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DELIRIOS TRUMPISTAS ANTICUBANOS. ÁNGEL GUERRA CABRERA

TRUMP PARAGUAS 2

ÁNGEL GUERRA CABRERA

GUERRITACon inaudito cinismo el gobierno de Trump ha regresado a Cuba a su lista de países que “no colaboran” en la lucha contra el terrorismo. Incluida injustamente durante 33 años en la nómina, la isla fue retirada de ella en 2015 por el presidente Obama como parte de las disposiciones que tomó para iniciar la normalización de relaciones con la isla.  El autor de la lista es nada menos que el gobierno practicante del terrorismo de Estado sistemático en el mundo,  que arrojó las bombas en Hiroshima y Nagasaky, arrasó con Vietnam, Corea, Afganistán, Irak y Siria y comete delito de genocidio con sus unilaterales bloqueos – mantenidos intactos o recrudecidos durante la pandemia- contra Cuba, Venezuela, Irán, Palestina, Corea del Norte y Siria. No es casual que sean casi los mismos los países bloqueados y los incluidos en esa lista. Es el gobierno que con sus incursiones terroristas arrebató la vida a   3 mil 478 personas, dejó 2 mil 99 incapacitados y ocasionó cuantiosos daños económicos en Cuba.

Los argumentos para reinsertar a la isla en la lista no son seroos y muestran el absoluto desprecio de Washington por el derecho internacional. La estancia en Cuba y seguridad personal de miembros del ELN participantes en el proceso de paz son responsabilidades del gobierno cubano como garante de las negociaciones, precisamente  a solicitud de Bogotá. Otra cosa es que Trump le haya ordenado al subpresidente Duque dinamitar la paz y solicitar a La Habana, la extradición de esas personas, un acto ilegal.

El regreso a la lista es parte de la desaforada campaña de odio, agresión y linchamiento mediático contra Cuba iniciada poco después del arribo de Trump a la presidencia, cuando el control de la política hacia la isla ha sido tomado por la extrema derecha de origen cubano. Muy especialmente, el senador Marco Rubio. En esa campaña toman parte activa el secretario de Estado Mike Pompeo, el subsecretario de esa dependencia Michael Kozak y la propia embajada de Estados Unidos en La Habana.

Solo en el curso de 2019 fueron adoptadas más de 80 medidas contra Cuba; entre ellas, la activación total de la extraterritorial Ley Helms-Burton y las acciones punitivas contra las empresas que intervienen en la transportación de vital combustible a Cuba. El propósito es el de siempre: hacer que el pueblo, asfixiado por las carencias, se alce contra el gobierno. Recientemente el jefe del Comando Sur acusó a Cuba de participar con Venezuela en el narcotráfico, contrario a lo que dicen los propios informes de la DEA.

En este clima de odio exacerbado, no debe extrañar el ataque a la embajada de Cuba en Washington con 32 disparos de fusil AK 47. Un emigrado cubano, Alexander Alazo,  estacionó su camioneta  en la calle 16 Northwest, cerca de la Casa Blanca,  bajó de ella con una bandera cubana a la que intentó prender fuego y luego vació el cargador del arma contra la fachada de la sede diplomática.  Después se envolvió en una bandera de Estados Unidos y se entregó pacíficamente a  la policía. Curiosamente, todavía ninguna instancia del gobierno estadounidense ha hecho siquiera mención al atentado. Tómese en cuenta que en el momento del ataque había diez funcionarios cubanos en el edificio.  Mucho menos se ha publicado por Washington una expresión oficial de pesar ante una agresión tan grave, calificada de inmediato y con razón como un acto terrorista por el canciller de Cuba Bruno Rodríguez Parrilla. Tal declaración era un paso obligado del país anfitrión luego del atentado. Así se desprende de la práctica de la más elemental decencia y cortesía, pero, sobre todo, de la obligación del Estado anfitrión de garantizar la seguridad de las sedes diplomáticas enclavadas en su territorio, según lo establece la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas(1964). Pero la decencia y la cortesía no forman parte del corrupto repertorio político del trumpismo.

Nuevos elementos de juicio sobre los antecedentes y ambiente socio-político del tirador Alazo, aportados el martes 12 por el canciller Rodríguez Parilla(http://www.cubadebate.cu/especiales/2020/05/13/bruno-rodriguez-este-ataque-contra-la-embajada-de-cuba-de-naturaleza-terrorista) resultan muy sospechosos. Alazo, tratado como un caso siquiátrico a partir de su declaración después del atentado ante las autoridades estadounidenses, nunca manifestó ese trastorno durante su servicio militar ni en su actividad pastoral en la isla, ni una vez emigrado en su trato con funcionarios consulares. Más sospechosa aún es su inserción en una iglesia protestante de Miami, cuyo pastor, Frank López, es íntimo amigo de Marco Rubio y de Carlos Vecchio, “embajador” de Guaidó. Un miembro de la congregación, Leandro Pérez, que después del atentado afirmó ser su “amigo cercano”, ha llamado al asesinato de Raúl Castro y del presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel. Algo está muy podrido en este caso y el gobierno de Trump debe explicaciones, no sólo a Cuba, sino a la comunidad diplomática en Washington y, claro, al pueblo estadounidense.

