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 EL MUNDO DESPUÉS DE LA PANDEMIA: CONJETURAS SOBRE EL FUTURO DEL CAPITALISMO Y EL “PROTOSOCIALISMO”. ATILIO A. BORÓN

ilustración Atilio proto

ATILIO A. BORÓN

Historia y Contexto Actual 

ATILIO 3Desde la más remota antigüedad guerras, inundaciones, terremotos, sequías, hambrunas y pestes han sido las parteras de profundos cambios experimentados por las sociedades que padecieron estas adversidades. Las dos guerras mundiales del siglo veinte influenciaron decisivamente la restructuración no sólo económica sino también política y social de buena parte de las naciones afectadas por estos conflictos. Lo mismo ocurrió con la Gran Depresión de los años treinta, que fue un ominoso paréntesis entre ambas conflagraciones mundiales en donde el bajón económico y el desempleo masivo se combinaron con el auge de los fascismos. La peste negra en Europa mató aproximadamente a un tercio de su población entre 1347- 1353 y fue el preludio de lo que de la mano de Francesco Petrarca y Giovanni Boccaccio se conocería tiempo después como el Humanismo, la gran renovación de la cultura europea. La Gran Peste de Londres (1665-1666) aniquiló a unas 100.000 personas, la cuarta parte de su población. Una de sus consecuencias políticas fue el debilitamiento del absolutismo monárquico que, tiempo después, abriría las puertas a la victoria del Parlamento sobre la Corona en lo que los ingleses han dado en llamar “la Revolución Gloriosa” (1688-1689). Guerras y pestes tienen un enorme y variado impacto. Señalemos tan sólo uno, usualmente subestimado: el exterminio de una parte de la población y la consiguiente reducción de la mano de obra disponible modifica la relación de fuerzas entre la burguesía y la aristocracia –la clase dominante- y sus trabajadores. Tanto los campesinos enfeudados en la época medieval o los obreros y jornaleros en la Londres de mediados del siglo XVII mejoraron sus ingresos reales (de diverso tipo) más del doble después de esas plagas.[1] Y lo mismo ocurrió después de las grandes guerras del siglo pasado, especialmente de la Segunda. Sin duda, la recuperación de la fuerza de las izquierdas y el movimiento obrero jugaron un papel fundamental en esa recomposición progresiva de la distribución del ingreso. Pero los veinte millones de muertos caídos en los principales países de Europa Occidental (aparte de los 29 millones caídos en la URSS) fueron un factor de indudable gravitación que modificó el la conciencia pública de la época y facilitó una significativa mutación en la relación de fuerzas entre capitalistas y trabajadores.

Como no podía ser de otra manera ante un acontecimiento absolutamente único en la historia universal y que además entraña una mortal amenaza para la población mundial, el coronavirus ha desatado un torrente de reflexiones y análisis que tienen como común denominador la intención de dibujar los difusos -aunque no inescrutables contornos- del tipo de sociedad y economía que nacerán una vez que el flagelo haya desaparecido. Sobran las razones para incursionar en esa clase de especulaciones, ojalá que bien informadas y controladas, porque si de algo estamos completamente seguros es que la primera víctima fatal que se cobró el COVID-19 fue la versión neoliberal del capitalismo, lo cual no es poca cosa luego de haber sufrido casi medio siglo de la pandemia del virus neoliberal, como solía llamarlo Samir Amin. Y si lo que hasta ayer era “normal” (por ejemplo, que los gobiernos permitieran, cuando no impulsaban abiertamente, que la atención médica o la venta de medicamentos fuesen lucrativos negocios) hoy constituye una aberración repudiada por grandes sectores de las sociedades contemporáneas que ante la visión dantesca de centenares de muertos apilados en grandes ciudades o enterrados en fosas comunes cae en la cuenta de lo absurdo de dicha política.[2] Y decimos la “versión” neoliberal del capitalismo porque no creemos que el virus en cuestión obre el milagro de acabar no sólo con el neoliberalismo sino también como la estructura que lo sustenta: el capitalismo como modo de producción y como organización económica internacional. Pero algo es algo y la era neoliberal ya es un cadáver aún insepulto pero imposible de resucitar. ¿Qué ocurrirá con el capitalismo a raíz de esta pandemia? En las próximas líneas ofreceremos algunas conjeturas al respecto.

