Nunca pensé que alguna vez me gustarían los versos de Amado Nervo, pero una amiga me hizo llegar el poema ESTAMOS EN PAZ y me sentí resumida en un texto que abarca mis reflexiones actuales:
‘’Muy cerca del ocaso/ Yo te bendigo vida/porque nunca me diste ni esperanza fallida/ni trabajos injustos, ni pena inmerecida/porque veo al final de mi rudo camino/que yo fui el arquitecto de mi propio destino. /…cuando planté rosales coseché siempre rosas. /Hallé sin dudas largas noches de mis penas/ mas no me prometiste tú solo noches buenas/y en cambio tuve algunas santamente serenas. /Amé, fui amado, el sol acarició mi faz. /! ¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!”
El cuerpo tiene sus modos de decirse e imponerse. No hay exceso que no se pague. La avidez desaparece y en su lugar un tranquilo proceso de decantación se instala. Lo que a otros urge, salvo la patria y sus dolores, nos parece irrelevante.
Y el tiempo que se comparte adquiere su real dimensión, porque sabemos que este amigo, o amiga, con quien hoy conversamos, puede no estar mañana y entonces atesoramos cada palabra, cada gesto, cada risa. Seguir leyendo LOS 80 DE FIDELIO. CHIQUI VICIOSO