POR QUÉ ES MENTIRA QUE USTED ESTÁ DESTRUYENDO EL PLANETA Y PUEDE SALVARLO. PASCUAL SERRANO

PASCUAL SERRANO

Medios de comunicación y gobernantes no cesan de enviarnos mensajes, recomendaciones e incluso leyes destinadas a que actuemos para frenar el calentamiento global y salvar el planeta. La pregunta es si de verdad la gente sencilla somos responsables de su deterioro y tenemos en nuestras manos su rescate. La realidad es que no todos somos igual de culpables. En estos tiempos de sensibilización medioambiental, lucha contra el cambio climático, reducción de gases invernadero y desarrollo sostenible parece que hay un discurso unánime destinado a concienciarnos de que abandonemos los coches que funcionan con diésel o gasolina y nos compremos uno eléctrico, que consumamos la menor carne posible y mejor todavía si la abandonamos, que ahorremos energía al máximo, por ejemplo en calefacción o aire acondicionado, que no usemos plásticos; que no viajemos en avión y que separemos para reciclar todos nuestros residuos: orgánicos, vidrio, pilas, envases, papel… El discurso incluye argumentos del tipo «todos somos responsables del deterioro del planeta», «en nuestra mano está frenar el calentamiento global» o «tú puedes salvar el planeta». No seré yo quien niegue la idoneidad de las recomendaciones, pero es bueno preguntarnos cuánto hay de verdad en esos razonamientos de que todos somos responsables y que cambiando yo mis hábitos puedo salvar el planeta. Es evidente que ese planteamiento no diferencia responsabilidades, que nos pone a todos al mismo nivel o, dicho de otro modo, disuelve a los grandes responsables en el compromiso de cada uno de nosotros. Y, mucho más, apela a nuestro comportamiento como una obligación de la que no nos podemos desentender.

¿Somos todos igual de responsables?

Surgen varias preguntas: ¿De verdad somos todos igual de responsables? ¿Seguro que es la gente sencilla y corriente la responsable del futuro del planeta y de evitar el calentamiento global? ¿No querrán hacernos olvidar con ese discurso la responsabilidad de algunos para dispersarla en todos?

En Francia el Gobierno, con el objetivo de reducir las emisiones de carbono, aprobó la supresión de los vuelos internos de las rutas que puedan cubrirse en tren en un periodo inferior a las dos horas y media. Se trata de una medida razonable, pero también hay que recordar que, según el estudioEstatus de élite: desigualdades globales en vuelos, en Estados Unidos, solo el 12% de las personas realiza el 66% de los vuelos que se producen; en Francia, el 2% de las personas toma la mitad de los vuelos. En China, el 5% de los hogares coge el 40% de los vuelos del país. En la India, solo el 1% toma el 45% de los vuelos. Es decir, los responsables de las emisiones contaminantes de los aviones son una minoría de ricos. Otro estudio de noviembre de 2020 en la revistaGlobal Environmental Change revelaba que solo el 1% de la población mundial fue responsable en 2018 de la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero por parte de la aviación. Según la misma investigación, las aerolíneas emitieron en ese año mil millones de toneladas de CO2 y se beneficiaron de un subsidio de 84 mil millones de euros al no pagar por el daño climático que causaron. De modo que parece que no somos todos igual de responsables en este tema.

Los superricos

Una investigación bajo el nombre Medición del impacto ecológico de los ricos: consumo excesivo, desorganización ecológica, crímenes verdes y justicia, documentó el papel de los hábitos de consumo de los ricos en la desestabilización del clima.

Examinaron la huella ecológica que generaban los «commodities de lujo», concretamente los superyates, las superviviendas, los vehículos de lujo y los jets privados. Según el estudio, «tomados en conjunto, la construcción y el uso de estos artículos en los Estados Unidos por sí solos probablemente crearán una huella de CO2 que supere a las de naciones enteras». Los analistas llegaron a la conclusión de que cuando una persona tiene mucho más dinero del que necesita para vivir, «adquirir propiedades y consumir en exceso se convierte en señales de distinción y, para obtener esas señales, la clase ociosa debe consumir». Es por ello que los investigadores no dudan en calificar el consumo excesivo de los ricos como «criminal» en términos de daño ecológico.

Superyates

Los investigadores estiman que hay alrededor de 300 superyates en funcionamiento por todo el mundo con un precio que oscila entre los treinta y los mil millones de dólares. No hace falta mucha imaginación para adivinar el combustible que necesitan y lo que contaminan. Según los investigadores, la flota de superyates del mundo consume más de 121 millones de litros de petróleo y produce 284.000 toneladas de dióxido de carbono al año.

Supercasas

Las supercasas de los multimillonarios son igualmente devastadoras para el medio ambiente. El promedio de metros cuadrados de estas casas supera los 3.700, y su precio medio es de poco menos de 28 millones de dólares.

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“CREO QUE NO TE ENTIENDO” O CÓMO HABLAR DE PALABRAS A LOS INTELECTUALES, 60 AÑOS DESPUÉS

DINELLA GARCÍA ACOSTA / ABEL PADRÓN ACOSTA

Helmo Hernández

Llegamos tarde. Helmo Hernández está sentado en una silla apartada con su perro, Telémaco, enganchado a la mano. El perro nos ladra, alguien se acerca a su dueño. Helmo está sentado con los pies al frente, en chancletas. De fondo, la vista del Vedado desde la Fundación Ludwig, que el historiador de arte preside hace más de 20 años. Nos pide que esperemos. Se pone a escuchar algo en el móvil. Puede ser que Helmo nos esté haciendo pagar por llegar tarde. Y es justo. El perro, que no paraba de ladrarnos, se calla y se acuesta. Helmo dirige su vista a un lado, a esa imagen nada terrenal que tiene a unos metros y escucha. Cuando termina, mira algo en el móvil. Una hora antes nos había dejado en visto en WhatsApp y pensamos, ingenuamente, que no le gustaban los móviles. Pero, no, no era eso. Y tampoco estaba molesto porque llegáramos tarde.

Cuando acaba nos pide que nos sentemos para la entrevista con una mesa de por medio. “Tengo alma de profesor”, dice. Hoy hemos venido a hablar de Palabras a los intelectuales, un tema sobre el cual, Helmo, ensayista e investigador, ha conversado en innumerables ocasiones y tiene su conferencia preparada. De entrada, pide que le lean las preguntas. El profesor no quiere ser interrumpido cuando comience a hablar. Las “dudas” al final.

Pero hay una que debe aclarar antes que todo. ¿Qué pasa con la política cultural de la Revolución hoy? ¿Quiénes son los encargados de darle ese contenido que los tiempos actuales exigen? 

“Yo no puedo decir que la política cultural de la Revolución se estableció en Palabras… porque eso no es verdad. La política cultural de la Revolución es un constructo. Las políticas son una construcción permanente que no ha parado. ¿Qué fue ese discurso? La creación de un consenso entre Fidel y los intelectuales. Desde el punto de vista de Fidel, sí.

“¿Y por qué tenemos que revisitarlo constantemente? Porque tenemos que aprender a seguir construyendo consensos. ¿O es que nos creemos que en la Cuba actual no hay consensos que construir? ¿No hay diversidad de pensamientos? ¿No tendríamos que encontrar los caminos de encuentro permanentemente? De eso se trata, hay que revisitar Palabras… para saber encontrar y meternos por los caminos del encuentro. No porque yo crea que ahí se estableció una política cultural para siempre, porque esa no es la verdad”.

Dice Helmo que hace unos días, cuando se conoció la noticia del 92.28% de eficacia del candidato vacunal Abdala, él volvió a sentir que tenía 20 años. “Yo estaba eufórico, pero veía que los jóvenes a mi alrededor no estaban como yo.

“Lo peor del subdesarrollo y del colonialismo es lo que nos hacen con la cabeza, es cómo nos muelen la capacidad de soñar y pensar, es lo que sucede cuando muchos de los paradigmas de los jóvenes están en otro lado. ¿Cómo los puedo convencer, si efectivamente nuestro mal trabajo ha hecho todo lo posible por convencerlos de eso? Eso no es culpa de ellos. Nosotros somos responsables de eso. Cuando los jóvenes fueron al 27N, al día siguiente había quien decía: ´pero yo no entiendo, tanto que trabajamos nosotros´. Pero yo decía: ´estoy muy triste porque yo sé que el único culpable soy yo´.

“Porque yo lo único que puedo arreglar es lo que hago yo y algo hice mal. No hice lo suficiente, lo que los llevó a tomar un camino que no era el que yo quería que tomaran. No todo el mundo ahí era de la CIA. ¿Por qué me ganaron los agentes de la CIA? La única culpa es mía. Primero me mejoro yo, y después vamos a ver qué hacemos con los demás”.

¿Volver a Palabras… 60 años después?

Antes de hablar sobre el documental PM (pasado meridiano), que daría lugar a las reuniones y a Palabras a los intelectuales, Helmo quiere hacer alusión a una producción que se estrenó poco antes. “Asamblea General, un documental de Tomás Gutiérrez Alea (Titón) sobre la primera Declaración de La Habana en la Plaza de la Revolución, que muestra el nacimiento de ese pueblo, que es una sumatoria de individuos que cuando se unen para construir la figura de pueblo cobra otra cualidad porque está actuando y decidiendo conscientemente.

“En ocasiones me han dicho: ´la gente que aparece en PM puede ser mucha de la que estaba en la Plaza ese día´. Es cierto, pero la diferencia entre ser individuo y pueblo, que fue quien se enfrentó a los mercenarios en Girón, es muy notable”.

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RICARDO ALARCÓN DE QUESADA: LA EMIGRACIÓN ES PARTE DE LA NACIÓN CUBANA

ESTHER BARROSO SOSA


Ricardo Alarcón De Quesada

A los 84 años, después de haber sido representante de Cuba ante la ONU, ministro de Relaciones Exteriores y presidente del Parlamento durante dos décadas, entre otras funciones políticas, dedica sus días a “cosas como éstas”, es decir, a dar entrevistas, como la que le hemos solicitado para la serie de TV Relatos in(contables), una propuesta audiovisual aún en ciernes. Incluso conociendo que la grabación no tiene fecha de transmisión, no ha dudado en aceptar.

Enciende un tabaco solo después de concluida la larga conversación sobre un tema que le apasiona. Y es entonces cuando ante mi insistencia, responde: “Sí, estoy escribiendo algo sobre mi vida, pero si voy a contar todo lo que sé…” La respuesta inconclusa es probablemente más caliente que el habano que ya se consume mientras nos despedimos. Yo, con la promesa de publicar íntegramente y en letra impresa lo narrado. Él, recreándose con las formas que dibuja el humo de su puro.

Ricardo Alarcón de Quesada es descendiente de la familia de la segunda esposa del Padre de la Patria cubana: Ana de Quesada y Loynaz (1843-1910), quien murió en París, como una emigrada más y después de un breve paso por los EE.UU., a donde Carlos Manuel de Céspedes la envió intentando protegerla de los rigores de la manigua y de las amenazas que ya rondaban al presidente depuesto de la república en armas.

 El tema nación-emigración no ha sido ajeno para Alarcón. Todo lo contrario. Y no solo porque antecesores suyos estén dispersos por diversos sitios del mundo, sino porque él fue uno de los gestores del primer diálogo entre el gobierno revolucionario cubano y un grupo representativo de la comunidad cubana en los EE.UU.

Desde 1966 y hasta 1978, Alarcón permaneció en Nueva York, como Embajador-representante permanente de Cuba ante las Naciones Unidas. Desde allí fue testigo del nacimiento y evolución de iniciativas que buscaban un acercamiento, muchas veces crítico, a Cuba y a su Revolución. Organizaciones como Juventud Cubana Socialista, revistas como Areíto y Joven Cuba, el Instituto de Estudios Cubanos o la Brigada Antonio Maceo -con su impactante primer viaje a la Isla a finales de 1977-  fueron algunos de los antecedentes del Diálogo que finalmente se celebraría el 20 y 21 de noviembre de 1978, luego de una conferencia de prensa en septiembre en la que Fidel invitó a  personas representativas de la comunidad a venir a la isla con ese fin, con la única condición de que no acudieran cabecillas de la contrarrevolución ni terroristas en activo.

Participaron 75 miembros de la comunidad cubana en los Estados Unidos y 140 en un segundo encuentro celebrado el 8 de diciembre. Alarcón fue uno de los 9 dirigentes cubanos que, encabezados por Fidel, conformaban la representación del gobierno de la isla.

Esther: Poco antes de la celebración del Diálogo de 1978 usted acababa de regresar de la Misión de Cuba ante la ONU. Allí había vivido la experiencia del acercamiento de cubanos emigrados que tenían el interés de reencontrarse con su país. Se planteaban una visión acerca de la Revolución cubana diferente a la de los elementos más radicales de la derecha de la comunidad cubana en ese país. ¿Cómo ocurrió ese acercamiento, qué recuerda de esa etapa en Nueva York? 