Twitter:@aguerraguerra

LAWFARE Y GUERRA ASIMÉTRICA VS. VENEZUELA. CARLOS FAZIO

ELLIOT ABRAMS
Elliot Abrams, representante especial para temas relacionados con Venezuela, del Departamento de Estado de Estados Unidos. Foto Afp

CARLOS FAZIO

FAZIO 1En la coyuntura de la llamada “epidemia del siglo”, la diplomacia de guerra de Estados Unidos ha decidido profundizar su guerra no convencional, asimétrica, contra Venezuela. Con una serie de acciones sucesivas que pretenden generar miedo y pavor (shock and awe) en filas “enemigas”, la administración Trump activó el 26 de marzo pasado el miserable plan diseñado por el secretario de Estado, Mike Pompeo, y el representante especial para Venezuela, Elliott Abrams, cuyo objetivo final es intentar producir un “cambio de régimen” en el país que tienen la reservas probadas de hidrocarburos más grandes del mundo.

Ese día, en lo que parece marcar un nuevo punto de no retorno ahora bajo la pantalla judicial del golpismo (Lawfare), el fiscal general de EEUU, William Barr, anunció cargos criminales por narcoterrorismo, tráfico de cocaína, lavado de dinero y corrupción contra el presidente constitucional y legítimo de Venezuela, Nicolás Maduro; una docena de altos funcionarios civiles y militares así como dirigentes del proceso bolivariano –e, incluso, un par de generales prófugos de la justicia venezolana–, bajo la grotesca argumentación de “haber participado en una asociación delictiva” que involucraría a una “organización terrorista extremadamente violenta” –las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC–, así como de “conspirar” para utilizar la venta de drogas como un “arma” contra Estados Unidos.

El 31 de marzo, en otra inadmisible intromisión –que viola  el Derecho internacional y los principios de la Organización de las Naciones Unidas, entre ellos, el de no intervención, la libre determinación de los pueblos y la proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales−, Pompeo y Abrams hicieron público su “plan” denominado eufemísticamente “Marco para la transición democrática en Venezuela” (cuyo único fin es el derrocamiento de Maduro), lo que fue seguido, el 1 de abril, por el anuncio de Donald Trump del lanzamiento de un nuevo operativo militar naval antidrogas en aguas del Caribe y el Pacífico.

Trump, quien apareció flanqueado en la Oficina Oval por el secretario de Defensa, Mike Esper, y el jefe del estado mayor, general Mark Milley, dijo que las operaciones marítimas antinarcóticos estarán dirigidas contra lo que, afirmó, es una “creciente amenaza” de “narcotraficantes y terroristas” que buscarán “aprovecharse” de la crisis provocada por la pandemia del coronavirus para introducir drogas en EEUU y afectar a la ciudadanía.

A su vez, el secretario Esper identificó a Venezuela como una amenaza en particular, al acusar al “régimen ilegítimo de Maduro” de depender de las ganancias del narcotráfico para mantenerse en el poder. Con lo cual, se cumplirían los propósitos encubiertos denunciados a mediados de marzo por el canciller venezolano, Jorge Arreaza, de que en el marco de una nueva fase de agresiones unilaterales estadounidenses contra su país, el Pentágono y el jefe del Comando Sur, Craig Faller, estaban contemplando un “bloqueo naval” a Venezuela, acción reconocida por la ONU como “uso de la fuerza”; medida que podría ser reforzada en la coyuntura con acciones coercitivas bajo el paraguas de la Organización de Estados Americanos (OEA), vía el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), ambos, viejos instrumentos de la guerra fría al servicio de Washington.

Pino Arlacchi y los bulos de la CIA y el Pentágono

En el marco de la nueva fase de guerra híbrida de EU contra el proceso bolivariano de Venezuela, cabe recordar que el 15 de abril de 2019, durante una sesión de preguntas y respuestas en la Universidad de Texas, el secretario de Estado, Mike Pompeo, afirmó entre risas y aplausos: “Yo era director de la CIA (Agencia Central de Inteligencia). Mentimos, engañamos y robamos. Teníamos hasta cursos de entrenamiento”. (Aunque la transcripción oficial del Departamento de Estado no incluyó esas aseveraciones, sí quedaron registradas en video).

La confesión de Pompeo vino a confirmar lo que es público y notorio y está registrado en cientos de documentos oficiales y literatura sobre la CIA de los últimos 60 años. Pero no deja de ser grave que el jefe de la diplomacia estadounidense se refiera a sí mismo como mentiroso y ladrón. Máxime, en la actual coyuntura, cuando expertos comunicacionales del Pentágono y la CIA han echado a andar una nueva etapa de la guerra no convencional contra Venezuela, diseñada en base a operaciones de guerra psicológica, propaganda encubierta y mensajes indirectos a través de los medios de difusión masiva (radio, televisión, prensa escrita, Internet), direccionadas a conseguir el control y la manipulación de la llamada opinión pública mediante distorsiones informativas (noticias intoxicadas). Seguir leyendo LAWFARE Y GUERRA ASIMÉTRICA VS. VENEZUELA. CARLOS FAZIO

IRAQI PM REVEALS SOLEIMANI WAS ON PEACE MISSION WHEN ASSASSINATED, EXPLODING TRUMP’S LIE OF ‘IMMINENT ATTACKS’. M. BLUMENTHAL

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By MAX BLUMENTHAL*

max-b-e1578564478188.pngDesperate to justify the US drone assassination of Iranian Major General Qasem Soleimani, Secretary of State Mike Pompeo insisted that Washington had made an “intelligence-based assessment” that Soleimani was “actively planning in the region” to attack American interests before he was killed.

President Donald Trump justified his fateful decision to kill the Iranian general in even more explicit language, declaring that Soleimani was planning “imminent attacks” on US diplomatic facilities and personnel across the Middle East.

“We took action last night to stop a war,” Trump claimed. “We did not take action to start a war.”