Fin de una época 

Lo primero que podemos afirmar con total certeza es que el mundo que brotará de las ruinas dejadas a su paso por esta pandemia, la primera realmente global en la historia, no será la alegre continuidad del que le precedió. Consternado, Henry Kissinger, impune criminal de guerra, protagonista y atento observador de la realidad internacional lo reconoció en una nota publicada en la edición del fin de Semana del Wall Street Journal cuando escribió que “el mundo jamás volverá a ser el mismo luego del coronavirus.”[3]  La Gran Depresión, la Segunda Guerra Mundial y la reconstrucción keynesiana de la posguerra habían detenido por un tiempo el primado de las ideas liberales que predominaban desde mediados del siglo diecinueve. La bancarrota de la “ortodoxia”, como acostumbraba decir Raúl Prebisch, dio nacimiento a los “veinticinco años gloriosos” de la historia del capitalismo, transitados entre 1948 y 1973, momento en que el ciclo keynesiano comienza a derrumbarse. No obstante la restauración del viejo paradigma de gobernanza macroeconómica, ahora bajo el engañoso nombre de “neoliberal”, fue impotente para hacer retroceder el reloj de la historia hasta las vísperas del crack de la bolsa neoyorquina en octubre de 1929. Por más que se esforzaron los gobiernos de la oleada neoconservadora y neoliberal que azotaron tantos países luego del agotamiento del ciclo keynesiano sus intentos de regresar al “estado mínimo” del pasado y de emancipar a los mercados de cualquier tipo de regulación pública terminaron en un rotundo fracaso. El enorme crecimiento del gasto y el empleo público así como los avances en la regulación de los mercados no pudieron ser revertidos. Hubo sí una excepción porque el capital financiero habiendo resuelto a su favor la pugna con la burguesía industrial y convertido ya en la fracción hegemónica del bloque burgués logró desmarcarse de esa tendencia. Los sucesivos ocupantes de la Casa Blanca arrojaron la borda prácticamente todos los controles que aún quedaban de la época de Franklin D. Roosevelt y, envalentonado, el capital financiero salió a conquistar el mundo. Amparado por una impresionante red de “guaridas fiscales” que gozaban de la protección oficial y alimentan sin cesar al desregulado “sistema bancario en las sombras” (shadow banking system) en poco tiempo se convirtió en el “gobierno invisible” que tenía en su puño a la mayoría de los gobiernos de los capitalismos desarrollados. No obstante, en lo tocante al tamaño y el papel del estado los resultados fueron muy distintos. Fracasaron en su empeño restaurador nada menos que Ronald Reagan, Margaret Thatcher así como los gobiernos de centro derecha o derecha de Alemania y Japón. Los datos que sintetizamos en la siguiente tabla son elocuentes y ahorran miles de palabras. 

Gasto total de los gobiernos, 1900, 1929, 1975 y 2011
(países seleccionados, como % del PIB)

País                               1900         1929         1975        2011
Alemania                      19.3          14.5          51.7        47.0

Reino Unido                  11.8          26.5          53.1        48.1

Estados Unidos               2.9           3.6            36.6        43.7

Japón                                1.1            2.5           29.6        41.2

Fuente: IMF Data, Fiscal Affairs Departmental Data, Public Finances in Modern History, en Mauro, P., Romeu, R., Binder, A., & Zaman, A. (2015). “A modern history of fiscal prudence and profligacy”. Journal of Monetary Economics, 76, 55-70.

Estas cifras demuestran la magnitud del cambio experimentado por el paradigma de gobernanza macroeconómica del capitalismo después de la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial y que tiene como una de sus puntales más firmes la vigorosa presencia del estado en la vida económica. Alemania más que triplicó el gasto público entre 1929 y 2011, aún luego del retroceso de casi 5 puntos impuesto por el auge de las ideas neoliberales a partir del derrumbe del ciclo keynesiano. El Reino Unido casi lo duplica entre aquellos mismos años, habiendo llegado a un pico previo al gobierno de Margaret Thatcher de 53.1 %. En Estados Unidos el crecimiento desde 1929 hasta los finales de la Administración Obama fue de doce veces, y en Japón, otro de los milagros económicos de posguerra, el gasto público se multiplicó por dieciséis. Más estado que mercado era necesario para sostener el proceso de democratización y ciudadanización de la posguerra. Salud, seguridad social, educación, vivienda y todos los bienes públicos que debe ofrecer el estado fueron los motores que impulsaron la creciente centralidad del estado en la vida económica y social. Y los recortes experimentados en los años de la hegemonía ideológica del neoliberalismo no alcanzaron a alterar, en lo esencial, el nuevo equilibrio alcanzado en la posguerra.

