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ALBERTO FERNÁNDEZ: “CUANDO LA ECONOMÍA SE MUEVA, TODOS VAN A VERSE BENEFICIADOS”

Entrevista exclusiva con el presidente electo 

Las primeras definiciones del próximo gobierno. La economía, la deuda y la justicia. La prioridad: "No hay nada más urgente que la pobreza y el hambre".  

 FELIPE YAPUR y VICTORIA GINZBERG

ALBERTO FERNÁNDEZ
Imagen: Adrián Pérez

Alberto Fernández pasa el fin de semana largo en un campo en la provincia de Buenos Aires. Está en contacto con sus colaboradores pero rodeado de mucho verde, un ambiente donde él puede despejarse y Dylan correr a sus anchas. Tiene los lineamientos y las primeras medidas de su gobierno en la cabeza y, aunque trata de reservarse algunas sorpresas y elude confirmar nombres, ofrece importantes definiciones sobre el país que se viene después del 10 de diciembre. Está contento: “tengo una gran alegría porque a partir de ahora que las cosas salgan bien dependerá de nosotros. Vamos a decidir nosotros y por lo tanto vamos a prestarle más atención a los que más sufren. Esa alegría está mezclada con una gran dosis de responsabilidad, pero también tengo tranquilidad porque sabemos por dónde hay que caminar”. A veces, hace una pausa antes de contestar, aunque casi siempre tiene la respuesta rápida, se sabe que está entrenadísimo en la tarea de hablar con periodistas. Ubica el momento en que se dio cuenta que sería Presidente: cuando Cristina Kirchner anunció que irían juntos en la fórmula que él encabezaría. “Sabía que íbamos a lograrlo porque ella lo pensó muy bien. Sentí que juntos íbamos a poder hacerlo, convocando a todos».  Y tiene muy clara su prioridad: “No hay nada más urgente que la pobreza y el hambre». Dice que cuando termine su mandato se cumplirán 40 años de democracia y que le gustaría poder demostrar que era verdad aquel dicho de Raúl Alfonsín que señalaba que con la democracia se come, se educa y se cura. Además, adelanta una importante noticia sobre la legalización del aborto: “Va a haber un proyecto de ley mandado por el Presidente”.

–¿Cómo se siente ahora que tiene la responsabilidad de dirigir la Argentina?

–Contento, porque ahora depende de nosotros y no de otros. Que las cosas salgan bien dependerá de nosotros y eso era algo que reclamábamos. Queríamos tener la oportunidad y nos la dieron. Tengo una gran alegría porque sabemos que ahora vamos a decidir nosotros y por lo tanto vamos a prestarle más atención a los que más sufren, cosa que no pasó hasta ahora. Esa alegría está mezclada con una gran dosis de responsabilidad, pero también tengo la tranquilidad de que sabemos por dónde hay que caminar.

–Mientras tanto Macri está de descanso…

–Hace cuatro años que está de descanso.

–Pero a partir de esta situación ¿no está consumiendo usted parte de los famosos 100 días?

–Vengo a trabajar durante cuatro años y voy a poner toda la fuerza para que la gente esté mejor. ¿Qué son cien días? ¿Son días donde se le tolera cualquier cosa a un presidente? No, lo que quiero es tener cuatro años de una buena gestión. Si la gente me ve trabajar responsablemente me va a acompañar. Estoy seguro porque hablo con las mujeres y hombres de la calle, lo hago cotidianamente y todos me dicen que tienen ganas de ayudar. Lo que no tienen es ganas de ayudar a un vago que no los escucha, que no los entiende. No estoy consumiendo cien días, estoy trabajando en lo que los argentinos me dijeron que trabaje. Estoy cumpliendo con lo que prometí. No es que se puede decir una cosa como candidato y después hacer cualquier otra.

–Como «pobreza cero».

–Pero yo no dije eso. Dije que voy a trabajar para que haya menos pobres. Lo dije antes y lo repito ahora. Voy a trabajar para que haya una mejor justicia, para unir al continente, para que la democracia se cure con más democracia. Sé que muchas veces digo cosas que a algunos no les gusta pero lo digo honestamente.

–¿Cómo cree que puede afectar a su gobierno lo que está pasando en la región?

–Nos complica humanamente ver lo que los bolivianos están viviendo. Nos complica humanamente lo que ocurre en Chile. Es muy importante la unidad latinoamericana y toda interrupción democrática es un problema y complica la posibilidad de esa unidad.  Pero hay problemas serios en muchos lados. No sé cuántos muerto hay hoy en Bolivia pero el vicepresidente (Alvaro) García Linera me dijo que era una cantidad muy importante. ¿Y qué hacen los organismos internacionales? ¿Qué hace Naciones Unidas? ¿Qué hace la OEA? ¿Qué están haciendo? ¿Cómo vamos a seguir avalando a una mujer que un día se le ocurrió autoproclamarse presidenta ante un Congreso vacío?

–¿Le llamó la atención que el gobierno argentino no haya querido calificarlo como golpe de estado?