Trump’s dubious rationale for an indisputably criminal assassination has been repeated widely across corporate media networks, and often without any skepticism or debate.

At a January 3 State Department briefing, where reporters finally got the chance to demand evidence for the claim of an “imminent” threat, one US official erupted in anger.

“Jesus, do we have to explain why we do these things?” he barked at the press.

Two days later, when Iraqi Prime Minister Adil Abdul-Mahdi addressed his country’s parliament, Trump’s justification for killing Soleimani was exposed as a cynical lie.

According to Abdul-Mahdi, he had planned to meet Soleimani on the morning the general was killed to discuss a diplomatic rapproachment that Iraq was brokering between Iran and Saudi Arabia.

Abdul-Mahdi said that Trump personally thanked him for the efforts, even as he was planning the hit on Soleimani – thus creating the impression that the Iranian general was safe to travel to Baghdad.

Mustafa Salim@Mustafa_salimb

“But at the same time American helicopters and drones were flying without the approval of Iraq, and we refused the request of bringing more soldiers to US embassy and bases” iraqi PM said.

Mustafa Salim@Mustafa_salimb

“I was supposed to meet Soleimani at the morning the day he was killed, he came to deliver me a message from Iran       responding to the message we delivered from Saudi to Iran” Iraqi PM said.

Soleimani had arrived in Baghdad not to plan attacks on American targets, but to coordinate de-escalation with Saudi Arabia. Indeed, he was killed while on an actual peace mission that could have created political distance between the Gulf monarchy and members of the US-led anti-Iran axis like Israel.

The catastrophic results of Soleimani’s killing recall the Obama administration’s 2016 assassination of Mullah Akhtar Muhammad Mansur, a Taliban leader who was eager to negotiate a peaceful end to the US occupation of Afghanistan. Mansur’s death wound up empowering hardline figures in the Taliban who favored a total military victory over the US and triggered an uptick in violence across the country, dooming hopes for a negotiated exit.

Since Soleimani’s assassination, Iraq’s parliament has voted to expel all US troops from the country and Iran’s Grand Ayatollah Ali Khamenei has sworn to exact a “severe revenge” on the “the criminals who have stained their hands with [Soleimani’s] and the other martyrs’ blood…”

Trump, for his part, tweeted a litany of gangster-like threats, promising to destroy Iranian cultural sites if it retaliated and pledging to sanction Iraq “like they’ve never been before” if it ousted US troops.

Donald J. Trump

@realDonaldTrump

….hundreds of Iranian protesters. He was already attacking our Embassy, and preparing for additional hits in other locations. Iran has been nothing but problems for many years. Let this serve as a WARNING that if Iran strikes any Americans, or American assets, we have…..

Donald J. Trump

@realDonaldTrump

….targeted 52 Iranian sites (representing the 52 American hostages taken by Iran many years ago), some at a very high level & important to Iran & the Iranian culture, and those targets, and Iran itself, WILL BE HIT VERY FAST AND VERY HARD. The USA wants no more threats!

COLOMBIA, PLATAFORMA DE LA CIA PARA LA AGRESIÓN A VENEZUELA. CARLOS FAZIO

ÁGUILA 7

CARLOS FAZIO

CARLOS FAZIO 2El pasado 28 de agosto, el secretario de Estado Mike Pompeo anunció la creación de la Unidad de Asuntos para Venezuela (Venezuela Affairs Unit, VAU por sus siglas en inglés), que estará ubicada en la embajada de Estados Unidos en Bogotá, Colombia, lo que exhibe a ese país sudamericano como la principal plataforma para un golpe de Estado Made in USA contra el gobierno constitucional y legítimo de Nicolás Maduro y el papel servil y cipayo del presidente colombiano Iván Duque.

La Unidad de Asuntos de Venezuela estará dirigida por James Story, ex encargado de negocios en la Embajada estadunidense en Caracas, y quien fue uno de los últimos diplomáticos en retirarse de la misión en la capital venezolana en marzo, después de que el presidente Nicolás Maduro rompiera relaciones con Washington.

El nivel de la VAU no es tradicional en el servicio exterior de Estados Unidos, y según trascendidos de prensa no se equiparará a una “sección de intereses” como la que existió en La Habana, Cuba, durante décadas. De acuerdo con fuentes del Departamento de Estado, su carácter provisional la coloca fuera del Comité de Relaciones Exteriores del Senado en cuanto a aprobar su personal, aunque seguirá supervisando el desarrollo de las relaciones bilaterales.

La creación de la oficina diplomática paralela de EE.UU. en Bogotá contó con el apoyo bipartidista (demócrata/republicano) del Congreso, y busca dar legitimidad regional al desdibujado presidente de la Asamblea Nacional venezolana, Juan Guaidó, en un momento de extrema debilidad política de la oposición interna al gobierno de Maduro.

El presidente Maduro rompió relaciones con Estados Unidos el 23 de enero pasado, luego de que Donald Trump desconociera su mandato y reconociera a Guaidó, su creación, como “presidente encargado”, en medio de una campaña de intoxicación mediática en el mundo occidental dirigida a presionar, desestabilizar y producir un “cambio de régimen” en Venezuela, con apoyo de varios presidentes de la ultraderecha latinoamericana agrupados en el llamado Grupo de Lima.

Desde entonces, oficiales de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) comenzaron a realizar contactos con funcionarios diplomáticos venezolanos con fines de reclutamiento e incitación al abandono de sus cargos, en particular en Colombia, Panamá y Naciones Unidas.