El desafío del Covid-19

De lo anterior se desprende que la pandemia que nos atribula está destinada a tener un impacto mayor aún a cualquier otro conocido. El sobrio y siempre muy bien informado Premio Nobel de Economía Paul Krugman escribía el 13 de Abril en el New York Times que “las recientes pérdidas de empleos son apocalípticas: casi 17 millones de trabajadores se inscribieron para recibir su seguro por desempleo en las últimas tres semanas.[4] Pero finales de ese mismo mes esa cifra trepaba por encima de 30 millones de personas, o sea una cifra cercana al 18 % de la fuerza laboral de Estados Unidos. Y a mediados de mayo ya eran 36 millones los que se presentaron por ventanilla a reclamar su precario seguro de desempleo, no todos los cuales lo recibían. Los datos oficiales hablan que al día de hoy la tasa de desempleo es del 11.1 %, después de haber llegado a un pico del 14.8 %, el mayor desde la época de la Gran Depresión.[5] Economistas independientes sugieren que la tasa de desempleo hoy rondaría mínimo en torno al 16 %, y tal vez más, aproximándose a la registrada en lo más profundo de la Gran Depresión”.[6] Expresiones anteriores de este economista, y otros, apelan a términos completamente desusados en las últimas décadas: “catástrofe”, “desastre”, “hundimiento” son algunos de los más socorridos, oídos por última vez, pero no con tanta unanimidad y tanto tiempo, en la crisis de octubre de 1987.

La respuesta del empresariado estadounidense (emulada por sus homólogos latinoamericanos) ha sido criminal. Naomi Klein ha informado que McDonald’s le negó la licencia paga por enfermedad a 510.000 empleados; Walmart a 347.000; Burger King a 165.000, Marriot a 139.000 y en la Argentina Techint y otras empresas están también adoptando el mismo criterio.[7] No sorprende por lo tanto comprobar que la credibilidad y el respeto por la economía capitalista se han resentido fuertemente en la medida en que en Estados Unidos y en casi todos los países europeos grandes sectores de la sociedad civil han caído en la cuenta que haber hecho de la atención médica y la producción de medicamentos un negocio puede ahora costarle la vida a centenares de miles de personas, si no millones. Por eso Noam Chomsky ha dicho, en una de sus más recientes intervenciones, que el fracaso del libre mercado como ideología ha sido “monumental”, y que la población, aún la menos politizada, ha tomado nota de eso. Seguir leyendo  EL MUNDO DESPUÉS DE LA PANDEMIA: CONJETURAS SOBRE EL FUTURO DEL CAPITALISMO Y EL “PROTOSOCIALISMO”. ATILIO A. BORÓN

CHOMSKY: «EL RESULTADO NATURAL (DE LOS PROGRAMAS NEOLIBERALES) ES LA IRA, EL RESENTIMIENTO Y LA FRUSTRACIÓN». JAVIER TORRES

Entrevista a uno de los pensadores más influyentes del siglo XX y lo que llevamos de XXI

 

chomsky 2018

JAVIER TORRES

javier torres cadena serEl ruido arruina la conversación directa con Noam Chomsky (90 años). Las preguntas no llegan con claridad a través de internet y las respuestas no se pueden escuchar por el teléfono fijo. La solución para evitar una paradójica incomunicación con el pensador que más ha influido en los estudios sobre el lenguaje es enviar por mail un cuestionario que es devuelto con largas respuestas pormenorizadas días después.

El lingüista, pensador y activista vive en Arizona donde confiesa que ha llegado a «apreciar su estilo de vida y el medioambiente natural y cultural» que le ha acabado por convencer de que es el sitio para vivir en «este momento de nuestras vidas». Con el plural se refiere a su esposa que, también lingüista, y ha servido de intermediaria para la entrevista.

Chomsky ha logrado el premio Fronteras del conocimiento que otorga la Fundación BBVA en su apartado de Ciencias Sociales y Humanidades. Y ello podría parecer una contradicción ideológica y por ende personal, sabida es su posición sobre los mercados financieros.