–No, no me llamó la atención porque sé cómo piensan. Pero sí me avergüenza. Se lo dije al presidente, eso lo quiero aclarar. Hay otros problemas en Latinoamérica. Nos estamos olvidando de Ecuador, donde están deteniendo opositores bajo la falsa acusación de sediciosos. Nos olvidamos que hay un vicepresidente preso hace dos años y medio por un juicio inventado que se llama Jorge Glass. Están pasando muchas cosas que no se pueden dejar pasar por alto. Cuando hablo así dicen que mi política exterior se parece a la de Cristina. ¿Defender los derechos humanos? También me puedo parecer a Carter. La estabilidad democrática, como los derechos humanos los voy a defender siempre.  Cuando hablé con (el presidente de Chile) Sebastián Piñera, le dije que lo podía ayudar, sabía que estaba hablando con alguien que no piensa como yo pero igual le pedí que escuchara lo que está diciendo las chilenas y chilenos porque hace falta. Creo que en el continente debemos reconstruir la unidad. México toma ahora la presidencia de la Celac y ahí tenemos la posibilidad de reconstruir la unidad latinoamericana y el caribe.

–Parece complicado con un Bolsonaro desde Brasil confrontando en todo momento…

–No, yo no confronto con el pueblo de Brasil. Que Bolsonaro confronte con quien quiera.

–¿El golpismo retornó al continente?

–Golpe hubo en Bolivia y en el resto de los países son reacciones de pueblos que reclaman más progresismo. Eso hay que tenerlo claro. En Chile y en Ecuador reclaman más progresismo y en Perú también. En Bolivia también lo harán. No es verdad que tengamos un retroceso. Lo digo porque de lo contrario la gente se confundirá. Los factores de poder de Bolivia nunca soportaron que Evo Morales, un indígena, gobierne ese país. Y a la luz de los resultados no sólo fue el mejor presidente sino que es la primera vez que los bolivianos tuvieron un presidente que se les parezca. Seguir leyendo ALBERTO FERNÁNDEZ: “CUANDO LA ECONOMÍA SE MUEVA, TODOS VAN A VERSE BENEFICIADOS”

AGONÍA Y MUERTE DEL NEOLIBERALISMO EN AMÉRICA LATINA. ATILIO A. BORÓN

ATILIO A. BORÓN

atilio-3-1-e1572400752337.jpgEn las últimas semanas el neoliberalismo sufrió una serie de derrotas que aceleraron su agonía y en medio de aparatosas y violentas convulsiones desencadenaron su deceso. Tras casi medio siglo de pillajes, tropelías y crímenes de todo tipo contra la sociedad y el medio ambiente, la fórmula de gobernanza tan entusiastamente promovida por los gobiernos de los países del capitalismo avanzado, las instituciones como el FMI y el BM y acariciada por los intelectuales bienpensantes y los políticos del establishment yace en ruinas. La nave insignia de esa flotilla de saqueadores seriales, el Chile de Sebastián Piñera, se hundió bajo el formidable empuje de una protesta popular sin precedentes, indignada y enfurecida por décadas de engaños, artimañas leguleyas y manipulaciones mediáticas. A las masas chilenas se les había prometido el paraíso del consumismo capitalista, y durante mucho tiempo creyeron en esos embustes.  Cuando despertaron de su sonambulismo político cayeron en la cuenta que la pandilla que las gobernó bajo un manto fingidamente democrático las había despojado de todo: les arrebataron la salud y la educación públicas, fueron estafadas inescrupulosamente por las administradoras de fondos de pensión, se encontraban endeudadas hasta la coronilla y sin poder pagar sus deudas mientras contemplaban estupefactas como el 1 por ciento más opulento del país se apropiaba del  26,5 por ciento del ingreso nacional y el 50 por ciento más pobre sólo capturaba el 2.1 por ciento. Todo este despojo se produjo en medio de un ensordecedor concierto mediático que embotaba las conciencias, alimentaba con créditos indiscriminados esta bonanza artificial y hacía creer a unas y otros que el capitalismo cumplía con sus promesas y que todas y todos podían hacer lo que querían con sus vidas, sin que se inmiscuyera el estado y aprovechando las inmensas oportunidades que ofrecía el libre comercio. Pero ninguna utopía, aún la del mercado total, está a salvo de la acción de sus villanos. Y éstos aparecieron de súbito personificados en las figuras de unos adolescentes de escuela secundaria que, con ejemplar audacia y filial solidaridad, se rebelaron contra el aumento en las tarifas del metro que perjudicaba no a ellos sino a sus padres. Su osadía hizo trizas el hechizo y quienes habían caído en la trampa de resignar su ciudadanía política a cambio del consumismo se dieron cuenta que habían sido burlados y estafados, y salieron a las calles para expresar su descontento y su furia. Se convirtieron, de la noche a la mañana, en “vándalos”, “terroristas” o en una revoltosa banda de  “alienígenas” –para usar la elocuente descripción de la mujer del presidente Piñera- que avizoraron los límites infranqueables del consumismo y del endeudamiento infinito y el carácter farsesco del minué democrático que ocultaba, bajo prolijos ropajes y vacías formalidades, la implacable tiranía del capital. Comprobaron en ese violento despertar que una de las sociedades antaño más igualitarias de Latinoamérica ahora compartía, según el Banco Mundial, el dudoso honor de ser junto a Rwanda uno de los ocho países más desiguales del planeta. Como un relámpago advirtieron que habían sido condenados a sobrevivir endeudados de por vida, víctimas de una plutocracia -insaciable, intolerante y violenta- y de la corrupta partidocracia que era cómplice de aquélla y gestora del saqueo contra su propio pueblo y los recursos naturales del país. Por eso tomaron las calles y salieron en imponentes manifestaciones a luchar contra sus opresores y explotadores, y lo hicieron –y aún hoy lo hacen- con una valentía y heroísmo pocas veces vistos. Ya son por lo menos veinte los muertos por la represión de las fuerzas de seguridad y los desaparecidos reportados suman más de cien, amén de los centenares de heridos y torturados y los miles de detenidos que  marcan, con lúgubres tonalidades, los estertores finales del tan admirado modelo.