Según reportes periodísticos, a cambio de convertirse en colaboracionistas de la agencia de espionaje estadunidense, oficiales de la CIA ofrecieron sumas de dinero de entre 120 y 150 mil dólares, con el encargo, a quienes defeccionaran, de que deberían ofrecer entrevistas a medios de prensa donde evidenciarían, entre otras exigencias, rechazo al presidente Maduro y al gobierno que habían defendido hasta ese momento.

Desde entonces, también, los agentes de la CIA incrementaron sus actividades en territorio colombiano. En 2018, la agencia estadunidense ya había logrado la defección del agregado de prensa venezolano en Bogotá, Luis Espinoza. Destaca, asimismo, el apoyo brindado a una red terrorista basificada en Perú, denominada operación “Jaque Mate Venezuela 2019”, dedicada a la ejecución de actos violentos en territorio venezolano con fines de desestabilización.

Antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Colombia, entre Iván Duque y Gustavo Petro, en junio de 2018, la CIA preparó una denuncia pública donde acusaba, falsamente, a Royland Belisario, miembro del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), de un supuesto atentado contra el hoy presidente Duque. La versión fue recuperada por el diario bogotano El Tiempo el 3 de marzo de 2019 y atribuida a “organismos de inteligencia colombianos”.

El 15 de abril de 2019, durante una sesión de preguntas y respuestas en la Universidad de Texas, el secretario de Estado Mike Pompeo afirmó que cuando “yo era director de la CIA, mentimos, engañamos y robamos. Teníamos hasta cursos de entrenamiento”. La transcripción oficial del Departamento de Estado censuró esas aseveraciones, pero sí quedaron registradas en video. Y aunque es público y notorio que a lo largo de su historia la CIA ha hecho lo que Pompeo dijo, no deja de ser grave que el jefe de la diplomacia estadunidense se refiera a sí mismo de esa forma.

El 7 de febrero anterior, tras la detención del ex coronel de la Guardia Nacional Bolivariana, Oswaldo Valentín García Palomo, el vicepresidente de Comunicación, Cultura y Turismo de Venezuela, Jorge Rodríguez, destacó ante los medios la publicación de mensajes intimidatorios y noticias falsas por parte de actores del antichavismo que delineaban el marco de una serie de acciones golpistas. Seguir leyendo COLOMBIA, PLATAFORMA DE LA CIA PARA LA AGRESIÓN A VENEZUELA. CARLOS FAZIO

EL MUNDO A MERCED DE DOS DUEÑOS DE CASINOS: TRUMP Y EL ISRAELÍ SHELDON ADELSON. ALFREDO JALIFE-RAHME

Bajo la lupa
TRUMP PALM BEACH
 Donald Trump saluda a partidarios durante su llegada al Aeropuerto Internacional de Palm Beach. Foto AP
JALIFE 1
Los casinos han unido las vidas de Trump y Sheldon Adelson. En 2017, días después de haber sido ungido presidente, Trump –quien poseyó dos casinos que quebraron en Atlantic City– solicitó al primer nipón Shinzo Abe la construcción de casinos en Japón para favorecer a su amigo/aliado/socio Sheldon Adelson (https://bit.ly/2XAvdw5).
Chris McGreal, del The Guardian, asevera que Sheldon Adelson conduce la política del Medio Oriente de Trump.
Sheldon Adelson, multimillonario del imperio Casino Las Vegas Sands, con una fortuna de 35 mil millones de dólares (número 14 en EE.UU. en el ranking de Forbes), dio al Partido Republicano 82 millones de dólares para las elecciones de 2016 cuando sus puntos de vista y su apoyo indefectible al primer Netanyahu de Israel representan ahora la línea oficial de EE.UU. (https://bit.ly/2McJCJV). ¡Cómo dejan los casinos!
Un año antes Sheldon Adelson, más israelí que estadounidense, había sido demandado por su anterior director Stevens Jacobs por crapulosas operaciones de juego en su casino de Macao (China): le imputó haber colaborado con el “crimen organizado (el cártel Las Triadas)” y sobornado a los funcionarios (https://bit.ly/2ViEScU). ¿No es la práctica común de los dueños de casinos?
En la elección de 2012, Sheldon Adelson invirtió 150 millones de dólares para desbancar al socialista –estigma político que vuelve a resonar con los publicistas de Trump– y anti-Israel Barack Obama (https://bit.ly/2ZlZVKU).
Según Chris McGreal, Sheldon Adelson ha dejado la impronta de sus pasiones políticas en “una gama de las decisiones más controvertidas de Trump, la abolición del Acuerdo Nuclear con Irán, el traslado de la embajada de EE.UU. a Jerusalén (https://bit.ly/2DntqTm) y el nombramiento del ultra-halcón John Bolton como consejero de Seguridad Nacional”.
El objetivo de Sheldon Adelson, de 85 años de edad, es entrelazar al Partido Republicano con Israel. ¿No es el rol de los evangelistas sionistas (https://bit.ly/2COnHG5) asentados en el “Cinturón Bíblico ( Biblebelt)”?
NYT expuso que Sheldon Adelson es miembro del Consejo Nacional de Seguridad fantasma (sic) que asesora a Bolton.
Nadie dice si Trump gobierna, o está hipotecado por este gabinete en las penumbras, o es una vulgar polichinela a quién el Deep State (https://nyti.ms/2IXZ1il) coloca en jaque cuando se portal mal.
Sheldon Adelson financió el vuelo privado y los viáticos de la delegación de Guatemala para asistir al traslado de la embajada de EE.UU. a Jerusalén (https://bit.ly/2UOXLVF). ¡Que baratos!
También financió la nueva matriz de AIPAC (American Israel Publics Affairs Committee): el grupo cabildero más poderoso a favor de Israel en EE.UU.
Sheldon Adelson sigue comprometido con el irredentista supremacismo racista del Gran Israel y admite que “Israel no será un país democrático. ¿ So what?”.
William Binney, del portal Sic Semper Tyrannis (https://bit.ly/2GB3rdf), afirma que el verdadero patrón de John Bolton es Sheldon Adelson, quien ha lubricado al Partido Republicano con decenas de millones de dólares con el fin de reconfigurarlo a su propia imagen.
Sheldon Adelson incrustó en los más altos niveles, del siempre rotatorio equipo de Trump, a varios neoconservadores straussianos quienes han tenido un éxito considerable, particularmente en el tema de Irán y también en el caso de Venezuela” –se pudiesen agregar Nicaragua y Cuba, pero que fracasó con Norcorea.
Según William Binney, “ahora que el Rusiagate está muerto, las relaciones de EE.UU. con Rusia no mejoran” debido justamente a la fauna neoconservadora.
En forma estrujante, la única preocupación de Sheldon Adelson, según sus propios términos, es proteger a Israel por lo que aboga el bombardeo nuclear de Irán. ¡Mega-Uf!
William Binney agrega que Mike Pompeo, ex director de la CIA y hoy secretario de Estado, es otro vástago de Sheldon Adelson.
Por azares lúdicos del destino, la estabilidad estratégica global está en manos de dos casineros, Trump y Sheldon Adelson –con la operatividad del eje neoconservador Bolton/Pompeo–, mientras el botón nuclear de EE.UU. –que se desdibuja cada vez más para parecerse a Israel en la fase de Netanyahu y Jared Kushner– lo detenta uno, si es que no los dos.
Ahora resulta que la política exterior se hace en los casinos de EE.UU. e Israel. ¡La decadencia total!
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MIKE POMPEO: «YO ERA EL DIRECTOR DE LA CIA. MENTIMOS, ENGAÑAMOS Y ROBAMOS»