El premio le ha sido concedido por un banco. ¿Supone esto una paradoja personal?

No más que visitar el museo Getty o la colección Frick o asistir a un concierto en el Carnegie Hall. O incluso ofrecer una conferencia en la sala de una universidad cuyo nombre es el de un gran donante. Hay al fondo cuestiones fundamentales acerca de la distribución de la riqueza y el poder, pero esa es una discusión diferente y muy importante.

Sus estudios sobre el lenguaje cambiaron la ciencia lingüística. Para aquellos que no saben nada de esa ciencia, ¿cómo les explicaría que el lenguaje es un sistema mental específico?

La “empresa generativa”, como ha acabado llamándose, buscaba proveer los mecanismos para capturar las propiedades básicas del lenguaje: cada lenguaje consiste en una colección de expresiones estructuradas de manera jerárquica que son interpretadas como manifestaciones del pensamiento y expresadas habitualmente (aunque no de manera necesaria) mediante el sonido. Tan pronto como las lenguas empezaron a ser estudiadas, comenzaron a descubrirse elementos extraños que antes habían pasado desapercibidos.

Las preguntas que ahora se hacen los investigadores ni siquiera se hubieran podido imaginar hace tan sólo pocos años.

 La iniciativa ha ayudado a revitalizar áreas relacionadas de las ciencias del conocimiento y el cerebro y se beneficia ahora de una fructífera relación entre ellas. Los resultados obtenidos ofrecen confirmación sustancial, de una manera más rica y desarrollada, para las intuiciones tradicionales acerca de la profunda uniformidad de la facultad del lenguaje, esta propiedad única de los humanos así como de su papel central en la creatividad y en los éxitos humanos, mientras revela las muchas y variadas formas que puede asumir las capacidades básicas.

Europa se enfrenta a un nuevo resurgimiento de partidos políticos de extrema derecha, populismo y nacionalismo (incluido el Brexit). ¿Cuáles cree que son sus razones?

Lo mismo sucede en Estados Unidos. Las razones no son oscuras. Los programas neoliberales de austeridad de generaciones anteriores han concentrado de manera radical la riqueza y al tiempo, han paralizado a la mayoría de la población, recortado beneficios y empleo estable, en procesos que han supuesto límites a la democracia.

Estas tendencias han sido amplificadas en Europa por una transferencia de las decisiones más importantes a la Troika que nunca ha sido elegida y compuesta por la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo.

El resultado natural es la ira, el resentimiento, la frustración e incluso, algo peor.

En los Estados Unidos, la mortalidad se está incrementando entre blancos de clase trabajadora, un fenómeno sin precedentes atribuido a las “muertes de la desesperación” por los economistas Anne Case y Angus Deaton que han puesto en evidencia los hechos. Las víctimas de estas políticas son un rebaño fácil para demagogos y sus efectos son, con frecuencia, inquietantes. Seguir leyendo CHOMSKY: «EL RESULTADO NATURAL (DE LOS PROGRAMAS NEOLIBERALES) ES LA IRA, EL RESENTIMIENTO Y LA FRUSTRACIÓN». JAVIER TORRES

CARTA ABIERTA A LA OFICINA EN WASHINGTON PARA ASUNTOS LATINOAMERICANOS. GREG GRANDIN, NOAM CHOMSKY, SUJATHA FERNANDES…

Acerca de los intentos estadounidenses de derrocar al gobierno venezolano

WOLA: Advocacy for Human Rights in the Americas
Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos y Sinfo Fernández
La carta que ofrecemos a continuación, firmada por 124 académicos de todo el mundo, se dirige a la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés) y expresa su profunda preocupación por el apoyo de esta oficina a varios aspectos de la política del gobierno Trump respecto a Venezuela.

Escribimos preocupados por la dirección que ha tomado la WOLA respecto a un asunto de vida o muerte, y posiblemente de guerra y paz, en América Latina. Esta carta es un intento de hacer una serie de sugerencias a la WOLA acerca de su apoyo a varios aspectos de los intentos del gobierno Trump de derrocar al gobierno de Venezuela.

Creemos que los intentos por parte del gobierno Trump de llevar a cabo un cambio de régimen en Venezuela son erróneos en todos los sentidos, moral, legal y políticamente. Dado que tanto el propio Trump como sus altos cargos han amenazado abiertamente con la guerra en repetidas ocasiones, estos intentos suponen también un grave riesgo tanto de pérdida de vidas humanas como de otras consecuencias imprevistas de la guerra y la violencia política.

