convocatoria a la Feria devuelve su protagonismo al libro y la lectura. Como este evento existen y se multiplican otros en muchos lugares del mundo, con propósitos comerciales, en tanto la ocasión es propicia para negociar contratos según las normas de un mercado cada vez más transnacionalizado.

La nuestra, sin embargo, se propone dar vida a un acontecimiento de alcance popular acompañado de fuerte carga simbólica. Emergió con fuerza, no podemos olvidarlo, cuando en medio de ásperas circunstancias económicas, Fidel planteó la necesidad de salvar la cultura. Portador de ella, el pueblo, con plena conciencia, tenía que seguir siendo sujeto de la historia.

Mientras transcurre la Feria el libro adquiere presencia relevante en los medios, tanto en la prensa plana como en la radio y la televisión. No siempre, sin embargo, la divulgación se realiza con la puntería requerida para motivar a un destinatario asediado ahora por eficaces estímulos audiovisuales.

En los años que precedieron a la era digital, la Revolución construyó un inmenso público lector. Desarrolló un diseño gráfico de primerísima calidad que favorecía la rápida identificación de algunas colecciones. Propagó, a la vez, la inolvidable colección Huracán, con sus enormes tiradas en papel gaceta y precario pegamento. Se deshojaban desde la primera lectura, pero entregaron enormes tiradas a numerosísimos lectores para el disfrute de los clásicos de todos los tiempos.

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HAMMETT: NOCHES DE SAN FRANCISCO. HIGINIO POLO

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HIGINIO POLO / EL VIEJO TOPO

POLO 6Hace unos pocos días llegó a las librerías el último libro de Higinio Polo, dedicado a la figura de Dashiell Hammett. Mejor dicho: a la figura de Dashiell Hammet y su época: la de la caza de brujas maccarthyana y la persecución arbitraria de los comunistas en EEUU, en los inicios de la Guerra Fría. Aquí, Polo nos narra una serie de extrañas coincidencias que le acontecieron en cuanto acabó su libro.

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Humphrey Bogart y el halcón.

Cuando, en el otoño de 2006, abrí una carpeta (a la que puse el título provisional de Hammett: noches de San Francisco) con el propósito de reunir en ella todos los materiales que tenía dispersos sobre Dashiell Hammett para escribir un libro sobre su vida, dedicando especial atención a los años infames de la caza de brujas y de la doctrina Truman de contención del comunismo, no imaginaba que tendría insospechadas repercusiones, al menos para mí. Es probable que eligiera ese título, primero, porque no tenía ningún otro y fue el que se me ocurrió en ese momento, y, segundo, porque cuando consideraba la posibilidad de empezar a trabajar en el asunto estuve pensando en esa peculiar urbe norteamericana del océano Pacífico que, antes de que se construyese su actual leyenda de tolerante ciudad de la dorada California, estuvo ligada a todos los abusos de la burguesía, adquirió carácter de tierra de frontera y se transformó con su colonia de chinos —que llegaron allí a miles como mano de obra barata y a quienes el capitalismo norteamericano casi esclavizó—. Pensé también, claro, en El Halcón Maltés, en sus historias de contrabandistas, en los años de la ley seca cuando los gánsters controlaban la vida y las haciendas de media California, en su fama de ciudad corrupta, la más corrupta de los Estados Unidos (que ya es decir). Y, era inevitable, pensé en el personaje de Sam Spade, en sus idas y venidas en las noches de San Francisco; y en la vida del propio Hammett, que vivió allí sus primeros años de escritor de historias para los pulp, y donde trabajó para la Agencia Pinkerton, celebró su matrimonio, y vio el nacimiento de sus hijas.

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Dashiell Hammett

Como era previsible, la sencilla carpeta de cartón desbordó pronto su escasa capacidad y se convirtió en un montón de recortes de periódico, revistas, libros, hojas con anotaciones y con ideas inservibles, etcétera: ya conocen ustedes los procedimientos. Con el inicio del año nuevo, empecé a pensar en el índice del libro, en posibles capítulos, en el contenido y extensión de cada una de las partes; y mantuve el título de Hammett: noches de San Francisco. Incluso lo incorporé en la carpeta informática que abrí al empezar a escribir las primeras líneas, a la espera de que se me ocurriese un título definitivo más adecuado. (Creo que lo conseguí. Es el siguiente: Dashiell Hammett. Novela negra y caza de brujas en Hollywood. Pueden ir ustedes a adquirir su ejemplar a la librería más próxima).  Seguir leyendo HAMMETT: NOCHES DE SAN FRANCISCO. HIGINIO POLO

NUEVO LIBRO DE SAMIR AMIN: LA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE, CIEN AÑOS DESPUÉS

SAMIR AMIN

SAMIR AMIN / EL VIEJO TOPO

La Revolución de Octubre hizo albergar enormes esperanzas a las clases populares de todo el mundo. Cien años después Samir Amin recoge, en este magnífico libro, los acontecimientos de la revolución bolchevique de Octubre de 1917 y se propone ir más allá analizando el periodo posterior, así como las contradicciones y los desafíos que entorpecieron el desarrollo soviético.