Después de esta espontánea insurrección popular ya nada volverá a ser igual, nada revivirá al neoliberalismo, nadie lo señalará como la vía regia hacia la democracia, la libertad y la justicia social. Eso aunque Piñera continúe en La Moneda y prosiga su brutal represión. Pese a lo cual ni la OEA, ni los gobiernos “democráticos” del continente -presididos por turbios personajes de frondosos prontuarios- ni tampoco los hipócritas custodios de los valores republicanos tendrán un átomo de decencia para caracterizar a su gobierno como una dictadura, calificación que sólo merece Nicolás Maduro aunque jamás haya habido en su gobierno una represión tan bestial y sanguinaria como la que quedó documentada en infinidad de videítos grabados en  Chile y que se viralizaron por internet. Para Donald Trump Piñera es amigo, vasallo y sicario político de la Casa Blanca, imprescindible para atacar a la Venezuela Bolivariana y esas son razones más que suficientes para defenderlo y protegerlo a cualquier precio. Obedientes, las ONGs del imperio y sus sucursales en Europa y Latinoamérica -inverosímiles defensoras de los derechos humanos, la democracia, la sociedad civil y el medio ambiente- mantendrán un silencio cómplice ante los crímenes que cometa el ocupante de La Moneda. Algunas expresarán otras opiniones, más no aquellas que son los tentáculos ocultos del imperialismo. Impertérritos, los publicistas del sistema seguirán señalando a Nicolás Maduro como el arquetipo de la dictadura y al chileno como la personificación misma de la democracia. Pero todo será inútil, y lo que murió –la receta neoliberal- bien muerta está.

Claro que la historia no comienza ni termina en Chile. Poco antes del estallido social todavía en curso, el Ecuador del traidor y corrupto presidente Moreno había sido convulsionado por inmensas protestas populares. El detonante, la chispa que incendió la pradera fue la quita de los subsidios a los combustibles. Pero el factor determinante fue la implementación del “paquetazo” ordenado por el FMI al servil agente instalado en el Palacio de Carondelet. La reacción popular, iniciada primero entre los transportistas y sectores populares urbanos y luego potenciada por la multitudinaria irrupción de las poblaciones originarias en las principales ciudades del país se extendió poco más de una semana y obligó al cobarde presidente a trasladar la sede del Ejecutivo a Guayaquil. Poco después tuvo que suspender la cruel represión con que había respondido al desafío y abrir una fraudulenta negociación con los autoproclamados líderes de la revuelta indígena. Astuto, pactó una tregua con la desprestigiada y también ingenua dirigencia de la CONAIE y derogó el decreto relativo al subsidio a los combustibles, prometiendo revisar lo actuado. Nada de eso ha ocurrido, pero logró desarticular la protesta, por ahora. Como le cuadra a un traidor serial como Moreno el jefe de los negociadores indígenas, Jaime Vargas, está siendo judicialmente perseguido por el gobierno. El “paquetazo” será puesto en práctica porque el mandato del FMI es inapelable y Moreno es un peón más que obediente: es obsecuente.  Es sabido que estos programas del Fondo sólo son factibles si se los gestiona con una mezcla -variable según los casos- de engaños y represión. Pero ahora la pasividad ciudadana tiene mecha corta y en pocos meses más, en cuanto se dejen sentir los rigores del ajuste salvaje, no sería extraño que estalle una nueva rebelión plebeya que esperemos no caiga en las trampas de Moreno y sus compinches y culmine exitosamente con la destitución del presidente y la refundación de la democracia en el Ecuador. El presidente está entrampado: si aplica el programa del FMI la poblada popular probablemente acabe con su gobierno; si no lo hace, el imperio puede decidir que llegó la hora de prescindir de sus servicios por inútil. Y como la Casa Blanca “sabe demasiado” de las trapisondas y los negocios sucios de Moreno no tendrá más remedio que aceptar el úkase imperial y acogerse a un “desempleo involuntario”, como decía Keynes.  Pero, pese a su inutilidad y a los crímenes perpetrados durante la represión de las protestas populares Washington se encargará de esconderlo y protegerlo. Como lo hizo con otro asesino, Gonzalo Sánchez de Lozada y con tantos otros.  En poco tiempo sabremos cual será el desenlace. Seguir leyendo AGONÍA Y MUERTE DEL NEOLIBERALISMO EN AMÉRICA LATINA. ATILIO A. BORÓN