Por estas y otras razones, la WOLA debería oponerse inequívocamente a estos intentos de cambio de régimen, del mismo modo que personas progresistas de todo el mundo se opusieron en 2003 a la guerra de Iraq. Pero no lo ha hecho, sino que ha apoyado casi todos los pasos que se han dado. Se pueden tener diferentes opiniones personales respecto a la política interna de Venezuela o sobre cómo pueden las y los venezolanos resolver mejor sus diferencias. Pero es indudable que la operación ilegal de cambio de régimen del gobierno Trump está empeorando enormemente la situación, por lo que a estos hechos deberían oponerse todas aquellas personas que se preocupan por la vida humana y el derecho internacional.

Lo más peligroso es la oposición de la WOLA a las ofertas de mediación del Papa Francisco y de los gobiernos neutrales de México y Uruguay. La WOLA ha afirmado que estas ofertas (denominadas Mecanismo de Montevideo) no tienen posibilidad alguna de lograr un resultado positivo y en vez de ello ha elegido, como el único espacio legítimo para llevar a cabo las negociaciones, al Grupo de Contacto Europeo, que está dominado por Washington y los gobiernos aliados, con sus sanciones ilegales y su intentos de provocar un cambio de régimen.

Dado que a todas luces el gobierno Trump no desea negociar, y así lo ha declarado abiertamente, la elección de la WOLA implica que no habrá verdaderas negociaciones hasta que los demás gobiernos (europeos y latinoamericanos) del grupo estén dispuestos a romper claramente con Washington. No es algo imposible, aunque es poco probable que ocurra en un futuro próximo. Por consiguiente, la elección por parte de la WOLA de un grupo negociador dominado por Trump sirve para reafirmarle a él y a su equipo de extremistas (John Bolton, Marco Rubio y Elliott Abrams) en su postura de rechazo del diálogo o la negociación.

La WOLA rechaza incluso que la ONU se implique en las negociaciones (que fue una propuesta de su Secretario General Antonio Guterres) afirmando que su papel debería limitarse a supervisar una transición. La ONU es el organismo internacional que ha acumulado más experiencia y conocimientos en la mediación de crisis internacionales e intranacionales y en haber contribuido con éxito al fin de guerras civiles que parecían ser irresolubles, como ocurrió en El Salvador en la década de 1990. Esta experiencia, unida a la autoridad moral que tiene la ONU por ser el organismo internacional más representativo, significa que un proceso de mediación supervisado este organismo tendría mucha más legitimidad que uno dirigido por el gobierno Trump y sus aliados políticos.

La WOLA ha sido ambigua acerca de su apoyo al reconocimiento de Juan Guaidó como “presidente interino”, una medida que automáticamente crea un embargo comercial que se suma al actual embargo financiero debido a que casi todas las divisas del país provienen de las exportaciones de petróleo, de las cuales aproximadamente tres cuartas partes se destinan a países que se han unido al reconocimiento de Trump de un gobierno paralelo y, por lo tanto, no se espera que paguen al actual gobierno de Venezuela por su petróleo (1).

Esto privará a la economía [venezolana] de miles de millones de dólares de divisas, con lo que se acelerará el aumento de la mortalidad (incluida la mortalidad de bebés y niños) debido a la falta de medicamentos y atención sanitaria, y se agravará la escasez de alimentos, un efecto ampliamente reconocido. Esto es algo profundamente inmoral. También viola el derecho internacional, incluidos el Artículo19 de la Carta de la OEA, la Carta de la ONU y muchos otros tratados internacionales firmados por Estados Unidos.

La WOLA adoptó también una postura ambivalente ante las sanciones de Trump de agosto de 2017, ya que hizo algunas críticas pero también sugerencias para mejorarla. Aquellas sanciones impusieron un embargo financiero ilegal (por las mismas razones antes señaladas) que ha sido devastador al paralizar la producción de petróleo y, por consiguiente, privar a la economía de miles de millones de dólares en divisas extranjeras necesarias para pagar importaciones vitales. También impidió cualquier renegociación de la deuda, así como la mayoría de las demás medidas necesarias para salir de la depresión e hiperinflación en las que se encuentra sumido el país.