Alarcón: Los diálogos de 1978 con la Comunidad fueron parte de un proceso interesante de acercamiento. Surgieron la Brigada Antonio Maceo y otros proyectos y todo cambió en aquel momento y cada vez va cambiar más. Fue en la Misión de Cuba ante la ONU, en Nueva York, donde comenzó todo eso. Yo era el único en aquella mesa que conocía a casi todos los cubanos emigrados que participaron en la reunión.

Desde que yo llegué a Nueva York tuve mucha relación con cubanos que estaban en la emigración. Eso no es posterior a la Revolución. No haces más que llegar allí y descubres que montones de cubanos que llegaron a EE.UU., muchos de ellos ilegalmente, en su origen habían recibido una visa B-29, un tipo de visa que daba EE.UU. para visitantes, y la clasificación era con la letra B y por 29 días.

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PALANTIR, LA EMPRESA MÁS POLÉMICA DEL MUNDO

Palantir es una empresa especializada en la gestión del ‘big data’. Pero no solo. También actúa como uno de los más sofisticados espías y policías del mundo. Propiedad de Peter Thiel, el creador de Paypal, ya se ha infiltrado en la Unión Europea.

Afganistán 2012. Puesto de vigilancia del Ejército de Estados Unidos en Siah Choy. Un aerostato sobrevuela unas veinte aldeas donde se sospecha que se esconden talibanes. Lo llaman el Ojo de Dios y es un globo de vigilancia gigante que opera 24 horas al día. Sus cámaras lo ven y lo registran todo. Qué hacen, con quién hablan y a dónde van los sospechosos. Esos datos se procesan mediante un software desarrollado por Palantir, la empresa más secretista y controvertida creada en Silicon Valley.

‘El ojo de Dios’.  Este es el aerostato que usa Palantir en Afganistán para sus servicios de vigilancia. Sus sensores absorben gran cantidad de datos de lo que ocurre en tierra; luego, sus algoritmos los procesan y determinan quiénes son ‘sospechosos’. Esta tecnología la usan en otros territorios.

Europa, marzo de 2020. La pandemia empieza a hacer estragos cuando Palantir se dirige a varios países europeos con una propuesta tentadora: les ofrece sus servicios para luchar contra el coronavirus, de una forma casi gratuita durante un período de prueba, aunque si se prorroga el acuerdo hay que firmar un contrato millonario. Algunos aceptan; entre ellos, Países Bajos y Grecia. En el caso griego, el primer ministro y la empresa negocian en secreto, al margen del sistema público de contratación. El Servicio Nacional de Salud (NHS) de Reino Unido también empieza a trabajar con Palantir sin informar de las condiciones.

Trabajan para ejércitos y para agencias de espionaje. Su jefe se jacta de haber frustrado grandes atentados: “La civilización descansa sobre nuestros hombros”

¿Cuál es el trato? Palantir ofrece ayuda para hacer un seguimiento de la pandemia a cambio de barra libre a los historiales médicos de los pacientes, un mercado muy lucrativo, al que Apple o Google también intentan hincar el diente desde hace años. El software, aseguraba la empresa, iba a ayudar a los europeos a rastrear el virus y evitar la saturación de los hospitales. No lo hizo, pero ha servido a Palantir de caballo de Troya para introducirse en las instituciones europeas. «Todo apunta a que la propuesta, desinteresada en apariencia, escondía un proceder muy calculado. A cambio de la promesa de mitigar los terribles efectos de la pandemia, Palantir consiguió un amplio acceso a datos sensibles», denuncia el semanario alemán Der Spiegel. La compañía lo niega.

¿Pero qué es Palantir y a qué se dedica en realidad?

El algoritmo de paypal contra el terrorismo

Palantir nació en 2003 por iniciativa del alemán Peter Thiel, uno de los primeros inversores en Facebook y cofundador de PayPal. La idea se le ocurrió poco después de los atentados contra las Torres Gemelas. Las investigaciones revelaron que las autoridades disponían de indicios que señalaban a los futuros terroristas, pero que no habían podido vincular entre sí los datos procedentes de distintas fuentes. A Thiel se le ocurrió que los algoritmos antifraude de PayPal también podrían ayudar a combatir el terrorismo. La start-up obtuvo dos millones de dólares de In-Q-Tel, una empresa de capital riesgo vinculada a la CIA. No es extraño que la CIA figure entre sus primeros clientes. El FBI y la NSA también utilizan sus servicios.

Un Ceo singular
Alex Karp -CEO de Palantir- proviene de una acomodada familia liberal de Estados Unidos. Su padre era pediatra y su madre, una artista afroamericana. Gracias a la herencia de su abuelo se dedicaba a las inversiones en Alemania, a donde había llegado para estudiar, cuando Peter Thiel le propuso dirigir Palantir. Ahora, dice, solo piensa en Palantir, «excepto cuando estoy nadando, meditando o durante la actividad sexual».

En esencia, Palantir ayuda a sus clientes a cribar grandes cantidades de datos. O, como dice su consejero delegado, Alex Karp: «Lo que hacemos es dar solución al problema más difícil de nuestro tiempo». Gestionar el big data es una tarea cada vez más abrumadora. Los servicios de Policía, por ejemplo, disponen de cantidades ingentes de material: expedientes de criminales, chats de Internet, correos electrónicos, metadatos del seguimiento de teléfonos. ¿Cómo detectar las conexiones? Palantir ‘cocina’ toda esa información, fusionándola en una única plataforma.

El Pentágono ya se había percatado del problema en Irak. «En un solo año, las Fuerzas Aéreas habían recogido más imágenes de vídeo que las que una persona podría ver 24 horas al día durante 24 años seguidos», relata la experta Annie Jacobsen. Millones de horas de material captado por aviones y drones; y perfectamente inútil… Hasta que Palantir se ofreció a extraerle un sentido. La tecnología se probó en Afganistán. Y se perfeccionó de tal modo que sucedió algo imprevisto… y muy inquietante. Los ingenieros de Palantir colaboraban con el espionaje militar en una disciplina incipiente denominada ‘análisis del patrón de vida’. «Consiste en establecer la identidad de una persona a partir de sus hábitos acumulados, gran parte de los cuales son captados por la vigilancia aérea». La primera premisa es: «Eres lo que haces», explica Jacobsen. Si haces algo ilegal, eres un delincuente. Pero entonces la nueva metodología posibilitó un enfoque más radical. «Entendiendo el patrón de vida de una persona, los analistas pueden construir modelos de resultados potenciales y anticiparse a lo que puede ocurrir», cuenta Patrick Biltgen, consultor.

Nacía así la cibervigilancia biométrica, también conocida como ‘Policía predictiva’. Aquello fue el punto de inflexión para el éxito de Palantir, aunque el espaldarazo definitivo se lo está dando el avance en la tecnología de reconocimiento facial. En la actualidad, la compañía ofrece dos productos: Gotham para la Policía, agencias de seguridad y Fuerzas Armadas; y Foundry para clientes civiles, «a los que ayuda a tomar mejores decisiones». Los servicios que ofrece son caros (entre diez y cien millones de dólares al año), así que pocos lo pueden pagar. Cuando Palantir salió a Bolsa en septiembre, solo tenía 125 clientes repartidos por todo el mundo; la mayoría, gobiernos (ejércitos, policías, espionaje) y organismos como la ONU, pero también hay grandes corporaciones, como el banco Credit Suisse, la farmacéutica Merck o Ferrari.

Su tecnología es capaz de adivinar si un individuo va a cometer un delito a partir de sus datos. Es la Policía predictiva

Según Alfredas Chmieliauskas, un antiguo empleado: «Palantir es un nuevo tipo de empresa. Ejerce de psicólogo, rabino o sacerdote para los gobernantes del mundo. El software de Palantir es la carne que encarna esa ideología. Con pocas excepciones, los clientes son los Goliats de este mundo. En algún momento fueron los innovadores que idearon servicios que más tarde pasaron a formar parte de la columna vertebral de nuestra sociedad». Lo que Palantir les ofrece es volver a serlo. «Creemos que podemos rejuvenecer, incluso transformar, estas instituciones estancadas bajo la pesada carga de la burocracia y la política de oficina».

Palantir se promociona diciendo que lucha por propagar el bien en el mundo. Se rumorea que Palantir ayudó a localizar a Osama bin Laden, una afirmación que nunca se ha verificado, pero que ha conferido a la empresa una aureola mítica.

Pero fue la Presidencia de Donald Trump la que le reportó a la empresa los contratos más suculentos. Peter Thiel apoyó al expresidente y donó un millón de dólares para su campaña. Tras las elecciones, el nuevo Gobierno no solo le adjudicó dos contratos para luchar contra el coronavirus, sino que también utilizó sus servicios en algunas de sus actuaciones más polémicas, como la labor del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, que separó a las familias de inmigrantes en la frontera con México. «Utilizan el big data como lo haría la Inquisición», denuncian sus críticos.

The New York Times también denunció que Palantir colaboró con Cambridge Analytica en la construcción de los modelos que se utilizaron para hacer los perfiles de 50 millones de usuarios de Facebook con el fin de promocionar a Trump en la campaña de 2016, aunque la empresa sostiene que se trató de la iniciativa personal de un exempleado.

La extraña pareja
Los dos tienen 53 años, son de origen alemán y fueron compañeros de carrera, pero son muy diferentes. Peter Thiel, fundador de Palantir, y Alex Karp, el CEO, forman una extraña pareja profesional. Thiel es un libertario y, como tal, pone al individuo, la empresa y la propiedad privada por encima del Estado y la democracia. Karp se considera a sí mismo «un guerrero progresista». Se conocieron en la Facultad de Derecho de Stanford, que ambos odiaban. Los unió el gusto por el debate político. «Discutíamos como animales salvajes», recuerda Karp.

Palantir tampoco se anda con demasiados escrúpulos, como dejó claro con su participación para implantar sistemas de inteligencia artificial en drones militares. Al principio la adjudicataria fue Google, pero el acuerdo no se prorrogó debido a las protestas de los trabajadores de la tecnológica. Peter Thiel equiparó esos reparos éticos con un delito de alta traición y Alex Karp matiza: «Hemos elegido un bando y sabemos que nuestros socios valoran nuestro compromiso». Y añade: «Construimos nuestra empresa para apoyar a Occidente». Por lo tanto, no hace negocios con China y Rusia. La inteligencia francesa recurrió a Palantir tras los atentados terroristas de noviembre de 2015 en París. Karp afirma que Palantir ha ayudado a frustrar varios atentados, incluidos uno o dos que podrían haber tenido consecuencias políticas sísmicas. «Creo que la civilización occidental ha descansado sobre nuestros hombros un par de veces en los últimos 15 años», declaró a The New York Times Magazine.

La comunidad del anillo
Palantir trasladó el año pasado su sede de Silicon Valley a Denver (en la foto), pero tiene oficinas en una veintena de países. Cuenta con 2439 empleados -la mayoría, brillantes programadores-, con un salario inicial de 7600 dólares al mes. A cambio, se espera de ellos lealtad absoluta. Los empleados se refieren a sí mismos como ‘hobbits’ y están allí para ‘salvar la Comarca’. El nombre, Palantir, evoca las piedras mágicas de El señor de los anillos que permiten ver lo que ocurre en tierras lejanas.

Una amenaza para la soberanía digital europea

Las ansias expansivas de la empresa en plena crisis del coronavirus responden a un motivo claro: su reciente salida a Bolsa. Su valor actual es de 41.000 millones de dólares (33.600 millones de euros). Y factura unos mil millones anuales. Pero nunca ha obtenido beneficios. Palantir prometió a sus inversores un crecimiento de su volumen de negocio para este año. Pero los analistas consideran que es un producto de riesgo.

En Europa crece la preocupación de que Palantir se pueda convertir en una puerta de entrada para los servicios de inteligencia de Estados Unidos. A fin de cuentas, la empresa se encuentra sujeta a las leyes norteamericanas en materia de espionaje y seguridad. Pero lo que más preocupa es el modelo que exporta Palantir, el de la Policía predictiva, la tentación de cruzar todos los datos de esa estela diaria que cada persona deja en la Red. El historial de búsquedas, las noticias que lee, las series que ve, sus compras, viajes, comidas, preferencias sexuales, enfermedades… Por qué no integrarlo todo en una gran carpeta con nuestro nombre, mitad biografía, mitad ficha policial. Una ficha que ya no nos dirá si hemos delinquido, sino si alguna vez -según Palantir…- lo haremos.

Fuente: XL Semanal

ACADEMIA INTERNACIONAL PARA EL CUMPLIMIENTO DE LA LEY, PARA OPERATIVIZAR LA GUERRA JURÍDICO-MEDIÁTICA. JORGE ELBAUM

JORGE ELBAUM

El 21 de abril se presentó el nuevo portal de la Academia Internacional para el Cumplimiento de la Ley (ILEA, por su siglas en inglés), destinado a articular a los 70.000 alumnos de una centena de países que han sido capacitados en alguna de su media docena de instituciones formativas. La Academia cuenta con instalaciones en la capital de El Salvador –en funcionamiento desde 2005–, Bangkok (Tailandia), Budapest (Hungría) y Gaborone (Botsuana).