ECUADOR: ¿DE LA REVUELTA A LA INSURRECCIÓN? ATILIO A. BORÓN

ECUADOR -A ATILIO

ATILIO A. BORÓN

ATILIO 3Ya van diez días del levantamiento plebeyo en Ecuador y la situación lejos de revertirse cobra nuevos bríos. La toma de edificios públicos se generaliza: masas movilizadas de indígenas, campesinos, capas medias empobrecidas y pobladores urbanos rodean el Palacio de Carondelet, sede del gobierno ecuatoriano. y el edificio de la Asamblea Nacional. Días pasados se tomaron la sede de la misión del FMI en Quito, ámbito donde reside “gobierno real” que tiene como su marioneta privilegiada a Moreno. El “estado de excepción” decretado por su gobierno, luego de su cobarde huída hacia Guayaquil, no logró desbaratar la ofensiva popular a la que se sumaron, en las últimas horas, indígenas amazónicos que nunca antes se habían incorporado activamente a las protestas que conmovieran al Ecuador en 1997, 2000 y 2005 y que culminaran con los derrocamientos de Abdalá Bucaram, Jamil Mahuad y Lucio Gutiérrez. La única respuesta del régimen, de la dictadura de Moreno, ha sido declarar el “toque de queda” desde las 15 horas de este sábado.

La situación, al caer la tarde de hoy ha sido descrita de este modo por un testigo muy calificado instalado en el teatro mismo de los acontecimientos: “es una verdadera lucha de clases … Quito paralizada con “toque de queda”   desde las 15h, sin hora límite. Indígenas rodeados en las zonas de sede. Bombas y disparos. Ciudad militarizada. En otras ciudades del país empiezan movilizaciones. Violencia brutal contra los protestantes. Varios muertos, centenares de heridos, mil y más apresados. Cortaron señal de Telesur. Imposible información porque nadie puede circular. Algo se informa en redes y ahí circulan videos, fotos, documentos. Lenin Moreno dice estar abierto al diálogo. La posición indígena: no negociar sino públicamente, con presencia de la televisión, ONU, derechos humanos, iglesia. No es solo movilización indígena sino también estudiantes, trabajadores, pobladores. Los indígenas son el centro y la fuerza popular más grande. Llegaron a Quito desde distintas regiones del país. El pedido fundamental: dejar insubsistente decreto de liberación de precios de combustibles. Cuestión de fondo: reacción contra las medidas anunciadas y acordadas con el FMI. Situación incierta. Sin salida por el momento. Para nosotros, quiteños, un ambiente de guerra con focos de enfrentamientos. Situación terrible.”

En toda crisis, como en las guerras, el papel de la prensa al informar o desinformar es de enorme importancia. De hecho, el conflicto se presenta como si fuera una reacción de los indígenas ecuatorianos, segmentando y subestimando la confrontación. En realidad el rechazo al “paquetazo” de Moreno atraviesa –como lo dice más arriba nuestro informante- casi toda la estructura social: comenzó primero en las ciudades: los transportistas y, de inmediato, estudiantes, maestros, la militancia política opositora, ciudadanas y ciudadanos de Quito y (en menor medida al principio) de otras ciudades. Pero esta revuelta  experimentó un “salto cualitativo” con la arrolladora incorporación de las comunidades indígenas y campesinas. Fueron éstas las que le otorgaron ese tono amenazantemente plebeyo a la insurgencia que el presidente fugitivo y sus compinches caracterizaron como la “revolución de los zánganos”, reflejando nítidamente el talante racista del bloque dominante.  Antes, los paniaguados de Lucio Gutiérrez también habían denigrado a las masas que, en el 2005, acabarían con ese otro traidor y que fueran anatemizadas como una “revolución de forajidos”.

Hay cuatro rasgos que distinguen a la actual coyuntura pre-revolucionaria de las revueltas anteriores: esta es muchísimo más masiva y multitudinaria; tiene presencia en casi todo el país mientras que sus predecesoras tenían lugar casi exclusivamente en Quito; su duración es mucho más prolongada; y la brutalidad de la represión oficial es muchísimo mayor, incluyendo el “toque de queda”. Según cifras oficiales había cinco muertos a manos de las fuerzas de seguridad al anochecer del viernes. Pero las organizaciones sociales ya hablan de un número bastante mayor y hay centenares de heridos -varios de ellos en grave estado- y más de mil personas detenidas.  Esto, antes del “toque de queda”. Además buena parte de los medios de comunicación están bajo control oficial y Telesur ha sido sacada del aire, al igual que un puñado de radios anatemizadas por el gobierno ecuatoriano como “correístas”. Además, los internautas están también siendo acosados y los que emiten noticias contrarias a los informes oficiales por las redes sociales están siendo bloqueados. Líderes y dirigentes opositores están detenidos o amenazados (por ejemplo, sobre Paola Pabón, prefecto de Pichincha, pesa una orden de captura por instigación a la violencia, sabotaje y terrorismo). Otros tuvieron que asilarse. Gabriela Rivadeneira buscó refugio en la embajada de México y a Ricardo Patiño se encuentra exiliado en ese país. Correa sigue en Bélgica y la persecución sobre otros dirigentes del correísmo es implacable.  El presidente prófugo sólo produjo como gesto de pacificación un mensaje por cadena nacional de 44 segundos (¡Sic!) diciendo que está dispuesto a dialogar con los revoltosos. Seguir leyendo ECUADOR: ¿DE LA REVUELTA A LA INSURRECCIÓN? ATILIO A. BORÓN

5 CLAVES PARA ENTENDER EL ESCENARIO ELECTORAL EN ARGENTINA. KATU ARKONADA

ARGENTINA 2

KATU ARKONADA

KATU 1En 2015 se perdía en las urnas argentinas el primer gobierno nacional-popular desde que comenzara el ciclo progresista en 1998. Macri ganaba con globitos de colores, pero también entendiendo mejor la política que un kirchnerismo que agotaba su mística y no encontraba reemplazo para Cristina Fernández de Kirchner.