La WOLA defend estas sanciones argumentando que “complican las finanzas del gobierno de Maduro de una manera que no tendrá un impacto inmediato sobre la población (aunque es probable que lo tenga a largo plazo), lo cual es falso, como sabe cualquier persona familiarizada con las sanciones y la economía venezolana. La economía venezolana (no sólo el gobierno) depende de las exportaciones de petróleo para casi la totalidad de sus divisas. Es lo que paga las importaciones de medicamentos, alimentos y otras necesidades vitales, tanto del gobierno como del sector privado. Seguir leyendo CARTA ABIERTA A LA OFICINA EN WASHINGTON PARA ASUNTOS LATINOAMERICANOS. GREG GRANDIN, NOAM CHOMSKY, SUJATHA FERNANDES…

NOAM CHOMSKY: LA GENTE YA NO CREE EN LOS HECHOS. JAN MARTÍNEZ AHRENS

A punto de cumplir 90 años, acaba de abandonar el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts). Allí revolucionó la lingüística moderna y se convirtió en la conciencia crítica de Estados Unidos. 'Babelia' visita al gran intelectual en su nuevo destino, Arizona.
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Noam Chomsky, en su despacho de la Universidad de Arizona en Tucson. APU GOMES

JAN MARTÍNEZ AHRENS

Noam Chomsky (Filadelfia, 1928) hace tiempo que superó las barreras de la vanidad. No habla de su vida privada, no usa móvil y en un tiempo donde abunda lo líquido y hasta lo gaseoso, él representa lo sólido. Fue detenido por oponerse a la guerra de Vietnam, figuró en la lista negra de Richard Nixon, apoyó la publicación de los papeles del Pentágono y denunció la guerra sucia de Ronald Reagan. A lo largo de 60 años no hay lucha que se le haya escapado. Igual defiende la causa kurda que el combate contra el cambio climático. Tan pronto aparece en una manifestación de Occupy Movement como respalda a los inmigrantes sin papeles. Inmerso en la agitación permanente, el joven que en los años cincuenta deslumbró al mundo con la gramática generativa y sus universales, lejos de dormirse en las glorias del filósofo, optó por el movimiento continuo. No importó que le acusasen de antiamericano o extremista. Él siempre ha seguido adelante, con las botas puestas, enfrentándose a los demonios del capitalismo. Ya sean los grandes bancos, los conglomerados militares o Donald Trump. Incombustible, su última obra lo vuelve a confirmar. En Réquiem por el sueño americano (editorial Sexto Piso) vuelca a la letra impresa las tesis expuestas en el documental del mismo título y denuncia la obscena concentración de riqueza y poder que exhiben las democracias occidentales. El resultado son 168 páginas de Chomsky en estado puro. Vibrante y claro. Listo para el ataque.

El pensador que no duerme

—¿Se considera un radical?

—Todos nos consideramos a nosotros mismos moderados y razonables.

—Pues defínase ideológicamente.

—Creo que toda autoridad tiene que justificarse. Que toda jerarquía es ilegítima hasta que no demuestre lo contrario. A veces, puede justificarse, pero la mayoría de las veces no. Y eso…, eso es anarquismo.

Una luz seca envuelve a Chomsky. Después de 60 años dando lecciones en el Massachusetts Institute of Tech­nology (MIT), el profesor se ha venido a vivir a los confines del desierto de Sonora. En Tucson, a más de 4.200 kilómetros de Boston, ha abierto casa y estrenado despacho en el Departamento de Lingüística de la Universidad de Arizona. El centro es uno de los pocos puntos verdes de la abrasada ciudad. Fresnos, sauces, palmeras y nogales crecen en torno a un edificio de ladrillo rojo de 1904 donde todo queda pequeño, pero todo resulta acogedor. Por las paredes hay fotos de alumnos sonrientes, mapas de las poblaciones indígenas, estudios de fonética, carteles de actos culturales y, al fondo del pasillo, a mano derecha, el despacho del mayor lingüista vivo.

“La gente se percibe menos representada y lleva una vida precaria. El resultado es una mezcla de enfado y miedo”

El lugar nada tiene que ver con el rompedor espacio de Frank Gehry que le daba cobijo en Boston. Aquí, apenas cabe una mesa de trabajo y otra para sentarse con dos o tres alumnos. Recién estrenada, la oficina de uno de los académicos más citados del siglo XX aún no tiene libros propios, y su principal punto de atención recae en dos ventanas que inundan de ámbar la estancia. A Chomsky, pantalones vaqueros, pelo largo y blanco, le gusta esa atmósfera cálida. La luz del desierto fue uno de los motivos que le hizo mudarse a Tucson. “Es seca y clara”, comenta. Su voz es grave y él deja que se pierda en los meandros de cada respuesta. Le gusta hablar con largueza. La prisa no va con él.

