
La marcha más grande de Chile
FLORENCIA LAGOS NEUMANN
El Gobierno de los Estados Unidos se caracteriza por aplicar prácticas brutales en contra de los Pueblos del mundo.
Como señaló el Canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, en su ponencia titulada “El papel de Ve
nezuela en la defensa del multilateralismo” realizada en los espacios del Instituto de Estudios Internacionales (CIIS) en su reciente visita a China: “Estados Unidos realizó acciones de injerencia para frenar el avance de procesos independentistas a principios del siglo XIX en Suramérica. Y a través de la “Doctrina Monroe”, aquella de “América para los Americanos”, abrió el paso para los conflictos con los países de la región”.
La “Doctrina Monroe” tiene plena vigencia hoy y este hecho reconocido públicamente por las autoridades del Gobierno de EE.UU.
Esta vez el gobierno de los Estados Unidos, envía a Chile a su emisario para América Latina, Luis Almagro.
En el marco de sus primeras acciones de campaña para continuar en el cargo de Secretario General de la
OEA, Almagro entrega absoluto respaldo y blinda al gobierno de Sebastián Piñera al afirmar: “Ha defendido con eficiencia el orden público, al mismo tiempo que tomaba especiales medidas para garantizar los derechos humanos”.
Almagro niega las violaciones a los derechos humanos del Gobierno de Chile, niega los informes recientes de la ONU, Amnistía Internacional, Human Rigths Watch y el Instituto Nacional de Derechos Humanos que en su reporte del día 15 de enero del presente año ratifica que desde el 17 de octubre hasta el 15 de enero de 2020 se han cometido graves violaciones a los derechos humanos, crímenes que comprenden 1.080 acciones judiciales, de las cuales 770 corresponden a querellas por torturas y tratos crueles, 158 por violencia sexual, 842 por uso excesivo de la fuerza, 405 personas afectadas por heridas oculares, 2.063 personas heridas por disparos y 253 personas heridas por bombas lacrimógenas.
Además, Almagro vuelve a reiterar la tesis de la supuesta “intervención” extranjera en las protestas en Chile: “Usted tiene nada más que hacer un poco de seguimiento de las redes sociales y va a ver de dónde vienen muchos (mensajes)”. De esta manera da continuidad al relato que instala en su entrevista del día 15 de diciembre de 2019 al diario “El Mercurio”: “Definitivamente tiene un componente de coordinación evidente, y hay que ver cómo eso se retroalimenta con estos actores internacionales, Cuba y Venezuela….”
Esta acción es consecuente con el mensaje que entregó el secretario de Estado de EE.UU, Mike Pompeo el día 2 de diciembre a CNN a propósito del estallido social en Chile y otros países de la región: “Donald Trump apoyará a los países que intenten evitar que Cuba y Venezuela secuestren esas protestas… Trabajaremos con los gobiernos legítimos para prevenir que las protestas deriven en violencia y disturbios que no reflejan la voluntad democrática de sus pueblos”.
El gobierno de los Estados Unidos, Almagro y Piñera, niegan todos los hechos que generan el descontento social y aprovechan la ocasión para generar un relato que ayuda a EE.UU a justificar intervenciones militares en América Latina.
Como lo anunció al inicio de su mandato el “Nerón Contemporáneo” Donald Trump, sus principales objetivos por ahora son Venezuela, Nicaragua y Cuba.
EE.UU necesita construir una matriz de opinión para la activación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), instrumento que ha sido invocado históricamente para legitimar intervenciones militares en nuestra región.
El TIAR es un acuerdo firmado en Río de Janeiro (Brasil), en septiembre de 1947, para la defensa mutua entre los países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Según la letra de ese pacto, un ataque armado a un Estado americano sería considerado como una agresión contra todos los países de la región y, en consecuencia, cada una de las partes contratantes se comprometía a hacerle frente en ejercicio del derecho de legítima defensa individual o colectiva reconocida en el artículo 51 de la carta de la ONU.
El súper objetivo del Gobierno de EE.UU: intervenir militarmente nuestra región y preservar su hegemonía mundial a costa de los recursos de Nuestra América.
En relación al relato sobre la supuesta “intervención extranjera” cuya directriz se encuentra en EE.UU, idéntico mensaje repiten los medios de comunicación locales en Chile, el 99% en manos de las grandes corporaciones que pertenecen a EE.UU y sus aliados y que al servicio del gobierno actual, distorsionan la realidad, tergiversan los mensajes y son incapaces de mostrar y condenar los crímenes que se cometen: atropellos, secuestros en manos de civiles armados, ataques con ácidos de color amarillo de “extraña procedencia” que queman el cuerpo y producen vómitos a las y los chilenos que se manifiestan pacíficamente para exigir lo que se les ha arrebatado por 30 años: sus derechos, su dignidad.
No es de extrañar que la línea editorial del 99% de los medios de “comunicación” (desinformación) en Chile, radicada en Miami, incluso marca la línea de algunos medios mal llamados “independientes” o “alternativos”.
Casi simultáneamente ocurre otro hecho trascendental para el destino de Nuestra América, México asumió la Presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), organismo internacional al cual Chile pertenece.
En el actual cuadro de correlación de fuerzas la CELAC surge como un esperanzador espacio de integración regional. Seguir leyendo TRES MESES DE ESTALLIDO SOCIAL EN CHILE. FLORENCIA LAGOS NEUMANN →
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