POMPEO BOLTON PENCE
John Bolton, Mike Pompeo y Mike Pence
Este 15 de abril, el secretario de Estado, Mike Pompeo, participó en una sesión de preguntas y respuestas en la Universidad de Texas como parte de la serie de conferencias del responsable de la política exterior estadounidense. 

Allí, entre risas y aplausos, Pompeo afirmó: «Yo era director de la CIA. Mentimos, engañamos y robamos. Teníamos hasta cursos de entrenamiento».

Aunque la transcripción oficial del Departamento de Estado no incluyó estas aseveraciones, sí quedaron registradas en video.

Aunque es público y notorio que la CIA, a lo largo de su historia, ha hecho lo que Pompeo comenta, no deja de ser grave que el director actual de la diplomacia estadounidense se refiera a sí mismo de esa forma y riéndose, mientras Venezuela, Irán, Cuba, Nicaragua, entre otros países, son amenazados con la guerra.

En esta conferencia también aprovechó para realizar comentarios sobre su gestión en Venezuela, país en el cual el secretario ha interferido incontables veces en sus asuntos internos. Recalcó que su viaje más reciente a Cúcuta «fue parte del esfuerzo que está liderando la Organización de los Estados Americanos y el Grupo de Lima mientras trabajamos para restaurar los derechos humanos y la democracia en Venezuela. Sé que finalmente tendremos éxito y que el Sr. Maduro abandonará ese país», sin precisar bajo qué mecanismos extraconstitucionales.

Aunque Pompeo omitió el impacto de las sanciones que él mismo ayudó a diseñar en el fenómeno migratorio venezolano y la crisis económica, sí reconoció que la operación de falsa ayuda humanitaria no logró sus objetivos: «No siempre podemos obtenerlo, como en el caso de Venezuela».

Fuente: MISIÓN VERDAD

 

LOS CUATREROS DE LA CASA BLANCA (II). JUANA CARRASCO MARTÍN

Sus notas son altisonantes y descompasadas, las letras fatuas e impertinentes, pero «cantan» casi a diario contra Venezuela y Cuba. Es el dúo de los Mike P...
LOS CUATREROS 2
Pompeo jura como Secretario de Estado ante Mike Pence y Trump observa. Foto;: AP 

JUANA CARRASCO MARTÍN

JUANITA CARRAASCOMás irritante que nunca, escribió hace unos días: «No hay comida, no hay medicinas, ahora no hay electricidad; lo próximo, no habrá Maduro», este fue el tuit de Mike Pompeo inmediatamente después del apagón nacional ocurrido en Venezuela por un ataque cibernético al sistema electroenergético de Guri. Para quien lo dude, la última frase no es una premonición, es casi una orden: eliminar al Presidente de Venezuela.

Estamos subiendo en la escala jerárquica de los cuatreros de la Casa Blanca, que responden al jefe Donald Trump en una guerra sucia contra la región que siguen viendo como su traspatio.

Mike Pompeo, el Secretario de Estado

Político y empresario, el Secretario de Estado, que fue antes jefe de la CIA, y a su paso por la Cámara representando al estado de Kansas se ganó la reputación de presentar proyectos de ley favorables a los bimillonarios hermanos David H. y Charles G. Koch, que financiaron sus campañas electorales y las de muchos republicanos. Estaba escrito que así debía ser, Pompeo y Koch son coterráneos.

Tan dañinos para la salud humana como el bacilo de la tisis, de los hermanos se afirma que son los operadores de la guerra contra Venezuela. Motivo simple: quieren recuperar al país para las compañías estadounidenses, y específicamente los intereses en el petróleo, los fertilizantes y la petroquímica venezolana. Es que a los Koch, Chávez les nacionalizó FertiNitro y desde entonces también financiaron el antichavismo.