Es por ello que las elecciones del 27 de octubre son claves para determinar si la vieja-nueva derecha neoliberal consolida una alternativa al progresismo, o si se desvanece en una Argentina que tiene más de 13 millones de personas en situación de pobreza, la tasa (33%) más alta de la última década.

Para analizar el escenario electoral, son al menos 5 los factores que debemos tener en cuenta:

Cristina. Su decisión de pasar a la vicepresidencia facilita la síntesis político-electoral de una fuerza de oposición que ya estaba en la calle desde diciembre de 2017, semanas después de la contundente victoria electoral del macrismo en las elecciones de medio término, cuando se lanzan una serie de reformas neoliberales al mundo del trabajo y parecía claro que el macrismo había llegado para quedarse y convertirse en hegemónico.

El enroque con Alberto Fernández logra sintetizar y encolumnar por izquierda y derecha, incorporando desde sectores empresariales del círculo rojo (rojo por el Grupo Clarín) o el empresariado oligopólico argentino (minero, siderúrgico, energético o la Cámara Argentina de la Construcción) a la CTA autónoma, que nunca fue kirchnerista, o al Movimiento Evita, que estaba en posiciones críticas.

Para completar y cerrar el movimiento, la incorporación del sindicalismo peronista de la CGT de Moyano, o de Sergio Massa como primer candidato a Diputado por Buenos Aires, centra y potencia el proyecto.

Fondo Monetario Internacional. El FMI ha sido factor de orden de la política económica, y por lo tanto de gobierno, macrista. El candidato a Vicepresidente Miguel Ángel Pichetto parece ser una concesión, o más bien una imposición del propio FMI, pues colocar a un peronista en la fórmula implica dar estabilidad a la restitución neoliberal según la lectura gringa de la política, en una especie de menemismo recargado.

Y aunque según los analistas políticos argentinos Pichetto tiene menos territorio que una maceta, su presencia en la fórmula junto a Macri, que queda como el único no peronista de las y los candidatos de fórmula presidencial, garantiza una imagen de centralidad institucional que le permite competir frente al binomio Fernández-Fernández. Seguir leyendo 5 CLAVES PARA ENTENDER EL ESCENARIO ELECTORAL EN ARGENTINA. KATU ARKONADA

SANCIONES, TRUMPISMO E HIPOCRESÍA IMPERIAL (II). ÁNGEL GUERRA CABRERA

ÁNGEL GUERRA CABRERA

GUERRITALos planes desestabilizadores y las agresiones de Estados Unidos contra la Revolución Bolivariana iniciaron muy temprano después de que el comandante Hugo Chávez asumiera la presidencia en enero de 1999. Luego de una feroz arremetida del sector empresarial contra el presidente, se produjo el derrotado golpe de Estado en abril de 2002, seguido en noviembre por el sabotaje contra Petróleos de Venezuela (PDVSA), la empresa pública que genera el 98 por ciento de los ingresos en divisas del país, cuya prolongada paralización significó una pérdida económica de 16 mil millones de dólares.

Las política desestabilizadora y golpista de Washington contra el gobierno bolivariano no ha cesado nunca, pero es a partir del año 2013, con posterioridad al deceso de Chávez y en el primer gobierno del presidente Nicolás Maduro, que se inicia la guerra económica, primero de forma encubierta pero más adelante toma un cariz abierto y formal, de modo que está sustentada en decretos y leyes emitidos por la Casa Blanca y por el Congreso de Washington. El primer documento público en esta escalada es la Orden Ejecutiva 13692 dictada por el presidente Barack Obama en marzo de 2015, que con una cara muy dura declara a Venezuela como “una amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos”. La orden ha sido prorrogada cada año primero por Obama y más tarde por el peculiar sujeto que ocupa hoy la oficina oval en la Casa Blanca.

No es ocioso reiterar que estas acciones transgreden flagrantemente la Carta de la ONU y otros importantes instrumentos del derecho internacional, como han subrayado los expertos del organismo internacional que han investigado y reportado las brutales agresiones contra la economía y el bienestar de los venezolanos; por cierto, sin que este organismo les haya prestado atención, pese a la seriedad y profesionalismo con que han elaborado sus informes. Al extremo de que la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, en una actitud que deja muchos cuestionamientos sobre su honestidad e integridad personal y como funcionaria internacional, se prestó a presentar un informe sobre los derechos humanos en el país bolivariano que parece dictado por el inefable John Bolton. Toda una paradoja, pues existe una asombrosa semejanza entre la guerra multidimensional de Nixon y Kissinger para derrocar al presidente Salvador Allende y la que se está llevando a cabo contra Venezuezuela.