PREGUNTA. ¿Vivimos una época de desencanto?

RESPUESTA. Hace ya 40 años que el neoliberalismo, de la mano de Ronald Reagan y Margaret Thatcher, asaltó el mundo. Y eso ha tenido un efecto. La concentración aguda de riqueza en manos privadas ha venido acompañada de una pérdida del poder de la población general. La gente se percibe menos representada y lleva una vida precaria con trabajos cada vez peores. El resultado es una mezcla de enfado, miedo y escapismo. Ya no se confía ni en los mismos hechos. Hay quien le llama populismo, pero en realidad es descrédito de las instituciones.  Seguir leyendo NOAM CHOMSKY: LA GENTE YA NO CREE EN LOS HECHOS. JAN MARTÍNEZ AHRENS

NOAM CHOMSKY SEÑALA LAS TRES GRANDES CRISIS A LAS QUE SE ENFRENTA LA SOCIEDAD ACTUAL

El intelectual señala sus temores durante el festival Ciudad de las Ideas, que se celebró en México este fin de semana

«Los signos del cambio climático ya están ahí, la ciencia lo ha demostrado», dijo

NURIA MONREAL DELGADO /  EL PERIÓDICO  / EFE

Chomsky asegura que en la actualidad hay amenazas mayores que en Guerra Fría
Chomsky asegura que en la actualidad hay amenazas mayores que en Guerra Fría.

La humanidad enfrenta una crisis moral que representa amenazas más graves que las vividas en la Guerra Fría y a la sociedad parece no importarle, declaró este domingo el filósofo, lingüista y activista estadounidense Noam Chomsky.

Durante su presentación en el festival Ciudad de las Ideas, que se celebró este fin de semana en Puebla (México), el lingüista afirmó que la sociedad actual se enfrenta a tres grandes crisis, todas con un factor común: la crisis moral de deshumanización.

«Todavía recuerdo ese 6 de agosto de 1945» aseguró el intelectual sobre el día que la bomba atómica fue lanzada sobre Hiroshima (Japón) para apuntar la primera de estas crisis, la nuclear. Recordó que estaba en un campamento de verano cuando sucedió y entonces «a nadie le importó. Salí solo a caminar y desde entonces he seguido el comportamiento temerario por parte de los líderes políticos».

Chomsky dijo que acabar con la guerra nuclear es sencillo porque «sabemos cómo enfrentar el problema» y la solución es deshacerse de las armas pero los intereses particulares de determinados países prevalecen ante la paz mundial. En pleno siglo XXI la historia de las Guerras Mundiales parece quedar muy atrás para los jóvenes, sin embargo la amenaza es mayor porque los países están más armados que nunca y en una carrera armamentística y de exhibición de poder con una actitud de provocación constante al «enemigo», indicó Chomsky.  Seguir leyendo NOAM CHOMSKY SEÑALA LAS TRES GRANDES CRISIS A LAS QUE SE ENFRENTA LA SOCIEDAD ACTUAL

‘RÉQUIEM POR EL SUEÑO AMERICANO’: #CHOMSKY DESGRANA CÓMO LAS ÉLITES DE EE.UU. TOMARON EL PODER

RT

Noam ChomskyEl reconocido filósofo, lingüista y activista estadounidense Noam Chomsky ha desgranado en una entrevista con el periodista Chris Hedges del programa de RT ‘On Contact’ las ideas clave de su nuevo libro ‘Réquiem por el sueño americano’. El prolífico escritor sintetiza en el volumen las diez maneras en que las élites occidentales lograron hacerse con las riendas del poder.

Según Chomsky, a principios de la década de 1970 en Occidente se produjo un “desvío neoliberal”. A raíz de este, la toma de decisiones en la sociedad empezó a pasar de la comunidad al “mercado libre”. En sus palabras, fue “una política dirigida a la privatización, la reducción del papel de los establecimientos estatales, la eliminación de la supervisión, la protección de las organizaciones financieras y su promoción”. Chomsky afirma que a estas iniciativas se les ha calificado como “fomento de las libertades”, aunque sea “de la tiranía”.