Sin embargo, entre los Koch y Trump las relaciones no son tan buenas porque chocaron en cuanto a la visión de la economía, los primeros liberales, el segundo aislacionista. «Nunca acepté su apoyo porque no necesito su dinero ni sus malas ideas. Su red de influencias está muy sobrevalorada, son solo dos buenos hombres con malas ideas», dijo el mandatario. Mientras Charles, el CEO de las industrias familiares le dijo a la revista Fortune que elegir entre Trump y Hillary Clinton era como «elegir entre un ataque al corazón y cáncer». Pero esas minucias verbales no son óbices para el frente común respecto a «recuperar» Venezuela.

Pero nuestro personaje hoy es Mike Pompeo, y para completar el porqué tiene tantos intereses en este enfrentamiento diremos que con su amplia experiencia en asuntos de inteligencia, de seguridad nacional y militares, es uno de los representantes de la línea más dura del Partido Republicano, y fue uno de los líderes en Kansas de la ultraconservadora facción del Tea Party.

Iniciado como representante el 3 de enero de 2011, escaño que ocupó hasta el 23 de enero de 2017, pronto llegó a las proximidades mas poderosas de Washington, cuando sustituyó como director de la Agencia Central de Inteligencia a John O. Brennan, quien había entrado en discrepancias con Trump. Al parecer fiel servidor, Pompeo pasó el 26 de abril de 2018 a dirigir la política exterior remplazando a otro que había discrepado en grande con Trump, Rex Tillerson, de manera que reforzaba los postulados mas ultraconservadores.

Estas son algunas perlas de su actuación: crítico del acuerdo nuclear de la administración de Barack Obama con Irán, sumaba a su haber la retirada de ese tratado multilateral el 8 de mayo de 2018, cuando ya ejercía como Secretario de Estado. Para justificar la medida unilateral Trump dijo que Irán era «el mayor patrocinador de terrorismo del mundo».

Además, ha sido un defensor de los programas de recolección masiva de datos personales por parte de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), incluso la ejecución de ese espionaje sobre líderes extranjeros, y llegó a decir que Edward Snowden —el extécnico de la CIA y consultor de la NSA que filtró los documentos sobre ese entramado internacional de espionaje— debía ser juzgado y eventualmente condenado a muerte.

En su registro político encontramos además, su firme apoyo al ilegítimo Centro de detenciones en la ilegal Base Naval en Guantánamo, territorio cubano usurpado; escudó a la CIA después que se publicara el Informe del Comité de Inteligencia del Senado sobre la Tortura en 2014. «Estos hombres y mujeres no son torturadores, son patriotas», dijo Mike Pompeo y apuntó que esas tácticas estaban «dentro de la ley, dentro de la Constitución». Sin pudor de ningún tipo cuando fue nominado para dirigir la agencia señaló que quería una CIA más «agresiva, brutal, despiadada e implacable».

Sin embargo, no son meramente posiciones acordes con una visión halcónica de las cosas de este mundo, para entender lo práctico de su actuar político. Antes de llegar al Congreso, Mike Pompeo fundó una firma que fabrica piezas de aviación y una compañía de suministro para yacimientos petrolíferos. Se comprende entonces su punto de vista sobre Venezuela.

Sumados estos apuntes, resulta obvia la sarta de mentiras en declaraciones a la prensa, noticias falsas, y tuits manipuladores que lo tienen de intérprete desde su llegada al mundo trumpiano. Entre los más recientes: «Cuba es el verdadero poder imperialista en Venezuela. El Gobierno cubano de Miguel Díaz-Canel ofrece encubrimiento político a Maduro y sus compinches en el poder. Es Cuba quien ofrece a Maduro solidaridad incondicional». Puso también a Rusia como responsable de las penurias venezolanas, por la posición firme del gigante euroasiático en contra de las pretendidas condenas en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Trump ha endurecido el verdadero bloqueo destinado de manera perversa a doblegar al pueblo bolivariano y chavista que resiste, y se ha destacado en fabricar pretextos falsos para justificar la intervención en Venezuela cuando estimen que tantas agresiones puestas en práctica no les dan resultado.

La empresa petrolera estatal venezolana PDVSA es el blanco sustancial, porque de ella depende en buena medida el desarrollo de ese país sudamericano, y Pompeo la ha definido como «el cajero personal de Maduro» para intentar argumentar la imposición de sanciones cada vez más fuertes y el robo de Citgo, la empresa con sede en Estados Unidos. Seguir leyendo LOS CUATREROS DE LA CASA BLANCA (II). JUANA CARRASCO MARTÍN

LOS CUATREROS DE LA CASA BLANCA (I). JUANA CARRASCO MARTÍN

Probablemente el presidente Donald Trump ha logrado algo bien difícil: poner a su vera al equipo más ultraconservador y agresivo en política exterior que se ha visto y sufrido en varios lustros

Elliot Abrams
Elliot Abrams. Foto: Miami News 

JUANA CARRASCO MARTÍN

JUANITA 1De que son cuatreros no hay dudas. Basta con ver el robo de las propiedades petroleras venezolanas en Estados Unidos. Pero esa es su misión, derrocar por cualquier medio al Gobierno de Nicolás Maduro y, con miras superiores, hacer otro tanto con Cuba y Nicaragua, los «incómodos» de la región que consideran su traspatio.