La sede central se encuentra en Roswell, Nuevo México. En la presentación del renovado portal, los directivos de ILEA que se dedica específicamente a América Latina y el Caribe destacaron el objetivo prioritario de perseguir la corrupción política, eufemismo con el que se legitima el hostigamiento a dirigentes populares y sociales.

La Academia es un colectivo de instituciones de formación y entrenamiento cuya primera sede se instaló en 1995 en Budapest (para incidir en la desintegración de los países ligados a la URSS). Continuó en Tailandia en 1999 (para vigilar el proceso de integración de Hong Kong a la República Popular de China). Se extendió a Botswana a fines del siglo XX (para controlar la deriva sudafricana luego de la superación del apartheid).

En 2005 se emplaza en San Salvador, luego que las autoridades de que Panamá decidiera expulsar a la Escuela de las Américas y que Costa Rica declinara la instalación de una sede del Departamento de Estado en su territorio. La sede centroamericana cuenta además con una dependencia en Perú, articulada con la base militar del Pentágono, la Naval Medical Research and Development (NAMRU), emplazada en Lima.

La Academia Internacional para el Cumplimiento de la Ley depende en forma directa del Departamento de Estado y ofrece cursos, capacitaciones y entrenamientos a jueces, fiscales e integrantes de los organismos de seguridad. Sus receptores sólo pueden participar de dichas actividades a través de invitaciones personalizadas. Las embajadas en los diferentes países son las encargadas de seleccionar a los destinatarios, y la ILEA efectúa las convocatorias de acuerdo a la inserción presente o futura de los alumnos distinguidos. Según cursantes de los seminarios brindados por La Academia (así se la denomina en la jerga latinoamericana), los alumnos no están obligados a informar a las autoridades nacionales respectivas sobre los motivos de sus traslados a San Salvador o a Roswell, ni deben rendir cuentas sobre participaciones en capacitaciones remotas. Supuestos viajes de turismo, afirman ex graduados de la Academia consultados por El Cohete a la Luna, se transmutan en adiestramiento en ILEA, bajo la estricta cobertura de confidencialidad brindada por el Departamento de Estado.

En julio de 2005, la jefa del Departamento de Estado Condoleezza Rice anunció la apertura de la ILEA en Centroamérica, con el objetivo explícito de garantizar los intereses de Estados Unidos en la región. En el diseño de la Academia, participaron la totalidad de las agencias de seguridad e inteligencia, el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) y el Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación en Seguridad (SOA/WHINSEC, por sus siglas en inglés) ubicado en Fort Benning, en la ciudad de Columbus, Georgia. El SOA funciona como una instancia de posgrado de la Academia a nivel internacional. En la actualidad, el director de ILEA en la sede de San Salvador es Philippe Furstenberg, quien es presentado en el portal institucional como Agente Especial del Servicio de Seguridad del Departamento de Estado.

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¿QUÉ ES Y QUÉ HACE UN INTELECTUAL? LUIS BRITTO GARCÍA

LUIS BRITTO GARCÍA

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Intelectuales, inteligencia, intelócratas, intelligentzia,  incluso brillantina o pomada son términos en boga desde 1880, cuando un grupo de pensadores y artistas fija posición en Francia sobre el controvertido caso Dreyfus y tras pugnaz debate logra su  revisión. Si la terminología es novedosa, el tema  se remonta a las primeras sociedades humanas. Desde Egipto con sus escribas, China con sus mandarines, Grecia con sus filósofos  y la Edad Media con sus monjes han existido seres humanos especializados en la concepción, preservación, difusión y aplicación de ideas. ¿Cuáles de ellos pueden ser apropiadamente designados como intelectuales, en el sentido moderno?

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Para el cuarto trimestre de 2018, el Instituto Nacional de Estadística informa que  de 32.985.763 venezolanos están económicamente activos 15.947.719, cerca de  la mitad. De ellos,  15,08% son profesionales, técnicos y afines; 3,6%  gerentes, administradores o directores¸ 7,1%  empleados de oficina y afines, y 17,8% vendedores y  dependientes. Un 44,3 % de la fuerza de trabajo, aproximadamente la cuarta parte de la población,  se desempeña en labores de recolección, procesamiento y difusión de información, en las cuales prepondera aproximativamente el uso del intelecto sobre el esfuerzo físico. Se los puede catalogar por ello como trabajadores intelectuales.

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Sin trabajador intelectual no hay civilización. Desde que el  sapiens empleó por primera vez un guijarro  como herramienta, los trabajadores intelectuales originaron las más decisivas prácticas y trascendentes cambios  de la Historia. Actualmente, activan el llamado sector terciario de la economía (investigación, educación, información, turismo, entretenimiento, finanza, política) que genera cerca del 70% del PIB global. La fisonomía de un país se revela, más que por cualquier otra cosa, por la proporción de trabajadores intelectuales que aloja. Pero una mayoría de éstos sólo  aplica fórmulas y procedimientos elaborados por otros, sin añadirles ni omitirles componente  alguno. Para ser calificado de intelectual en el sentido moderno, el trabajador intelectual debe además ser creativo, proponer nuevas ideas o conocimientos o reelaborar significativamente las que existen.

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Mas no basta con desempeñarse creativamente en la generación, reelaboración o difusión de información para ser considerado intelectual en el sentido moderno. Tal designación se aplica históricamente  para aquellos que utilizan la prominencia obtenida en su campo específico para intervenir en el debate público. Newton, que  circunscribió sus estudios a las ciencias naturales, es un trabajador intelectual; Voltaire, Zola, Marx, Engels, que utilizan sus destrezas como escritores y pensadores para proponer creativamente cambios sociales y políticos, son intelectuales en el sentido moderno del término.

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Esta distinción no niega ni elude el concepto de intelectual orgánico desarrollado por Gramsci. Entre los trabajadores intelectuales la mayoría pueden ser considerados orgánicos en cuanto aplican sus destrezas específicas en instituciones de la clase a la cual pertenecen, bien para perpetuar su hegemonía o para instaurarla.  Si bien hay intelectuales que no muestran una adscripción institucional, el sentido de sus obras la suple. Pero sólo deberían ser considerados intelectuales, en el sentido contemporáneo del término, el   grupo de trabajadores intelectuales que ejerce una función creativa y además interviene  activamente en el debate público.  Noam Chosmky,  lingüista prominente  del personal académico de una institución universitaria, es asimismo persona pública, que al expresar sus opiniones puede influir e influye de hecho en el curso de los acontecimientos que comenta. 

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Esta influencia se puede ejercer incluso fuera de la voluntad del trabajador intelectual. Nadie más alejado de la intención de participar en una polémica pública que Nicolás Copérnico, quien dispuso que sus trabajos sobre el sistema heliocéntrico permanecieran inéditos hasta después de su muerte. Pero la idea expresada en ellos era de tal  relevancia, modificó  tan decisivamente nuestra percepción del mundo, que todavía hoy hablamos de revoluciones “copernicanas”. De igual forma se negó Charles Darwin a participar en el enconado debate que suscitó la publicación de El Origen de las Especies, pero sus investigaciones todavía determinan en gran parte la manera en que interpretamos la vida. Me inclino  por calificar también de intelectuales a las personas cuyo trabajo conceptual opera un decisivo efecto económico, político, social o cultura, aunque éste no haya sido programado, previsto o debatido por su autor.

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La categorización precedente incluye a los artistas. Una obra de arte es una idea expresada sensorialmente. Pocas cosas tan decisivas en el debate ideológico como las creaciones estéticas, bien por el contenido ideológico que expresan, bien  por la autoridad de que invisten las opiniones del creador. Las composiciones  de Chopin y  de Giuseppe Verdi son  poderosos agentes del resurgimiento nacional de Polonia e Italia. La Guernica de Picasso es la lápida de la sepultura ideológica del fascismo.

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Todas las revoluciones de la modernidad han sido preparadas conceptualmente por vanguardias ilustradas. Para la constitución de  éstas  es necesario un núcleo de trabajadores intelectuales con dificultades de integración social; con creatividad para formular un proyecto alternativo; que el mismo suscite adhesiones; que éstas sean validadas por un compromiso,  y que dispongan de medios de comunicación  para divulgarlo. Sin intelectual no hay revolución. Lograda ella, es indispensable comprender la realidad para planificar la nueva sociedad, defenderla  y mantener la cohesión de las clases emergentes. Sin intelectuales no hay socialismo.

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¿Qué responder a quienes menosprecian la tarea del intelectual? De una vez y para siempre  contestó de manera lapidaria al místico Weitling el joven Carlos Marx: “La ignorancia no ha servido a nadie para nada”.

ALFREDO GUEVARA. IGNACIO RAMONET

IGNACIO RAMONET

Llevaba años leyéndole en la revista Cine cubano. Sus editoriales, sus textos teóricos, eran lo mejor que se escribía sobre cine en toda América Latina. Yo era entonces un cinéfilo de los de antes, rata de cinemateca, empollón de filmografías, gerifalte de cine club y fantasma de salas oscuras. Alfredo ya era un mito. Un príncipe del Renacimiento. De la nada o casi, ensamblando ingenios de muy diversas disciplinas y revelando talentos desatendidos, había hecho renacer toda la arquitectura de una flamante cinematografía insolente, creativa y singular. En sus primeros años, en sus primeras obras, el cine cubano poseía la impertinente frescura de la propia revolución. No me refiero solo a las obras de ficción, muy escasas entonces; sino a lo que abundaba, los documentales, los reportajes, los noticieros. Ellos constituían el mejor espejo, el mejor reflejo de la principal creación cultural producida por la revolución, o sea: los discursos de Fidel.

Alfredo Guevara, “fidelista de la primera hora, de antes mismo de que el propio Fidel tuviera conciencia de su singularidad política”. Foto: Walfrido Ojeda / Tomada de Granma

Nadie sabía eso mejor que Alfredo. Si el cine pertenecía a la cultura de masas, y si, en ese sentido, era una herramienta susceptible de influenciar y de transformar las mentalidades, los cineastas debían inspirarse de aquello que, en la nueva Cuba, estaba transfigurando el país, o sea, repito, los discursos de Fidel.

Fidelista de la primera hora, de antes mismo de que el propio Fidel tuviera conciencia de su singularidad política, Alfredo admiró siempre en él su total desparpajo para cambiar las cosas. Su ética. Su elegancia. Su cultura. Su genialidad creativa en la manera de hacer política. Su increíble rapidez en entender un problema, hallar una solución, aplicarla y sacar la teoría del asunto. Todo ello a la velocidad de un latigazo.

De eso hablamos cuando me lo encontré por primera vez en París en el otoño de 1972. En casa de una amiga común, Anne, escritora y reciente viuda del actor más popular de Francia, Gérard Philipe. Por casualidades de la vida, teníamos otras amistades compartidas. Especialmente tres: Alejo Carpentier y su centelleante esposa Lilia. Y Saúl Yelín, director de relaciones internacionales del Icaic, que yo había conocido muy bien en Rabat, en la residencia del primer embajador de Cuba en Marruecos, el inolvidable Enrique Rodríguez-Loeches.

Ahí empezó una amistad fraterna e intelectual que iba a durar más de 50 años… Le debo enormemente. Alfredo tenía idéntica edad que Fidel y 20 años más que yo. No pertenecíamos a la misma generación. Pero nos unían dos temas polémicos, centrales en nuestras vidas: el cine y la Revolución cubana.

La victoria revolucionaria de 1959 significó, a escala internacional, una conmoción política de la que no se tiene idea hoy. En el seno de la hornada de jovencísimos líderes que llegaban entonces al poder, Alfredo, marxista del 26 de Julio, poseía la particularidad de ser quizás el único intelectual, a ese nivel, venido del mundo del arte. A veces se olvida que estuvo entre el reducidísimo grupo de dirigentes que, cinco meses después de la victoria, en torno a Fidel y al Che, redactó la ley de la Reforma Agraria. Unos meses más tarde, a la cabeza del recién creado Icaic, lideró la complejísima batalla por la conquista de la hegemonía cultural dentro de la revolución. Contra, por un lado, el viejo partido comunista y, por el otro, los novísimos de Lunes. En sus determinantes Palabras a los intelectuales, Fidel zanja el debate y le entrega de hecho el bastón de mando al Icaic, o sea, a Alfredo, cuyo magisterio a partir de entonces será lo más cercano al de un ministerio de Cultura (que se creará casi 20 años después…).