Mayo de 2016 marca un hito importante en la guerra económica pues el banco alemán Commerzbank cierra todas las cuentas de instituciones, bancos públicos venezolanos y de PDVSA, en julio toma la misma medida Citibank, que un año después se niega a recibir los fondos para la compra de 300 mil dosis de insulina destinados a Venezuela. A partir de mediados de 2016, se repetirán e intensificarán acciones de esa naturaleza por muchos otros bancos y comenzará el bloqueo sistemático a la compra de alimentos y medicinas por Caracas hasta llegar a extremos de cerco y acoso tal vez sin precedentes, pues junto a Estados Unidos participan activamente sus aliados de la Unión Europea y las deleznables marionetas del Grupo de Lima: Duque, Bolsonaro, Piñera y Macri.

También a mediados de 2016 las inescrupulosas calificadoras de riesgo colocan a Venezuela con el riesgo financiero más alto del mundo (2640 puntos), muy por encima de países en guerra, a pesar de haber cumplido con sus compromisos de deuda externa. Desde el año 2013 el país pagó 63 566 millones de dólares, sin embargo, el riesgo país incrementó 202% durante el mismo período.  Cada 100 puntos de ese indicador equivalen al pago de un 1 por ciento adicional de tasa de interés. Se trata de una maniobra sin fundamento financiero, cuyo objetivo es encarecer el pago de la deuda para aumentar la sangría de la economía venezolana.

En agosto de 2017, Trump emite la Orden Ejecutiva 13 808 que prohíbe la adquisición de deuda por Venezuela por un plazo mayor a 90 días, la obtención de acciones por su gobierno y el cobro de ganancias por Caracas, que corta los ingresos de Citgo, la muy productiva filial de PDVSA en territorio estadounidense. Posteriormente, Washington se roba Citgo con la complicidad del super títere Guaidó, como ha ocurrido con muchos otros activos venezolanos. Un caso escandaloso es la retención de oro por valor de 1200 millones de dólares depositado por Venezuela en el Banco de Inglaterra.

Al igual que hace con Cuba, Washington impide que Venezuela tenga acceso a medicamentos en el mercado internacional. Las transnacionales Abbot, Pfizzer y Baster se han negado a emitir certificados de exportación para medicamentos oncológicos destinados al país suramericano en un acto verdaderamente inhumano y criminal, que ha ocasionado la muerte de pacientes.

En la próxima entrega se explicará cómo se generan la agresión contra el bolívar y la descomunal inflación y cómo el pueblo enfrenta esta política genocida.

Twitter: @aguerraguerra

Ver también:

SANCIONES, TRUMPISMO E HIPOCRESÍA IMPERIAL (I). ÁNGEL GUERRA CABRERA

 

EL MISIL DE CRISTINA. ÁNGEL GUERRA CABRERA

CRISTINA Y ALBERTO 2

ÁNGEL GUERRA CABRERA

GUERRITAEl sorpresivo anuncio por la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner de su fórmula para las elecciones de octubre irrumpió como un misil en la tranquilidad del sábado bonaerense, hizo cimbrar el espectro noticioso local e irrumpió en el internacional.  No solo despejó la interrogante sobre su candidatura, en parte una obviedad desde el telúrico lanzamiento de su libro Sinceramente nueve días antes, por su magnitud de ventas y onda política expansiva, hecho inédito en la historia editorial argentina. También sorprendió a propios y extraños no solo el colocar a la cabeza del dúo electoral a otra persona y ella de segunda. Sino que haya sido Alberto Fernández. Aunque jefe de gabinete de la presidencia con Néstor Kirchner y luego con Cristina, Fernández abandonó el gobierno de la mandataria en 2008 y posteriormente pasaron diez años sin hablarse, durante los cuales fue muy crítico con la gestión de su antigua jefa.

El anuncio de Cristina, la única gran líder popular de su país,  en un vibrante video que hace historia por varias razones, replanteó todo el tablero a las fuerzas políticas con vista a los comicios de octubre, dejó descolocado al presidente Macri, el más perjudicado por la medida, y puso la iniciativa política en manos de la expresidenta a pesar del teatro judicial montado contra ella por el gobierno y el tóxico monopolio de medios Clarín, aliados a un grupo de jueces conservadores y venales. Uno de los problemas para Macri, para su alquimista electoral Durán Barba y demás asesores es cómo sostener una campaña concebida para polarizar intensamente con Cristina, contra un personaje como Alberto Fernández, que no participó en muchos de los actos del gobierno K más detestados por la derecha y que se caracteriza por su estilo no confrontacional y dialogante. Cómo evitar que sus propios partidarios y, en espacial, sus aliados radicales presionen ahora al jefe del ejecutivo a ceder su candidatura presidencial, que no levanta, a probablemente su íntima, socia y mejor posicionada en las encuestas María Eugenia Vidal.

Toca al nuevo candidato a presidente forjar la alianza con el kirchnerismo del máximo posible de fuerzas peronistas no kirchneristas, labor que él y Cristina venían realizando desde que se reencontraron pero para la que él está mejor preparado. De hecho, no hizo más que conocerse la noticia y varios gobernadores del justicialismo endosaron la fórmula, mientras figuras importantes de la fuerza deponían sus aspiraciones presidenciales y era evidente el acercamiento del aspirante presidencial Sergio Massa, el más descafeinado peronista pero políticamente importante, no solo en una alianza electoral sino en el gobierno, donde al parecer lo quieren Cristina y Alberto .