Son los más destacados protagonistas de esta «agresión sin precedentes, que incluye la amenaza del uso de la fuerza, con el fin de forzar un cambio de Gobierno para controlar las riquezas del país», como denunciara el canciller venezolano Jorge Arreaza. Sus hojas de servicio a los intereses más ultraconservadores de la política estadounidense y de las empresas económicas involucradas en el golpe de Estado en curso, lo dicen todo y demuestran que no retroceden ante ningún procedimiento en esta guerra para eliminar al presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, aun a costa de muy peligrosas decisiones para la paz de la región.

De Donald Trump no vamos a hablar. Es el séquito el que nos interesa, pues califica por sus abultadas experiencias entre los más conspicuos criminales políticos estadounidenses, al punto de que pudieran ser juzgados como criminales de guerra por delitos anteriores, y en estos momentos se amparan en la declaración recién renovada de que Venezuela «continúa presentando una inusual y extraordinaria amenaza a la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos».

Por demás, para ellos, un cambio de régimen con total irrespeto al derecho internacional, no tiene ya que ser un asunto secreto. El caso Venezuela demuestra que lo hacen  abierta y descaradamente.

El vicepresidente Mike Pence, el secretario de Estado Mike Pompeo, el Asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, el asesor en Seguridad Nacional para el Hemisferio Occidental, Mauricio Claver Carone, el enviado especial para Venezuela, Elliott Abrams, y el senador por la Florida, Marco Rubio, son los jugadores estrellas de ese dream team trumpiano, aunque otros, como Roger Noriega, también  actúan tras bambalinas.

Elliot Abrams, el criminal de guerra

Designado apenas este año como refuerzo de gran experiencia en operaciones sucias en Centroamérica durante los gobiernos de Ronald Reagan y George Bush, Elliott Abrams dijo el 23 de febrero:

«Si no cae el día de hoy, si no cae el día de mañana, seguiremos en la lucha con el apoyo de más de 50 países alrededor del mundo, seguiremos enviando ayuda humanitaria, seguimos aplicando sanciones a miembros del régimen de Maduro».

Con cara de ave de rapiña, Elliott Abrams es un político, escritor y diplomático estadounidense que fue condenado por el escándalo Irán–Contra mientras servía a Reagan, pero indultado por George H. W. Bush. Actualmente se afanaba por imponer agendas ultraconservadoras desde el Consejo en Relaciones Extranjeras cuando Trump lo nombró su emisario especial para Venezuela habida cuenta de su experiencia anterior, pues fue uno de los funcionarios estadounidenses tras el fracasado golpe de 2002 contra el Comandante-Presidente Hugo Chávez. Tras la aceptación de su nombramiento, Abrams calificó la situación en Venezuela como «profunda, difícil y peligrosa», y a seguidas dijo: «Estoy ansioso por empezar a trabajar en ese tema».

De inmediato puso manos a la obra y anunció en una audiencia en el Senado que «habrá más sanciones sobre instituciones financieras que ejecuten las órdenes del régimen de Maduro» y la revocación de visados a ciudadanos venezolanos: «Estamos aplicando todo el peso de sanciones individuales sobre miembros del régimen».

Pompeo, al argumentar la designación de Elliott Abrams dijo: «La pasión de Elliott por los derechos y libertades de todos los pueblos le hacen la persona perfecta y una incorporación valiosa y oportuna. […] Elliott será un verdadero activo para nuestra misión de ayudar a los venezolanos a restaurar plenamente la democracia y la prosperidad de su país».

Fue un hombre clave en la política de Reagan hacia Centroamérica. En la década de 1980 defendió al dictador Efraín Ríos Montt mientras supervisaba su campaña de asesinatos y tortura masiva de comunidades indígenas en Guatemala, aprobando el envío de armas, dinero, inteligencia y la provisión de cobertura política al Ejército de Guatemala mientras este arrasaba las zonas mayas de las montañas del noroeste, borrando de la faz de la tierra 662 pueblos, según cifras del propio Ejército, decapitando niños, crucificando personas. Seguir leyendo LOS CUATREROS DE LA CASA BLANCA (I). JUANA CARRASCO MARTÍN

EL PUEBLO CUBANO HABLÓ ALTO Y CLARO EL PASADO 24 DE FEBRERO EN LAS URNAS

Bandera cubana y Palma real
Foto: Juvenal Balán

El Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Cuba rechaza enérgicamente la irrespetuosa declaración del Departamento de Estado de los Estados Unidos, adjudicada el Secretario de Estado Michael Pompeo, en la cual se pretende cuestionar el referéndum constitucional libre y soberanamente celebrado por los cubanos el pasado 24 de febrero.

El texto de la declaración es expresión del ideario imperialista profundamente enraizado en la política exterior del actual gobierno de los Estados Unidos. Es también reflejo de la pretensión ya anunciada de imponer nuevamente en el hemisferio occidental la Doctrina Monroe, acompañada ahora por la intolerancia macartista.

El pueblo cubano habló alto y claro el 24 de febrero, con contundente elocuencia. Apostó libremente en las urnas por la construcción del socialismo y lo hizo acudiendo masivamente a expresar su voluntad, a pesar de la perniciosa campaña del gobierno de los Estados Unidos dirigida a influir en el voto. Hace mucho que los cubanos cortamos cualquier pretensión estadounidense de regir los destinos de nuestro país.

El Departamento de Estado debe cesar la práctica de inmiscuirse en los asuntos internos de otros Estados e interferir en los procesos electorales o de votación de otras naciones. Se trata de una manía contraria al Derecho Internacional, con la que el gobierno de los Estados Unidos desafía las normas que rigen las relaciones entre Estados soberanos.