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FUERA (Y DENTRO) DEL JUEGO. UNA RELECTURA DEL «CASO PADILLA» CINCUENTA AÑOS DESPUÉS (+PDF). ABEL PRIETO / JAIME GÓMEZ TRIANA

ABEL PRIETO / JAIME GÓMEZ TRIANA

La Casa de las Américas estuvo en el centro del huracán desatado en torno a la detención, el 20 de marzo de 1971, del poeta Heberto Padilla y a su «autocrítica», realizada tras ser excarcelado el 27 de abril, en la sede de la Uneac, ante un auditorio de escritores miembros de la organización. En aquel año, se publicaron en sucesivos números de la revista de la institución múltiples artículos, declaraciones, respuestas y contrarrespuestas sobre el «caso». Una extensa versión de la «autocrítica» apareció como suplemento en el número 65-66, correspondiente al cuatrimestre marzo-junio.

Desde inicios del mes de abril habían comenzado a circular dos cartas públicas dirigidas a Fidel por intelectuales latinoamericanos y europeos considerados de izquierda, que habían sido hasta entonces admiradores de Cuba y de su socialismo. Una se publicó en el periódico Excélsior de México y solo la firmaron escritores vinculados al PEN Club de ese país. La otra, gestada en París, conocida como «primera carta», apareció en Le Monde, apenas una semana después, suscrita por intelectuales de varios países, muchos de ellos ampliamente reconocidos.

La gran prensa al servicio del Imperio y de la reacción no disimuló su júbilo. Dedicó innumerables titulares a realzar la ruptura con la Revolución Cubana de sus antiguos amigos y el hecho tan estimulante de que, por fin, la islita rebelde del Caribe mostrara un costado abusivo y despótico. Es sintomático que, en el caso de la carta de México, tres de sus firmantes –Fernando Benítez, Marco Antonio Montes de Oca y José Emilio Pacheco, dirigentes del PEN Club de México– tuvieran que dirigirse al director del Excélsior para hacer pública la siguiente aclaración:

La carta del PEN Club al Primer Ministro de Cuba en que se pide la libertad del poeta Heberto Padilla, que usted nos hizo el favor de publicar gratuitamente, como noticia, en su edición del viernes 2 de abril, aparece hoy en varios periódicos como ostentosa inserción pagada sin la anuencia de los firmantes.

Nos apresuramos a aclarar que no tenemos nada que ver con esta manipulación de nuestra carta y nos preguntamos –sabiendo la respuesta– por qué las personas que abusaron del nombre del PEN Club no han procurado darles la misma difusión a nuestros documentos en defensa de José Revueltas y los demás procesados de 1968.[i] 

Alejo Carpentier, quien fungía por entonces como Consejero Cultural de la Embajada de Cuba en Francia, vivió el clima de aquellos días en que se buscaban en París adhesiones para la «primera carta». Fue él quien envió a la Casa de las Américas una copia de la original. En la nota que la acompaña, dirigida a Roberto Fernández Retamar y fechada el 30 de marzo, el autor de El siglo de las luces describe el estilo superficial y apresurado que caracterizó la convocatoria a suscribirla: «Te mando copia del texto de la carta, pero quiero decirte que la mayoría de los firmantes [las firmas] que la endosan, han sido sacadas por teléfono, a personas que no estaban al tanto del asunto».[ii] Alejo explica en particular el rechazo categórico de la escritora y editora lituana Ugné Karvelis a que su firma fuera considerada.

Días después se completaría una fábula maligna que le dio la vuelta al mundo muchas veces y en muy pocas horas: el poeta cubano Heberto Padilla, prisionero a causa de su conducta y literatura heterodoxas, había sido torturado para forzarlo a redactar una «autocrítica» abominable:

Yo he difamado, he injuriado constantemente la Revolución, con cubanos y con extranjeros. Yo he llegado sumamente lejos en mis errores y en mis actividades contrarrevolucionarias […] Porque yo he querido identificar determinada situación cubana con determinada situación internacional de determinadas etapas del socialismo que han sido superadas en esos países socialistas, tratando de identificar situaciones históricas con esta situación histórica que nada tiene que ver con aquellas.[iii]

Una amplia versión de su intervención la noche del martes 27 de abril en la Uneac sería difundida por Prensa Latina en un intento, sin duda infeliz, de dejar saldado el asunto con las autoinculpaciones de Padilla.[iv]  

En realidad, en una actuación minuciosamente preparada, Padilla había representado una parodia caricaturesca de los procesos de Moscú de los años 30, que contenían, como ingrediente esencial, la confesión de las culpas del acusado y la denuncia de otros «traidores».

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“YA TE PUEDES IR QUE SE SALVÓ EL ICAIC”. MANUEL PÉREZ PAREDES


Este texto se lo mandó Manuel Pérez a Camilo Pérez Casal con esta introducción: “Hoy se cumplen 50 años de que Fidel fue a la 6B a apoyar al ICAIC. Va mi texto sobre aquella noche y el contexto".
Camilo me lo mandó con el siguiente mensaje: “Me atrevo a sugerirte este extraordinario testimonio de Manolito como entrada. Muy útil en los días que se avecinan”.
Lo he puesto en cuanto lo leí. Y recuerdo que Santiago filmó aquellas palabras de Fidel porque las vi en el ICAIC.

Silvio Rodríguez

MANUEL PÉREZ PAREDES

Quedó en nuestra Historia como el Primer Congreso Nacional de Educación y Cultura (23 al 30 de abril de 1971). Se ha hablado y escrito bastante sobre sus repercusiones no solo en el ámbito de la cultura artística nacional.

Ahora, simplemente, me limito a recordar el clima que existía en el salón del Hotel Habana Libre donde sesionaba su Comisión 6B, y la importancia de lo que en ella sucedió.

Vale la pena alguna información previa para contextualizar ese momento.

El Congreso dividió su trabajo en siete comisiones, pero es la número 6 la que centró los debates, críticas y ataques más fuertes en torno a la actividad artística-intelectual en nuestro país en aquel momento. Su tema fue «La influencia del medio social sobre la educación». La cantidad de ponencias (52) y recomendaciones (974), más la propia importancia del tema, determinaron que los organizadores considerasen recomendable dividir la Comisión. Así surgieron las 6A y 6B. 

El contenido de la Comisión 6A fijaba los siguientes temas: las modas, las costumbres, las extravagancias, la religión, la delincuencia juvenil, sexualidad y desviación.

Yo representé al ICAIC como vicesecretario de la Comisión 6B. En ella se discutieron ponencias e intervenciones especiales relacionadas con la importancia e influencia de la radio, la televisión, la música, el cine (particularmente las películas extranjeras que programaba el ICAIC en las salas de exhibición), y otros medios masivos de comunicación y manifestaciones artísticas. Se debatió con intensidad y pasión la influencia de estos medios en la formación de la población, en particular, la de los niños, adolescentes y jóvenes.

El ICAIC presentó al Congreso dos ponencias: “Para una definición del documental didáctico” de Julio García Espinosa, Estrella Pantín y Jorge Fraga, y “El Cine y la Educación”, escrita por Julio y por mí. Esta última, revisada por Alfredo, fijaba las posiciones de principios de la Institución en su política cultural, tanto en la producción del cine nacional como en la exhibición, desde su fundación hasta ese momento.

Este fue el único punto de debate de la noche del 27 de abril, cuya sesión presidió Raúl Roa.

Media docena de delegados del ICAIC estaban presentes, entre ellos Alfredo Guevara. También una cifra similar, o aproximada, de delegados de otras áreas de la cultura artística.

La inmensa mayoría de los presentes eran pedagogos, educadores y dirigentes de Organismos del Estado y las organizaciones políticas y de masas que atendían el área educacional o cultural. A las sesiones podían asistir también, de acuerdo con el interés de los asuntos a tratar, delegados de otras comisiones.

Por la experiencia de otras discusiones sobre diversos temas de la cultura artística desarrolladas desde el primer día en esta Comisión, se podía prever que esta sesión sería bien polémica. La realidad superó las expectativas.

El debate lo abrió un miembro del Comité Nacional de la UJC de la época. Lanzó, con pasión, una serie de interrogantes críticas sobre algunos planteamientos de la ponencia, en particular, sobre el criterio de diversidad en la política de exhibición del ICAIC, expresada en el cine que se estaba viendo en nuestras pantallas. En pocos minutos se sucedieron diversas intervenciones que añadían opiniones sobre el tema, y predominaron, con matices, las que se identificaban con el planteamiento inicial.

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EL RÍO HUMANO FLUYE SIN OBSTÁCULOS Y DESEMBOCA EN ALEGRÍA TRAS LA VACUNACIÓN. LUIS HERNÁNDEZ NAVARRO

▲ Debidamente protegidos, muestran sus certificados de vacunación al salir de las instalaciones de la Secretaría de Marina en la alcaldía Coyoacán. Foto José Antonio López

LUIS HERNÁNDEZ NAVARRO

A pesar del tamaño de la muchedumbre que quiere vacunarse contra el Covid, ésta es una cola distinta. Nada que ver con los tumultos para subirse al Metro a la hora pico o las conglomeraciones para entrar a ver un partido de futbol. Ni siquiera con las filas para abordar o salir de un avión, divididas en primera clase y turista, en las que los pasajeros se arremolinan como si fueran a perder el vuelo de no subirse primero o se amontonan en el pasillo para bajar a tierra antes que los demás, no vaya a ser que la nave vuelva a despegar con ellos a bordo.

No, este sábado, en la Preparatoria número 5, de Coapa, uno de los tres centros de vacunación de la alcaldía Tlalpan, no hay empujones ni colados, ni salas VIP ni mordidas para pasar antes. Tampoco estacionamientos reservados. Quienes llegamos a inocularnos somos, para efecto de los organizadores, ciudadanos de a pie que merecen el mismo trato, más allá del grosor de la billetera. Y pasamos uno a uno, respetando la sana distancia, los filtros para recibir el biológico ordenadamente, en un clima de amabilidad, cortesía y celeridad.

Todo está bien organizado y dirigido. La logística se opera pulcramente. El personal que atiende a quienes vamos a vacunarnos (médicos, enfermeras, siervos de la nación, trabajadores de la Secretaría de la Cultura) nos trata amigable y diligentemente, se diría que hasta con cariño de por medio. Dan instrucciones precisas, señalan la ruta que hay que seguir, revisan documentación con presteza, toman datos con gentileza, explican con sencillez y precisión la vacuna que van a aplicar, incluyendo su lugar de procedencia (Sinovac, China), advierten sobre posibles efectos secundarios, conducen a los vacunados a una enorme cancha habilitada como sala de reposo para ver si no hay reacciones, revisan la hoja de vacunación y nuevamente la credencial del INE y, luego, 30 minutos después, autorizan la salida entre calurosas despedidas.

Agua y amaranto

En la entrada principal hay sillas de ruedas para quienes tienen dificultades de movilidad. Nada más pasar el primer filtro, obsequian una bolsa con una botella de agua, una manzana y una palanqueta de amaranto. En la sala para revisar la papelería requerida, tomar números de teléfonos y correos electrónicos de contacto, en el salón donde se inyecta y en el espacio en el que, bajo la mirada médica, se espera a que no haya alergias al biológico, hay sillas suficientes para sentarse cómodamente.

Los organizadores, vestidos con chalecos de distintos colores, dispersan el río humano que atraviesa el portal en diversos afluentes que fluyen sin obstáculos, de manera que no hay esperas innecesarias. A lo largo de todo el recorrido no hay una sola muestra de la rigidez y frialdad que parecen ser la regla de las oficinas públicas. Por el contrario, aquí la norma de las brigadas de vacunación es la calidez y el trato humano, especialmente para quienes tienen más edad, inusual en casi cualquier trámite gubernamental.

Nadie pone reparo alguno en la vacuna china. No hay expresiones de desconfianza sobre su eficacia o seguridad. Y la contundencia de las emociones de quienes la reciben o de sus acompañantes son sorprendentes. Los cubrebocas no alcanzan a ocultar las lágrimas. Las llamadas por celular a los cercanos para avisar que la misión se ha cumplido son testimonio de la alegría de saberse, por primera vez en un año, un poco más seguro.

Ya en la calle, esa ciudad de iguales y ese clima de concordia que se vive en la Prepa 5 se desvanece. Las grandes camionetas de lujo con su chofer adentro aguardan en doble fila. Estamos cobrando 20 pesos por estacionarse, dicen los vieneviene a quienes estacionaron sus vehículos en la vía pública. Otros más, la mayoría, se enfilan caminando hacia Tlalpan o rumbo a Acoxpa para abordar el transporte público. Se acabó la fiesta.

Fuente: LA JORNADA

PEDRO CALZADILLA: LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA REPOLITIZÓ A LOS HISTORIADORES. RAÚL CAZAL

Pedro Calzadilla, director del Centro de Estudios Simón Bolívar

RAÚL CAZAL

La cita con el historiador Pedro Calzadilla fue en la sede del Centro de Estudios Simón Bolívar, que dirige actualmente, ubicado a piedemonte del Waraira Repano, en la Urbanización San Bernardino, a pocos metros de la Cota Mil, para ser precisos.