Lejos de lanzar una mirada nostálgica hacia un momento histórico, el autor intenta con esta reflexión identificar los errores y las flaquezas de la construcción original y las tentativas de reformarla, y plantea las causas que dieron lugar a su destrucción. Tal y como Samir Amin ya apuntaba en el libro anterior Octubre 1917 (breve avance del libro actual y que tuvo ya muy buena acogida por parte de los lectores), el fracaso de las tentativas de reforma del proyecto soviético condujo a derivas que desembocaron en una restauración salvaje del capitalismo, poniéndose fin así a la primera gran ola de avances de la humanidad en dirección al socialismo.

Para aportar una visión global de uno de los momentos más analizados y estudiados de la Historia del siglo XX, La Revolución de Octubre cien años después* recoge la actuación de los sucesivos líderes soviéticos ante los desafíos de la realidad, propone una lectura de la formación de las sociedades del centro imperialista susceptible de explicar la adhesión de los pueblos a la ideología conservadora, y proporciona claves para comprender la naturaleza del capitalismo y medir las desiguales capacidades de las diversas naciones para avanzar por la larga ruta del socialismo.

Revolucion de Octubre Samir Amin

El autor: Samir Amin

Samir AminAmin es un economista formado básicamente en Francia, nacido en El Cairo en 1931, es uno de los intelectuales más brillantes que ha dado la izquierda contemporánea. Autor de numerosas obras, su trayectoria ha estado fuertemente marcada por su relación con los países africanos. Ha sido consejero del Gobierno de Mali, ha realizado misiones a Guinea y Ghana y ha ejercido actividad docente en Poitiers, París o Dakar. Amin ha sido, y es, un luchador incansable: desde el ámbito de la enseñanza o asesorando gobiernos, pero también desde el activismo en organizaciones en las que ha desempeñado un papel principal, como el Foro del Tercer Mundo o el Foro Mundial de las Alternativas.

Ha publicado numerosos libros con El Viejo Topo: Octubre 1917Rusia en la larga duraciónEl capitalismo contemporáneo¿Tienen futuro las Revoluciones árabes?La ley del valor mundializadaPor un mundo multipolarPor la Quinta Internacional¿Primavera árabe?El hegemonismo de Estados Unidos y el desvanecimiento del proyecto europeoLa crisis. Salir de la crisis del capitalismo o salir del capitalismo en crisisLas luchas campesinas y obreras frente a los desafíos del siglo XXI Más allá del capitalismo senil. Por un siglo XXI no-americano, así como sus Memorias.

*La Revolución de Octubre, cien años después, del pensador egipcio Samir Amin, es publicado por la editorial española El Viejo Topo.

LEER O NO LEER, ESA ES LA CUESTIÓN. VILMA FUENTES

VILMA FUENTES, ESCRITORA MEXICANA

VILMA FUENTES* / EL VIEJO TOPO / LA JORNADA

 ¿Qué significa ser escritor? Sin duda, la más corriente de las respuestas es ser leído. Aquí comienza otro género de dificultades: ¿cómo lograr que lo escrito se reproduzca lo suficiente para que un alguien desconocido, “lector cualquiera maravillado”, escribió Marcel Proust, abra el libro y se ensimisme en sus líneas al extremo de dejar conducir sus pensamientos por ellas al menos durante el tiempo de la lectura?

Ser leído es el sueño del escritor. Una de las metas. Tal vez parezca en desuso este anhelo, pues ahora no se desea tanto ser leído como vender el producto denominado libro, así quien lo compre arroje el libro a un estante entelerañado en un desván –o directamente a un basurero. En la actualidad, después de conseguir un editor, una legión de llamados escritores porque publican una o dos centenas de páginas parece querer, ante todo, ser célebre, ver su imagen y ser visto por los otros, los miles de espectadores, más o menos pasivos, que encienden el aparato televisivo porque no saben qué hacer o porque la tele los deja descansar, no los hace pensar.