La Habana, 26 de febrero de 2019

 

ANÁLISIS HISTÓRICO DE UN DESDICHADO “TRINO” DEL PRESIDENTE IVÁN DUQUE. YLDEFONSO FINOL

yldefonso finol

YLDEFONSO FINOL

En Cartagena, emocionado por la visita del exjefe de la CIA, hoy canciller, Mike Pompeo, el presidente de Colombia Iván Duque, escribió en sus redes sociales: “Hace 200 años el apoyo de los padres fundadores de los Estados Unidos a nuestra independencia fue crucial, por lo que recibir hoy su visita nos llena de alegría y de honor, precisamente este año del Bicentenario, tan importante para nuestro país”.

El breve texto provocó una prolongada controversia en redes y medios digitales, con el autor como epicentro de críticas y burlas de una ciudadanía sorprendida más por los errores que por el enfoque subyacente en el mensaje.

Antes de pasar al análisis de la temática histórica en cuestión, necesito hacer dos aclaraciones previas: a) por un profundo respeto a todo cuanto implique nuestra gesta independentista, intentaré en todo momento alejarme de cualquier sarcasmo, aunque luzca tentador echar una chanza a semejante adversario; b) por las mismas razones éticas, tampoco entraré en calificar el nivel de los comentarios que he visto en el ciberespacio.

Mi aporte en este debate se centrará en diseccionar el contenido del texto presidencial y ofrecer información documentada y verificada sobre la verdad histórica.

1) Primera afirmación: “este año del Bicentenario, tan importante para nuestro país”

Se conmemoran 200 años del glorioso 1819, aquél primer Gobierno Bolivariano de Venezuela con sede en Angostura, a orillas del río Orinoco, desde el cual Simón Bolívar, visualizó, diseño, organizó y ejecutó con su directa dirección político-militar el paso de los Llanos, el salto de los Andes, las victorias de Pantano de Vargas y Boyacá, y la independencia de la Nueva Granada.

Ciertamente, es El Libertador, en su condición de Presidente de la República de Venezuela, quien fue con sus tropas y sus recursos a libertar aquella amplia franja de territorio que había sido reconquistada por la bota colonial. Este es el Bolívar que en 1815, luego de pacificar y liberar Bogotá, no fue apoyado por los generales de Cartagena para completar la misión libertadora. Es el Bolívar refugiado en el archipiélago caribeño, en el que sigue amasando con telúrica fuerza su máxima creación, su Colombia, y así lo anuncia con quenas y zampoñas en la Carta de Jamaica. Es el Simón Bolívar que recibe –dos veces- el apoyo incondicional del General (¿padre fundador?) Petion.

El 15 de febrero de aquel inmortal 1819, El Libertador pronuncia su Discurso de Angostura en el acto de instalación del Congreso de la República de Venezuela, síntesis de su ideario político hasta el momento, donde manifiesta sus grandes preocupaciones sobre la necesidad de constituir instituciones para una nueva sociedad basada en la igualdad, la estabilidad y la felicidad social. Allí reafirma la estrategia emancipadora según la cual, mientras persista la presencia del ejército enemigo en el territorio, la prioridad fundamental es la victoria militar sobre el invasor. No dudó en reiterar su convicción más anhelada, que la unión de Venezuela y la Nueva Granada -“el voto (o deseo) de los ciudadanos de ambos países”- dieran origen a un nuevo Estado llamado Colombia, que sería “la garantía de la libertad de la América del Sur”.

Y así quedó plasmado en la segunda Carta Magna de Venezuela, sancionada en diciembre de 1819. Tal es el parto de la Colombia original, la de Bolívar y su pueblo.

2) Segunda afirmación: “el apoyo de los padres fundadores de los Estados Unidos a nuestra independencia fue crucial”

Esta afirmación pudiera adolecer de dos extremismos: exceso de ignorancia de la historia y/o exceso de (es difícil decirlo sin calificar) obsequiosidad pro estadounidense (¿o servilismo, pitiyanquismo, malinchismo, santanderismo?)

Hace doscientos años el único Padre Fundador crucial para “nuestra independencia” fue Simón Bolívar, y en su nombre van implícitos los de Antonio Nariño y Rafael Urdaneta, Antonio José de Sucre y Camilo Torres, Lara y Zea, Silva y Girardot, Manuela Sáenz y Josefa Camejo, Ana María Campos y la señora que recibió al Libertador en Bogotá tras el triunfo de Boyacá: “¿Volviste? Bendito seas fantasma”; y miles anónimos que se sembraron en la inmensa trepidación de las luchas por un mundo mejor.

Los presidentes y el pueblo deberíamos saber que la Independencia de Nuestra América se logró a pesar de Estados Unidos. Thomas Jefferson señalaba por allá por 1786: “Nuestra Confederación debe ser como el nido desde el cual toda América, así como la del Norte como la del Sur, habrá de ser poblada. Mas cuidémonos (…) de creer que interesa a este gran Continente expulsar a los españoles. Por el momento aquellos países se encuentran en las mejores manos, y sólo temo que éstas resulten demasiado débiles para mantenerlos sujetos hasta que nuestra población haya crecido lo suficiente para írselos arrebatando pedazo a pedazo”.

Ese es el mismo Thomas Jefferson, que en 1806 negó el apoyo al venezolano Francisco de Miranda, quien sirvió con las armas a la independencia de Estados Unidos y es el autor de la original Colombeia como denominación genérica del continente una vez liberado del yugo colonial hispano. Seguir leyendo ANÁLISIS HISTÓRICO DE UN DESDICHADO “TRINO” DEL PRESIDENTE IVÁN DUQUE. YLDEFONSO FINOL