Fue ministro de Cultura del presidente Hugo Chávez desde 2011 hasta el año 2014, cuando el presidente Nicolás Maduro lo designa ministro de Educación Universitaria. Forma parte del contingente de investigadores de la Historia Insurgente con quienes fundó el Centro Nacional de Historia y del cual fue presidente en diferentes momentos. Antes de asumir el Centro de Estudios Simón Bolívar y formar parte de la Comisión Presidencial Bicentenario 2021 para la celebración de los 200 años de la Batalla de Carabobo, fue coordinador de la Red de Intelectuales en Defensa de la Humanidad.

Cuando habla sobre Simón Bolívar o Hugo Chávez, a veces confunde los nombres porque son parte de la misma historia, pero en diferentes momentos. “Así como los niños los confunden, a nosotros también nos sucede igual”, acota con gracia, y como historiador le otorga el crédito al Arañero de Sabaneta, de haber armado “una explicación del proceso histórico”, aunque advierte que “no es que sea completamente nueva, pero las piezas las pude armar de manera distinta y le encontré sentido a todo”.

—Chávez no es que nos habló de historia, sino que armó una manera de interpretarla, de encontrarle inteligibilidad.

—¿Qué une el pasado con el presente?

—En la historia republicana de Venezuela existen dos proyectos históricos. Uno, el que Germán Carrera Damas llama Proyecto Nacional, que puede llamarse Proyecto Desnacional, porque él refirió con el término de Nación el proyecto de la burguesía. También dijo que existió uno alternativo que surgió como contraposición. Esta categoría nunca la desarrolló. Con la Revolución Bolivariana se revitalizó el Proyecto Nacional Simón Bolívar. Este es el cable que une ese tiempo histórico con el presente. Al recuperarlo y diseñar una opción histórica, se termina de perfilar el otro proyecto histórico: el del pueblo, los humildes, los pobres, de los trabajadores, de las mayorías, que hoy se llama izquierda o socialista, antes simplemente se llamaba Proyecto Popular. Son dos proyectos históricos en pugna, que a partir de 1830 uno se mantuvo en el poder. Durante la Independencia también existió esa pugna. Ambos nacen en el tiempo de la Independencia, engrosaron el movimiento independentista y luego tomaron derroteros distintos.

—¿Cómo será leída nuestra historia en el futuro?

—Hoy estamos experimentando una etapa de la historia de ese proyecto popular, democrático, social, revolucionario, hoy socialista. Imagino que dentro de 100 años este tiempo histórico será estudiado como el momento de nuestra historia en que el proyecto de Bolívar tomó el poder por primera vez. Pudo construir mayoría y hacerse hegemónico, logró el sistema de respaldo, alianzas, el “bloque histórico”, en palabras de Gramsci, permitió tomar el poder y avanzar en la transformación.

—Hay historiadores que tratan de minimizar a Bolívar.

—Bolívar es símbolo, lugar de memoria, centro de gravedad de la identidad de un pueblo. Es uno de los pocos casos en donde un personaje histórico es capaz de congregar a un pueblo entero. Esa pugna histórica de dos proyectos, de dos modelos, que evolucionan desde la independencia hasta hoy, que se disputan el poder desde entonces, también tuvieron a Bolívar como parte de la disputa. Su memoria constituyó un lugar de desarrollo de esta pugna. La oligarquía confisca a Bolívar tempranamente. Generalmente se dice “lo volvieron mármol”, pero es mucho más complejo. No fue solamente convertirlo en estatua, sino que hacen un proceso de secuestro de su imagen y referencia. Te hablo de diez años después de la separación de Venezuela de Colombia, las oligarquías optan por borrar el recuerdo de Bolívar y fracasaron. Se dieron cuenta que cualquier proyecto político pasaba por tenerlo cerca y construyen el llamado “culto a Bolívar”. Un sistema de adoración que al tiempo que exaltaban al héroe, ejecutaba una operación de legitimación del orden surgido después del año 30. Es una República que nace “en contra del pensamiento y la voluntad de Bolívar, en contra de todo lo que Bolívar significó para sí mismo, en contra del corazón de Bolívar”, como dijo el maestro José Manuel Briceño Guerrero. Ese proceso de adoración termina convirtiéndolo en símbolo de la Cuarta República, por eso es una imagen familiar.

—A las oligarquías también les cuestan decir “Patria”, así como ciertos poetas la invocan para negarla o darle un sentido individual.

—El compromiso que supera lo individual es una de las conquistas de la Revolución Bolivariana. Muchos colegas se burlaban de la idea del “compromiso social”. La izquierda siempre decía que el historiador tenía que escribir desde el compromiso de su tiempo. Del otro lado se enfatizaba la disolución de todas las convicciones y certezas…

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GEOPOLÍTICA A TRES BANDAS. JORGE ELBAUM

El nuevo tablero mundial y sus potenciales efectos sobre América Latina y el Caribe

Joe Biden, Xi Jinping y Vladimir Putin.

JORGE ELBAUM

Durante las dos últimas semanas se produjeron cuatro sucesos que brindan claves para comprender el devenir de las relaciones internacionales y sus efectos sobre América Latina y el Caribe. El 12 de marzo, la Asamblea Nacional Popular (ANP) de la República Popular China aprobó el XIV Plan Quinquenal que orientará sus políticas domésticas y exteriores en el próximo lustro. Cuatro días después Joe Biden amenazó a Rusia y calificó a Vladimir Putin de asesino. El 18 y 19 –en Anchorage, Alaska– se llevó a cabo una gélida reunión bilateral entre el responsable del área de Asuntos Exteriores del Partido Comunista de China, Yang Jiechi, y el jefe de Departamento de Estado, Anthony Blinken. Para concluir con la seguidilla de encuentros trascendentes y conexos, el 22 y 23 de marzo el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, visitó a su par chino, Wang Yi.

El Plan Quinquenal plantea cambios respecto a su capítulo previo, el XIII, aprobado en 2015. Desde 1953 las orientaciones definidas por Beijing han marcado el itinerario de las políticas desarrolladas e implementadas por el gobierno. Los objetivos comunicados por Xi Jinping el 11 de marzo incluyen un marco de referencia conceptual denominado Visión 2035, en el que explicitan los objetivos de mediano plazo debatidos durante el último año en el seno del Partido Comunista chino y en su ANP. Las seis metas relevantes, esbozadas en ambos documentos, pueden ser sintetizadas en:

  • Expandir la demanda interna, combatir los monopolios y sostener la exportación.
  • Promover el cuidado del medio ambiente y adecuar la producción a formatos ecológicos.
  • Reemplazar el crecimiento de alta velocidad con un crecimiento de alta calidad.
  • Impulsar la innovación mediante la inversión en Ciencia y Tecnología.
  • Reducir la interdependencia económica, financiera, comercial y tecnológica con Estados Unidos.
  • Mantener un entorno externo cooperativo con el resto del mundo.

Respecto al primer objetivo, el nuevo Plan Quinquenal considera la necesidad de superar la etapa de apalancamiento exportador, para pasar a un modelo de circulación dual, consistente en privilegiar el mercado interno para blindarse de la potencial volatilidad de los mercados internacionales y los continuos cambios de políticas de Washington. Para promover políticas más amigables con la naturaleza, el proyecto se propone disminuir la velocidad del crecimiento económico y priorizar la calidad de vida de su población por sobre el incremento del PBI. Ese concepto es denominado en el documento Visión 2035 como la cimentación de una futura sociedad moderadamente próspera, distante de la opulencia y la acumulación material desmedida. Con ese cometido, se estipula el cumplimiento del Acuerdo de París de 2015 sobre el cambio climático y la reducción sistemática de las emisiones de dióxido de carbono, para llegar al 2030 en equilibrio neutral con la naturaleza.

El planteo supone además una reconfiguración del modelo productivo, orientando la inversión pública y privada hacia la tecnología aeroespacial, la neurociencia, los circuitos integrados, la computación cuántica, la inteligencia artificial, la biotecnología, las energías renovables, la investigación genética y la exploración espacial. La mayor parte de las inversiones estará orientada –señala el Plan– al mercado interno, para mejorar la calidad de vida de la población, siguiendo la idea cardinal de que para el año 2049, cuando se cumplan los cien años de la República Popular China, los ciudadanos chinos gocen de una prosperidad moderada, lema del desarrollo planteado. Para su logro, advierte el Plan, se deberán combatir las prácticas monopólicas, hecho que ha quedado demostrado en los dos últimos años con las limitaciones impuestas a la empresa Alibaba –similar a MercadoLibre en Argentina–, propiedad del empresario Jack Ma.

La propuesta de Beijing ha sido calificada por diferentes analistas internacionales como tecnonacionalismo. En la actualidad, China y Estados Unidos controlan el 78% de las patentes de inteligencia artificial, el 50% de la inversión global de proyectos de 5G (denominado también como la internet de las cosas), el 75% del mercado informático en la nube y el 90 % de las principales plataformas digitales existentes. Según el primer ministro chino, Li Keqiang, el valor añadido al PBI de la Investigación y el Desarrollo (I+D) debería pasar del 7,8% de 2020 al 10% en 2025. «Mejoraremos nuestras capacidades en innovación independiente porque las innovaciones no se pueden comprar», afirmó Wang Zhigang, ministro de Ciencia y Tecnología. Cada vez más la productividad se articula con la producción de conocimiento. Las patentes, por su parte, expresan la acreditación futura de dicha acumulación de saberes, competencias y aplicaciones prácticas.

 Expansión sin injerencia 

https://www.elcohetealaluna.com/wp-content/uploads/2021/03/Patentes.jpgPaíses con mayor solicitud de Patentes (2018).

En términos de su articulación internacional, Beijing propone multiplicar las inversiones de infraestructura en Asia, África y América Latina, profundizando su liderazgo en el sudeste asiático, su articulación con Rusia y su relación con la Unión Europea, con el claro objetivo de desacoplarse de Washington. Ante la perspectiva de posibles restricciones de las cadenas de suministro ligadas a Estados Unidos, el Plan Quinquenal impulsa la diversificación de las relaciones político-económicas y el fortalecimiento de su autosuficiencia, sustentada en el mercado interno de 1.400 millones de habitantes.

En 2020 la economía de China supuso el 16,8% del PBI global y exhibió un superávit en su cuenta corriente equivalente al récord histórico expuesto por cualquier otro país en la historia. A pesar de la ofensiva profundizada por el trumpismo, Beijing se convirtió en el mayor receptor de Inversión Extranjera Directa (IED), desplazando a Estados Unidos en ese rubro. También en 2020, el conjunto de 14 países integrantes del acuerdo del sudeste asiático conocido como RCEP (Regional Comprehensive Economic Partnership) se consolidó como el primer socio comercial de Beijing. La Unión Europea se ubicó en el segundo puesto y Estados Unidos fue desplazado al tercer lugar, prologando la desconexión y el desacoplamiento planteado por el Plan. El proyecto respecto a su vínculo con terceros países asume el compromiso de no injerencia político-gubernamental en los asuntos internos de ningún país, en un claro indicador diferencial respecto de Washington. En ese sentido se proyecta como una potencia dispuesta a contribuir a la generación de bienes públicos globales (medio ambiente, infraestructura, previsibilidad financiera, control de pandemias).

Pocos días después de la aprobación del XIV Plan Quinquenal se desarrolló en Alaska la reunión bilateral ente Estados Unidos y China, de la que participaron Antony Blinken y el consejero de Estado de Relaciones Exteriores Yang Jiechi. El encuentro escenificó el desacuerdo que Washington necesita exhibir para no exteriorizar debilidad frente al trumpismo residual. Como respuesta a esa dramatización de la administración estadounidense, que tuvo como prólogo el agravio de Biden a Putin, la cancillería china planificó una reunión con el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, en la ciudad de Guilin, ubicada en la Región Autónoma de Guangxi Zhuang.

Según el jefe de la diplomacia rusa, el objetivo estratégico de Washington es impedir el desarrollo tecnológico de China y Rusia para frustrar la consolidación de un mundo multipolar. En ese cónclave, China y Rusia acordaron cooperar en aspectos de infraestructura, de seguridad y de investigación espacial pero priorizado las alternativas disponibles para abandonar el dólar como moneda de cambio comercial y de atesoramiento. En la reunión el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, anunció la decisión de contrarrestar las sanciones impuestas por Washington a través de la sustitución del sistema de transferencias interbancarias, el Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication (SWIFT)

En la última década, China impulsó la utilización global del yuan, y la participación del dólar en el comercio bilateral entre Moscú y Beijing se redujo de un 90% en 2015 a un 46% en el primer trimestre de 2020. A nivel global, el dólar cayó del 40% en 2019 al 38% en 2020, mientras que el euro subió más de tres puntos porcentuales. El yuan, por su parte, creció de 0,77 puntos porcentuales hasta el 2,42%. A pesar de los intentos de Washington por utilizar SWIFT para multiplicar sanciones contra Rusia, China, Venezuela, Irán y otros países soberanos, la moneda de Bruselas y la de Beijing, combinadas, superaron por primera vez en 2020 a la divisa de Washington como dispositivo de compensación de valor.