Venta y/o celebridad: ¿es eso un escritor? Creo que ni una ni otra se oponen al extraño deseo de ser leído. Las cosas se complican cuando se desean lectores de un futuro donde ya no se existirá, como no sea por esas páginas abiertas y esas líneas descifradas por personas que pensarán necesariamente de otra manera. Si este delirio es ser escritor quedan excluidos entonces los razonables vendedores en búsqueda de la celebridad actual.

Tal vez, al fin de cuentas, el tema central del Quijote. Alonso Quijano va a enloquecer a causa de la ávida y “gulosa” lectura de libros a la moda fabricados por autores que no hacen sino seguirla creyendo así vender. Cada quien jubila con la lectura de las fabulosas aventuras de Quijote y Sancho. Cierto, son irresistibles. Pero el genio del narrador nos disimula, quizás, el verdadero tema de su libro. ¿Cuál es el tema de este libro que todos creen conocer? ¿El número interminable de las catástrofes que sufre el héroe? Reímos. Pero esta risa no es la esencia del libro, la materia. El personaje del Quijote es, primero, presentado como un hombre obsesionado por las novelas de caballería, un lector, una especie de rata de biblioteca, un enfermo del papel impreso, en suma, una suerte de Jorge Luis Borges antes de tiempo. Así, no deberíamos asombrarnos de que Borges, bibliotecario, haya inventado la fantasía de ser el autor del Quijote. No era el autor, era el personaje. Era asimismo doblemente el personaje pues podía reconocerse en el Quijote como en Cervantes. Puesto que el verdadero tema de esta obra, indicado desde el sarcástico prólogo sobre los fabricantes de libros, es el único tema que retuvo la atención de Borges durante su vida: ¿qué es la lectura, la escritura, y cuál es ese territorio que instala su historia y su geografía en un libro? En ese espacio imaginario que no existe y que, sin embargo, en la duda que nos mantiene frente a lo real podría ser el más certero testimonio de la realidad de nuestra existencia: las palabras. Última prueba, la tabla de salvación de nuestros sueños, huella garabateada y legible de nuestro paso efímero sobre esta tierra.

La proliferación de libros no es necesariamente un progreso. En los países “desarrollados”, las librerías son desbordadas por la sobreproducción de obras impresas. Un libro se ha vuelto un producto como cualquier otro, una mercancía en venta, lo más rápido posible, según el último grito de la moda. Se habla ahora de “libros kleenex”. ¿En dónde está el progreso? Esta forma de lanzar en el mercado tantos volúmenes puede aparecer como una forma moderna de la censura. Por ahogo a causa de la oleada de libros que se publican. En El ladrón del tiempo (ediciones Mortiz), el autor de esta obra dice que hoy no se necesita prohibir un libro, pues la abundancia se encarga de censurarlo bajo las pilas de volúmenes impresos.

*Escritora y periodista mexicana.

EL JUEGO DEL REVÉS, de ANTONIO TABUCCHI

 

FRANCISCO MARTÍNEZ BOUZAS / BRÚJULAS Y ESPIRALES

tabucci-1El juego del revés, de Antonio Tabucchi. Traducción de Carlos Gumpert.  Editorial Anagrama, Barcelona, 2016, 183 páginas.

   Anagrama publica la que parece ser la edición definitiva de Il gioco del rovescio  que Antonio Tabucchi escribió a partir de 1978, aunque no fue editado hasta 1981. La primera edición española es de 1986, y con relación a ella, la nueva traducción añade dos relatos que habían aparecido, junto con otro que Tabucchi decidió eliminar, en la edición de Los volátiles del Beato Angelico; más otro relato, “Fuegos artificiales”, inédito hasta ahora en español. El mismo Antonio Tabucchi (Pisa, 1943 – Lisboa, 2012) nos ofrece, en un breve prólogo de carácter informativo, una sucinta exégesis de alguno de los relatos. Admite que el primero, “El juego del revés”, a pesar de que ni el mismo escritor haya sido capaz de entender la relación que puede existir entre su vida personal y los libros que escribe, conserva un cierto reflejo autobiográfico. Otros tres relatos (“Teatro”,  “Paraíso Celeste” y “Voces”) le fueron contados y él se limitó a añadir la forma de relatarlos. El resto son prosas que nacieron sin ningún nexo con lo conocido o lo vivido.