El mensaje de Cristina es poderoso. Antes que yo, la causa -el pueblo, la patria- la combinación y la estrategia que más favorezcan a los intereses populares. En tiempos nuevos, hacer volar el pensamiento y romper esquemas. Ella ha venido elaborando con sus allegados un diagnóstico de la trágica situación económica, política, social, cultural y moral de la nación, que Macri dejará hecha trizas.  El agujero financiero con el que lidiaría el dúo Fernández es de una entidad mucho más grave que cuando ella y Néstor llegaron a reconstruir y poner en pie las cadenas productivas y la economía destrozadas por dos décadas de neoliberalismo y la crisis de 2001. Por eso Cristina subraya en su mensaje que no se trata solo de ganar elecciones sino de crear una agrupación de fuerzas populares y aliadas tan potente que sea capaz de gobernar en ese cuadro. Mediante un nuevo contrato social de los argentinos, propone su libro, sentar las bases que permitan pagar la gigantesca deuda contraída por Macri con el Fondo Monetario Internacional y, a la vez, reindustrializar, crear puestos de trabajo, elevar los salarios, hacer justicia social universal y fortalecer la soberanía, sello de los tres gobiernos kirchneristas.  Es evidente que los empresarios son imprescindibles en esa perspectiva, sobre todo los pequeños y medianos, pero también todos cuantos estén dispuestos a participar. Se trata de una coalición de salvación nacional, en la que se abrirán todas las puertas posibles y hasta las imposibles, desprendo del mensaje de Cristina y los primeros pronunciamientos de Alberto.

En el kirhnerismo hay  compañeros preocupados por la fuerza que la derecha pueda ganar en una alianza tan amplia. Es comprensible, pero solucionar los graves problemas de este mundo exige alianzas muy heterodoxas y riesgosas. Se habla de crisis humanitaria en Venezuela, bajo cruel guerra económica, y resulta que todos nuestros países gobernados por el neoliberalismo están en escandalosa emergencia humanitaria. Solo que no hay campañas mediáticas para denunciarlo sino para meter la basura bajo la alfombra. No hay más que mirar cómo le dejaron México a AMLO. Día muy prometedor para nuestra América si venciera en Argentina la fórmula Fernández-Fernández.

Twitter; @aguerraguerra

 

FOTÓGRAFO QUE RETRATÓ A MACRI «PINOCHO», FUE DESPEDIDO DEL DIARIO CLARÍN

Se trata de Rubén Digilio, quien fue uno de los 60 trabajadores despedidos por el diario y que durante la campaña de 2015, capturó la famosa imagen de “Macri Pinocho”. Llevaba más de 20 años trabajando en la empresa.
Macri como «Pinocho»

El fotógrafo Rubén Digilio, autor del chiste sutil de Macri “Pinocho” en la campaña de 2015, fue uno de los más de 60 trabajadores de Clarín, Olé y otros sectores de AGEA que se encontraron con un vallado y gran presencia policial en la puerta de su trabajo, donde la seguridad con un listado que les avisaban si podían entrar o no.

La fotografía tuvo una gran recepción en la sociedad y fue expuesta en la muestra anual de la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA). Fue muy comentada y también generó numerosos chistes respecto a la imagen del presidente Mauricio Macri.

En la imagen se puede observar a Macri, en plena campaña de 2015, y a su sombra proyectada donde le crece la nariz “mentirosa” de Pinocho.

Sin embargo, Digilio tuvo la desagradable sorpresa de ser uno de los 60 trabajadores despedidos del “Gran Diario Argentino”.

Al igual que sus compañeros, ayer por la mañana se topó con un importante vallado y gran presencia policial en la puerta de su trabajo. Allí la seguridad dio los nombres de quienes no podían entrar y Digilio que tenía más de 20 años en la empresa, fue echado.

Fuente: TN24

“A VECES LES REGALAMOS UN PODER QUE NO TIENEN.» JUAN CARLOS MONEDERO

Entrevista al cofundador de Podemos Juan Carlos Monedero sobre el desafío ante los conservadores
El académico español más relacionado con América latina habla de Macri, de la influencia que tienen los grandes medios y también de la que carecen, del realismo y de la necesidad política de arriesgar.
Juan Carlos Monedero. Imagen: Guadalupe Lombardo
Politólogo y político, profesor de la Universidad Complutense y cofundador de Podemos, este madrileño de 55 años es uno de los investigadores europeos más vinculados a temas latinoamericanos. Pasó por Buenos Aires invitado por la Universidad de Quilmes y con actividades en el Centro Cultural de la Cooperación y en la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo.

Hace un año la principal agrupación de la izquierda española presentó la primera moción de censura para que el Congreso de los Diputados le retirase la confianza al entonces presidente del Gobierno Mariano Rajoy, del derechista Partido Popular. El 1ª de junio último otra moción de censura terminó con Rajoy, referente internacional de Mauricio Macri, y puso en la Moncloa al socialista Pedro Sánchez.

   –Nosotros teníamos grandes intuiciones y, sobre todo, la firme voluntad de que Rajoy terminara -dijo Monedero en diálogo con Página/12.

–¿Y él imaginaba que su fin era posible?

–Rajoy estaba metido en la estrategia de la impunidad, en la que llevaba casi 15 años. Controlaban los espacios más relevantes de la Judicatura, el Tribunal Constitucional, el Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Supremo. Pensaban que todo eso sería una garantía. Me gustaría insistir en algo, también para la Argentina: nunca tienen todo el poder. No tienen todos los jueces, no tienen todos los fiscales.