La geopolítica a tres bandas ofrece a América Latina y el Caribe una progresiva posibilidad de limitar la condena de la subordinación hemisférica. La intensificación de la disputa hegemónica muestra una creciente debilidad relativa de Washington y al mismo tiempo una búsqueda por parte de Moscú y de Beijing de auspiciar modelos no injerencistas, cooperativos y multipolares. La enorme economía china requiere materias primas y recursos naturales que pueden fijar la productividad latinoamericana en un orden primarizador y extractivista. Sin embargo, su expansión y su necesidad de legitimidad global ofrecen la posibilidad de concretar inversiones en infraestructura y la eventualidad de articular joint-ventures tecnológicas con empresas privadas, mixtas y estatales instaladas en el sudeste asiático.

La animosidad de Washington contra Putin y Jinping no tiene como fundamento el subterfugio institucionalista que apela a los valores democráticos como justificativo para imponer condenas y sanciones. Existen múltiples evidencias que dan cuenta de la simpatía de Washington con diferentes dictaduras que ejecutaron variados genocidios en América Latina. El aval actual a las monarquías absolutistas de la península arábiga y el apoyo a grupos insurgentes del África subsahariana comprueban que no es el espíritu republicano el factor que guía su política exterior.

Lo que Washington busca en forma denodada es obstaculizar el desarrollo de quienes pueden transformarse en países decididamente soberanos y autónomos, capaces de desafiar o autonomizarse de las decisiones del sistema monopólico, corporativo y financiarizado. Cuanto más independientes son los Estados, menos autoridad poseen las lógicas imperiales para imponer su voluntad. Cuanto más pobres, menos desarrollados y más dependientes son los países, mayor preponderancia detenta el Departamento de Estado para seguir imponiendo sus políticas. Washington elogia a las elites que endeudan a sus sociedades y valora positivamente la desconexión de los países en vías de desarrollo respecto a nuevos centros de poder emergente como China y Rusia. En forma paralela, las guerras mediáticas y tribunalicias contra todos los proyectos emancipatorios impulsan y consolidan un formato de sometimiento al Departamento de Estado.

Las relaciones internacionales se están reconfigurando y se presentan oportunidades novedosas para América Latina y el Caribe. El multilateralismo no sólo implica una diversidad del tablero global. Supone, además, la oportunidad para tomar distancia (o liberarse) de la maldición hemisférica, planteada con desprecio por quienes siguen considerándonos como su patio trasero.

Fuente: EL COHETE A LA LUNA

ENCONTRÉ UN PAÍS DE LUTO, LLENO DE DOLOR Y EN BANCARROTA. LUIS HERNÁNDEZ NAVARRO

El tema de los derechos humanos era catastrófico con el gobierno de facto

Luis Arce Catacora, presidente de Bolivia, y su esposa, Lourdes Durán, durante su visita oficial a México. Foto: La Jornada

LUIS HERNÁNDEZ NAVARRO

Poco más de un año después de que Luis Arce Catacora llegó a nuestro país como asilado político, regresa como presidente del Estado Plurinacional de Bolivia.

El 6 de diciembre de 2019, protegido por la embajadora mexicana María Teresa Mercado, entre demoras en la entrega del salvoconducto del gobierno de La Paz y el hostigamiento policial, el ex secretario de Economía del gobierno de Evo Morales pudo tomar primero un avión con destino a Perú y luego otro a México. Hoy, poco menos de 15 meses después de aquella odisea, vuelve como mandatario a territorio nacional, invitado por Andrés Manuel López Obrador.

Entrevistado en exclusiva por La Jornada, el economista con un máster en ciencias económicas de la Universidad de Warwick, en Inglaterra, y dos doctorados honoris causa, artífice del milagro económico de Bolivia, cuenta cómo a su regreso a su nación, encontró a un país de luto, lleno de dolor, en bancarrota por las pésimas políticas de la golpista Jeanine Áñez. Aquí, partes relevantes de la conversación que tuvo con este diario.

Gobierno insensible

Presidente, ¿qué país se encontró usted al llegar a Bolivia? ¿Qué situación se vivía en la salud, la economía, la política?

–Nos encontramos con un país de luto, triste, con mucho dolor. Enfrentando un gobierno insensible que no respetaba los derechos humanos. Económicamente quebrado, sin educación, sin salud, con un mal manejo de la pandemia y un pésimo modelo educativo.

“Fuimos el único país que clausuró el año escolar en medio de la pandemia, simplemente por la incapacidad de la derecha de manejar la educación.

“Encontramos un país altamente endeudado, externa e internamente. Lo dejamos creciendo a 4 por ciento. Lo recibimos con menos 11 por ciento. ¡Una caída catastrófica! Endeudamiento alto y un déficit fiscal realmente mal manejado, de 12 por ciento. Sin resultados. Porque uno podría decir: bueno, han gastado la plata, pero mejoró la educación, salud. Pero no ha sido así.

“Nuestras empresas públicas están prácticamente quebradas. Las concesionaron a las privadas, que le hacían la competencia a las estatales. Por ejemplo, nuestra línea aérea BoA perdió los mejores horarios en los vuelos dentro de Bolivia y disminuyó la frecuencia de sus rutas, para dar paso a las privadas.

No se atendió ni a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), que es la empresa estatal más grande que tenemos. No se impulsó ni a la minería. Pusieron a nuestras empresas en una situación deplorable.

En salud no se hizo nada

–Usted tomó posesión a principios de noviembre del año pasado. ¿Qué han podido hacer en este tiempo para revertir esa situación?

–La economía no se puede resolver en dos meses. Entramos al gobierno y lo que encontramos era catastrófico. Tomamos algunas medidas de reactivación de la inversión pública que se había paralizado.

“El gobierno de facto se negó a utilizar la inversión pública como instrumento de política económica. Nosotros reanudamos estas medidas, pero en dos meses no se recupera la economía.

“Trabajamos fuertemente el tema de salud. El gobierno de facto no había hecho nada. Compramos pruebas antígeno nasal mucho más rápidas para detectar el Covid y diseñamos un plan conjuntamente con municipios y gobernaciones. El gobierno nacional los dotó de estos equipos. Empezamos la negociación para comprar las vacunas. Comenzamos muy tarde. En diciembre ya podíamos anunciar el cierre de varios contratos para adquirir vacunas Sputnik V y la china. Luego firmamos el convenio con Covax, con el que hemos garantizado 100 por ciento de vacunas para 100 por ciento de población vacunable. Recibimos una parte de las vacunas en enero y una mayor en febrero. A partir de marzo estamos recibiendo cada vez más. Empezamos la vacunación mucho antes que otros gobiernos en la región.

“En cuanto a educación, relanzamos el año escolar. En algunas regiones donde no afectó el coronavirus hay clases presenciales o semipresenciales. Reforzamos con cartillas, libros de entrega gratuita y material para que los estudiantes puedan hacer las clases a distancia. Sacamos Internet gratuito para los estudiantes en época escolar.

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GRAZIELLA POGOLOTTI: UNA EXTRAORDINARIA INTELECTUAL QUE HA PUESTO TODO SU TALENTO AL SERVICIO DE LA DESCOLONIZACIÓN, DEL MEJORAMIENTO HUMANO. ABEL PRIETO JIMÉNEZ

Palabras de elogio en el acto de entrega de la Orden Nacional “José Martí” a la doctora Graziella Pogolotti

El presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez condecora a la intelectual cubana Graziella Pogolotti Jacobson con la Orden Nacional José Martí.

ABEL PRIETO

Hoy es un día de alegría y orgullo para la cultura cubana y para toda Cuba. Nos hemos reunido para rendir homenaje a una de nuestras figuras esenciales: la doctora Graziella Pogolotti.

Se trata, como sabemos, de una extraordinaria intelectual que ha puesto todo su talento al servicio de la descolonización, del “mejoramiento humano”, de los ideales y valores de la Revolución. Es igualmente una educadora de enorme prestigio, ajena a toda retórica, a toda rigidez esquemática, siempre cómplice, siempre cercana a sus estudiantes, a los jóvenes, algo que ha sido una obsesión para ella: la comunicación fluida y permanente con los jóvenes. Graziella se destaca también por ser una articulista única, hondísima, de lenguaje sencillo y accesible, capaz de sorprendernos cada domingo con nuevas verdades inesperadas sobre hechos, temas y personajes históricos que creíamos conocer a fondo.

Pero, más allá de sus dotes intelectuales, Graziella es, indudablemente, una persona digna de la mayor admiración.

Desde su primer empleo en la Biblioteca Nacional hasta el cargo que desempeña actualmente como Presidenta de la Fundación Alejo Carpentier, Graziella se ha entregado a su trabajo con pasión y constancia. Nada le ha impedido trabajar intensamente a lo largo de los años, nada, ningún obstáculo, ninguna adversidad, ningún problema de salud, por grave que sea. Su desinterés y desprendimiento son proverbiales. No ha habido en ella, jamás, el más mínimo apego hacia los bienes materiales. Ha estado iluminada en todo momento por ese “sol del mundo moral” del que habló Luz y Caballero y Cintio instaló en lo más alto del itinerario de Cuba como nación. Ante cada hecho, de toda índole, grande o diminuto, proveniente de la Historia con mayúscula o de la microhistoria con minúscula, Graziella actúa con idéntica honestidad. Su vocación ética es absoluta e intransigente. Pocas veces la he visto tan angustiada como cuando ha descubierto señales turbias en la conducta de alguien en quien depositó su confianza.

Esa íntima fibra ética (pieza sustancial de su modo de concebirse a sí misma y de concebir su entorno y su relación con los demás) la condujo desde su temprana juventud hacia el lado de los que soñaban con una República independiente, basada en la igualdad, en la justicia y en la limpieza moral. Por eso hizo suya para siempre esta Revolución martiana, fidelista y socialista.

El pasado 25 de enero, a propuesta de Alpidio, nuestro Ministro de Cultura, el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez firmó el Decreto Presidencial número 102, que otorga la Orden Nacional José Martí a la doctora Graziella Pogolotti Jacobson.

Esta Orden se concede, según la Ley 1239 del 2 de diciembre de 1972, a ciudadanos cubanos y extranjeros que, entre otras razones, hayan hecho “valiosos y extraordinarios aportes en la educación, la cultura, (y) las ciencias” y ostenten “méritos extraordinarios y actitudes destacadas en el trabajo creador”.

El referido Decreto Presidencial destaca su importantísima obra como escritora y su “compromiso irrestricto con la Revolución” y subraya sus contribuciones a la promoción y al estudio de las artes plásticas, el teatro y la literatura, a la enseñanza en la Escuela de Letras y Arte y en el Instituto Superior de Arte y “al impulso de las ciencias sociales en la universalización de la universidad y al aprendizaje de técnicas investigativas de la antropología cultural”.

(El Decreto Presidencial se está refiriendo en este último pasaje a una faceta poco conocida de los aportes de Graziella a aquella idea impulsada por Fidel que se llamó “universalización de la universidad”. Graziella, vicedecana de investigaciones de la Escuela de Letras, propuso un Proyecto de Investigación-Desarrollo en las áreas de los Planes Especiales del antiguo Regional Escambray, justamente donde estaba el Grupo de Teatro Escambray. Ese proyecto se extendió entre 1971 y 1974, y lo dirigió Graziella, con Helmo como segundo al mando, que era entonces un joven profesor. Fue una experiencia que nos marcó a los estudiantes de Letras que pasamos por allí, y es verdad que conocimos otro país y otra cultura. Dejó del mismo modo, según las valoraciones que he leído, una huella fecunda en las comunidades en las que trabajamos. Recuerdo a Graziella, que entonces tendría 40 años, aunque ya era un mito para todos nosotros, montando a caballo, distribuyendo el trabajo, entregada con pasión a aquella otra manera de ser útil.)

Estoy seguro de que este reconocimiento a Graziella no va a alegrar solamente a los escritores y artistas cubanos y a los trabajadores de la cultura. Maestros, profesores, periodistas, comunicadores, muchos hombres y mujeres de nuestro pueblo, reconocen su magisterio, leen su columna semanal, la siguen y la admiran. Creo que mucha gente va a entender que la patria, a través del Presidente Díaz-Canel, está premiando a una cubana muy especial.

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BRASIL: AMENAZA A LA SALUD GLOBAL. ÁNGEL GUERRA CABRERA

ÁNGEL GUERRA CABRERA

El ascenso imparable de los contagios y fallecimientos a consecuencia de la covid-19 y la propagación nacional de la dos veces más contagiosa variante P.1 del virus, han colocado a Brasil en una situación trágica. El gigante pasó de 1.074 muertes diarias el 13 de febrero a 1910 el 4 de marzo, a 3258 ayer, 20 días después, y contando. Con más de 12 millones de contagios y 298 mil 676 fallecidos hasta que escribo, es solo superado en este indicador por Estados Unidos, con casi 123 millones de habitantes más.  La tragedia fue vaticinada a fines de enero por el médico Enrique Mandetta, ex ministro de salud echado por el presidente Jair Bolsonaro debido a su promoción de las medidas de bioseguridad, contrapuestas a la agenda política del ex militar vísperas de las elecciones municipales.