   Pero tanto unos como otros comparten el mismo aire de familia: “una cosa que es «así», era sin embargo de otra forma” (página 12). Un rasgo distintivo que el autor de esta nueva traducción, Carlos Gumpert, en un buen trabajo sobre Antonio Tabucchi, ajeno al prólogo, interpreta como algo seminal en la poética del escritor toscano, aprendido de Pessoa, es decir el concepto del “revés de las cosas, símbolo de nuestra incapacidad de conocer la realidad.”  Seguir leyendo EL JUEGO DEL REVÉS, de ANTONIO TABUCCHI

CARPENTIER SOBRE MARTÍ

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Alejo Carpentier

ALEJO CARPENTIER / BLOG NEORRABIOSO

«Observe usted, por ejemplo, el caso de José Martí, que era un genio en toda la línea. No solamente fue un genio político, no solamente murió por su patria, no solamente formuló por vez primera y con una lucidez prodigiosa las ideas directrices de nuestra revolución y proclamó la necesidad de integrar al negro y al indio en la colectividad blanca, sino que además fue un genio porque fue el primero de nuestro idioma que descubrió los pintores impresionistas franceses en Nueva York y señaló en esa exposición las obras que habían de durar y perdurar. Y no se equivocó: había pronosticado cuáles serían las obras maestras del impresionismo francés. Fue un genio en toda la línea. Y cuando estaba en la acción política, en el combate, en sus discursos, en sus programas, redactando esos documentos fundamentales que fueron el Manifiesto de Montecristi y sus discursos admirables en Nueva York, Tampa, etcétera, era directo, muy directo, elocuente, claro, sin perder tiempo en adornos, pero cuando quería escribir por su gusto, lo hacía regodeándose en el manejo de la frase (y empleo el verbo literariamente), y como ejemplo, ahí está su ensayo a la memoria de Carlos Darwin, donde se muestra de un barroquismo extraordinario.»

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ALEJO CARPENTIER, entrevistado por Joaquín Soler Serrano y recogido en Escritores a fondo, Planeta, Barcelona, 1986, vía edición digital en Lectulandia, págs. 182 y 183

SI DESEMBARCA EL EJÉRCITO NAZI, NOS SUICIDAMOS. LEONARD A VIRGINIA WOOLF

El marido de Virginia Woolf, judío, propone a la escritora suicidarse juntos si desembarca finalmente el ejército nazi

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                            Virginia Woolf

Tomado de NEORRABIOSO

Entreactos y Anon fueron tentativas de cribar del tesoro de Inglaterra las acumulaciones del pasado y de transportarlo hasta el presente. Necesitaba, pues, mirar hacia el futuro. Era algo difícil cuando la invasión parecía inminente. Rodmell distaba tan sólo tres millas de Newhaven, donde el noveno ejército alemán hubiera desembarcado de haberse llevado a cabo la “Operación León Marino”. Mientras escribía con fruición en el curso del año 1940, Virginia tuvo que concordar con el temor de Leonard de una ocupación alemana. “Lo menos que podría esperar como judío es “una paliza”», le dijo Leonard. Ella sabía que la mujer de un judío sería enviada a un campo de concentración, pero no encontró otra respuesta que un débil asentimiento a los planes desesperados de Leonard.

“No tendría sentido esperar”, dijo él. “Cerraríamos la puerta del garaje y nos suicidaríamos.” Su primera idea fue que murieran asfixiados, y con ese propósito preparó una provisión de gasolina. En junio compró a Adrian Stepehen una cantidad de “veneno protector” (una dosis letal de morfina).

“No”, escribió Virginia del primer pacto de suicidio. “No quiero que mis ideas acaben en el garaje. Deseo vivir diez años más y escribir mi libro [Entreactos], que como de costumbre revolotea en mi cerebro.” El plan de Leonard era para ella “un final insulso de sentido común; no es comparable a un día de paseo y luego a una velada de lectura ante el fuego”. Se nos antoja extraño que en 1940 fuera Leonard quien propusiera el suicidio a una Virginia bastante refractaria. Él le confesó que, desde alrededor de 1938, la muerte se había convertido en una obsesión.

Virginia contestó que si él moría ella no tendría deseo de vivir. “Pero hasta entonces considerar la vida ¿qué? ¿Excitante? Sí, creo que sí.” Alentó a Leonard para que aceptara esto. Hasta la muerte podría cambiarse “en una experiencia emocionante, como el matrimonio en la juventud”. El placer de su felicidad mutua seguía estimulando su apetito de vivir.

“¿Cuál crees que es probablemente el momento más feliz de toda la vida?”, preguntó a una amiga, Bobo Mayor, como si hablara para sí, y continuó: “Yo creo que es el momento en que una pasea por su jardín, quizá recogiendo unas cuantas flores muertas, y de repente piensa: Mi marido vive en esa casa. Y me ama.”

LYNDALL GORDON, Virginia Woolf: Vida de una escritora, Seix Barral, Barcelona, 1986, traducción de Jaime Zulaika, págs. 352 y 353

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