–No logran concretar la vieja ilusión del control total. 

–Dentro del marxismo hay una discusión. Las explicaciones muy estructuralistas toman al pie de la letra aquello de que el poder es el consejo de administración de los intereses de la burguesía y que es un ente cerrado que siempre obra a mayor gloria de las minorías. Pero no son explicaciones verdaderas. Ni el poder es uno, ni es el capital es uno, ni todo está tan organizado, y también se equivocan, y no lo controlan todo… A veces les regalamos un poder que no tienen. Una parte de nuestras sociedades democráticas existen por nuestras victorias. Cuando uno hace un discurso muy negativo o muy oscuro está renunciando a su parte de victoria.

–¿A qué parte de victoria renunciaría, por ejemplo?

–A los derechos laborales, al derecho al voto, la universalidad de la ley, el derecho a la manifestación y a la huelga, el derecho a reunirse, el derecho a la comunicación… Hay una serie de cuestiones que no perdimos. Yo entiendo que ahora mismo la Argentina está bajo riesgo. Y es obvio que la Junta Militar, con la excusa de la lucha contra la insurgencia, dinamitó el Estado de Derecho. Y es verdad que este gobierno quiere dinamitar todo lo que significó el kirchnerismo. Pero eso no quiere decir que les vaya a salir. No es cierto que estemos como en la dictadura. Es verdad que los principales diarios mienten y son empresas de comunicación al servicio del poder. Pero no es verdad que tengan toda la comunicación, que controlen toda la Internet, o que no exista PáginaI12. Con los discursos apocalípticos a veces estamos invitando a la resignación. Alguna izquierda cree que es más profunda y astuta cuando hace análisis muy pesimistas. En el fondo queda como rehén del enemigo.

–¿Cuál es la clave del análisis realista?

–No pensar deseando.  Seguir leyendo “A VECES LES REGALAMOS UN PODER QUE NO TIENEN.» JUAN CARLOS MONEDERO

NEOLIBERALISMO CRIOLLO, MONSTRUO GRANDE QUE PISA FUERTE. MEMPO GARDINELLI

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MEMPO GARDINELLI / PÁGINA 12

Hace unos 40 años el genial narrador guatemalteco Augusto Monterroso, avecindado en México y fallecido hace 14 años, acuñó una frase memorable que hoy, décadas después, es pertinente para la Argentina y muchos otros países: “En el mundo moderno los ricos son cada vez más ricos, los pobres cada vez más pobres, y los policías cada vez más numerosos”. Y brutales, podríamos agregar viendo el comportamiento de gendarmes y policías en Flores, Jujuy o Cushamen (Chubut) y también en autopistas, piquetes, fábricas cerradas, escuelas, ministerios y todos los puntos del país donde la protesta ciudadana hace frente al desastre político social que llevan adelante el aparato macrista-radical y el sistema periodístico que hoy gobiernan la Argentina.

Tal aparato y sistema son parte de un fenómeno mundial que es menester y urgencia develar didácticamente para contribuir al despertar popular. Porque se habla mucho y desde hace tiempo de “neoliberalismo”, pero más bien como si se nombrara a un cuco malo. De donde la pregunta es: ¿de qué hablamos cuando hablamos de neoliberalismo? Más allá de teorías macroeconómicas y de interpretaciones de ciencia política y ciencia social, ¿qué es exactamente?

No va a pretender esta columna definirlo, pero sí es posible y válido aportar ideas para reconocer al monstruo, y ayudar así a tantos compatriotas desprevenidos y/o estafados que lo votaron de buena fe y con ilusiones hoy pisoteadas. Porque el monstruo neoliberal –es parte de la explicación– además de grande y pisar fuerte es implacable y cada vez más parece fascista.  Seguir leyendo NEOLIBERALISMO CRIOLLO, MONSTRUO GRANDE QUE PISA FUERTE. MEMPO GARDINELLI

SOBRE LAS ALTERNATIVAS

JUAN MANUEL KARG* / PÁGINA 12

macri-1Un hilo argumental repite Mauricio Macri desde que llegó a la presidencia de Argentina: “no había alternativa”. Con esas tres palabras refiere a las medidas ortodoxas aplicadas en lo económico, que impactaron en la cotidianeidad de miles de personas: devaluación, despidos, intento de poner fin a las paritarias libres, emisión indiscriminada de deuda, entre otras. Macri no es original: el “there is no alternative” era el latiguillo predilecto de Margaret Thatcher en el Reino Unido durante sus largos once años en el poder para llevar adelante políticas neoliberales que luego fueron aplicadas, FMI y Banco Mundial mediante, en nuestros países.

La política es, precisamente, la construcción de alternativas. Negarlas es, ni más ni menos, que negar la política. Sin caer en voluntarismos ingenuos, y considerando la correlación de fuerzas en cada momento histórico, siempre hay otra posibilidad. La historia misma del kirchnerismo como proceso político demuestra eso: ante la contundente derrota electoral de 2009, y la propia muerte de su líder y fundador Néstor Kirchner, una serie de medidas de carácter inclusivo hizo que CFK alcance el techo electoral más alto de las últimas décadas: 54% en 2011. La política permitió aquello, y el kirchnerismo construyó una victoria de la adversidad más plena.

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