Mandetta declaró entonces que Brasil marchaba hacia una “mega epidemia” en los próximos dos meses, causada por la diseminación de la variante amazónica, se cree que surgida en Manaos, y por la falta de controles del gobierno. Censuró el envío de cientos de pacientes de ese estado a hospitales de otras entidades. Con esta política «vamos a plantar esa cepa amazónica en todos los territorios de la federación y de aquí a 60 días podemos tener una mega epidemia», fue su pronóstico fatalmente cumplido ante la criminal negligencia de Bolsonaro, quien ha tenido una actitud negacionista, como su ídolo Donald Trump, desde el principio de la pandemia.  Llegó a calificar a la enfermedad de “ gripecita”,  a anunciar su final en diciembre de 2020 e incluso a  presentar una petición ante el Supremo Tribunal Federal para impedir que los gobiernos regionales y municipales impusieran medidas conducentes a frenarla, desestimada por esa instancia judicial. Si no fuera por la formidable y creciente amenaza que constituye Lula da Silva para sus planes reeleccionistas y el severo daño que el descontrol de la pandemia está haciendo a su popularidad, Bolsonaro no habría variado su actitud hacia la vacuna, de negarse a recibirla a hacerle promoción retórica y, ayer, ante el hecho escandaloso de estar a las puertas de los 300 mil fallecidos, a farisaicamente afirmar que “la vida es primero” y constituir un comité nacional para enfrentar al virus. Para mayor desgracia, al holocausto que sufren nuestros hermanos brasileños, particularmente los más pobres, se añade la amenaza de extensión de la nueva variante a nuestra región y al resto del mundo. Consultado por la BBC el 9 de marzo, el epidemiólogo Pedro Hallal afirmó: «21 por ciento de todas las muertes ocurridas en el mundo ayer debido a la covid-19 ocurrieron en Brasil, un país que solamente tiene el 2.7 por ciento de la población mundial. Entonces, esto es enorme. Brasil se está convirtiendo en una amenaza para la salud pública global». En esa misma tesitura se pronunció Carisa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud, en declaración publicada por este diario el miércoles 24:  el coronavirus continúa aumentando peligrosamente en todo Brasil, dijo; y agregó que este incremento afecta a los países vecinos Venezuela, Bolivia y Perú, así como a Uruguay, Paraguay y Chile. Esto, unido a reportes que mencionan la llegada de la P.1 a Estados Unidos y países de Europa, perfectamente explicable considerando la gran conectividad aérea de Brasil con el resto del mundo. Una verdadera bomba de tiempo cuando aparecen señales esperanzadoras de reducción del número de contagios y muertes.

Este cuadro pone de relieve la urgente necesidad de las vacunas como solución radical que debe universalizarse mediante la solidaridad con los países pobres, con transferencia de tecnología, de modo que puede extenderse y diversificarse su fabricación. Este es quizá el mayor problema que enfrenta el combate a la covid pues solo 10 Estados acaparan la mayor parte del inmunizante.  Mientras los países con mayores ingresos vacunan a una persona por segundo, la mayoría de los países aún no han puesto ni una sola dosis, afirma la economista venezolana Pasqualina Curcio en un artículo revelador (https://ultimasnoticias.com.ve/).

En esta coyuntura, refulge el ejemplo de Cuba, que, además de enviar médicos de las brigadas Henry Reeve a combatir la covid-19 en más de 40 países y territorios, hoy despliega 5 candidatos vacunales creados por su comunidad científica. Entre ellos, Soberana O2 y Abdala en la fase 3 de ensayos clínicos con cerca de 100 mil personas y con decenas de miles en Cuba, Irán y Venezuela en la fase de estudios controlados. La isla enfilada hacia la inmunización masiva de su pueblo, que llegará entre junio y agosto a 6 millones de personas vacunadas sobre sus 11.2 millones de habitantes.  El banco de vacunas del ALBA se nutrirá de fármacos cubanos, los que, además, estarán disponibles para muchos países imposibilitados de acceder a ellas.

Twitter: @aguerraguerra

SOMBRAS DE LA GUERRA FRÍA: UN LIBRO INDISPENSABLE PARA ENTENDER EL PRESENTE. ATILIO A. BORÓN

ATILIO A. BORÓN

Hay que agradecerle a Ernesto Limia Díaz haberse aventurado a escribir este bello libro. No solo bello, por su elegancia y agilidad narrativa, sino también necesario para la formación de las jóvenes generaciones que se enteraron de oídas de algunos de los hechos más relevantes del siglo xx. Y si bien es un lugar común afirmar que los pueblos que no conocen su historia y la universal —imprescindible en una época en la cual el mundo se ha empequeñecido e integrado como jamás antes— están condenados a repetir los graves errores y desatinos del pasado, asimismo podrán actuar con más sabiduría cuando se familiaricen con ella. Este es el aporte fundamental de Sombras de la Guerra Fría, porque su autor reconstruye las grandes encrucijadas del pasado siglo, desde la Gran Depresión que estallara en 1929 hasta los años finales de esa misma centuria y comienzos de la actual.

A lo largo de sus páginas desfilan los protagonistas de los sucesos. Un mérito inusual, porque muchos buenos textos de historia del siglo xx hacen gala de una sólida base empírica pero las voces de los personajes que le dieron forma a la época son inaudibles, casi no se escuchan. En cambio, uno de los rasgos que tornan tan atractivo este libro es el meticuloso trabajo emprendido por Limia Díaz para conseguir materiales que reflejen directamente lo que pensaban y decían los grandes artífices de cada momento. Y esto le otorga a su texto un valor adicional, pues, en ocasiones, ellos parecen contarnos lo que estaban haciendo, las decisiones que iban tomando y por qué. No es lo mismo un relato frío, aunque preciso, que una narración en la cual los actores principales del drama toman la palabra. Y este es otro de los méritos del presente volumen.

Uno de los múltiples ejemplos que abonan lo que venimos diciendo lo proporciona la declaración de Winston Churchill ante una comisión del Parlamento Británico, sobre la intervención de las fuerzas de ese país para reprimir las protestas de los palestinos por la colonización de sus territorios a manos de los judíos europeos, en vísperas del estallido de la Segunda Guerra Mundial. Churchill, como jefe de gobierno del Reino Unido, envió una fuerza expedicionaria de 25 000 soldados británicos, y en su discurso en el Parlamento declaró:

Mi opinión es que el perro que está en el pesebre no tiene derechos exclusivos sobre él aun cuando lleve allí mucho tiempo. No reconozco ese derecho. No creo, por ejemplo, que se haya cometido una gran injusticia con los pieles rojas de América ni con el pueblo negro de Australia. Rechazo la idea de que estos pueblos hayan sido tratados injustamente solo porque una raza más fuerte, una raza de rango superior, o, por así decirlo, una raza con mayor experiencia del mundo, haya ocupado su lugar.

Si he escogido la cita anterior, dejando de lado otras de Stalin, Kennedy, Jruschov, Brezhnev, Fidel…, es porque aquí se revela la tremenda actualidad de las palabras vertidas por Churchill que hoy repiten, a veces en voz baja o para sus adentros, los líderes del régimen neonazi de Israel y sus cómplices sionistas europeos y estadounidenses. Aprender del pasado para actuar con más conciencia en el presente, tomando notas de las lecciones derivadas del convulsionado siglo xx, es una de las misiones que se ha propuesto el autor. Pasajes realmente iluminadores como ese abundan en el libro, lo que constituye un manantial formidable de aprendizaje de lo acontecido y, también, de lo que está volviendo a acontecer en los tiempos que corren. Con esto no quiero adherirme a una noción de la historia como secuencia circular en la cual todo se repite, sino exhortar a las jóvenes generaciones a aprovechar la tarea hecha por Limia Díaz para colocar en su adecuado contexto histórico los debates y los planteamientos políticos del presente.

El título del libro, Sombras de la Guerra Fría, retrata adecuadamente lo que constituye el hilo conductor en torno al cual se tejen los principales sucesos del pasado siglo. Esa guerra tuvo sus prolegómenos mucho antes de 1948. Comienza con el triunfo de la Revolución de Octubre en Rusia y se enciende con fuerza a partir de su estabilización en 1929, bajo el liderazgo indiscutido de Yosif Stalin. La amenaza del nazismo abrió un paréntesis en la guerra sorda librada contra la joven república soviética, pero una vez derrotados los planes de Hitler la Guerra Fría subió su temperatura y así se mantuvo hasta la desintegración de la URSS. El libro demuestra cómo el imperialismo libró —y continúa librando— esta guerra sin cuartel y sin pausa. También cómo Estados Unidos y sus aliados nunca dejaron de pergeñar planes y estratagemas tendientes a producir el derrumbe, o por lo menos el desprestigio, del experimento soviético y de cualquier otro de naturaleza socialista.

Toda una serie de hechos aparentemente aislados adquieren nuevas connotaciones cuando nuestro autor los expone —en minucioso detalle, pero sin perder nunca de vista el hilo conductor de lo ocurrido— a la luz de los vericuetos de la Guerra Fría. La gestación del nazismo alemán y los errores estratégicos de la izquierda para enfrentarlo, solo reconocidos tardíamente en el VII Congreso de la Internacional Comunista (1935), son puestos en una adecuada perspectiva histórica recuperando su línea de continuidad con los grandes debates suscitados a partir del triunfo de la Revolución Bolchevique en Rusia y el fracaso de la revolución en Alemania.

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EL ESCORPIÓN Y LA RANA. JORGE ELBAUM

El documento de seguridad estratégica presentado por Joe Biden y el regreso al belicismo globalista

JORGE ELBAUM 

El último miércoles el Presidente de Estados Unidos Joe Biden calificó a su par ruso Vladimir Putin como un asesino y al líder chino Xi Jinping como un matón, en una sobreactuación orientada al doble objetivo de licuar la grieta con los republicanos trumpistas y al mismo tiempo recuperar un liderazgo global que cada vez se ve más desafiado por el multilateralismo creciente. La bravuconada que tensa las relaciones internacionales muestra que el regreso a la diplomacia anunciado por los aparatos de propaganda mediáticos globales fue solo un espectro: el bombardeo a Siria a fines de febrero y la seguidilla de agravios contra dos de los líderes más importantes del mundo exhiben una lógica estructural.

Una semana antes, el 3 de marzo, el Presidente Biden presentó junto a la Vicepresidenta Kamala Harris y el Secretario de Estado Antony Blinken la nueva Guía Estratégica Provisional de Seguridad Nacional, orientada a reemplazar la estrategia de seguridad nacional difundida en 2017 por la administración de Donald Trump. Durante la conferencia celebrada en la Casa Blanca, se informó que el documento pretende alinear a todas las agencias gubernamentales en una política exterior unificada.

El contenido de la Guía es coherente con el discurso belicista aplicado por las administraciones precedentes, todas ellas opuestas a la cooperación y al respeto de la soberanía de terceros países. La única diferencia planteada con la gestión anterior es que el trumpismo planteaba la inserción global como secundaria, mientras que Biden pretende recuperar el liderazgo para garantizar la supremacía hegemónica. Ambos modelos piensan sus relaciones con el resto del mundo en términos de subordinación y sometimiento.

El documento se plantea un doble objetivo. Por un lado, marcar las diferencias con el modelo trumpista en gestión global. Por el otro, otorgar certezas al entramado corporativo monopólico trasnacionalizado –de cuño neoliberal y financiarista– acerca de la defensa irrestricta de sus prerrogativas internacionales, tanto en sus aspectos de presencia como de acceso a los recursos naturales. El documento hace una única referencia explícita a América Latina y el Caribe para detallar el incremento de la pobreza, la corrupción, la violencia criminal, la recesión y la crisis de deuda, que se han agravado por la pandemia. No se nombra a Cuba ni a Venezuela, pero el documento señala como alarmante la presencia de  China y Rusia en el hemisferio occidental, dando por sobreentendido que dicho espacio continental es de su incumbencia exclusiva.

En las dos docenas de páginas, China es aludida en 15 oportunidades y se la califica como potencia asertiva. Rusia, por su parte, es denominada como potencia desestabilizadora y es mencionada en 5 oportunidades. Para el Departamento de Estado, Beijing desafía la visión del mundo exigida por Washington porque no reproduce el sistema institucional estadounidense: la concepción subyacente muestra que la única forma de gestión social estatal legítima, según Washington, debe imitar el modelo impuesto por el Departamento de Estado, so pena de ser considerado réprobo e ilegítimo. Salvo en los casos, como Arabia Saudita, en que los intereses estratégicos permiten omitir esas nimiedades.