Chomsky recuerda cómo la toma de decisiones en el Estado pasó de la política, donde los ciudadanos ejercen su influencia, al sector corporativo. Son los monopolios y los oligopolios o las “tiranías privadas” las que empezaron a desempeñar el papel principal.

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SI VENEZUELA CAE, LA HUMANIDAD CAE

RED58

Noam Chomsky y John Pilger definen amenaza de EEUU hacia Venezuela como “irresponsable”

Noam Chomsky y John Pilger
Noam Chomsky y John Pilger

Los intelectuales progresistas Noam Chomksy y John Pilger calificaron el trato del presidente Donald Trump, hacia Venezuela como “irresponsable”, pero “típico” según el comportamiento de los anteriores presidentes de EE.UU.

En entrevista con Telesur, el lingüista e intelectual Noam Chomsky definió las pasadas declaraciones de Trump como “chocantes y peligrosas”.

Agregó que vale la pena recordar que problablemente -siguiendo su práctica habitual- estaba hablándole a su base (de votos) y tratando de asegurarse de permanecer en el centro de atención, no preocupándose mucho de las consecuencias en el mundo real, (excepto en su bolsillo e imagen).

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EL AISLAMIENTO DE ESTADOS UNIDOS. NOAM CHOMSKY

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Donald Trump y Barack Obama en la Casa Blanca.

NOAM CHOMSKY / LA JORNADA

El 23 de diciembre de 2016, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas adoptó por unanimidad la resolución 2334, con la abstención de Estados Unidos. La resolución reafirmó que la política y prácticas de Israel al establecer asentamientos en territorios palestinos y otros territorios árabes ocupados desde 1967 no tiene validez legal y constituye una seria obstrucción para lograr una paz amplia, justa y duradera en Medio Oriente (y) llama una vez más a Israel, como potencia ocupante, a regirse escrupulosamente por la Cuarta Convención de Ginebra de 1949, rescindir sus medidas previas y desistir de llevar a cabo cualquier acción que resulte en un cambio del estatus legal y la naturaleza geográfica y que afecte materialmente la composición demográfica de los territorios árabes ocupados desde 1967, incluida Jerusalén y, en particular, a no transferir partes de su propia población civil a los territorios árabes ocupados.

Reafirmado. Un asunto de cierta importancia

Es importante reconocer que la 2334 no es nada nuevo. La cita anterior es de la resolución 446 del Consejo, del 12 de marzo de 1979, reiterada en esencia en la resolución 2334. La 446 fue aprobada 12-0 con la abstención de Estados Unidos, al que se unieron Reino Unido y Noruega. Las diferencias primordiales son que ahora Estados Unidos está solo contra el mundo entero, y que es un mundo diferente. Las violaciones israelíes a las órdenes del Consejo de Seguridad, y al derecho internacional, son ahora mucho más extremas que en 1979 y suscitan mucha mayor condena en gran parte del mundo. Por tanto, hay que tomar más en serio los contenidos de las resoluciones 446-2334. De ahí la intensa reacción a la 2334, tanto en cobertura como en comentario y, en Israel y Estados Unidos, en considerable histeria. Esas son impactantes indicaciones del creciente aislamiento de Estados Unidos en la escena mundial. Esto es, con Obama. Con Trump, es probable que el aislamiento se incremente, y de hecho así ha sido incluso antes de que asuma el poder.  Seguir leyendo EL AISLAMIENTO DE ESTADOS UNIDOS. NOAM CHOMSKY

EL MALESTAR SOCIAL AMENAZA LA DEMOCRACIA: NOAM CHOMSKY

Fuente: LA JORNADA

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El lingüista Noam Chomsky en imagen de archivoFoto Carlos Ramos Mamahua

Cambridge, Estados Unidos. Noam Chomsky, uno de los intelectuales estadunidenses más prestigiados en la actualidad, cree que la baja valoración de los políticos a escala mundial no es exclusiva de la cúpula dirigente, sino se extiende a empresas e instituciones como parte de un malestar social general.

La escasa popularidad de los actuales candidatos a la presidencia de Estados Unidos no es algo excepcional, sino forma parte de un gran malestar social que amenaza la democracia”, explicó el lingüista y filósofo, de 87 años, en una entrevista en Cambridge.

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