El documento se compromete a que “países como China rindan cuentas» ante una coalición democrática formada por sus socios y aliados, articulados a través de una ofensiva diplomática a formalizarse durante los próximos años. Con ese cometido, la Guía adelanta que intentará fragmentar a la Asociación Económica Regional Integral (RCEP, por sus siglas en inglés), de la cual forman parte Beijing y otros 14 países del sudeste asiático. La RCEP fue suscrita en noviembre de 2020 y congrega un mercado de 2.200 millones de personas, equivalente a un tercio de la producción económica mundial. Para ese cometido, diversos medios de Washington anuncian una próxima reunión virtual del Diálogo de Seguridad Cuadrilateral, conocido como QUAD, conformado por Estados Unidos, Japón, Australia e India, los tres últimos integrantes del RCEP.

 De Beijing a Moscú

Xi Jinping y Vladimir Putin. El nuevo eje del mal para Estados Unidos

.Según la Guía, China es el único competidor capaz de articular potencialidad económica, diplomática, militar y tecnológica para sostener un desafío al actual equilibrio global. Para legitimar el enfrentamiento contra Beijing, Washington ha necesitado –al igual que en periodos anteriores– estereotipar al nuevo enemigo: en una reciente encuesta del Pew Research Center, el 67% de los estadounidenses tiene una opinión negativa o muy negativa hacia los chinos. La misma pesquisa de opinión pública realizada en 2017 mostraba a un 46% de opiniones similares. En el último informe de 2021, el 89 % considera a Beijing como un competidor o un enemigo. El 84% considera peligroso su creciente poder tecnológico y la mitad de la población considera que es necesario y/o imprescindible limitar el poder y la influencia china en el mundo.

La construcción del enemigo en la que está comprometido Estados Unidos desde hace una década –cuando advirtió que el desarrollo económico y tecnológico implicaba un desafío a su hegemonía– ha llevado a una creciente estigmatización de los poseedores de rasgos fenotípicos orientales. El martes 16 un supremacista asesinó a ocho personas en Atlanta, seis de ellas asiático-estadounidenses, en un atentado que las autoridades caracterizaron de racista contra esa minoría. En 2020, las personas de esa identidad fueron víctimas de 3.800 incidentes de odio.

Tanto Beijing como Moscú han sido exitosos en sus esfuerzos destinados a limitar las históricas ventajas de Estados Unidos. Ambos han aprovechado la última década para extender sus espacios de interacción: China en América Latina, África y el sudeste asiático, y Rusia en el Cáucaso y en Medio Oriente. Si bien la Guía no menciona a la vacuna Sputnik, el texto deja entrever que la innovación del laboratorio Gamaleya ha lesionado la pretendida superioridad científico-tecnológica de Occidente, sobre todo después de las dudas planteadas en torno a la británica AstraZeneca.

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EL NEGOCIO DE LA VACUNA CONTRA EL COVID-19, LA MUESTRA MÁS INHUMANA DEL CAPITALISMO. PASQUALINA CURCIO CURCIO

Ilustración: ACN

PASQUALINA CURCIO CURCIO

Como si no fuese suficiente con la desolación por el confinamiento, el desasosiego por los nuevos contagios y el duelo por quienes volaron a otro plano a causa de la pandemia, sentimos también una profunda indignación cuando se pone de relieve uno de los más inhumanos antivalores del capitalismo: hacer de la vida y de la salud un negocio.

EEUU, la Unión Europea y el Reino Unido se oponen a la propuesta de exención de los derechos de propiedad intelectual y patentes de la vacuna contra el COVID-19. Dicha propuesta fue presentada ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) en octubre de 2020 por Sudáfrica y la India, a la cual ya se han sumado más de 100 países. Consiste en eliminar las barreras de la propiedad intelectual de manera que las empresas transfieran su tecnología y conocimiento a otras plantas productoras para fabricar masivamente todas las dosis que se requieren y así inmunizar lo más rápido posible a la población mundial. Capacidad de producción con la que se cuenta, según Tedros Adhanom, director de la OMS.

El Acuerdo de los Derechos de Propiedad Intelectual y del Comercio (ADPIC) suscrito por los países miembros de la OMC no es otra cosa sino la creación legal de monopolios en la medida en que conceden a los capitales la exclusividad, por años, de la producción y comercialización de un bien. El argumento que esgrimen es que las patentes son la única garantía para incentivar la inversión en investigación y desarrollo.

Con el chantaje del incentivo, lo que realmente otorgan a las empresas farmacéuticas es el poder de decidir quién vive y quién muere, además de decidir de qué viviremos y de qué moriremos. Son estas las que elaboran la agenda de las investigaciones siguiendo el criterio de lo que le es más rentable, no por casualidad cronifican las enfermedades.

Es el caso que, el financiamiento para la investigación ni siquiera proviene de la propia industria privada farmacéutica. Son los gobiernos los que históricamente han facilitado los recursos financieros y es en las universidades e instituciones principalmente públicas que se han desarrollado las investigaciones que luego han sido apropiadas por las farmacéuticas.

De los US$ 13.900 millones que se han destinado a la investigación de la vacuna contra el COVID-19, los gobiernos han proporcionado US$8.600 millones, las organizaciones sin fines de lucro US$ 1.900 millones, mientras que solo US$3.400 millones los han puesto las empresas farmacéuticas privadas, apenas el 25% (Airfinity). A esto debemos sumar el mercado seguro que tiene la vacuna, de hecho, para diciembre de 2020 los gobiernos de los países llamados desarrollados habían pre encargado 10.380 millones de dosis.

La empresa farmacéutica estadounidense Moderna desarrolló la vacuna contra el COVID-19 con financiamiento 100% público, recibió US$ 562 millones. Le fueron pre encargadas 780 millones de dosis a un precio que ronda en promedio los US$ 31/dosis, lo que le genera ingresos por el orden de US$ 24.000 millones. Saquen ustedes las cuentas de la ganancia de esta empresa.

Pfizer/BioNtech, también estadounidense recibió US$ 268 millones del gobierno, alrededor del 66% de lo que destinó a la investigación. Le fueron pre encargadas 1.280 millones de dosis que a un precio promedio de 18,5 US$/dosis equivalen a ingresos por el orden de US$ 23.680 millones. A AstraZeneca/Oxford de capital inglés, le pre encargaron 3.290 millones de dosis, las cuales vende a un precio de 6 US$/dosis, obtendrá US$ 19.740 millones por ingresos, pero el 67% de los US$ 2.200 millones que dedicó a la investigación fueron públicos. A Jhonson&Jhonson le encargaron 1.270 millones de vacunas que vende a US$ 10/dosis lo que le generará un ingreso de US$ 12.700 millones habiendo realizado una inversión de US$ 819 millones con financiamiento 100% público.

Los precios de las vacunas oscilan entre 4 y 37 US$/dosis: Sputnik-V 10 US$/dosis; Sanofi/GSK entre 10 y 21; Novavax 16; Moderna entre 25 y 37; Sinovac entre 13 y 29 US$/dosis, además de las ya mencionadas.

La vacuna contra el COVID-19 es un negocio redondo, al parecer es el mejor de estos tiempos: la inversión para la investigación la asumieron los gobiernos que dieron los recursos a las empresas farmacéuticas privadas; tienen el mercado garantizado porque los mismos gobiernos pre encargaron las vacunas a las empresas que financiaron; toda la ganancia va a parar a las empresas farmacéuticas en su mayoría privadas que además son las que, gracias al monopolio otorgado por los mismos gobiernos a través del ADPIC, tienen la exclusividad de producción y comercialización por años.

Esta restricción del acceso a la vacuna, consecuencia de las patentes, ocurre mientras 500 mil personas se contagian y 8.000 fallecen a diario a causa de esta enfermedad. ¿Es ésta, o no, la muestra más inhumana del capitalismo?

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EL DOLOR SOCIAL, ARMA POLÍTICA DEL CAPITALISMO DIGITAL. MARCOS ROITMAN ROSENMANN

MARCOS ROITMAN ROSENMANN

Vivimos en una sociedad enferma. Las manifestaciones son muchas. El uso de antidepresivos, ansiolíticos, y los derivados del opio muestran un comportamiento poco habitual. La crisis de la oxicodona en Estados Unidos ha convertido el dolor en un negocio para los laboratorios farmacéuticos. Asimismo, se ha transformado en una epidemia a la cual se unen conductas autolíticas. Autolesionarse resulta una vía de escape para millones de personas en el mundo. El temor al fracaso es una de sus causas más comunes. Los jóvenes y adolescentes se encuentran entre la población más vulnerable. Infringirse daño se transforma en un modo de sentirse libre, de romper ataduras.

No son los dolores del cuerpo los que provocan el deseo de autolesionarse. Por el contrario, son los dolores sociales, aquellos dependientes de las estructuras de explotación, dominio y desigualdad. La pérdida de confianza y la soledad actúan como catalizadores de un dolor cuya forma de combatirlo consiste en violentar el propio cuerpo. La depresión, la neurosis o el trastorno límite de la personalidad, caracterizado por la forma en la cual la persona se piensa y siente en relación consigo misma y los demás, son síntomas de una realidad propia del siglo XXI y el capitalismo digital.

Richard Wilkinson y Kate Pickett, en su ensayo Igualdad, cómo las sociedades más igualitarias mejoran el bienestar colectivo, alertan: En Gran Bretaña, 22 por ciento de los adolescentes de 15 años se han hecho daño a sí mismos al menos una vez, y 43 por ciento de ese grupo afirmaron hacerse daño una vez al mes. En Australia, un estudio con adolescentes señala que 2 millones de jóvenes se autolesionan alguna vez a lo largo de su vida. En Estados Unidos y Canadá, los datos apuntan a que entre 13 y 24 por ciento de los escolares se lesionan voluntariamente y niños de sólo siete años se hacen cortes, se arañan, se queman, se arrancan el pelo, se provocan heridas y se rompen huesos deliberadamente.

Estas conductas hunden sus raíces en un cambio en la manera de percibir el dolor. “Cuesta imaginar que la angustia mental pueda convertir la vida en una experiencia tan dolorosa que el dolor físico resulte liberador y proporcione una sensación de control (…), pero son muchos los niños, jóvenes y adultos que afirman lesionarse al sentir vergüenza, autoexigirse o creer que no están a la altura”.

El dolor se construye y se articula. Así, entramos en otra dimensión en la cual las conductas hacia el dolor se pueden inducir y recrear. Según el coronel estadunidense Richard Szafranski, “se trata de influir en la conciencia, las percepciones y la voluntad del individuo, entrar en el sistema neocortical (…) de paralizar el ciclo de la observación, de la orientación, de la decisión y de la acción. En suma, de anular la capacidad de comprender”.

Miedo y dolor, una combinación perfecta. El miedo se orienta hacia objetivos políticos. Sus reclamos pueden ser el desempleo, la inseguridad, el hambre, la exclusión o la pobreza. En este contexto, el dolor entra con fuerza en la articulación de la vida cotidiana, muta en un mecanismo de control. Y aquí el concepto se extravía.

William Davies, en su estudio Estados nerviosos, cómo las emociones se han adueñado de la sociedad, subraya: “Hasta la segunda mitad del siglo XX, la capacidad del cuerpo para experimentar el dolor por lo general se consideraba una señal de salud y no como algo que debía ser alterado empleando analgésicos y anestésicos (…). El paciente que simplemente pide ‘termine con el dolor’ o ‘hágame feliz’ no está exigiendo una explicación, sino el mero cese del padecimiento (…). La frontera que separa el interior del cuerpo comienza a ser menos clara (…). En esencia, despoja el sufrimiento de cualquier sentido o contexto más amplio. Coloca el dolor en una posición de fenómeno irrelevante y por completo personal”.

El dolor social, el padecimiento colectivo, la conciencia del sufrimiento, se desvanece en una experiencia imposible de ser comunicada. Pierde toda su fuerza. Ser feliz, eliminar el dolor o derivarlo hacia una vivencia personal, desactiva la crítica social y política, uniéndose a conductas antisistémicas.

Pero al mismo tiempo, el dolor se instrumentaliza. En este contexto, es un arma eficaz. Se busca crear dolor, potenciar sus efectos en las personas. Hacer que forme parte de una conducta flexible y sumisa, donde el dolor paraliza. En este sentido, la construcción de conductas asentadas en el manejo del dolor se ve favorecida por el desarrollo del Big Data y la interconexión de dispositivos capaces de penetrar en lo más profundo de la mente-cerebro. La realidad aumentada bajo la inteligencia artificial posibilita expandir el mundo del dolor en todas las direcciones. El llamado Internet de las cosas se convierte en una fuente inagotable de emociones y sentimientos, forjando estados de ánimo capaces de doblegar la voluntad bajo el control político del dolor social. Y lo más preocupante, está en manos de empresas privadas.

Fuente: LA JORNADA